Desarrollo Sostenible

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Desarrollo sostenible Introducción (1,2) Antes de 1987 el "progreso y desarrollo" se asociaba a la industrialización y se medía en función de la actividad económica y aumento de la riqueza. Se veía la protección del medio ambiente como obstáculo al desarrollo. A pesar de ello, en Nuestro futuro común se reconoció que "medio ambiente o desarrollo" era una falsa dicotomía. La atención se dirigió a partir de entonces hacia "medio ambiente y desarrollo" y posteriormente a "medio ambiente para el desarrollo". Muchos atribuyen a la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (Comisión Brundtland) la popularización del desarrollo sostenible. Ésta definió en 1987 el desarrollo sostenible como "la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades". El principio 1 estableció: "Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza". El desarrollo sostenible tiene que conseguir satisfacer las necesidades del presente, fomento una actividad económica que suministre los bienes necesarios a toda la población mundial. La Comisión resaltó "las necesidades básicas de los pobres del mundo, a los que se debe dar una atención prioritaria". También se debe satisfacer las necesidades del futuro, reduciendo al mínimo los efectos negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos como en la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas generaciones. Cuyo nuestra actuación supone costos futuros inevitables (por ejemplo la explotación de minerales no renovables), se deben buscar formas de compensar totalmente el efecto negativo que se está produciendo. La Comisión añadía que "el concepto de desarrollo sostenible implica límites; no se trata de límites absolutos, sino aquellos que imponen a los recursos ambientales, por un lado, el estado actual de la tecnología y de la organización social y, por otro, la capacidad de la biosfera de absorber los efectos de las actividades humanas". Después, se organizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), conocida como Cumbre para la Tierra en Río de Janeiro (1992). En esta cumbre se dieron importantes pasos hacia el desarrollo sostenible. Con la adopción de la Declaración de Río y la Agenda 21, la cumbre ayudó a crear un marco institucional internacional que permita desarrollar las ideas centrales de Nuestro futuro común. La Declaración de Río contiene 27 principios que las naciones acordaron cumplir para lograr los objetivos establecidos por la Comisión Brundtland.

Entre los compromisos clave de la Declaración de Río están la integración del medio ambiente y el desarrollo en la toma de decisiones, la adopción de mecanismos para que quien contamine pague los costos de contaminar, el reconocimiento de responsabilidades comunes y la aplicación del enfoque preventivo en el proceso decisorio. En la Agenda 21 se formula un plan de acción para lograr el desarrollo sostenible basados en: - asuntos sociales y económicos (pobreza, salud humana y demografía); - conservación y gestión de recursos naturales: atmósfera, bosques, biodiversidad, residuos y productos químicos tóxicos; - el papel de los grupos en la puesta en práctica del programa de desarrollo sostenible: autoridades locales, mujeres, agricultores, niños/jóvenes, poblaciones indígenas, trabajadores y sindicatos, ONG, comunidad científica y tecnológica y comercio e industria; - los medios de ejecución, como transferencia de tecnología, mecanismos de financiación, ciencia, educación y divulgación de información. En la Agenda 21 subyacen los desafíos ambientales y las cuestiones de buen gobierno del Informe Brundtland. En la Declaración del Milenio (2000), los líderes se comprometieron a liberar a la humanidad de la "amenaza de vivir en un planeta irremediablemente dañado por las actividades del hombre, y cuyos recursos ya no alcancen para satisfacer sus necesidades". La Cumbre del Milenio adoptó dicha declaración y fijó objetivos y metas denominados los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), para mejorar el bienestar humano. Los Objetivos del Milenio (ODM) están relacionados con el medio ambiente 1. Erradicar la pobreza extrema y el Hambre.- Las estrategias de sustento y la seguridad alimentaria de los pobres a menudo dependen directamente de la salud de los ecosistemas y de la diversidad de los bienes y servicios ecológicos que éstos les proporcionan. El capital natural asciende al 26% de la riqueza de los países de bajos ingresos. La productividad agrícola se ve afectada por el cambio climático. El ozono a nivel de superficie es perjudicial para los cultivos. 2. Lograr la enseñanza primaria Universal.- Un aire más limpio disminuirá la incidencia de las enfermedades que padecen los niños por exposición a agentes contaminantes del aire nocivos. De esta forma perderán menos días de colegio. Las enfermedades relacionadas con el agua, como las infecciones diarreicas, causan cerca de 443 millones de días de absentismo escolar cada año y merman el potencial de aprendizaje. 3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.- La contaminación atmosférica interior y exterior provoca más de 2 millones de muertes prematuras todos los años. Las mujeres pobres son especialmente vulnerables a las infecciones respiratorias ya que tienen elevados niveles de exposición a la contaminación del aire interior. Las mujeres y las niñas son

quienes soportan la carga de tener que recolectar agua y leña, tareas que la degradación del medio ambiente, como la contaminación del agua y la deforestación, torna más difíciles. 4. Reducir la mortalidad infantil.- Las infecciones respiratorias agudas son la primera causa de muerte infantil. La neumonía mata a más niños menores de 5 años que cualquier otra enfermedad. Factores ambientales como la contaminación atmosférica interior pueden hacer que los niños sean más propensos a contraer la neumonía. Se estima que las enfermedades relacionadas con el agua, como la diarrea y el cólera, causan la muerte de 3 millones de personas al año en los países en vías de desarrollo, la mayoría de ellas niños menores de cinco años. La diarrea, con 1,8 millones de muertes al año, se ha convertido en la segunda causa de mortalidad infantil. 5. Mejorar la salud materna.- La contaminación atmosférica interior y acarrear graves cantidades de agua y leña repercuten negativamente en la salud de las mujeres, lo que puede hacer que estén en peores condiciones físicas para tener hijos y que tengan más riesgo de sufrir complicaciones durante la gestación. Disponer de agua no contaminada reduce la incidencia de enfermedades que perjudican la salud de las madres y aumentan la mortalidad materna. 6. Combatir graves enfermedades.- Hasta un 20% de la carga total de enfermedades que soportan los países en vías de desarrollo podría estar relacionada con factores de riesgo ambientales. Las medidas sanitarias ambientales preventivas son tan importantes como la atención sanitaria y, en ocasiones, más rentables. Las nuevas medicinas obtenidas de la biodiversidad son una promesa para luchar contra las principales enfermedades. 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.- Las tendencias actuales de degradación ambiental deben ser revertidas para poder mantener la salud y la productividad de los ecosistemas del mundo. 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.- Los países y regiones pobres se ven obligados a explotar sus recursos naturales para generar ingresos y pagar enormes deudas. Las prácticas injustas de la globalización exportan sus efectos colaterales dañinos a países que por lo general no cuentan con regímenes de gobierno eficaces. Las características que debe reunir un desarrollo para que se pueda considerar sostenible son: • • • • •

Buscar la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental. Asegurar que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos selectos. Usar los recursos eficientemente. Promover el máximo de reciclaje y reutilización. Pone su confianza en el desarrollo e implantación de tecnologías limpias.

