El liderazgo es un concepto que exige que sea coherente y auténtico. La tesis de liderazgo auténtico no debe confundirse con el gracejo del líder populista que dice lo que otros no se atreven a decir. Ser auténtico significa ser fiel a sí mismo, pero respetando opiniones y visiones externas, aunque hay ejemplos como nuestro querido Donald Trump dice lo que piensa y a los que no piensen igual, que les zurzan (síndrome de Donald Trump) Es importante detectar esta conducta en el mundo empresarial y decir verdades como puños. Suele aparecer en directivos con alta experiencia y éxito vital que arrogado de su prestigio histórico imparte doctrina desde lo obvio y malgasta el concepto de sentido común. Como expresaron los autores del concepto de liderazgo auténtico: Avolio y Gardner en 2005, hay cuatro grandes características de un buen líder auténtico y que a mi juicio diferencia muy bien del líder autenticida: