el cambio lo único estable es el cambio y siempre sufrimos cuando nos cerramos a él y pretendemos detener el tren de la historia. por eso los mayores logros están unidos a cambios oportunos y los peores fracasos a cambios impedidos o aplazados sin criterio. en artes y religiones, en política o en sociedad, los líderes siempre tuvieron visión y osadía para impulsar cambios y, fieles a su misión, resistieron toda clase de criticas y ataques. como adalides del cambio y la evolución , y no como rémoras o defensores del inmovilismo y la involución, recordamos a copérnico y galileo en las ciencias, a beethoven y bach en la música, a da vinci, los impresionistas y a picasso en la pintura, a freud, darwin y marx en las ideas, a gandhi, rosa parks y luther king en lo social y, por supuesto, a jesucristo y a buda en el espacio de la fe. para ellos experimentar no era diabólico y purificar y renovar no era de locos. fueron atrevidos y corrieron el riesgo de equivocarse. ahí están sus ejemplos y los de todos los exploradores, inventores y forjadores del progreso para animarnos a renovar paradigmas y ser libres ¿por qué, entonces nos resistimos a cambiar? porque hemos sido educados para sometemos, porque nos dominan los temores y la costumbre, porque somos indecisos y nos refugiamos en una peligrosa zona de comodidad. también nos cerramos al cambio por los apegos al poder, el dinero o el estatus. de todos modos la vida es evolución y, tarde o temprano, nos impone a las malas los cambios que no hacemos por las buenas. y es terrible tener que aceptar con dolor cambios impuestos, en lugar de adoptar con coraje cambios elegidos- pocas veces somos tan felices como cuando decidimos cambiar nosotros, en lugar de sufrir cambiando a otros o de estar muertos en vida por falta de atrevimiento. sentimos una paz indescriptible si, guiados por dios, recreamos nuestra vida donde estamos o en un nuevo marco y dejamos de consumirnos en una vida que no es vida. sí, hay que sostener lo esencial, pero tantas veces sacrificamos lo mejor de la existencia defendiendo falsos paradigmas y estructuras oxidadas. ¿qué esperamos para hacerles el duelo a relaciones muertas y a creencias obsoletas? ojalá nos ilumine este dicho de séneca: “la vida más sufrida y más llena de inquietudes es la de aquellos que se aferran al pasado, miran con indiferencia el presente y temen al futuro"