El Regreso De Pataconators.

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El regreso de los Pataconators. Pataconators return. Quienes hemos vivido de crisis en crisis, no nos resulta nada extraño la idea de utilizar bonos, pagarés o cuasimonedas. La invención de nuestros gobiernos no tiene límites. Entonces, cuando el dinero que es escaso, se vuelve insuficiente para solventar los gastos del Estado, comienzan a aparecer una serie de invenciones creativas. Los argentinos somos expertos en diversas series de estafas por parte de quienes gobiernan. Bonos obligatorios, ahorros forzosos, licuación de depósitos, inflaciones descontroladas o corralitos bancarios, son términos habituales para todos nosotros. Aún queda en nuestra memoria, el recuerdo de los Patacones o bonos de emergencia, emitidos durante la crisis del 2001. Si bien su nombre técnico era “Letras de Tesorería para Cancelación de Obligaciones”; todos nos acostumbramos a transar con esos raros billetes, como si fueran papel moneda. Las palabras del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, para justificar esta idea fueron: “El que no quiera cobrar con patacones está en su derecho de recurrir a la justicia, pero yo no tengo pesos para pagarle”. Así comenzó su programa con una inyección de 90 millones de pesos, que fueron otorgados a los cuantiosos empleados estatales y a sus proveedores. Con su habitual cara de piedra, el gobernador sostuvo que “el pago con patacones es una necesidad, no un capricho” y que “por muchos meses no va a haber pesos en circulación”, pues “la Argentina entró en cesación de pagos”. En un principio se podían pagar tasas, servicios y créditos hipotecarios. También permitían comprar alimentos y bienes de uso en los comercios adheridos a las Cámaras de la provincia. Pero con el tiempo, se convirtieron en una moneda paralela, para paliar la enorme crisis financiera y económica del 2001. Las cuasimonedas fueron consideras un “mal necesario” que permitió cubrir la ausencia de circulación monetaria. Si bien en un principio su circulación fue polémica, la enorme emisión y la magnitud de la crisis, permitieron que tengan una aceptación masiva. Los fastidiosos papelitos, terminaron por ser aceptados, no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino también en la Capital Federal. Este bono tenía una tasa de interés del 7% anual. Su monto total de emisión llegó a 2.705 millones de patacones y la impresión de estos bonos fue llevada a cabo por la imprenta Ciccone Calcográfica. Sin embargo, esta emisión monetaria, envalentonó a otras provincias argentinas, para seguir el mismo camino. Así la Nación emitió el Lecop, Córdoba el Lecor, Entre Ríos el Fedral, Corrientes el Cecacor, Tucumán el Bocade, Chaco el Quebracho y San Juan el Huarpes. El número de bonos se hizo ilimitado, sumando en total una serie 13 bonos distintos, emitidos por unas 12 provincias junto al bono de la Nación. Y a partir de la recuperación económica de nuestro país, el gobierno ofreció rescatar esos bonos a fines del 2003, pagando el capital más los intereses. Hoy tenemos el orgullo de ver que esta notable idea de nuestros brillantes políticos, ha sido aplicada en el estado de California. En la peor crisis de los últimos años y en una situación económica al borde de la bancarrota, el débil Arnold Schwartzeneger, se vio obligado a emitir pagarés para cubrir sus deudas. El estado más poblado de Estados Unidos, que arrastra un déficit fiscal de 26.300 millones de dólares, se vio limitado para conseguir sus dólares. Ante esta crisis, el pobre Arnold no tuvo más remedio que pagar sus deudas con una serie de pagarés, denominados IOU (Yo te debo). Con estos papeles, le otorga a los acreedores una promesa de pago. Así les asegura que lo que se debe se pagará. De este modo, generó una situación lamentable para muchos, que ha despertado la rabia de los californianos, que no entienden cómo un estado tan rico ha podido arruinarse de esta manera.

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Los IOU van en camino de convertirse en una moneda paralela para el estado de California. Ellos son el signo de una crisis complicada y un ejemplo del agotamiento presupuestario, que sufren los distintos Estados americanos. La crisis ha afectado de tal manera a este país, permitiendo que el déficit de los gobiernos estatales ascienda a 121.000 millones de dólares, en el próximo ejercicio fiscal de 2010. Pero a diferencia de nuestros patacones que devengaban un interés del 7%, aquellos bancos que acepten los IOU tendrán un 3,75 % de intereses. En California hace un tiempo que se habla de bancarrota y los recortes públicos crecen cada día. Pero esta mediada es un signo aún más claro de los efectos de la crisis económica. Después de varios meses centrados en las esperanzas de que la situación mejore, la recesión ha mostrado su cara más insospechada. La gente parece resignada y sin esperanzas. Los profesores y funcionarios se han movilizado, pero no se ha visto una respuesta masiva del pueblo californiano en contra de las decisiones adoptadas. Parece algo extraño que la sétima economía del mundo en desarrollo esté en crisis. Con asombro vemos que aquella tierra que generó la fiebre del oro, que inspiró nuestra constitución y defendió las libertades individuales, hoy tenga que imitar nuestras miserias. Hemos importando sus ideas de libertad y su constitución, a cambio de nuestra genialidad de emitir papelitos de colores. Los multimillonarios del Sillicon Valley y las estrellas de Hollywood; hoy ven con angustia, la decadencia de su brillo y el colapso de su dinero. La tierra que fuera el centro de la fiebre del oro y la cuna de quienes soñaban con ser millonarios, hoy aparece aniquilada por una fiebre de papeles. Los nuevos millonarios ya no tendrán dólares en sus cuentas bancarias, sino pagarés de un gobierno del que desconfían. Los pagarés han sido la última medida antipática que ha tomado el gobernador, declarando el estado de emergencia fiscal. Pues ya hace tiempo que viene haciendo recortes en los salarios y en el gasto público, con el fin de hacer más soportable la crisis. Por ello, ante todas estas circunstancias; nos se olviden de invertir en bonos de California. Si usted quiere recibir notables ganancias. Tenga en cuenta esta redituable inversión. Se lo garantiza Arnold. Horacio Hernández. http://horaciohernandez.blogspot.com/

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