a) La inmanencia: no hay más allá a dónde escapar ni desde el cual juzgar (se llame Dios, Ciencia, Estado, Institución, etc.) Sólo hay un universo completamente entramado (plano ontológico) todos pertenecemos igualmente a él. Esto no implica que seamos idénticos, ni iguales sino sólo “pares en la pertenencia”. b) No hay jerarquía ontológica: todos valen, todo vale lo mismo en relación a su pertenencia a Dios (naturaleza/plano ontológico) que no juzga ni compara, que no quiere, ni desea. La jerarquización es obra del juicio: un modo de pensar (contingente, situado, limitado-local). Regla práctica lo que puede decirse de los hombres no puede decirse de Dios. c) Si no hay un Dios Trascendente a la Naturaleza, el hombre siendo limitado menos aún puede trascenderla. Somos cuerpo y por lo tanto la pregunta de la ética es ¿qué puede un cuerpo? d) La ética no tiene nada que ver con el juicio que en todo caso es el campo de la moral. El objetivo de la ética es intentar componer un paisaje de la ontología, que es el paisaje de las maneras de ser en ell Ser. La ética busca los modos de existencia envueltos y no los valores trascendentes. Un moralista define a un hombre por lo que es por lo que es de derecho y su pregunta es ¿qué debes en virtud de tu esencia?, la ética spinozista se pregunta en cambio ¿de qué eres capaz?¿qué puedes? Pregunta ¿qué puedes en virtud de tu potencia?