El Plan Del Cambio

  • December 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View El Plan Del Cambio as PDF for free.

More details

  • Words: 1,737
  • Pages: 5
EL PLAN PARA CAMBIAR RADICAL Y PERMANENTEMENTE LA SOCIEDAD AMERICANA(Primera parte) Por Diego Trinidad, Ph. D. Desde principios de septiembre del pasado año, cuando explotó la burbuja de las hipotecas y con esa explosión volaron también las efímeras esperanzas de John McCain de ganar la elección presidencial, tuve que aceptar la inevitabilidad del triunfo demócrata en noviembre y las funestas consecuencias que eso le traería al país. Después del segundo debate a fines de septiembre, cuando se comprobó la ineptitud de McCain en enfrentar y desenmascarar al candidato demócrata, el desastre estaba sobre nosotros. Entonces, previendo muy bien la estrategia de gobierno del primer presidente africano en la historia de EU, escribí un artículo comparando nuestros tiempos con los años 1930s y al Presidente Franklin Roosevelt y su New Deal con el posible programa del nuevo presidente demócrata. Estaba ya bien claro que el modelo del New Deal sería el que trataría el nuevo gobierno demócrata de imitar en enero del 2009 cuando tomara el poder. La semana pasada ya se revelaron, para quienes los quieran ver, los peligrosos planes del presente presidente. En un artículo publicado el 6 de febrero, antes de que el Senado aprobara su versión del “paquete de estímulo” (si, “paquete”, por el engaño, que fue; y sí, “estímulo”, pero para los bolsillos de los corruptos que votaron a favor), por fin se revelaron los planes para la futura radicalización de la sociedad americana. Escrito por los analistas del Heritage Foundation, la más prestigiosa organización de investigaciones conservadores basada en Washington (de la cual

tengo el orgullo de ser miembro), Robert Rector y Katherine Bradley, se titula “Welfare Spendathon: House Stimulus Bill Will Cost Taxpayers $787 Billion in New Welfare Spending” ( Maratón de Gastos: El Proyecto de Ley de la Cámara le Costará a los Contribuyentes $787 Billones [$787 mil millones en español] en Nuevos Gastos de Bienestar Social). Quien esté interesado en leerlo en su totalidad, pueden encontrarlo en www.heritage.org/Research/Economy/wm2276.cfm Y, verdaderamente todo el que pueda, debe leerlo, pues solamente en este artículo, de todo lo que se ha escrito en los últimos días, se pueden ver claramente las intenciones del nuevo presidente para en realidad traer el cambio que prometió a los votantes durante la campaña. Como he comentado anteriormente, el presidente africano usa las palabras como potentes armas, pero con la peculiaridad que los que lo oyen, solo oyen lo que quieren oír, quizás por lo que el articulista del Nuevo Herald Armando González llama “el ansia de creer” (Opiniones, febrero 21, 2009). Cuando promete, encanta, hechiza ... y eventualmente siempre engaña, su discurso suave y “soñador” cautiva aún a muchos de sus opositores, quienes alaban el alto contenido de “esperanza” (uno de sus grandes temas en la campaña además del “cambio”) y el “idealismo” del Nuevo Mesías. Ese discurso SÍ lo oyen los que ansían creerlo. Pero de lo que no se dan cuenta es que son palabras vacías, diseñadas a propósito para desinformar y distraer al público. Mas cuando habla a grupos más pequeños, usualmente de sus seguidores y acólitos, su discurso es más serio, más sobrio, más sombrío, más amenazante . . . y sobre todo, es cuando únicamente sus palabras son verdaderas. Es en esos discursos cuando revela lo que se propone y sus planes para el futuro. Pero ese discurso no se cree, ni siquiera se le presta mucha atención. Sobre todo por la gran masa amorfa del electorado que piensa que tiene cosas más importantes que hacer, como por ejemplo ver comedias tontas por TV o los mas jóvenes, entretenerse jugando el en internet. Me recuerda los discursos de Guevara y Castro al principio de 1959 en Cuba. Guevara decía casi

exactamente lo que estaba en el futuro de los cubanos. Pero nadie le prestaba atención, sobre todo cuando mas tarde venía Castro y distraía al público con sus interminables discursos “cantinflescos” casi siempre dirigidos a criticar a ese gran Chivo Expiatorio, el cual nunca existió para los cubanos antes de 1959: el Imperialismo Yanqui. Pero ¿a quién le hacían caso los cubanos, a Guevara o a Castro? La respuesta la sabemos bien, solo que en el caso del Mesías africano su lengua es bifurcada como la de las serpientes: tiene dos puntas y de cada una sale un discurso distinto. Por eso es tan peligroso. Pero volvamos al artículo antes citado. Lo importante que se puede ver en su contenido es que de estímulo económico no tiene nada la ley que se aprobó. Pero de gastos secretos para promover el Bienestar Social (Welfare) y captar nuevos votantes demócratas si está lleno. Recuerden que el artículo se escribió antes que el Senado aprobara su versión del “paquete” y que dos días después, las dos cámaras reconciliaran las dos versiones en la final. Unos breves comentarios sobre como el Congreso traicionó al pueblo americano aprobando esa ley. Primero, en la versión del Senado, se encontraron, pero solo después de ser aprobada, una serie de errores en los números utilizados que totalizaron billones de dólares. Nada importó, una vez mas probando de sobra el irónico comentario atribuido al Senador Everett Dirksen, republicano de Illinois, en 1965, cuando colaboró con el Presidente Johnson en la monstruosa construcción de la Gran Sociedad de los años 1960s. Supuestamente dijo Dirksen: “un billon aquí, otro billón allá . . . y dentro de poco estaremos hablado de dinero en serio”. Exactamente, solo que ahora estamos hablando de TRILLONES. Para que los lectores tengan una idea de estas vastas sumas, consideren este ejemplo. Desde el nacimiento de Jesús en el 33 AC, más de 2000 años, han transcurrido un billón de MINUTOS, no de años. Ahora imaginen multiplicar eso por 1000 y tienen lo que representa un trillón. Sin embargo, de esto es lo que estamos hablando, pues los más de $800 billones aprobados en el falso “paquete” representan, con el interés agregado, $1.34 trillones. Segundo, la versión finalmente aprobada por las dos cámaras después de reconciliarse las dos versiones en conferencia, NO FUE LEIDA POR UN SOLO MIEMBRO DEL CONGRESO. Eso, lectores, constituye una traición--si, una traición--al pueblo americano, pues

