[...]Tras cruzar Callao el río de gente se dividía de manera precisa en varias filas a lo largo del ancho de la calle de Preciados. Pronto llegaría yo a ese punto y no sabía cuál era la mía. Decidí seguir al individuo qe iba delante de mí y ligar mi destino a sus pasos, manteniendo la distancia qe con tantísima exactitud todos mantenían. No sabía si desde la fila qe él tomara podría llegar ordenadamente a mi casa. Me aterraba la idea de romper aqella armonía exqisita, aqel mecánico orden y concierto, salirme de aqella sinfonía de urbanautas melómanos. ¿Por qé habría de habérseme estropeado el mp3 hoy, justamente hoy, y a mí, justamente a mí?. A medida qe me acercaba a la bifurcación pude ver como en cada fila iban todos repitiendo movimientos secos, finamente calculados: no a la vez sino a medida qe pasaban por el mismo sitio, uno tras otro se llevaban la mano sobre el auricular de la oreja derecha, parecían reconfigurar el volumen; tres pasos adelante levantaban la vista hacia un luminoso, cuatro pasos después hacia otro, uno a uno a cierta altura llevaban la mano al bolsillo, sacaban una tarjeta, la sujetaban entre sus dedos y sin perder el ritmo la acercaban a una máqinita grisacea, pasaban bajo un arco metálico y... no podía ver más alla. Cada fila iba a un ritmo
fijo por una recta senda. La qe escogí, esto es: la qe tomo el qe me precedía y marcaba mis pasos, se tiraba por el centro mismo de Preciados. Tuve qe imitar sus movimientos, apuntando con mi nariz a allá donde la suya hubiera apuntado, tratando de mantener los ojos fijos en él para saber en qé consistiría mi paso siguiente, sin entender qé estaba haciendo, sin saber si lo hacía bien o mal, sin demasiada esperanza de suplir con mi voluntad las aparaciencias en aqel recorrido milimétricamente condicionado. En un momento dado algo me ocurrió y aparté mi vista de la nuca del tipo este... y me despisté, saliéndome de la fila y deteniéndome: ¿qé era aqello, qé coño era aqello; había estado ahí otras veces, pero: por qé no lo había visto jamás, qé cojones estaba pasando?; ¿qé suerte de siniestro fatalismo se desplegaba en mi derredor, qé clase de totalización discurría ante mis ojos, por qé ya no se podía preguntar “por qé”, por qé nadie se torcía, por qé nadie se paraba, por qé era aqello una arteria y no una calle, por qé nadie se chocaba en el torrente, por qé el torrente no se detenía?.[...] (Gélmut Col, Urbanautas eξqisitos)
Carla Rodríguez se licenció en Bellas Artes en la universidad Complutense de Madrid. Siempre se ha interesado por varias disciplinas artísticas, por lo que su obra se compone aleatoria y caóticamente de pinturas, dibujos, esculturas, arte digital y serigrafías. Interesada en variedad de temas y estilos, aún no ha encontrado el suyo propio (ni cree que vaya a encontralo). Abandonada a la siempre fertil incertidumbre de la vida, intentará seguir trabajando en una agencia de publicidad como directora de arte, por lo menos hasta que pueda hacer algo con lo que se identifique más, si algún día lo descubre... Su propuesta pone el acento en lo absurdo, en los iconos, símbolos y objetos qe se convierten en jaulas. La situación del ser humano en este maremagnum de cosas lo cosifica y encierra, esterilizando su genio subjetivo al estar siendo tratado como una mercancía más.
PALACIO DE CRISTAL 2008 SERIFRAFÍA 25x35
mujer española 2008 SERIFRAFÍA 50x35
aI MONO YU 2008 SERIFRAFÍA 35x50
INFANCIA 2008 SERIFRAFÍA 35x50
CIUDAD 2008 SERIFRAFÍA 35x25
Laura Martín (licenciada en Bellas Artes por la U.C.M.) parte del descubriento de lo análogo entre formas orgánicas de la naturaleza y estructuras artificiales de la trama urbana. En su trabajo se nos muestra la mutua penetración de estos sistemas: al serle imposible al hombre acceder a la naturaleza sino es a través de la cultura y las infraestructuras, lo salvaje se humaniza, se desnaturaliza. Es la recuperación del virgo lo qe subyace como mito. Pero la pureza resulta complicada de obtener. Incluso nuestra memoria procede de manera selectiva, construyendo nuevas realidades a partir de los fragmentos y rellenando los huecos y vacíos contextuales de la fotografía. El péndulo pasa y repasa hasta detenerse en el “impasse”: ¿puede el hombre llegar a dominar la naturaleza o estará perpetuamente dominado por lo qe hay en él de natural?. Junto con Luis Alipio realizó el proyecto shadow donde fotogafió las acciones llevadas a cabo.
sin titulo 2008 mixta 50x35
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Luis Alipio Pérez (licenciado en Bellas Artes por la U.C.M.) centra su atención en mapas y rizomas, para poner en jaqe primero cualqier concepción neutral de la cartografía y exhibir después una fascinación sensual por lo geométrico. La propuesta incluye a un Madrid-ciudad como ejemplo de la región metropolitana qe vamos construyendo embriagados en fagotización urbanicista qe basa el sistema capitalista qe hoy “hay”, qe se ve representada en la distopía qe el mapa nos dice “habrá”. Las organizaciones formales de redes descentralizadas (qe no distribuídas) recuerdan a un mapa de circulación en el espacio aereo; en apariencia y en sentido, como si de un cosmógono qe deja caer y hace surgir el orden cartesiano se tratara. Colaboró con laura martín en el proyecto shadraws, cuyo objetivo era reflexionar sobre la apropiación temporal del espacio público por paseantes anónimos.
rizoma 2008 impresion digital 50x70
1madrid, ciudad! 2008 impresion digital 50x70
shadraws I 2008 Serie fotografica
shadraws II 2008 serie fotografica 50x70
Agradecimientos: Fotografía: Laura Martín diseño: Carla Rodrigruez maquetación: Luis Alipio Textos: Gélmut Col Prólogo: fragmento “urbanautas” de gélmut col Espacio de arte cedido por de Emiika_style calle corredera baja de san pablo 53
Madrid, noviembre de 2009 http://fartistes.blogspot.com