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DE CHAPLIN Y KEATON. Julián Jamaica

La comedia es sin lugar a dudas el mas serio de los géneros cinematográficos. Terrible cuando hecho por accidente, genial cuando es planeado con precisión matemática, estas son lecciones que los realizadores suelen aprender a la fuerza. Por esta misma razón, aquellos artistas que logran dominar el género a la perfección se cuentan entre las figuras mas influyentes de la industria. Y, dentro de estas figuras, hay dos nombres que resaltan por encima de todos los otros; Charlie Chaplin y Buster Keaton son los dos comediantes mas famosos de la primera mitad del siglo XX, y de las figuras mas influyentes del arte cinematográfico, moldeando los cánones de la comedia que vemos en el cine de hoy en día, y dejando su marca en los corazones de varias generaciones de espectadores a lo largo de los últimos 90 años. Antes de comenzar a comparar las obras de ambos gigantes, cabe aclarar que este ensayo no busca discernir cual de los dos es el mejor artista, sino encontrar las diferencias y similitudes entre las obras de ambos gigantes. A pesar de que la influencia de Chaplin es innegablemente mas palpable en el cine que la dejada por Keaton, algo como el titulo al “Comediante mas gracioso” es demasiado subjetivo como para decidirlo en 3 páginas. Esto dicho, se debe empezar con comparar los orígenes de ambos sujetos, tanto como personas, como sus inicios artísticos. Charles Spencer Chaplin nace justo antes de iniciar el siglo XX, dentro de una familia de actores judíos londinenses asentados en el East End de la cuidad. La cualidad determinante de su infancia será la misma de tantos otros comediantes; la tragedia. Cuando él contaba con 5 años de edad perdería a su padre, alcohólico crónico, en el mismo año en el que el joven artista debutaría en el escenario. Esto, junto con la penosa situación económica que vivía su familia, se vería traducido en sus obras como la fuente de varios de sus chistes más recurrentes, los cuales empiezan a ver la luz después de su viaje a América en 1913, cuando firmaría un contrato con la recién fundada productora Keystone.

Tal como relata Roman Gubern en su Historia del Cine, en los inicios de la carrera artística de Chaplin no se ve como tal a su personaje característico; al simpático vagabundo desaliñado, sino vemos a un elegante caballero más cercano a los personajes típicos de Max Linder, a quien Chaplin llamaría Maestro en el futuro. A pesar de que en sus primeras películas nacen tanto su icónico look como su caminado particular, no seria hasta su 12° película que se demostraría su creatividad propia, muy a pesar de los deseos de la productora. (Gubern, 1969) Al terminar su contrato con Keystone, Chaplin, bajo la productora Essanay, es finalmente capaz de dejar toda su creatividad en libertad, y es cuando vemos sus verdaderos talentos como comediante.