El pueblo de Ribadelago es fundado por los frailes de la Orden del Abad Juan, el cual venía de Córdoba. Estos frailes llegan huyendo del acoso musulmán, al que los cristianos eran sometidos en el Califato cordobés. El asentamiento de Ribadelago lo efectúan con gentes que le acompañaron desde tierras andaluzas. Esta población de colonos que se ponen al servicio de los frailes, se asienta en la parte superior de la ribera del lago, en tiempos en que reinaba Ordoño II, sobre el año 920. Como la historia, aunque no se escriba, se cuela por los detalles, es a través de uno de éstos como los habitantes de Ribadelago han arrastrado hasta aquí su procedencia; a través de su pronunciación. La gente de este pueblo establece un deje al pronunciar la jota, y la ge fuerte, pronunciación que resaltaba a diferencia de la gente de los pueblos vecinos, así hijo para ellos, era hihuuu. Tal pronunciación no ofrece ninguna duda de su ascendencia árabe. El pueblo es el sujeto de una leyenda fantástica procedente de Europa central, posiblemente traída por los pueblos celtas, en relación a cómo surge el lago y desaparece el pueblo primitivo, Valverde de Lucerna. Esta aldea junto a San Martín de Castañeda, sirvió de inspiración a Miguel de Unamuno y J. para escribir la novela de San Manuel Bueno. El pueblo se divide entre dos asentamientos, siendo éstos el pueblo nuevo (115 hab.) y el pueblo antiguo (39 hab.). El pueblo se hizo tristemente famoso el día 9 de enero de 1959, cuando fue arrasado por unos 8 millones de metros cúbicos agua procedente de la rotura de la presa de Vega de Tera, provocándose una de las mayores catástrofes debidas a la rotura de una presa. De los 549 habitantes que tenía el pueblo en aquel momento murieron 144, pudiendo recuperarse tan sólo 28 cuerpos. Las cruces en el pueblo viejo recuerdan las ausencias. Familias enteras perecieron, y el pueblo quedó completamente destruido a excepción de unas pocas casas. Tras la catástrofe, se inició una campaña solidaria de nivel internacional. En vez de reconstruirse el pueblo en su lugar original se eligió un nuevo emplazamiento, conocido como Ribadelago Nuevo y denominado oficialmente Ribadelago de Franco, en honor al militar y dictador de España Francisco Franco. El pueblo nuevo conserva interesantes ejemplos arquitectónicos, desde el Ayuntamiento y las escuelas (actual consultorio de atención primaria sanitaria) hasta la iglesia o las viviendas. El pueblo antiguo, que no llegó a ser abandonado totalmente, actualmente está siendo recuperado.