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Restaurar los ecosistemas dañados. Promover la autosuficiencia regional Reconocer la importancia de la naturaleza para el bienestar humano

Las normas que permitan el desarrollo humano se reflejan en los ODM. Al suscribir los ODM, las naciones reconocieron que lograr el Objetivo 7 sobre desarrollo sostenible es fundamental para erradicar la pobreza. Los asuntos ambientales no están tan integrados en otros ODM. Un medio ambiente saludable es vital para la lograr los objetivos. Es necesario integrar en la planificación la conexión entre el ODM 7 y los demás ODM para lograr progresos. Un medio ambiente saludable favorece el desarrollo, pero esta relación no es siempre recíproca. Existen puntos de vista distintos acerca de ventajas y desventajas del desarrollo. Se ha afirmado que el desarrollo resulta destructivo, incluso violento, para la naturaleza. Las prácticas de desarrollo del pasado a menudo no han sido beneficiosas para el medio ambiente. Aun así, hay posibilidades para hacer que el desarrollo sea sostenible. La degradación ambiental debida al desarrollo suscita profundos debates éticos que van más allá de la relación económica costo-beneficio. La cuestión de la justicia es quizás la cuestión ética más importante que ha surgido en relación con el cambio climático y el desarrollo sostenible. Existen cada vez más pruebas de que la carga del cambio climático se extiende mucho más allá de los grandes consumidores de recursos naturales, quienes disfrutan de los beneficios del desarrollo. En muchas ocasiones las personas pobres de los países en vías de desarrollo sufren los efectos negativos de la degradación ambiental. Además, las generaciones futuras de la humanidad se verán afectadas por las consecuencias de la degradación del medio ambiente. Se plantean importantes debates éticos cuyo quienes no soportan esa carga obtienen los beneficios del medio ambiente. . En 2002, líderes mundiales reafirmaron el desarrollo sostenible como elemento central de la agenda en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (CMDS). Se estableció cinco áreas prioritarias: agua, incluido saneamiento, energía, salud, agricultura y biodiversidad. Estos temas eran iniciativas para la Comisión Brundtland. El resultado de la CMDS es la Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible. Los dirigentes se comprometieron a "acelerar la consecución de los objetivos socioeconómicos y ambientales en los plazos fijados" contenidos en el Plan de Aplicación (Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible). Asimismo, se lograron nuevos compromisos en materia de agua y saneamiento, erradicación de la pobreza, energía, producción y consumo sostenibles, productos químicos y gestión de los recursos naturales. Sin embargo, el avance hacia el desarrollo sostenible ha sido lento a pesar de cambios en la gestión ambiental y la mejor comprensión de la relación entre medio ambiente y desarrollo. Numerosos gobiernos formulan políticas que se

ocupan únicamente de asuntos de medio ambiente, economía o sociedad, siguen sin relacionarse medio ambiente y desarrollo. En muchas estrategias de desarrollo se ignora la necesidad de los servicios de los ecosistemas de los que dependen objetivos de desarrollo a largo plazo. La diversidad de asuntos a considerar en la elaboración de políticas de desarrollo sostenible, junto a la transparencia, convierten el diseño de la participación ciudadana en una tarea compleja. Muchos cambios como el crecimiento demográfico y el aumento del consumo energético han tenido repercusiones para el medio ambiente y han puesto a prueba la capacidad de la sociedad para lograr el desarrollo sostenible. La Agenda 21 trabaja con el siguiente triángulo de opciones (3):

Peligros de una ideología del Desarrollo Sostenible. (4) Un poco antes de la Cumbre de Johanesburgo la Agencia Católica de Informaciones (AICA) de Argentina (4) publico un artículo sobre los peligros de ideo logizar el desarrollo sostenible. En el referido artículo se sostenía que el desarrollo sostenible es una visión de progreso holística e integrada donde los aspectos de vida en la tierra son indivisibles e interdependientes. Esto se aplica a la interacción entre los humanos y la naturaleza y alas diferentes esferas de la vida humana: economía, política, cultura, ética, salud, relaciones interpersonales, derechos humanos y reproducción. Según el AICA esta afirmación es parcialmente cierta como ocurre con los factores del medio ambiente como la contaminación, falta de agua potable y salubridad la salud humana.

Una visión holística desaparece las jerarquías entre los diferentes elementos y valores haciendo que no solamente estén conectadas sino que se hacen indistinguibles y trae consigo diversos problemas. Bajo este enfoque algunos presentan el desarrollo sostenible como una nueva ética global, la escala de valores que guía las decisiones de los individuos, los países y las empresas. El concepto de desarrollo sostenible es tan vago y global que une a los ecologistas, pacifistas, activistas de los derechos humanos y feministas radicales. El desarrollo sostenible incluye valores comunes para cada cultura y religión: paz, solidaridad, equidad, tolerancia, respeto por derechos humanos; sin embargo algunas interpretaciones excluyen los valores tradicionales. En general se considera que lo “sostenible” es socialmente aceptado y considerado como bueno, de acuerdo con los nuevos valores globales y los nuevos derechos humanos. Lo que se oponga a estos nuevos valores globales, nuevos derechos humanos y la protección del medio ambiente es inaceptable e “insostenible”. En este entorno un grupo de líderes de opinión, políticos y personas influyentes formaron en 1997 un grupo de apoyo para la suscripción de la Carta de la Tierra. La Carta de la Tierra pretendía ser un código ético global para el desarrollo sostenible. Mikail Gorbachov afirmó que eventualmente iba a sustituir a los 10 Mandamientos. La Carta de la Tierra se suscribió en marzo de 2000. No es un documento oficial sin embargo su filosofía ha sido aceptada por muchos grupos en el mundo. Los principios de la Carta de la Tierra son: respeto de la Tierra y la vida en toda su diversidad; cuidado de la vida con entendimiento, compasión y amor; construcción de sociedades democráticas justas, participativas, sostenibles y pacíficas; aseguramiento de que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras. Conservar el medio ambiente, fomentar la solidaridad y los derechos humanos, y eliminar la pobreza obviamente involucran cambios en la manera en que las personas piensan y viven. Incluyen no solamente la tecnología, sino también valores, moral y cultura en general. Sin embargo, promover algunas de las interpretaciones de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible significa sustituir los conceptos y valores tradicionales por nuevos “valores globales” y nuevos “derechos humanos”. Estos valores y “derechos” no son solamente reconocidos, fueron pensados basados en consenso y luego definidos por las Naciones Unidas y sus asociados. El primer derecho no es el derecho a la vida, sino el “derecho a escoger”.“Governance” para el Desarrollo Sostenible. Según algunas

interpretaciones de las Naciones Unidas, “governance” no es lo mismo que gobierno. “Governance” significa la participación de los gobiernos, el sector privado (empresas) y la sociedad civil (especialmente las ONGs) en la toma de decisiones y la implementación de programas y políticas. Los gobiernos tienen que crear una atmósfera para que las ONGs y las empresas puedan participar y asociaciones entre estos tres sectores son promovidas cada vez más. Buen “governance”, una condición esencial para el desarrollo sostenible, a nivel nacional incluye “sustentabilidad” (“políticas sanas económicas, sociales y del medio ambiente”), “instituciones democráticas que respondan a las necesidades de las personas, la ley del derecho, medidas anti-corrupción, igualdad de género y un ambiente propicio para la inversión.” “Governance” global e internacional para el desarrollo sostenible incluye cooperación internacional, especialmente con referencia a las finanzas, la transferencia de tecnología, deuda y mercado y la toma de decisiones global. Además del aumento en la participación, hay también una tendencia hacia el crecimiento de la institucionalización y fortalecimiento del sistema de las Naciones Unidas. Esta interpretación trae algunos temas graves y controversiales: control de población; perspectiva de género y equidad; nuevos derechos, valores globales, ética y espiritualidad; nueva concepción (amenaza) de la democracia y la soberanía nacional. Control de la población.- La Carta de la Tierra postula el limitar el crecimiento de la población, en especial en los países en vías de desarrollo, bajo argumentos como: la inquietud sobre cuántas personas pueden soportar los recursos terrestres y por cuánto tiempo; la preocupación extrema sobre el impacto de los seres humanos en otras especies; que las tasas altas de fertilidad significan aumento en pobreza (desarrollo económico); los derechos sexuales y reproductivos, que incluyen planeación familiar y otros servicios de salud reproductiva especialmente los anticonceptivos, la esterilización y el aborto (salud, derechos humanos). Perspectiva del género y Equidad.- El acceso a oportunidades, recursos y cumplimiento de los derechos y respeto por los derechos humanos demandan que la mujer sea tratada igual que el hombre. La ONU ha promovido la definición de género como roles del hombre y la mujer que fueron socialmente construidos. Esto significa negar todas las diferencias entre hombre y mujer fuera del aspecto biológico. Para que la mujer pueda disfrutar de los mismos derechos que el hombre, los roles tradicionales o “estereotípicos”, como la maternidad, necesitan ser desconstruidos. La igualdad de género y la no-discriminación no significan simplemente que el hombre y la mujer sean tratados de una manera justa. En lugar de esto, significa que todas las personas y sus géneros libremente escogidos, “orientaciones sexuales”, deben de ser vistas y tratadas por igual. La homosexualidad y prostitución se pueden ver como estilos de vida

