El Pastoreo de los Corderos (2ª parte) El presente es una reflexión sobre dos temas que tienen pertinencia en la realidad nacional mexicana, hablo de las elecciones de representantes políticos que tienen lugar en estas fechas y sobre la constante y creciente violencia que tiene lugar en todo el territorio nacional así como dentro de los distintos medios de comunicación. Actualmente y consecuente con la fase histórica en la cual vivimos, donde expresión de ella es la globalización y parte de ella tiene que ver con la necesidad imperiosa de comunicación, tanto de información, como de capitales. Los medios de comunicación están fuertemente asociados a la necesidad de comunicar informaciones y mover capitales de todo tipo. Es su negocio, es su fundamento en la actualidad. En base a esa necesidad y esa fundamentación las distintas cadenas televisivas, periódicos, publicación electrónicas y editoriales se ven en la necesidad de manipular la información de tal modo que se ajuste a por lo menos tres elementos: que la información transmitida posibilite el lucro y reproducción capital, que la información sea lo suficientemente atractiva, dinámica, sintetizada y accesible para crear una dependencia a la misma y por ultimo que se ajuste a una pretendida neutralidad u objetividad que legitime su emisión de contenidos. Estos tres elementos no empatan o se ajustan unos con otros, en muchas ocasiones entran en franca contradicción pues el ejercicio profesional y objetivo del periodismo choca con la necesidad sensacionalista de hacer atractiva una información y si ésta no se integra rápidamente a los consumos populares deja de ser una oportunidad de lucro de la cual depende el negocio que son los medios de comunicación. Es por eso que hay toda una gama de actores sociales en esta dimensión que lo hacen de mejor o peor manera. Hay que ser, pues, inteligentes y creativos, adquirir objetivos éticos y formas que concilien no sólo el aspecto lucrativo y espectacular, sino el profesional y objetivo, serio y sobrio. Actualmente en México vemos un ejercicio periodístico carente de profesionalismo, seriedad, rigurosidad y veracidad; por otro lado podemos observar que el profesionalismo salta a la vista en un aspecto negativo de este, se han hecho profesionales para producir noticias Express, con cierta calidad en sus formas, con diseños llamativos, gráficos llamativos y animaciones que hacen el producto encantador, en esto cumplen bien, y digo bien pues cumplen con cierta formalidad; aquí el problema de gravedad son los contenidos, la manipulación de la información así como su coherencia, éstos son los grandes perdedores. Este problema lo encontramos principalmente exhibido en los noticieros de las dos grandes cadenas televisivas de México: Televisa y Tv Azteca, así como sus portales de información electrónica. Hablaré particularmente de éstos, no es que en los periódicos o el radio no se encuentre el problema, pero dado que la televisión es el principal medio de acceso a la información, así como el medio que más penetra e influye en la población. Para éste particular caso me centrare en la dimensión de lo noticioso y de análisis por ser la parte del negocio que supuestamente guarda mayor seriedad, pues hablar de la programación habitual en espectáculos, programas, series, telenovelas y contenidos para niños es un tema arto doloroso y penoso para el ciudadano promedio.
