¿Existen maneras correctas de tener un cuerpo? Reflexiones DDTH 20 Nos dijeron del cuerpo que era un templo, que necesitaba ser bello para ser amado, que teníía que ser fuerte, flexible, delgado. Nos dijeron que el placer por el placer era malo. Nos dijeron que debe ser sano. Nos dijeron que es uí nico y es irremplazable. Nos dijeron que el cuerpo se cuida y se respeta. Sentimos asco, ternura, empatíía. Sentimos compasioí n. Sentimos ambivalencia, malestar, conflicto y confusioí n. Sentimos risa. Sentimos coraje por la negacioí n de la diferencia. Sentimos impotencia, miedo, soledad. Pensamos que todos cargamos con nuestra piel. Pensamos que somos maí s que un cuerpo. Nos cuestionamos lo cotidiano y nos cuestionamos el tratamiento del cuerpo. Pensamos en la belleza, en lo subjetivo de la belleza. Pensamos que hay rotos para los descosidos. Pensamos en quienes no son miradas, quienes no son atendidos. Pensamos que las pieles se transforman. Pensamos en los efectos que tiene la familia, la infancia, la adultez. Pensamos en lo esteí tico y lo bello. Pensamos en desacralizar los cuerpos: los vivos y los muertos. Aprendimos que el cuerpo es un espacio propio, que podemos hacer miles de cosas, que podemos crearlo, hacerlo, moverlo. Aprendimos que el cuerpo tiene memoria, que danza, se habita. Aprendimos que el cuerpo es nuestro medio de contacto, que se moldea, se expresa, resiste. Aprendimos que el cuerpo nos ha perdonado incluso cuando lo hemos lastimado. Aprendimos que el cuerpo tiene sus ciclos, sus maravillas y sus necesidades. Pensamos que el cuerpo tiene y no tiene maneras correctas de existir. Que existen millones de cuerpos que tienen derecho a ser diferentes. Que tienen cicatrices, olores, faltas y funciones. Que tenemos que respetar nuestro cuerpo y los otros cuerpos. Que los cuerpos son uí nicos como las personas son uí nicas. Que tiene que ser como a nosotros nos guste. Pensamos que el cuerpo es un lugar. Pensamos que al cuerpo se le exige ser normal. Tambieí n pensamos que somos maí s que un cuerpo. Nos preguntamos si el otro es a veces tratado como un objeto, si se usa a alguien para llenar un vacíío. Nos preguntamos queí tiene que pasar para que esto cambie. Resistimos en este cuerpo amaí ndolo, embellecieí ndolo, cuidaí ndolo. Resistimos en este cuerpo alimentaí ndolo, haciendo ejercicio. Resistimos haciendo lo que nos gusta: bailamos, hacemos deporte, no pensamos. Escuchamos al cuerpo en su totalidad, lo cuidamos, lo aceptamos. Nutrimos al cuerpo: lo activamos, lo equilibramos. Acariciamos al cuerpo. Expresamos la felicidad, nos dejamos sentir vulnerables. Descubrimos al cuerpo, nos abrazamos, nos lloramos, nos reconciliamos.