legítimos. De igual manera, la tolerancia y el respeto por la diversidad no están basados en la dignidad inherente de la persona humana, sino en el relativismo moral y la perspectiva del género. Introduciendo la ideología de la perspectiva del género en todos los programas significa implementar esta corriente en políticas internacionales, nacionales y locales. Hasta el empoderamiento o potenciación (“empowerment”) es visto a través del lente de la perspectiva del género. Darle poder a las personas es darles una parte en la toma de decisiones. El empoderamiento de las mujeres no solamente incluye introducirlas al gobierno, es también aumentar su poder en la toma de decisiones que conciernen a su fertilidad (Ej. A través de la igualdad de género, cambiando las relaciones de género y los derechos sexuales y reproductivos). Así como el empoderamiento de países debe ayudar a su desarrollo en todas las áreas, el empoderamiento de la mujer (incluyendo el género y los aspectos reproductivos) son presentados como indispensables para mejorar su situación económica. El acceso a información, educación y capacidad de construcción son no solamente medios para ganar conocimientos y habilidades para el desarrollo personal, social, económico y del medio ambiente. También apoyan el empoderamiento en la perspectiva del género. Nuevos derechos, valores globales, ética y espiritualidad.- Es necesario que los gobiernos que se comprometan a la justicia y transparencia para el beneficio de los ciudadanos. Sin embargo, a veces los derechos humanos los pueden interpretar en una nueva perspectiva: género, igualdad y derechos reproductivos. El concepto de los valores también está sujeto a interpretación abierta. La “clarificación de valores” es el método que proponen para la educación moral. No hay valores ni normas objetivas; existen solamente en la medida en que los individuos las aprecien y estén de acuerdo con ellas. Los valores clave que se tienen que promover son la tolerancia, la paz y no discriminar (como es entendido por la ONU). Muchos de los que trabajan para que la gente tome conciencia por el medio ambiente, tienen una tendencia hacia la espiritualidad de la Nueva Era y la “ecología profunda”, y ven a la Tierra como un ser viviente o una deidad. Restos de estas ideas están aún presentes en la Carta de la Tierra, apoyo fomentar valores espirituales inclusivos y globales. Sin embargo, por un lado tenemos que “adoptar estilos de vida que enfaticen la calidad de vida y de suficiencia de materiales en un mundo finito”. Por otro lado, la Carta le da atención especial a las culturas indígenas mientras éstas promuevan la toma de conciencia hacia el medio ambiente y se ganen la vida de una “manera sostenible”. También aumenta la preocupación por el destino de las religiones y culturas que no endosen los principios éticos, morales y espirituales de la Carta y las acciones concretas que propone. Nueva concepción (Amenaza) de la democracia y la soberanía nacional.- La idea de la ONU de “governance” no es solamente sobre solidaridad,

colaboración y la coordinación necesaria para promover el desarrollo en todo el mundo. Ideológicamente, se define a la sociedad civil como organizaciones no gubernamentales. Las ONGs que más influyen reflejan las ideas de una minoría en la sociedad. El rol de las ONGs y sus empresas ya no es simplemente presentar a los que toman las decisiones del gobierno elegido, los intereses de las personas. Ahora estos sectores también forman parte de la creación e implementación de políticas. Los gobiernos delegan su autoridad y poder a la sociedad civil y a las empresas. Las ONGs, no los gobiernos, son los nuevos “protectores de los derechos humanos” y los principales protagonistas del desarrollo sostenible. El “governance” global le da primacía a las Naciones Unidas, poniendo en riesgo la soberanía nacional. La ONU ya no juega un papel subsidiario en ayudar a los países a discernir, escoger y llevar a cabo lo que va a ayudar a su desarrollo. Los valores y metas promovidos (esencialmente impuestos) por la ONU no son verdaderamente universales (basados en principios objetivos). Por el contrario, imponen nuevos valores globales, derechos y programas, basados en “consenso”. Las Convenciones de la ONU no son legalmente obligatorias, pero los países se pueden referir a textos internacionalmente aceptados (consenso) como guía para preparar la legislación nacional y planes de acción. También, los individuos y las ONGs pueden usar estos documentos como herramientas de lobbying. Análisis.- El documento del AICA analiza la situación indicando que el lenguaje del consenso de la ONU incluye términos (como género, derechos reproductivos), definiciones, interpretaciones y provisiones específicamente mencionadas en los documentos internacionales. La repetición de los términos es una de las maneras más comunes de cambiar el verdadero concepto de la palabra, dándole otra interpretación. El documento se pregunta ¿cuál es el concepto de desarrollo sostenible que los miembros de la ONU quieren conseguir? Parece más una pregunta de ideología que una medida práctica enfocada particularmente a ayudar al pobre a que tenga sus necesidades básicas. La salud reproductiva encabeza la lista de la agenda en dinero y esfuerzos. Hablan de solidaridad global, inversiones en reducir el calentamiento global, protección de los derechos humanos y buscar cómo erradicar la pobreza. Por estos motivos es muy importante tener una clara visión católica del desarrollo sostenible. Visión Católica del Desarrollo Sostenible Desde un punto de vista católico (5), el profesor Isla en un artículo entregado al IV ENDUC de Argentina, indica que el concepto de Desarrollo Humano

Sustentable podría estar ligado a cinco dimensiones, y puede graficarse en los vértices de una doble pirámide triangular en cuya base se relacionan el crecimiento económico, la conservación ambiental y la equidad social, en el vértice superior el concepto de profundización democrática, que refiere al proceso de la toma de decisiones y asignación de recursos con participación de la comunidad, y en el otro vértice la paz. En este modelo católico tan solo una de estas dimensiones es tangible (crecimiento económico), las demás son todas intangibles. La interrelación (compleja, entrelazada y no lineal) de estas dimensiones define un modelo de desarrollo que para el profesor Lisa es el denominado Desarrollo Humano Sustentable teniendo como eje del mismo a la Persona Humana y en el que existen variables “de conflicto” como son el crecimiento económico frente a la preservación ambiental. En el tema del Desarrollo Sostenible la Iglesia Católica ha sido un participante permanente de las graves conferencias mundiales sobre el medio ambiente por lo que es necesario efectuar un recorrido por ellas para determinar cual debe ser una visión católica del Desarrollo Sostenible. El año 2001 Monseñor Renato Martino (6) se dirige a las Naciones Unidas en el tema de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible indicando que “el siglo XX había visto desarrollos extraordinarios como el descubrimiento de la expansión del universo, la energía nuclear, de la arquitectura de la vida basada en una hermosa y simple doble hélice y el viaje a la luna. Esto invitaba a una reflexión sobre el regalo de Dios al intelecto humano.” Sin embargo luego se entendió que la misma humanidad que había entendido las fuerzas de la naturaleza había dejado afuera una: la humanidad que se había convertido en un fuerza de la naturaleza tan ponderosa que podría potencialmente cambiar nuestro mundo por los siguientes siglos. Esta fuerza ha traído el efecto invernadero y la comunidad científica admite ahora las implicancias e este fenómeno antropogénico. Más aun, "existe una nueva y fuerte evidencia que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos 30 años se atribuye a actividades humanas" y que los próximos cambios afectarán todos los aspectos del medio ambiente y el bienestar humano, especialmente para los pobres y las generaciones por nacer. La historia de la humanidad ha tenido varios tipos de revolución. La primera revolución ocurrió hace miles de años, al final de la era de hielo, cuando la humanidad empleó el "conocimiento" para sembrar semillas y encontró una fuente estable y predecible de alimentos. La segunda revolución comenzó hace casi trescientos años con la revolución industrial cuando el "conocimiento" se empleó para obtener energía, ya no de animales o del viento sino del carbón y vapor. Ese desarrollo ingenieril desató la acumulación de gases del efecto invernadero en la atmósfera. Hace más de cien años, el químico suizo S. Arrhenius previno acerca que duplicar el contenido de dióxido de carbono en la

