Bailando en la oscuridad Comentarios:
[email protected] Desde su presentación en 2000, en Cannes, esta cinta causó controversia. Según las crónicas de críticos y demás asistentes, causó abucheos y ovaciones casi en igual medida. Razones habías varias. Primero. Lars von Trier, fundador y promotor del colectivo Dogma 95 (que proponía el uso mínimo de recursos: cámara en mano, luz y sonido naturales, sin sets decorados, etcétera), ¿filmando un musical, con bailarines en escena, llegando incluso a utilizar 100 cámaras para una toma? Inconcebible. Luego, Björk, cantante islandesa de rock-pop, aunque ampliamente reconocida en la música pero sin antecedentes notables de actuación ¿protagonizando esta película? Además, para muchos esta cinta era volver a un formato ya en desuso en el cine actual, el del melodrama hollywoodense de los años 30's, -incluso antes, con las cintas mudas de D. W. Griffith. No dejó de ser sorpresa (irritable para muchos), que esta película ganara la palma de oro y Björk el premio a la mejor actriz. Irónicamente, las mismas características que los detractores de Bailando en la Oscuridad argumentaban, son las que hacen que esta cinta sea algo realmente notable, innovador y fresco. Una revaloración del género musical. Selma (interpretada maravillosamente por Björk) trabaja en una fábrica manejando una prensa. Es víctima de un padecimiento progresivo que pronto la dejará totalmente ciega, padecimiento que ha heredado a su hijo de 13 años, que sin embargo, puede salvarse realizándole una operación costosa. Selma trabaja y ahorra para la operación de su hijo. Hay gente que la ayuda a sobrellevar su situación, su amiga Kathy (Catherine Deneuve) o Jeff (Peter Stormare), su eterno enamorado. Dada su condición, también es presa fácil de gente que por una u otra razón se aprovecha de ella. Las fatalidades del destino la llevan a un final trágico. Selma tiene una gran afición por los musicales. En sus fantasías, es protagonista de todos ellos. La música, el baile y la fantasía, son aquí contrapunto para sus desgracias, para la terrible realidad, y es también donde Lars von Trier nos sorprende, al filmar complicadas escenas de baile, haciéndonos ver la transformación y liberación de Selma dentro de la cinta (incluso la fotografía cambia en estas escenas). La música, no está por demás decirlo, es realmente grandiosa, interpretada por la misma Björk. Ciertamente, la historia remite a los melodramas ya usados en varias cintas anteriores, y uno de los méritos de Lars von Trier es precísamente afrontar un guión de este tipo (escrito por el) con una gran soltura y maestría, haciendo una renovación del género, tomandose riesgos que a la postre resultarían en grandes aciertos (como incluir a Björk para el protagónico). No es de extrañarse que haya hecho algo así, luego de ver algunas de sus cintas posteriores, por ejemplo Dogville. Bailando en la Oscuridad no es una cinta que pase desapercibida, ni siquiera para sus detractores. Es una película que rescata lo mejor del género (musical y melodrama) y le añade una dosis de frescura que se siente en sus imágenes, en sus magníficos personajes y en su música. Sirva como comentario final, lo escrito por Carlos Bonfil en su columna del diario La Jornada referente a esta película: "¿Quién podría reprocharle a una película cuyo punto de partida es la exaltación de lo fantástico, que cumpla cabalmente su objetivo? ...
habrá que reconocer que la superficialidad que en ocasiones se atribuye a esta cinta, se expone mucho más en las certidumbres satisfechas de sus propios detractores." Bailando en la Oscuridad (Dancer in the dark. Dinamarca, 2000) Escrita y dirigida por Lars von Trier. Con: Björk (Selma), Catherine Deneuve (Kathy), David Morse (Bill), Peter Stormare (Jeff).