Como esta creciendo nuestra sociedad. YeYe Flash
Como todos los fines de semana, trato de salir con mi familia para distraerme y liberar el estrés de una semana más de trabajo. Lo usual, comer, cine, lo importante es compartir un rato juntos. Nos gusta ir a los cines de la Avenida Balboa, ya sea en los Mall o a esa popular sala de cines donde además hay actividades recreativas todo bajo un mismo techo. En estos sitios, generalmente, suelen ir la “gente bien” que viven en las áreas cercanas, pero cada semana me da más pena ver que mal esta la gente bien de Panamá. Parece mentira que mientras más dinero o clase creemos tener, menos cultura demostramos, sin mencionar la falta de valores. La educación no tiene nada ver, ya que conozco gente que ostenta muchos títulos, pero esos no tienen nada que ver con su cultura. En un principio pensé que eran los hijos del dinero, cuyos padres, inmersos en el deseo de tener cada día más, se olvidan del valor de las cosas sencillas y de inculcárselas a sus hijos, pero me entristece ver que los padres y abuelos son quizás peores. Algunos pensarán que por no ser de “dinero” esteriotipo a aquellos por tenerlo, pues no, tengo lo que trabajo y puedo gastar, pero creo que ni aun teniendo mucho dinero, me consideraría como tal, ya que nadie es de dinero, todos somos de carne y hueso. A todos, hasta los de sangre azul, nos corre la misma sangre por las venas, roja. Es triste, como un papel nos cambia tanto la vida, nos hace sentirnos superiores, nos da las agallas para menospreciar, creernos mejores y hasta “jugar vivo” con autoridad. El jugar vivo, con mucha vergüenza reconozco, forma parte de la descripción de la personalidad de muchos panameños, pero lamentablemente el juega vivo no viene de abajo, los de abajo realmente juegan para vivir, podemos entender que el “juega vivo” signifique para ellos: esta alerta, mantente despierto, no te duermas frente a cualquier oportunidad. Pero que significa el juega vivo en los de arriba: ¿pisotea, no te importen los demás, abusa, eres mejor que todos? Semana tras semana veo a la gente bien de Panamá con sus familias y amigos empujando, pasándose en las filas, pasando sin pedir permiso y comportándose en las salas de cines como que fueran los dueños y agradezco que, aunque me consideran gente bien, me he propuesto no caer en la nueva cultura del panameño: “el juega vivo”. Trato de vivir conciente de los problemas sociales de mi país y así mantenerme centrada y con los pies en la tierra. ¿Cómo puede ser posible que gente tan educada, con facilidades económicas y con alguna posición social tengan tan pocos valores? ¿Qué podemos esperar de sus hijos? ¿Qué podemos esperar de este país en crecimiento? El país crece a ritmo acelerado, principalmente para esas áreas: Balboa, Punta Pacífica, Punta del Este, etc. ¿Qué clase de gente son? ¿Qué valores los
fundamenta? Creo que es necesario que hagamos un alto y aquellos que nos consideramos “gente bien” identifiquemos que es ser gente bien: “Gente con modales, con cultura, humildad, caritativa, respeto por el prójimo, con ganas de ser ejemplo, que no olvide saludar, agradecer, pedir permiso y hasta pedir perdón”. Que triste es pensar que la gente bien de Panamá, es la peor gente de Panamá, que “quizás” no roban, no comenten actos violentos, pero si violentan nuestra idiosincrasia, nuestra naturaleza de ser “buena gente”. Saquemos lo bueno que tenemos todos, los de arriba, los de abajo, los del medio. Yo me enorgullecía de decir que en Panamá, con todo y que existían clases sociales, no había diferencias sociales; todos nos tratábamos bien. Pero estamos llenos como de un “que me importa” y eso, de seguir, se convertirá en “no me importa” y a la larga odio colectivo. Practiquemos valores básicos: libertad, belleza, amor, amistad, solidaridad, sensibilidad, tolerancia, espiritualidad, respeto… En fin, no estamos trabajando para nosotros, sino por nuestro país, para todos.