atmósfera puede tener consecuencias en la humanidad y ahora este fenómeno ha sido reconocido en su dimensión total. La naturaleza necesitó un millón de años para producir la cantidad de combustibles fósiles que la humanidad gasta en un solo año. Las actividades del 25% de la población son responsables por el 75% de las emisiones globales de los gases del efecto invernadero. El Calentamiento Global es un fenómeno global. No respeta fronteras, nacionalidades o divisiones culturales. Las respuestas a este fenómeno deberían reflejar la interdependencia y responsabilidad común para el presente y futuro de nuestro planeta, tomando en cuenta el importante rol que la virtud de la prudencia puede jugar al afrontar el cambio climático. La prudencia es la inteligencia aplicada a nuestras acciones a través del conocimiento y no es simplemente un acercamiento cuidadoso y seguro a la toma de decisiones. Más bien es un base razonada para tomar o eludir la acción para lograr un bien moral y promover el lograr el bien común. (Conferencia Obispos Católicos de Estados Unidos, Junio 2001) Monseñor Martino continuó indicando que tal vez sea necesaria una "tercera revolución" en la que se use el conocimiento. Conocimiento es un bien público, uno que se puede compartir sin perderlo. El conocimiento ayudará a pasar de un modelo intensivo en recursos a otro intensivo en conocimientos. El conocimiento es un recurso natural ilimitado. En lugar de quemar carbón y madera, se debe empezar a quemar conocimiento de manera que finalmente la persona humana sea el centro de las preocupaciones para el desarrollo sostenible. No debemos convertirnos en una civilización que conoce el precio de cada cosa pero el valor de nada. Después de su Mensaje del Angelus, en la antesala de la Conferencia de Rio sobre Medio Ambiente y Desarrollo, el Papa Juan Pablo II compartió pensamientos que son relevantes hoy y que son apropiados cerca de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo: "Esta reunión importante – él dijo – nos posiciona para examinar en profundidad la relación entre protección del medio ambiente y el desarrollo de la gente. Hay problemas que tienen, en sus raíces una profunda dimensión ética, y que por lo tanto involucran, a la persona humana, el centro de la Creación, con los derechos de libertad que se derivan de su dignidad de haber sido creados a imagen de Dios y con las tareas que cada persona tiene respecto de las futuras generaciones." "Yo los invito a todos a orar – él continuó – conmigo para que los altos representantes de diversas naciones del mundo,.., observen hacia delante en sus deliberaciones y conozcan como orientar a la humanidad a lo largo de un camino de solidaridad con la humanidad y en la responsabilidad en el compromiso común de proteger la tierra que Dios nos ha dado." (Papa Juan Pablo II, Mensaje antes del Ángelus, Plaza San Pedro, 31 Mayo 1992.) El Conocimiento es la única fuente verdaderamente inagotable que asegura un medio ambiente y desarrollo sostenible y solo el conocimiento, conjuntamente

con un sentido ético de nuestra relación con el medio ambiente puede ayudar a guiar nuestros esfuerzos hoy y para las generaciones futuras. En la Intervención del representante de la Santa Sede en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo - Sud África 2002 (7) Monseñor Renato Martino, indicó que dicha reunión se realizaba en espíritu de paz por el bienestar de toda la humanidad y por el cuidado de la Creación. Informó que la Santa Sede estaba también preocupada por las consecuencias negativas para la humanidad y para toda la Creación de la degradación de recursos naturales básicos como el agua, aire y tierra, ocasionado por un progreso económico y tecnológico que no reconocía y no tomaba en cuenta sus límites. Monseñor Martino indicó que las mismas ideas habían sido planteadas en el Pronunciamiento Conjunto suscrito el 10 de junio 2002 por su Santidad Papa Juan Pablo II y por el Patriarca Ecuménico S. S. Bartolomeo I. Monseñor Martino recordó que en 1992 en la Conferencia de Río, hubo discusiones y debates dentro de la comunidad internacional sobre el Desarrollo Sostenible y que este concepto debía ser trabajado para permitir que las raíces del desarrollo sostenible crezcan profundamente de manera que permita obtener frutos abundantes para toda la humanidad. También indicó que los Estados habían ido a la Cumbre Mundial con intereses necesidades, recursos, derechos y responsabilidades particulares. El elemento unificador de esta mezcla orgánica de diversidades legítimas era y debía ser la persona humana, como se estableció en el primer Principio de la Declaración de Río: "El hombre esta en el centro de las preocupaciones para el desarrollo sostenible. El hombre tiene derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza". "Colocando el bienestar humano en el centro del por el medio ambiente es actualmente la manera más segura de salvaguardar la Creación". Tomando en cuenta que cualquier acuerdo para alcanzar el desarrollo sostenible debe reconocer y salvaguardar la dignidad y los derechos de la persona humana, la promoción continua de la centralidad del hombre el la discusión del desarrollo sostenible es de un interés central para la Santa Sede y la razón principal de su presencia en la importante Cumbre Mundial. La promoción de la dignidad humana esta unida al derecho al desarrollo y al derecho a un saludable medio ambiente, dado que estos derechos iluminan la dinámica de la relación entre el individuo y la sociedad; esto estimula la responsabilidad del individuo hacia el mismo, hacia los otros, hacia la Creación, y al final hacia Dios. En este sentido, la Santa Sede continuaba afirmando su seria preocupación por los tres pilares interdependiente y mutualmente sinérgicos del desarrollo sostenible – lo económico, lo social y lo medio ambiental - su contribución al verdadero desarrollo humano integral y la promoción del desarrollo y del bienestar del toda la gente. Desarrollo es la primera de las preguntas de la gente. Como fue notado por el Secretario General Kdei Annan, "Las Naciones

Unidas deben colocar al hombre en el centro de todo lo que hace, permitiéndoles satisfacer sus necesidades y alcanzar su potencial total." La Santa Sede, continuo, no tratará de añadir conceptos al importante discurso técnico sobre desarrollo sostenible. Sin embargo, la Santa Sede está profundamente comprometida con los valores que inspiran las acciones y decisiones relacionados con el Desarrollo Sostenible. Monseñor Martino indico que debía reconocerse que las medidas jurídicas, económicas y técnicas no son suficientes para resolver los problemas que impiden el desarrollo sostenible. Muchos de los problemas son temas de naturaleza ética y moral, que llaman a un cambio profundo en los patrones modernos de consumo y producción, particularmente en los países industrializados. Para alcanzar este cambio, "debemos apoyar y soportar la ‘conversión ecológica’. En juego no sólo está una ecología ‘física’ que se preocupa por salvaguardar el hábitat de varios seres vivientes, sino también está una ‘ecología humana’, que se basa en asegurar y salvaguardar las condiciones morales en las acciones del hombre en el medio ambiente humano". Para asegurar la ecología humana se necesita una "educación en responsabilidad ecológica”. Esta educación no puede basarse en sentimientos o deseos vacíos. Una educación verdadera en responsabilidad permite una conversión geninua en la manera de pensar y actuar, promociona una verdadera cultura de la vida, la que debiera ser la base de una nueva cultura de desarrollo sostenible. La tierra y todos sus recursos son parte de una "herencia común de toda la humanidad". Este entendimiento favorece la interdependencia, refuerza la responsabilidad y subraya la importancia del principio de solidaridad global. Esta realidad se convierte en el fundamento del desarrollo sostenible dirigiendo los imperativos morales de justicia, cooperación internacional, paz, seguridad y el deseo de reforzar el bienestar espiritual y material de las generaciones presentes y futuras. Como respuesta al egoísmo e indiferencia, en lo que respecta a los recursos naturales o en el abandono de aquellos con menos poder, dinero o influencia, la solidaridad es una determinación firme y perseverante respecto de los bienes comunes y al hacerlo nos permite estar atentos a las necesidades de los seres humanos. Este es un ideal demandante, uno sobre el que el Papa Juan Pablo II ha llamado la atención llamando a una "globalización de la solidaridad". "El gran reto moral que enfrentan las naciones y la comunidad internacional es el combinar desarrollo con solidaridad – un compartir de beneficios – para superar tanto el subdesarrollo deshumanizante y el ‘sobre-desarrollo’ que considera a la gente sólo como simples unidades económicas en un sistema de consumo ".