cada miembro que aprobó esa farsa de ley, TIENE la obligación constitucional de cumplir con su deber. ¿Y como se cumple el deber de legislador aprobando leyes sin leerlas? Hay que aclarar que aquellos--todos los republicanos en la Cámara y todos en el Senado, con la excepción de solo tres traidores —los que votaron en contra no tenían por qué perder su tiempo leyendo tal patraña. Es como pedir que se lea Das Kapital de Karl Marx a los que pretendan discutir sobre comunismo. ¿Para qué leer una mentira, la cual ni Marx siquiera se leyó, pues fue su compañero Engels quien escribió los dos últimos volúmenes? Tal como pasó en 1933 cuando el Congreso le aprobó mas de $3 billones (mas de un trillón en dinero de hoy) al Presidente Roosevelt para gastar a su discreción (las leyes aquí en EU se pasan con cantidades específicamente señaladas para gastar en distintos proyectos; pero en 1933 fue un cheque en blanco lo aprobado por el Congreso, algo nunca antes ocurrido)), esta nueva ley, aunque supuestamente señala y asigna cantidades específicas para ciertos gastos, en realidad deja casi todos los gastos a discreción del presidente. Es muy general todo su contenido y casi todo lo más importante está escondido o disfrazado en la mas de 1000 páginas que tiene la ley. Pero lo que si está bien claro después de leer el artículo citado es que casi todo el dinero está dirigido a gastos para aumentar y promover el Estado de Bienestar Social. Esto es un regreso a la situación que existía antes que el Presidente Clinton aprobara la ley (pasada por un Congreso republicano, cuando todavía había muchos republicanos con vergüenza en el Congreso) modificando el Welfare y obligando a una gran parte de los recipientes a trabajar o recibir entrenamiento antes de cobrar cheques del gobierno sin obligaciones ningunas. Esto se terminó con esta nueva ley, que según los autores incrementará el gasto por cada pobre en EU (las familias que ganan menos de $33,000 al año) en $6,700 solo el año próximo. Pero al final de diez años, el costo a cada familia que paga impuestos (y paga por “redistribuir” la riqueza a los mas pobres quienes NO pagan impuestos, tal como lo prometió el Mesías) será de $17, 400. Pero hay más, mucho más y mucho peor en la nueva ley aprobada hace unos días. Nos han engañado adicionalmente, diciendo que muchos de estos nuevos gastos (supuestamente para “estimular” la economía, aunque los dineros en su mayor parte no serán gastados hasta el año 2010) terminarán en

dos años cuando la economía se recupere. Una gran estafa, primero porque lo que está escondido en la ley no es así. Pero aunque lo fuera, quien conoce como funciona este país, sabe muy bien que después que un programa del gobierno federal es puesto en práctica, es simplemente imposible eliminarlo o darle marcha atrás. Además de que es la intención del presidente nunca terminarlos, puesto que como ya he señalado varias veces en otros artículos, los que reciben cheques del gobierno en su abrumadora mayoría votarán por ese gobierno que les otorga esos pagos. Si consideramos que se pretende crear más de 4 millones de nuevos trabajos pagados por el gobierno federal, se puede entender muy bien que estamos hablando de 4 millones de nuevos votos demócratas para siempre. Y así, lectores, es como tiene planeado el Mesías africano mantener al Partido Demócrata en el poder por una generación. ¿Quien sabe? Con mayorías permanentes en el Congreso por años venideros y mayorías en las legislaturas estatales (vean las traiciones de los gobernadores supuestamente republicanos de California y Florida apoyando descaradamente los planes colectivistas del presidente africano, solo en el afán por compartir el gran botín cortesía de los contribuyente americanos), no es imposible que se trate de cambiar la Constitución para permitir la re- elección del Mesías. ¿No lo creen? Roosevelt trató de aumentar—ilegal e inconstitucionalmente--el número de jueces en la Corte Suprema en 1937. Es verdad que su intento de violentar la Constitución fracasó (ni los mismos congresistas demócratas se atrevieron a colaborar en aquel proyecto), pero los tiempos han cambiado y si se logra, por artificial que sea, una mejora en la economía, cualquier cosa es posible. (Continuará. En la edición de mañana, la última parte)

Related Documents

El Plan Del Cambio
December 2019 36
El Dilema Del Cambio
November 2019 35
El Cambio
November 2019 27
Cambio Plan Claustro
November 2019 16