En México existen alianzas por demás extrañas y ventajosas, entre ellas actores sociales y políticos que desdoblan su función y su personalidad para pactar y obtener beneficios personales que van desde lo más oscuro hasta lo más banal. La clase política tiene pactos con la clase empresarial, los partidos políticos la tienen con la clase política y los empresarios, el gran capital la tiene con la clase en el poder, el gran capital así como la clase empresarial también tienen sus alianzas y agendas programáticas; ni que decir de los grupos criminales desde los de mayor envergadura hasta los criminales de medio pelo, tanto con la clase política, los partidos políticos y ciertos hombres de negocios. El asunto aquí es como las hacen coincidir y cómo agrupan sus prioridades, así cómo el ejercicio de sus acciones para salir beneficiados, todos estos beneficios a costillas de una población que desde hace poco más de dos décadas se empobrece cada día más y encuentra sus derechos más básicos amenazados. Entre otros de los graves que atraviesa la población mexicana desde hace dos décadas es un decaimiento en la calidad y el nivel de educación en los niveles básicos para el groso de la población; el sistema educativo ha sido transformado en un pesado sector que su prioridad elemental y fundacional, su razón de ser y ethos como institución es lo que menor importancia recibe, se ha caído en una lógica mercantil y en una trinchera de conflictos políticos y sindicales que han contribuido a la degradación educacional. Lo anterior plantea un escenario donde la población mexicana queda con mayor vulnerabilidad, es propensa con mayor facilidad a los engaños y la cooptación clientelar de los actores políticos antes mencionados, son pues, blancos expuestos al chantaje, engaños y explotación de clases y grupos bien organizados. Pero entre toda esta trama de relaciones y alianzas, en esta monstruosidad, éste ser que reúne los aspectos más deleznables de una sociedad, dentro de éste artificio negativo, los medios de comunicación juegan la vez de voz, de capacidad comunicativa, un sistema comunicativo eficaz para sus propósitos o por lo menos es el proyector de todas estas imágenes y discursos. Es un distribuidor, un comunicador eficaz, una herramienta de propaganda y vulgarización efectiva. Dos ejemplos de lo que expongo son los spots o las baterías de propaganda políticoelectoral que el Instituto Federal Electoral (IFE) ampara y ordena se transmitan de manera obligatoria en las sintonías televisivas nacionales. Como algunos saben hubo un conjunto de reformas en materia electoral que impiden la compra-venta de tiempo al aire para motivos políticos-electorales, esta restringido este espacio y tiempo propagandístico a los partidos políticos bajo la supervisión del IFE, esto significo un golpe a las gordas carteras del oligopolio televisivo y radiofónico de este país. Así que los jueces y opinadotes máximos del país levantaron una campaña de reclamo al respecto. Se entregaron los spots políticos y las televisoras debían incluirlos entre sus programaciones, a esto, las televisoras buscaron los momentos menos oportunos para transmitir dicha propaganda política, la medida es simple, insertar los mencionados spots dentro de las audiencias y programas más populares y que ejercen una mayor pasión y alienación de los televidentes, la medida tiene como propósito violentar a las audiencias y emitir un mensaje de descalificación. Los culpables según argumentan los medios, son el IFE y los políticos, pero la culpa aquí es compartida, pero el gran perdedor de todo esto es el mismo IFE. Los medios podían transmitir dicha propaganda en espacios bien pensados y con el propósito de
exponer el discurso político de los distintos partidos políticos de una manera más adecuada y menos agresiva. Los políticos, entendidos como los representantes nacionales, pudieron encontrar mejores modos de restringir y equilibrar la competencia, así como de limitar el negocio y hacer menos costosas las campañas políticas que en México son tan o más caras que las europeas, ni hablar de los salarios de los servidores públicos. Lo grave aquí y sin duda penoso por la importancia que tiene y debe jugar un instituto electoral que vigila y controla la competencia política y que es vital para la democracia, es que pierde legitimidad ante una población mayormente desinformada, mal informada y con una educación que se presenta preocupante. Los medios legitimadores de todo, emiten opiniones que ayudan a esta deslegitimación del IFE, pues la cultura política de la sociedad mexicana es volátil y poco participativa, no es critica, los valores que integran lo político son ambiguos, así que la valoración de los ciudadanos mexicanos con todo lo que se relaciones con la política no tiene la mejor opinión o estima por parte de los mismos. Por otro lado el sistema político, más éste sistema que se identifica con lo democrático en una transición reciente y no consolidada como es el caso de México, debe proteger a sus instituciones ciudadanas con mayor eficacia, no exponerlas de formas vergonzosas o hacer dudar de su labor como institutos ciudadanos. Pero desafortunadamente la percepción popular