La pobreza absoluta continúa plagando mucha de la población mundial. Muchos no tienen acceso a servicios sociales básicos: agua potable, servicios sanitarios, cuidado de la salud, educación o seguridad. Mucha gente está sub. empleada o desempleada. Muchos niños, especialmente niñas, carecen de oportunidades educacionales. Muchos adultos, especialmente mujeres, carecen de educación y la oportunidad para desarrollarse económicamente y lograr una integración social. Mucha gente sufre la devastación de la enfermedad, particularmente del HIV/AIDS y malaria y especialmente en África y el Caribe. Ya que nadie puede ser indiferente o extraño a lo que le pasa a otro miembro de la familia humana dentro del contexto de la solidaridad, entonces debe ser prioritario no sólo el completo desarrollo de la gente sino especialmente de la mejora de las condiciones de las personas que viven en la pobreza. Más aun, hoy la pobreza no puede ser definida simplemente en términos económicos sino más precisamente como la inhabilidad de la persona de realizar el potencial que Dios les dio. La sociedad actual carece de respuestas a necesidades humanas básicas para millones de personas. Nadie debería ser reducido a vivir en condiciones subhumanas en lo social, económico o medio ambiental. La pobreza extrema es tal vez la mayor violación de derechos humanos. Manteniendo el principio de subsidiaridad, el pobre ser escuchado y debe ser el centro de programas locales, nacionales e internacionales de desarrollo sostenible. Personas viviendo en pobreza deben ser considerados sujetos activos y deben ser protagonistas de su futuro. Cualquier iniciativa que contribuya al desarrollo de la gente debe enfrentar las necesidades materiales y espirituales de las personas. Uno de los elementos básicos para la existencia humana es el agua. Hoy parte de la familia humana accede a suministros inadecuados de agua fresca y carece de servicios sanitarios. La responsabilidad primaria para un empleo sostenible, protección y gestión del agua del mundo esta a cargo de los gobiernos. En la lucha para erradicar la pobreza el agua juega un papel vital. Esta Cumbre Mundial debe enfrentar el reto de la disponibilidad de agua. Otra alta prioridad en el desarrollo sostenible es el desarrollo rural. Las áreas rurales constituyen mas de la mitad de la población mundial y los pobres viviendo en dichas áreas carecen de acceso básico a servicios sociales. La urbanización ha sido a veces causa del olvido de la población rural. Pero ha sido los altos niveles de pobreza en áreas rurales las que han contribuido a la migración de la población hacia áreas urbanas. Dentro del principio de subsidiaridad, el manejo de los bienes es un pre requisito en la lucha contra la pobreza. Para que el manejo de los bienes tenga éxito debe haber un nuevo emprendimiento que promueva la inversión en la gente e infraestructura y que participe la participación de los ciudadanos en las decisiones que afectan su vida. En este contexto se valora el sistema democrático ya permite asegurar la posibilidad de de participación de los

ciudadanos en el gobierno de los países. Este es un proceso llamado por el Papa Juan Pablo II como la "subjetividad de la sociedad" y que esta basada en la "creación de estructuras de participación y responsabilidad compartidas". En 1995, el Papa Juan Pablo II habló de una renovación del espíritu dentro del sistema de la ONU: "La organización de las Naciones Unidas necesita elevar cada vez más el frio estatus de una institución administrativa y convertirse en un centro moral donde todas las naciones del mundo se sientan en casa y desarrollen un sentido de estar en una ‘familia de naciones’. La idea de ‘familia’ inmediatamente evoca algo más que simples relaciones funcionales o una simple convergencia de intereses. La familia es por naturaleza una comunidad basada en la confianza mutua, soporte mutuo y respeto sincero. En una auténtica familia el fuerte no domina, en su lugar los miembros más débiles son los mejor bienvenidos y servidos debido a su debilidad. Esta Reunión debe poner atención en acciones para alcanzar un desarrollo humano económico y social como base para un desarrollo sostenible. La Santa Sede espera que el resultado de esta Reunión no solo sea exitosa sino innovadora y que los compromisos que surjan lleven a la humanidad hacia adelante para que realmente contribuyan al bienestar espiritual y material de la gente sus familias y sus comunidades. La Santa Sede llamó por un "regalo de uno mismo" como respuesta al egoísmo y la indiferencia, ya que asegura el bienestar de otros y de las generaciones futuras y por lo tanto contribuye al desarrollo sostenible. El "regalo de uno mismo " es el uso más noble de la libertad humana y es la base para la acción hacia un desarrollo humano integral. En la Intervención de la Santa Sede sobre el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo Sud África 2002 (8) Monseñor Renato Martino, jefe de la delegación de la Santa Sede en el encuentro -realizado en Johannesburgo (Sudáfrica) del 26 de agosto al 4 de septiembre-, señaló que “en conformidad con su naturaleza y misión particular, la Santa Sede se complace en unirse al consenso al Plan de Acción de la Cumbre”. "La Santa Sede reafirma su posición -prosiguió- de que cualquier discusión sobre el desarrollo debe centrarse en la dignidad humana, y a este respecto renueva sus compromisos con los Principios de Río, el primero de los cuales afirma: 'Los seres humanos son el centro del interés del desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida sana y productiva en armonía con la naturaleza'". Lamentó, sin embargo, que “este primer principio no haya sido reflejado en la introducción de todas y cada una de las secciones del documento, ayudo así a recordar y guiar el propósito de nuestra labor aquí y en todos los ámbitos del desarrollo sostenible". "Mi delegación -concluyó- se complace en informar de que a la hora de unirse a la adopción del consenso, lo hace sin reservas. Al mismo tiempo, la Santa

Sede reafirma todas las reservas previamente expresadas en la conclusión de los diversas conferencias y cumbres de las Naciones Unidas, así como durante las sesiones especiales de la Asamblea General para la revisión de dichas reuniones". En la Intervención de la Santa Sede en el segundo Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (5.10.2004) Monseñor Celestino Migliore (9) indicó “con la Reunión de Johanesburgo atrás, no podemos olvidar que el desarrollo sostenible es un tema vital e importante para las deliberaciones de la ONU”. Si la Cumbre Mundial en Desarrollo Sostenible es el punto de partida para la redefinición de cooperación internacional que involucra a todos como grupos de interés (stakeholders), entonces se puede afirmar que el "hombre está en el centro de preocupación del desarrollo sostenible. El hombre tiene derecho a una vida saludable y productiva en armonía son la naturaleza." Por esta razón el desarrollo sostenible debería ser siempre considerado dentro del contexto de una auténtica ecología humana. Cuando se toman en cuenta temas como la protección y uso de agua, la provisión de servicios sanitarios, la mejora de los asentamientos humanos y la salud pública, la reducción de la pobreza y el alcanzar los Objetivos del Milenio, nos enfrentamos a una red compleja de interconexiones y sinergias que necesitan ser evaluadas regularmente. La Santa Sede da soporte a este proceso en vista de la sesión de la ONU sobre desarrollo sostenible. Para avanzar más rápidamente hacia un desarrollo sostenible, debe avanzarse en la participación amplia de los grupos de interés (stakeholders). A través de su participación activa los principios de solidaridad y subsidiaridad se respetarán. A través de estos dos principios los stakeholders entenderán que las necesidades de todos, y no sólo las de algunos, deben ser siempre tomadas en cuenta. En este contexto es importante garantizar una contabilidad adecuada de los programas y proyectos de desarrollo sostenible, de manera que tomen en cuenta las preocupaciones de la gente a la que se debería ayudar. Se debe considerar a las personas que viven en los márgenes de la sociedad como los verdaderos actores de su propio desarrollo. Las personas no son herramientas, más bien son los participantes centrales en la determinación de su futuro. Dentro de sus circunstancias económicas y políticas debe permitírseles que ejerciten su creatividad que es característica de la persona humana y sobre la cual se basa la riqueza de las naciones. Desarrollo sostenible debe buscar la inclusión, la que sólo puede ser obtenida mediante la participación y una justa cooperación internacional. La gente marginada, siendo stakeholders, muchas veces se les niega la palabra en las mesas de negociación. Debe haber un cambio real en esta materia ya que una prosperidad global genuina y el progreso en temas de desarrollo sostenible dependen de la unificación de los intereses de todas las

