EL ORIGEN DEL NOMBRE TAREA II 10-09-2009 RODOLFO DE LA TORRE LÓPEZ Encuentro fundamental a la precisión lingüística para el entendimiento de determinadas realidades, sobre todo cuando estas tienen que ver con las ciencias sociales ya que dejamos de ser objetivos al estudiarnos a nosotros mismos. Hay una frase por ahí que dice que el lenguaje es el vestido del pensamiento. Cuando nos referimos al origen de algo, puede interpretarse como un cuestionamiento al surgimiento de ese mismo algo o del nombre que recibe. En el mapa conceptual puede observarse una escisión entre el origen del nombre y el origen de la cosa. Para la primera vertiente tenemos que el término Estado es introducido por Maquiavelo al campo de las ciencias políticas a través de su libro “El Principe” quien extrae la palabra de la frase status rei publicae (estado de la república) la cual había evolucionado desde otros conceptos más básicos que intentaban expresar la realidad de una conformación política. El debate sobre el origen del nombre Estado como lo entendemos actualmente desde mi punto de vista tiene poco que ver con la continuidad o discontinuidad, es decir, estaría mejor ubicado en la discusión sobre el origen de la cosa. Pues es claro que después de Maquiavelo el estado es lo que Maquiavelo y los lectores de Maquiavelo quieren que sea. Ahora bien, si tratamos de averiguar cuando surge esa cosa que Maquiavelo define hemos acotado nuestra indagación, hay algunos historiadores que dicen que siempre ha existido puesto que no hay momento en el tiempo del ser humano que no exista forma de dominación alguna y hay otros como Max Weber que ubican al Estado como consecuencia de una catarsis social. El surgimiento de la cosa Estado tiene otras tres posibles explicaciones: -Una disolución primitiva. Lo cual puede entenderse como la conformación de grupos sociales cada vez más grandes y complejos que partieron de relaciones determinadas por el parentesco. -El surgimiento a partir de la transición hombre bárbaro a hombre civilizado. El hombre se da cuenta de que tiene límites y como consecuencia de esa iluminación abogan por un árbitro que haga respetar las reglas. -Un instrumento de dominación. Dada una base económica, existen relaciones de producción que ponen de un lado a los dueños de capital y de otro a los que
no lo son, implicando una necesidad de explotación por parte de los primeros hacia los segundos.