Compasión y Caridad No son lo mismo Emilio del Barco Agüimes,10/11/03 La bondad es el amor a los humanos, la sabiduría su conocimiento. Es primordial comprender que, si no se puede dar aquello de lo que se carece, para dar amor, comprensión, compasión, primero el individuo ha de amarse, comprenderse y compadecerse de sí. Después, cuando estos sentimientos hayan germinado y crecido en nuestro interior, desbordándonos, podrán ser repartidos a manos llenas. Si, quienes se mueven por amor al prójimo, lo que pretenden es la búsqueda del camino hacia la perfección, el mejor indicador a seguir los conduciría a su mente. Donde encontrarán la parte de Universo que contenemos. Desde allí nos podemos expandir después, hasta confundirnos con el Todo. La diferencia entre caridad y amor, no es evidente, pero sí esencial. La negación de uno mismo, para poder dedicarse con sacrificio a los demás, es la base de la caridad. La entrega por amor, por expansión del amor que rebosamos, no es sacrificio ni negación, sino asentimiento, cultivo, fecundación, al darnos con placer y por placer. Quien sacrifica algo, espera un premio a su ofrenda. Quien actúa por amor, no espera nada a cambio, se satisface en sí mismo. El amor es afirmación de vida, el sacrificio implica muerte. Nadie puede salvarse a sí mismo, si no es apoyándose en otros. Dando amor cada día, se cultiva la felicidad de otros, siendo feliz uno mismo. Ayudando a un ser humano, se ayuda a toda la Humanidad. Si ayudas a tus próximos, a través de ellos se expandirá el bien, hasta beneficiar a otros. La Humanidad es global, unitaria; un conjunto interdependiente. Aún admitiendo las diferencias entre los hombres, su individualidad, y el respeto debido a tales singularidades, cada uno de ellos es como una parte de un mecanismo, necesaria para que el total funcione. El mal estado de una pieza, afecta al resto. La Humanidad se ha de considerar como un todo, muy probablemente con un origen común, y, ciertamente, con un desarrollo común, aunque no sea uniforme. Un hombre, aparte de ser él mismo, es también una parte del todo, y, como tal, un reflejo de cuanto le rodea. Receptor, transmisor, emisor, en cuanto transformador de lo que recibe. El amor genera compasión, suma de amores. La caridad, lástima. Y no es lo mismo. Emilio del Barco ,,DNI 27968.889,,Tel./ 928 780967,,35259 Agüimes,,Gran Canaria
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