personas. The Santa Sede llama a desarrollar una estrategia integrada que refuerze la solidaridad en la cual todos pueden ejercer sus derechos. Finalmente Monseñor Martino señaló con relación a la Década Internacional para la Acción sobre, "Agua para la vida ", que la Santa Sede se une a todos aquellos que reconocen el valor esencial del agua en el desarrollo centrado en el hombre y realmente sostenible. En la Sesión 13 de la Comisión sobre «desarrollo sostenible» en la Naciones unidas el 20.04.05 (10) el representante de la Santa Sede Monseñor Celestino Migliore indicó que la Conferencia intentaba lanzar una década de implementación de conferencias anteriores. La Santa Sede se asocia con aquellos que buscan que la CSD tenga un papel central en el proceso de promoción de desarrollo sostenible. El propósito de la 13º sesión de la CSD es identificar opciones políticas y medidas prácticas que apresuren la implementación de los Objetivos del Milenio (MDG) y las metas de la Reunión de Johanesburgo en tres áreas específicas durante el 2004 y 2005. Esto es agua, servicios sanitarios y asentamientos humanos. La Conferencia ha mostrado como estos temas están relacionados uno con el otro y como debería desarrollarse estrategias para promover el desarrollo sostenible y apoyar la lucha contra la pobreza. Hay de echo una clara relación entre el acceso al agua, servicios sanitarios y asentamiento humanos en un lado y al otro la salud humana, la erradicación de la pobreza, la promoción del crecimiento económico, la protección del medio ambiente y la adopción de patrones sustentables de consumo y producción. La comunidad internacional es más conciente de la necesidad de adoptar una visión multisectorial y multidisciplinaria para confrontar las dificultades inherentes relacionadas al agua, servicios sanitarios y asentamientos humanos. Monseñor Migliore continuó indicando que es claro que se requerirán diversas soluciones de acuerdo a los contextos socio-económicos y culturales, y sobre la base del principio de subsidiaridad. El garantizar un acceso igualitario y cantidades adecuadas de agua, servicios sanitarios y asentamientos humanos requerirá un involucramiento directo de poblaciones locales en los procesos decisorios. De acuerdo al principio de subsidiaridad, una comunidad de un nivel mayor no debe interferir en la vida interna de una comunidad de un nivel inferior, quitándole sus funciones. Más bien debe apoyarla en caso de necesidad. Es claro que el principio de subsidiaridad puede ser aplicado a soluciones específicas para problemas específicos asociados con el suministro de agua, provisión de servicios sanitarios y con los asentamientos humanos. La responsabilidad también implica una mayor conciencia de la complejidad del uso de los bienes y servicios y requiere educación y formación a nivel local. Esto permitirá concentrarse en la necesidad de redireccionar estilos de vida y patrones de producción y consumo hacia una sostenibilidad de largo plazo.

Más aun la aplicación del principio de subsidiaridad permitirá una mayor realización de una de las claves del desarrollo sostenible, que fuera reconocida por el primer principio del la Declaración de Río: la centralidad de la persona humana. El principio de subsidiaridad no debe ser visto como una matriz para una mayor participación en los procesos de decisión, sino también como un instrumento para la reconstrucción de la solidaridad y del tejido social de la gente que forma una comunidad específica. En el contexto de la Conferencia, la solidaridad humana, dejará su esfera local para alcanzar un acercamiento internacional de dimensiones globales. Esta Conferencia debe mostrar un particular cuidado con aquellos con menor habilidad para ganar acceso a agua potable, instalaciones sanitarias y vivienda adecuada. En la reunión de la Asamblea General sobre «desarrollo sostenible» en la Naciones unidas en noviembre del 2005 el representante de la Santa Sede indicó (11) que la Santa Sede cree que los planes de desarrollo y las estrategias de reducción de la pobreza tienen que integrarse con la preservación del ambiente. Sin una atención por el ambiente, el desarrollo no tendrá bases sólidas y sin desarrollo no habrá medios de inversión, haciendo imposible la protección del ambiente. “La responsabilidad y la solidaridad, en este sentido, están tan unidas que la acción a favor del ambiente se convierte en un acto de confianza en el destino de la familia humana reunida en torno a un proyecto crucial para el bien de cada uno. Esto evoca el primer principio de la Declaración de Río, según la cual, «los seres humanos son el centro de las preocupaciones por el desarrollo sostenible». Sin embargo, las numerosas dificultades encontradas para solucionar los problemas de la degradación ambiental global, como son los cambios climáticos, la escasez de agua potable, la deforestación y la desertización, muestran la dificultad para afrontar los problemas del desarrollo de manera coherente, y la necesidad de sustituir actitudes sectoriales fragmentadas por otras que sean integrales y multisectoriales. Entre el primer grupo de amenazas identificadas por la Comisión de Alto Nivel sobre Amenazas, Desafíos y Cambios, se encuentran los desafíos económicosociales, como la pobreza, las enfermedades infectivas y la degradación ambiental. La Santa Sede esta de acuerdo con el hecho de que estas tres cuestiones constituyen en último término una amenaza para la seguridad de las generaciones presentes y futuras. La necesidad de afrontar estos desafíos en su conjunto es indispensable para un sistema de seguridad colectivo. No son amenazas independientes entre sí. Al afrontar y promover el desarrollo de la responsabilidad y de la solidaridad, las comunidades locales tendrán que involucrarse en la valoración y

preservación de la naturaleza y tendrán que recibir una justa porción de beneficios, si están dispuestas a colaborar. Los costos de los ecosistemas naturales deben ser tomados en consideración en todas las decisiones económicas, dado que los recursos de la naturaleza no son infinitos. La protección de los recursos naturales tendrá que adquirir una prioridad mucho más elevada en los proyectos, en las inversiones y en los presupuestos de los gobiernos. Suscitan particular preocupación los bosques, que siguen siendo esenciales en términos de alimentación, refugio, combustible, agua y fibra para el 90% de los 1.200 millones de pobres del mundo; la pérdida de los bosques es todavía evidente en demasiados lugares. Es por tanto de desear la estipulación de un tratado internacional sobre la protección de los bosques. No se debe olvidar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que buscan reducir a la mitad para el año 2015 el número de personas sin acceso al agua potable y a los servicios sanitarios básicos, así como mejorar para el año 2020 de manera significativa la vida de quienes viven en los barrios pobres, según ha sido reafirmado en la Decisión 13 de la Comisión para el Desarrollo Sostenible. Muchos Estados, por desgracia, no cumplirán con el objetivo previsto para el año 2005 de establecer programas de gestión de los recursos hídricos. Sin embargo, es del interés de todos los países asistir e invertir en la implementación de proyectos de este tipo. Otra cuestión grave es la que afecta a los cambios climáticos y a la energía, descrita justamente por el secretario general como uno de los desafíos más graves del siglo XXI. Los temas del próximo ciclo bienal de la Comisión para el Desarrollo Sostenible tendrán un impacto sobre muchas cuestiones relacionadas, como el ambiente, la economía, la política la ética y las cuestiones sociales, así como sobre la seguridad nacional e internacional. Será una oportunidad para que se dé una reflexión internacional sobre los temas fundamentales para la paz y el desarrollo humano, sobre todo en las zonas pobres con menos capacidades de adaptación, escasos recursos energéticos y una mayor exposición a las consecuencias de los cambios climáticos. Es alentador testimoniar la conciencia creciente sobre los cambios climáticos demostrada por ejemplo en la reunión del G8 en Gleneagles. Deberían seguir serias discusiones sobre los medios con los que los Estados puede crear incentivos para un desarrollo de fuentes de energía renovables, comenzar a eliminar gradualmente los subsidios dañinos, sobre todo para el uso y el desarrollo de combustibles fósiles e invertir en la búsqueda y en el desarrollo de productos limpios, eficaces y baratos que sustituyan a los combustibles fósiles. En los próximos cinco años, el mundo tendrá dramáticamente necesidad de más energía, y no de menos: es un deber frente a las generaciones futuras emprender inmediatamente este camino. “ Intervencion de Monseñor Celestino Migliore (12), representante de la Santa Sede en el Segundo Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Desarrollo Sostenible. New York 25.10.2006.