no otorgara su estima al IFE, perderá confianza y simpatía, a causa de asuntos tan banales como la interrupción de una telenovela o un partido de futbol, por spots de partidos políticos que tampoco cuentan con la mejor dirección y contenidos deseables. Otro de estos ejemplos es la constante y creciente violencia; la criminalidad que se da en el país, así como la extensa exposición de todo esto en los medios. Tenemos un gran problema entre las manos, toda la sociedad tiene que ser participe de la solución, tenemos un problema de seguridad nacional en el que están involucrados los principales actores políticos del Estado, así como sus grupos y corporaciones de seguridad tanto policiales como castrenses. Tenemos grupos delictivos con redes operacionales internacionales. Situaciones que se han agravado por la creciente pobreza y un sexenio pasado con una de las peores administraciones. Ejercicio nulo en los utimos años y la incubación de relaciones y complicidades criminales que han florecido en la actualidad. Los principales problemas: el narcotráfico, los secuestros y el robo. Son miles de asesinatos, expuestos de las maneras más dramáticas, las autoridades inmediatas y responsables son expuestas en toda su ignorancia o incompetencia y los grandes políticos se escudan en interminables planteamientos demagógicos, sofismos que no conducen a soluciones concretas y peor aun, creíbles. En vez de pensar y demandar solución interna, esperamos que el nuevo y flamante presidente de la vecina nación Americana nos solucionará el problema, como dicen por ahí “nos va ir mejor con Obama” pensamos que con él se regularizará y crecera el envío de remesas de los Estados Unidos. Que obteniendo regularizaciones y reformas migratorias nos ira mejor, pues así tendremos más remesas; es triste la situación, es dramático que las remesas signifiquen la mejora cualitativa y eso de forma marginal para la población mexicana, pues no hace más que reproducir un ciclo de pobreza y marginación, pues para que las remesas signifiquen una mejora en la calidad de vida de las familias que las reciben tendríamos que conservar las mismas condiciones de pobreza, para que un dólar signifique una mejora o sea marginalmente beneficioso las condiciones de pobreza deben continuar. Tampoco es gracioso que la fuerza de
trabajo tenga que irse y desestructure regiones completas, que los profesionales que son formados en las universidades publicas, instruidos con el dinero de los contribuyentes se vayan al extranjero porque ahí pagan mejor, aquí no tienen la capacidad de desarrollar proyectos útiles para sus comunidades, peor aun que ni quiera exista desde la formación media superior la conciencia de que su formación tiene como propósito la mejora y el desarrollo de su comunidad y su sociedad. Los estudiantes en este país piensan que su educación esta libre de responsabilidad moral, ética, que es un gasto y ellos la pagan. En México las cosas no marchan bien, la identidad pragmática y utilitarista que los medios se encargan de cultivar e incentivar. Las realidades expuestas por parcialidades confusas, los falsos discursos de moral, valores y ética con los que disfrazan sus lucrativos negocios han conducido a una problemática grave, donde los medios de comunicación han adoptado o han creído ser la conciencia y voz del pueblo. Ellos dictan sentencia, opinan y juzgan con la bandera autoimpuesta de “la voz del pueblo”. Desafortunadamente buena parte de la población ha creído tal cosa, ha asumido las opiniones emitidas por sus comunicólogos y periodistas como suyas, hace extensivo el reclamo de los capitalistas de la comunicación como propios, cualquier cosa que ese beneficio signifique. Todo por qué, –en parte- su transmisión deportiva se vio interrumpida por un instituto que debe velar por una parte importante de la democracia, porque la telenovela se vio cortada por un spot de algún partido político donde posiblemente aparece una de las encueratrices de la televisión, de las cuales ellos mismos mandaron mensajitos para salvarla de la expulsión de un programa televisivo. La violencia se hace presente en muchas dimensiones. La delincuencia ha crecido y ha corrompido a los que deben cuidarnos, pues a ellos no los cuidan quien deberían hacerlo. La lógica capitalista de libre mercado y libertinaje a diestra y siniestra han contribuido para hacer de toda expresión social una expresión de lucro e instrumentalismo vil y burdo. Todo ello es expuesto por la televisión, que confunde la libertad con un juego macabro y ventajoso de showbinismo mediático que sólo expone lo superfluo y lo celebra como los grandes valores y ética profesional. La comunicación es el denominador de nuestro tiempo, es por ello que las formas y principalmente los contenidos han de ser analizados por todos, hay que guardar una posición crítica, ser flexibles, pero no irresponsables. Ser intolerantes con el uso de los medios masivos de comunicación como un vil y ventajoso negocio para explotar y tendenciar a la sociedad. Problemas como los que enfrenta la democracia, así como la creciente criminalidad y violencia son abonados con las practicas irresponsables de muchos consorcios mediáticos. INKEN DEAN.