COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL Y DESARROLLO: CONTRAPUNTO DE PARADIGMAS.1 Raúl Díaz Sanhueza Objetivos Generales de la Unidad: Al finalizar esta unidad, los participantes serán capaces de: Contrastar los paradigmas que se refieren a la competitividad y el desarrollo en la economía global Identificar y cuantificar los principales indicadores que se consideran al preparar un ranking internacional de competitividad
Los temas que forman parte del pensamiento de los clásicos, obviamente, son los grandes temas que no pasan de moda, sino que por el contrario, en forma recurrente, vuelven a posicionarse en el centro del debate, aunque arropados como nuevos paradigmas. Al comenzar en nuestro curso con el tema de la Competitividad en el Mundo Global, no podemos dejar de resaltar el contrapunto entre los paradigmas de los “clásicos” (principalmente en este caso, Adam Smith y david Ricardo) y el mucho más reciente de la “ventaja competitiva de las naciones” (de Michael Porter). No por casualidad Smith, al publicar su gran obra en 1776, la tituló “Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones”: tras proponer lo que a su juicio subyacía en el proceso de generación de riqueza, como muy claramente lo expone Paula Bruno en su prólogo a una de las ediciones del libro, Smith extiende el principio de Esta Nota Técnica ha sido preparada por el Profesor Raúl Díaz Sanhueza, como introducción al tratamiento de este tema en su curso, y para uso exclusivo de los alumnos de esta asignatura 1
la división social del trabajo desde el ámbito de la nación, a un principio de “división internacional del trabajo”, tendiente a señalar que cada país debía encargarse de realizar la actividad económica para la que estaba mejor preparado…el argumento apuntaba a señalar que si cada una de las naciones se especializaba en una tarea productiva determinada, la dinámica de la economía, esta vez la internacional, llegaría a un equilibrio espontáneo y beneficioso para todas las naciones”
Uso exclusivo en el curso del Profesor Raúl Díaz
Fue en 1817 cuando se publica la obra de David Ricardo “Principios de economía Política y Tributación”, de cuya 3ª. Edición inglesa (de 1821) extractamos este párrafo del Capítulo “On Foreing Trade”. Allí propone la famosa teoría de las “ventajas comparativas”, como regla que al gobernar las relaciones económicas internacionales, llevaría al aumento del bienestar de los países que entran en dichas transacciones:
La puesta en práctica de estos principios termina por imponer, a escala internacional, la división del trabajo y la especialización, que caracteriza al panorama de la economía internacional desde aquel entonces.
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Siguiendo a Thomas Kuhn (en su Teoría de las Revoluciones Científicas, 1957), podríamos interpretar que para la década de los 80’s y principalmente en su segunda mitad, el paradigma clásico de la competencia en la economía internacional basada en las ventajas comparativas de Ricardo, paraba por una crisis y, en consecuencia, era altamente probable el surgimiento de un nuevo paradigma que tanto llevara a un mejor entendimiento del fenómeno de la competencia en una economía en rápido proceso de globalización, como también propusiera un conjunto de reglas de acción para orientar la toma de decisiones en este contexto. Podríamos aceptar que este nuevo paradigma que concreta con la publicación, en 1990, de “The Competitive Advantage of Nations”, donde plantea su teoría de las “ventajas competitivas”, ahora llevadas al escenario internacional (anteriormente, en “La Ventaja Competitiva”, publicada en 1984, el ámbito de análisis era el de la estructura del sector industrial, sin considerar la apertura e inserción en la economía global. El siguiente párrafo, extractado del sitio del Institute for Strategy and Conpetitiveness, de la Universidad de Harvard, resume claramente la esencia del nuevo paradigma:
Uso exclusivo en el curso del Profesor Raúl Díaz
National Competitiveness A nation’s prosperity depends on its competitiveness, which is based on the productivity with which it produces goods and services. Sound macroeconomic policies and stable political and legal institutions are necessary but not sufficient conditions to ensure a prosperous economy. Competitiveness is rooted in a nation’s microeconomic fundamentals—the sophistication of company operations and strategies and the quality of the microeconomic business environment in which companies compete. An understanding of the microeconomic foundations of competitiveness is fundamental to national economic policy. Con este contrapunto, damos inicio al estudio del tema Competitividad y Desarrollo en la Economía Global. En cuanto a material de apoyo, como “dosis inicial”, recomendamos la lectura de los siguientes extractos del libro “La Ventaja Competitiva de las Naciones”, Michael Porter, Editorial Vergara, Buenos Aires 1991: ¿Cuándo es competitiva una nación? Determinantes de la Competitividad Nacional
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