Monseñor Migliori afirmó que si se desea hacer del desarrollo sostenible una realidad de largo plazo se debe crear una economía sustentable. Aun en estas épocas de cambio y tecnología la economía reposa basicamente en su relación con la naturaleza. Su indispensable sustrato es el petróleo, agua y clima; y está siendo cada vez más claro que si los sistemas que soportan la vida en el planeta se degradan o se destruyen irreparablemente no habrá economía viable para nadie. Por lo tanto en lugar de ser una externalidad o marginal a la economía, las preocupaciones medio ambientales tiene que ser entendido por los políticos como la base sobre la cual la economía y las actividades humanas descansan. Por este motivo el cumplir los compromisos económicos, medio ambientales y sociales de la Reunión de la Tierra de 1992 como pilares del desarrollo sostenible es la respuesta mínima requerida aquí y ahora por los estados y por los actores ambientales. Las consecuencias medio ambientales de nuestra actividad económica están entre las mayores prioridades del mundo. La cuestión medio ambiental no solo es un importante problema ético y científico, también es un problema económico y político, así como un muro de contención en el proceso de globalización. No sólo significa integrar desarrollo sostenible en programas para reducir la pobreza y el desarrollo, sino también reflejan las preocupaciones a los problemas medio ambientales en las estrategias de seguridad, y en cuestiones de desarrollo y humanitarias a diversos niveles. En una palabra el mundo necesita una conversión ecológica que examine críticamente los modelos de pensamiento así como los modelos de producción y consumo. La Delegación de la Santa Sede saluda el progreso de la implementación de Agenda 21, y los resultados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo sostenible. Parece estar ganando momemtum, entre los políticos, el énfasis en energías renovables, combustibles y tecnologías limpias y el desarrollo sostenible. Esto a pesar que muchos estados deben hacer mucho para detener y revertir las tendencias actuales de consumo y contaminación. Las Reuniones G8 del 2005 y 2006 dieron mucha atención a la energía para el desarrollo sostenible y al cambio climático y también al desarrollo industrial y la contaminación atmosférica. Estos fenómenos tienen un evidente impacto ambiental, con amplias repercusiones en la seguridad nacional e internacional además en la capacidad de la comunidad internacional en alcanzar los Objetivos del Milenio. La comunidad internacional debe continuar desarrollando su entendimiento entre paz y desarrollo humano. Con relación a los Acuerdo Ambientales la Delegación de la Santa Sede saluda los Acuerdos de Marrakesh que hacen que el Protocolo de Kyoto sea operacional. La Santa Sede espera que oportunidades como estas favorezcan la aplicación de una estrategia para la energía que sea global y compartida en el largo plazo y que sea capaz de satisfacer las necesidades de corto y largo plazo de energía, proteger la salud humana y el medio ambiente, y establezca compromisos precisos que afronten el problema del cambio climático.

Mientras tanto si los combustibles fósiles seguirán por el tiempo que se predice y si los estados van a descansar sobre "opciones híbridas en la mezcla energética ", como sugiere el Secretario General, entonces a la inversión pública en tecnología limpia debe ser acompañada con pragmatismo como una parte urgente de las estrategias nacionales e internacionales para reducir tan rápido como sea posible el impacto de la contaminación que el transporte ocasiona en el aire y el mar si esos sectores continúan empleando tecnología desactualizado. Con relación al agua, según el Segundo Reporte de la ONU sobre el Desarrollo Mundial del Agua el principal problema que impide un adecuado suministro de agua no es la escasez de agua sino la gestión del agua que involucra gerencia, infraestructura tecnología y financiamiento. El manejo de los recursos del agua recursos deben basarse en la implementación del principio de responsabilidad compartida a nivel internacional, con particular atención al principio de subsidiaridad, que requiere la participación de las comunidades locales en los proceso de decisión. La ONU declaró al 2006 como el Año internacional de los Desiertos y la Desertificación, los cuales son procesos de degradación medio ambiental, con un fuerte impacto negativo no sólo del medio ambiente sino también en lo económico y social. Desertificación y sequías afectan a una sexta parte de la población mundial. La comunidad internacional debe tomar acciones concretas para revertir este fenómeno alarmante a través de respuestas internacionalmente coordinadas. Presentación del Representante de la Santa Sede Arzobispo Celestino Migliore en la 15º Sesión de la Comisión sobre Desarrollo Sostenible del Concejo Económico y Social de las Naciones Unidas. (13) New York 10 de mayo 2007. Monseñor Migliore llamó la atención sobre la cuestión de la energía afirmando que ella estaba convirtiéndose rápidamente en una de las cuestiones claves en la agenda internacional. El mundo debe trabajar para lograr una estratégica energética común, global, de largo plazo que sea capaz de satisfacer los requerimientos energéticos de corto y mediano plazo asegurando las necesidades energéticas, protegiendo la salud humana y el medio ambiente, estableciendo compromisos precisos para responder a las cuestiones del cambio climático. La evidencia científica sobre el Calentamiento Global y el rol de la humanidad en el incremento de los gases del efecto invernadero se vuelve impecable de acuerdo a los hallazgos del IPCC; y esta actividad tiene una relevancia profunda, no solo para el medio ambiente, también en términos éticos, económicos, sociales y políticos. Las consecuencias del cambio climático se siente no solo en el medio ambiente, sino también en el sistema socioeconómico e impactan primero y más fuertemente, con los más pobres y débiles, quienes aun cuando son los menos responsables del Calentamiento Global, son los más vulnerables por sus limitados recursos o porque viven en

áreas de mayor riesgo. Muchas de las sociedades más vulnerables actualmente confrontan problemas de energía, se basan el la agricultura, el cual es el sector más propenso a sufrir de los cambios climáticos Para afrontar el doble reto del cambio climático y la necesidad por mayores recursos de energía, se deberá cambiar el modelo presente que sólo busca el crecimiento económico en nombre del desarrollo, hacia un modelo que evalúa las consecuencias de sus acciones y es más respetuoso hacia la creación. A esto debe unirse un desarrollo humano integral para las generaciones presentes y futuras. La complejidad de la promoción del desarrollo sostenible es evidente a todos; sin embargo, hay ciertos principios que subyacen que pueden dirigir las investigaciones hacia soluciones adecuadas y duraderas. La humanidad debe ser más conciente de los vínculos entre ecología natural, respeto por la naturaleza y la ecología humana. La experiencia muestra que la falta de respeto por el medio ambiente daña la coexistencia humana. Al mismo timepo se hace evidente que hay un vínculo positive entre la paz con la Creación y la paz entre las naciones. Hace no mucho tiempo el Consejo de Seguridad tuvo una reunión para discutir la relación entre energía, seguridad y clima. Mientras no todos están de acuerdo con que esos temas se discutan en el Concejo de Seguridad, el hecho es que se están observando disputas por el control del recursos estratégicos como el petróleo y agua fresca, ambos están convirtiéndose en escasos. Si nos negamos a construir economías sostenibles hoy continuaremos en un camino de mayores tensiones y conflictos por los recursos. Recientemente, se ha escuchado de economías que han manejado su crecimiento mientras reducen su consumo de energía. Esto es esperanzador de que el modelo económico no siempre obliga a usar más energía para crecer económicamente. Crecimiento económico no tiene por que significar más consumo. Desde el punto de vista de una economía sustentable, esto significa que necesitaremos tecnología, ingenuidad y determinación política conjuntamente con sentido común. También significará transferencia de tecnología hacia países en vías de desarrollo para beneficiar a la comunidad global. Pero la transferencia de tecnología y la voluntad política para la colaboración internacional no son suficientes. Se debe añadir esquemas de educación nacional que lleven a la humanidad hacia patrones de consumo y producción diferentes. Esta educación debe permitir a los ciudadanos entender la urgencia de lo que debe ser realizado. A nivel mundial, están ocurriendo cambios ecológicos sin precedentes y nadie puede predecir completamente las consecuencias de la actividad industrial del hombre en los últimos siglos. Los remedios no sólo están más allá de nuestra ingenuidad, sino que se debe ser cuidadoso para no escoger una ruta que haga las cosas peores, especialmente para los más pobres. No se puede desinventar el mundo moderno, debemos usar la tecnología y la educación

