Amalia Baumgart – Unidad 3
SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Tomamos a la semiología de Henri Ey, la que ofrece la clínica psiquiátrica, que se basa en la descripción y el análisis de los síntomas y los signos de las enfermedades mentales. En el análisis semiológico, para presumir un diagnóstico, se toma en cuenta el conjunto de síntomas (síndrome) que sirven para determinar el carácter de una enfermedad. El diagnóstico no se da de una vez y para siempre. Por eso se habla de proceso diagnóstico. Algunos instrumentos que nos permiten formular un diagnóstico son: - entrevistas libres - anamnesis (redacción de la historia clínica) - descripción clínica del estado mental del paciente y de sus síntomas Para dar cuenta del estado mental de un paciente partimos de la sintomatología general, es decir, de los síntomas y signos. Así evolucionamos a la nosología: sobre aquello que sabemos de la enfermedad mental. La recapitulación de esta información y el cotejo de los datos que nos ofrece el paciente nos permiten pensar en una nosografía, es decir, en la ubicación del cuadro. En general se evoluciona desde la sintomatología del paciente, remitida a nuestros conocimientos nosológicos. A partir de la caracterización o recuperación de esos conocimientos, presumimos la compatibilidad entre los signos y síntomas que presenta un paciente con la caracterización de un determinado cuadro.
NOSOGRAFÍA PSIQUIÁTRICA La variedad de cuadros que corresponden a la patología mental pueden ordenarse de diversos modos. Para los temas de la psiquiatría seguiremos al tratado de Henri Ey él diferencia entre cuadros agudos y crónicos. Los AGUDOS se caracterizan por su carácter súbito y transitorio, lo que no implica que alguno de ellos no pueda evolucionar hacia formas crónicas. Enfermedades mentales agudas Crisis, accesos o episodios más o menos largos con tendencia natural a la remisión, y también, con posibilidad de evolucionar hacia un estado crónico. - Reacciones neuróticas agudas o psiconeurosis emocionales - Crisis de manía - Crisis de melancolía y estados depresivos - Psicosis periódicas maníacodepresivas - Psicosis delirantes agudas - Psicosis confusionales o confusionales mentales o psicosis confusooníricas - Trastornos mentales de la epilepsia Enfermedades mentales crónicas Formas de organización permanente de la personalidad morbosa, trastornos mentales durables, estables y a veces progresivos, modificando más o menos el sistema de la personalidad. - Desequilibrio psíquico - Perversiones sexuales - Toxicomanías - Alcoholmanía - Neurosis - Delirios crónicos o psicosis delirantes crónicas - Esquizofrenia o demencia precoz - Demencias - Retraso mental u oligofrenia Según Kraepelin, los cuadros delirantes pueden diferenciarse por el grado de su sistematización: Los de VIGOROSA SISTEMATIZACIÓN, con sólido núcleo, que se desarrollan en una persona cuya constitución previa está caracterizada por orgullo, desconfianza y susceptibilidad producidos por interpretaciones delirantes, que no actúan sobre la claridad de la conciencia ni perturban el pensamiento. La presencia de alucinaciones no debe tener valor patogénico. PARANOIAS Los DELIRIOS MAL SISTEMATIZADOS, acompañados de alucinaciones e interpretaciones delirantes, con contenido persecutorio y a veces megalómano, que evolucionan hacia una relajación del vigor psíquico sin que se llegue a un proceso demencial. PARAFRENIAS Los DELIROS POBRES, SIN NINGUNA SISTEMATIZACIÓN, que manifiestan una profunda desestructuración de la personalidad y que conducen a una decadencia mental (demencia). Su forma es reñida con la realidad y se presentan en personas cuyo trastorno fundamental no es el delirio, sino la disgregación de la personalidad. DEMENCIA PRECOZ o ESQUIZOFRENIA