El Guardarropas De Mi Alma

EL GUARDARROPAS DE MI ALMA. Hoy, mientras estaba en la cocina de mi casa, preparando mi favorita receta de tarta de zapallitos, pensaba en como se hace para ordenar nuestro mundo afectivo interno de manera tal que podamos apreciarlo y valorarlo mejor, y de esa manera comprender al mundo externo o entender a nuestros seres mas queridos, a todos, a mi…. Había comenzado la mañana pidiendo especial iluminación para el día . Pues a veces, me cuesta tanto entender a mi alrededor a los humanos…al mundo…y por supuesto y en primer lugar, a mi. De repente como un rayo me vino la imagen de una gran estantería. Un armario, donde uno va acomodando sus vestidos, sus sweaters, todas sus ropas. Y entonces…empecé a comprender… En la vida, debemos saber acomodar nuestros ropajes en su justo lugar, pues… así como las prioridades son difíciles de ubicar, así también a veces el orden de nuestras estanterías. Y allí, según cuanto necesitemos llevar puestos ciertas ropas, tendremos que ubicarlas. Sin embargo, para simplificar, decidí elegir una sola de las prendas que me circundan y desarrollar este punto de vista a partir de esta prenda. Imaginemos que disponemos de sweaters de todos los colores y texturas y estamos ordenando el placard…. Hay pullovers y prendas de todos los tejidos y calidades, y uno debe saber cuando llevarlos puestos, donde lucirlos, y donde guardarlos. Pero sobre todo, en cual estantería ponerlos. Para que permanezcan por mucho tiempo, y sobre todo para que siempre puedan ellos abrigarnos de distintas formas. Pero primero esta otra cosa aun más importante. ¡¡¡Me olvidaba!!! ¿En que estantería los pondré?? La estanterías podrían asemejarse los variados aspectos que conforman nuestra vida. Sin embargo, yo pienso que le asignaría a la estantería central de este armario el papel fundamental: en el medio, pondría la estantería del corazón. Allí seguramente guardaría los sweaters que más abrigan el alma. Los mas calentitos, los leales y sinceros, aquellos preferidos, los viejitos pero insustituibles, los que perduran a través del tiempo y siempre, siempre amare y

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me gustaran. .Creo que es la estantería más importante de mi armario. Sin ella no puedo vivir!!!! Desafortunadamente es la estantería que más a mano esta, y se desordena muy fácilmente…Pero cuenta con uan ventaja: siempre encuentro el sweater o la camisa o la remera que me hace lucir más bella…Claro, es la del AMOR. Hoy, en esa estantería, repleta de una selecta e invalorable pila de sweaters preciosos que tengo, conviven alegremente las prendas tan insustituibles como la existencia de las personas que cohabitan mi mundo cotidiano. Aquí es cuando no puedo dejar de pensar en la presencia luminosa de mi hija. Ademas de ella conviven en este magico y flexible estante muchos y distintos sweaters para diferentes ocasiones: Por ejemplo, los de chenille. Estos abrigos son como una caricia tibia. Son caros y difíciles de encontrar, pero son siempre lindos y ponibles, tan tibios y favoritos como el sostén de mis buenos amigos. Muy Difíciles de encontrar por cierto. En este estante central, también resguardo la luminosidad de mi prenda mas difícil de usar: la pureza de un sweater blanco. Esta prenda combina y sintetiza con todo. Resalta siempre lo mejor y detecta lo oscuro. De repente, se dibuja la imagen de mi sabia y luminosa amiga Cris….como esta prenda. A mis pullovers coloridos y alocados, calidos y fresquitos, los cuales también guardo en esta gran estantería, los considero imposibles de que falten. A veces son tan difíciles de combinar, pero yo los amo justo por eso, por su variedad, son tan necesarios!! A todos mis seres queridos, tíos, cuñadas cómplices y contenedoras, primos y sobrinos, múltiples hermanos, así los amo también. Y jamás podría sobrevivir ni ser feliz sin ellos. Se también que cuento con la protección de una buena chaqueta cuyo calor me resguarda contra viento y marea, es casi como un escudo invencible. Esa… era mi madre. Y también sé, que cuento con un abrigo de buen cuero para ciertas y determinadas ocasiones. Ese es mi padre. Fuerte. Afortunadamente, con el tiempo se va poniendo muy suave y flexible… En este estante logre ubicar un abrigo de piel al cual adoro, pero me puede abrigar en muy raras ocasiones. Cuando lo puedo llevar, es casi como un privilegio…me siento tan acompañada…Siempre es muy fugaz su paso…y ya casi no lo puedo exhibir. Sin embargo tal vez aun tenga ocasiones de exhibirlo cuando sea el momento apropiado. Todo llega. No se porque me surge la imagen de mi admirable tía Tute.

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Y una antigua prenda, que es casi como un manto bellísimo y terso, de alpaca fina y sencillez extrema , pero de elegancia sin igual, es el manto de mi abuelita Chuli. Ella jamas me abandona y me envuelve con su caricia tibia. Sin embargo confieso, que la prenda que me falta para este estante tan central es una bien importante. Esta prenda no puede ser elegida sino que se encuentra como un milagro.Todos queremos tenerla y no todos tenemos la fortuna de hallarla o disfrutarla. Hablo de la prenda que representa el cariño único de ESE ser incomparable para cada uno de nosotros, que nos corresponde. Esta prenda que a veces yace delante nuestro y aun asi nos resistimos a llevar puesta por la necedad mas absoluta o el miedo mas insistente y fiel. Esta prenda es aquella que me abriga el alma en invierno, que se convierte por arte de magia en fresco y liviano en verano, y en primavera esta lleno de perfumes y flores…Una que puedo sentir todo el tiempo vaya donde vaya y este donde este. Una que es invisible a los ojos pero evidente en el alma. Este ropaje hoy me falta….no imaginan cuanto. Es una prenda que me hace lucir esplendida, segura y feliz. Yo la he sentido profundamente y aun conservo la tibieza de haberla conocido. Por eso la valoro tanto; Es la prenda de mi bien amado. Alguna razón misteriosa me aparta de esta prenda, pero confío en que no permitirá que se me haga un eterno invierno. Sin embargo ahora lo comprendo!!….Por eso necesito de todas las otras prendas!!! Afortunadamente… hoy… descubrí que gracias a este orden tan fundamental y necesario que hice en mi guardarropas del alma, puedo exhibir sin embargo mi cuerpo desnudo e ir por la calle caminando sin más, sintiéndome con todo el calor del sol. Si…hoy lo descubrí: pues Dios y su luz, a través de mis maestros visibles e invisibles son la Única prenda necesaria para abrigarme en todos lados. Y también escribiendo esto acabo de descubrir que Dios utiliza todos las prendas arriba descriptas para comunicar y manifestar su amor infinito. Escrito el 3 de marzo de 2007 por Maria Juliana Cástino

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