para promover universalmente el desarrollo sostenible antes que sea muy tarde. Intervención de Monseñor Celestino Migliore (14), Representante permanente de la Santa Sede en el Segundo Comité de la 62 Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. New York 29 de octubre 2007 El Plan de Implementación adoptado en la conclusión de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo sostenible en Johannesburgo (2002) reafirma que la erradicación de la pobreza, el cambio de patrones de producción y consumo no sostenible, y la protección y gerencia de los recursos naturales base del desarrollo económico y social son requisitos esenciales para el desarrollo sostenible. Se reafirma que los tres componentes del desarrollo sostenible — desarrollo económico, desarrollo social y medio protección ambiental— son interdependientes y son pilares mutuamente reforzados. La delegación cree que proteger el medio ambiente significa más que defenderlo. Proteger el medio ambiente implica una visión positiva del hombre, en el sentido que la persona no puede considerarse como una amenaza al medio ambiente. Más bien el hombre es el responsable por el cuidado y gestión del medio ambiente. En este sentido, no sólo no hay oposición entre el hombre y el medio ambiente, sino más bien hay una inseparable alianza, en la que el medio ambiente esencialmente condiciona la vida del hombre y su desarrollo, mientras el hombre se perfecciona y ennoblece el medio ambiente por su actividad creativa. Más allá de todos los estudios sobre medio ambiente y desarrollo, la preocupación primaria de la delegación de la Santa Sede es la importancia del imperativo moral que subyace en este tema ya que todos sin excepción, tienen una grave responsabilidad de proteger el medio ambiente. Mientras que la tarea de proteger el medio ambiente no debe considerarse en oposición al desarrollo, no debe ser sacrificado en el altar del desarrollo económico. La delegación cree que en su esencia, la crisis medio ambiental es un reto moral. Nos llama a examinar como usamos y compartimos los bienes de la tierra y lo que se pasa a generaciones futuras. Nos llama a vivir en armonía con el medio ambiente. Por lo tanto los poderes cada vez más amplios de la humanidad sobre la naturaleza debe estar acompañada por una creciente responsabilidad hacia el medio ambiente. El tema del medio ambiente esta relacionado con otras preguntas básicas, haciendo que las soluciones holísticas sean difíciles de hallar. El medio ambiente es inseparable de temas como energía y economía, paz y justicia, interés nacional y solidaridad internacional. No es difícil de ver como temas como medio ambiente, modelos de desarrollo, equidad social y la responsabilidad personal para cuidar el medio ambiente están interrelacionadas. Por ejemplo, mientras se busca la mejor manera de proteger el medio ambiente y obtener el desarrollo sostenible, debemos también trabajar por la justicia en

las sociedades y entre las naciones. Debemos considerar como hoy en la mayor parte de países, son los pobres y los indefensos los que sufren la degradación medio ambiental. Incapaces de hacer otra cosa viven en tierra contaminada, cerca de desechos tóxicos, u ocupan tierras públicas o propiedades de terceros sin ningún acceso a servicios básicos. Los agricultores de subsistencia desforestan para sobrevivir. Su vida transcurre en un círculo vicioso de pobreza y degradación medio ambiental. Sin embargo no todo es pesimismo. Hay signos de mayor conciencia pública de los retos que enfrentamos. La desazón causada por las predicciones de las consecuencias desastrosas del cambio climático ha despertado en individuos y países la urgencia de cuidar el medio ambiente. La degradación medio ambiental causada y ciertos modelos de desarrollo económico pueden hacernos comprender que el desarrollo no se obtiene por un incremento cuantitativo de la producción sino por un balance entre producción, respeto a los derechos y la dignidad de los trabajadores y por medio de l protección ambiental. La delegación espera que estos signos positivos puedan llevar a la consolidación de una visión humana del progreso que sea consistente con el respeto por la naturaleza, y lleve a una mayo solidaridad internacional en el cual la responsabilidad por el medio ambiente es justa y esta proporcionalmente distribuida entre países desarrollados y en vías en desarrollo, entre ricos y pobres. Es responsabilidad de las autoridades asegurar que estos signos promisorio se transformen en políticas públicas capaces de parar, revertir y prevenir la degradación ambiental, mientras s epersigue la meta del desarrollo sostenible para todos. Las leyes no son suficientes para cambiar los comportamientos personales, estos requieren un compromiso personal y una convicción ética del valor de la solidaridad. Se requiere una relación más equitativa entre países ricos y pobres, poniendo ciertas obligaciones especiales en estructuras industriales en gran escala, tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. Esto es necesario para tomar medidas serias para la protección medio ambiental. Una actitud más cuidadosa sobre la naturaleza puede obtenerse y mantenerse con educación y una campaña constante de concientización ambiental. A medida que más personas conozcan los diversos aspectos de los retos medio ambientales, podrán responder mejor.

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Luis Echarr. Escuela Ingenieros Universidad de Navarra. http://www.tecnun.es/ASIGNATURAS/ECOLOGIA/HIPERTEXTO/14PolEcSoc/140D esSost.htm#Desarrollo%20sostenible Perspectivas para el Medio Ambiente Mundial. GEO 4. 2007. Medio ambiente para el desarrollo. PNUMA 2007 Contaminación ambiental, ingeniería de procesos y planteamientos desde una perspectiva Católica. Jaime y Julia Santillana. [email protected]. Universidad Nacional Ingeniería UNI, presentado en el IV ENDUC. 2007 Argentina

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Boletín Semanal AICA Nº 2384 del 28 de agosto de 2002 Desarrollo Sustentable vs Desarrollo Económico. Ing Mauricio Lisa. ACEP. [email protected]. IV ENDUC Argentina 2007 Intervención de Monseñor Renato Martino sobre "Medio ambiente y desarrollo sostenible: Proteger de global climate for present y future generaciones de humanidad". Noviembre 28, 2001 Presentación de Monseñor Renato Martino como Intervención de la Santa Sede en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburg Sud África el 02 Setiembre del 2002. Intervención de la Santa Sede sobre el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburg Sud África 2002 Monseñor Renato Martino Intervención de la Santa Sede en el segundo Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (5.10.2004), Monseñor Celestino Migliore Intervención del Arzobispo Celestino Migliore de Monseñor Celstino Migliore (12), representante de la Santa Sede En la Sesión 13 de la Comisión sobre «desarrollo sostenible» en la Naciones unidas el 20.04.05 Presentación del Arzobispo Celestino Migliore, representante de la Santa Sede,. en la 60 Sesión de la Asamblea General sobre «Desarrollo sostenible» en la Naciones Unidas el 03 de noviembre del 2005http://www.zenit.org/article17333?l=spanish Presentación del Arzobispo Celestino Migliore de Monseñor Celestino Migliore, representante de la Santa Sede en el Segundo Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Desarrollo Sostenible. New York 25.10.2006. Presentación del Representante de la Santa Sede Arzobispo Celestino Migliore en la 15 Sesión de la Comisión sobre Desarrollo Sostenible del Concejo Económico y Social de las Naciones Unidas. New York 10 de mayo 2007 Presentación del Representante de la Santa Sede Arzobispo Celestino Migliore en el Segundo Comité de la 62 Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. New York 29 de octubre 2007

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