Comiendo pollo a la brasa Ahora se pone de moda esto de los blogs. Y no quiero estar en la moda. Asi que simplemente, no se creen blogs. Es tedioso. Bonito y entretenido al principio. Pero al pasar del tiempo, aburrido. La pereza gana. Es un clásica que lo haga y todavía nadie se aburro de eso. Como dice Ollanta y María: Juan Diego no gusta de la moda. Lo que crees que son oportunidades no los son, ¿entonces qué?, puta sabes que, abre el diccionario y busca pue. Si todas las conversaciones con mi papá fueran así, supongo que, de igual manera, no me llevaría bien con el. De esas cosas invariables. Y de tanta invariabilidad, una costumbre nace, así como un gusto. Así como me gustan los cachetes de Lucia, me gustan las chicas. Solo para coger. Y si, tal vez mi madrina tuvo razon, y de hecho la tuvo. No hagas de eso un deporte. Pero que más, a la mierda, yo primero, y luego yo, y por ultimo, mi madrina. Por hay va la idea. Ahora quiero que sea mañana para que mi madrina no lea lo escrito por las yemas de mis dedos. Aunque… No me acuerdo del resto. Nadie sabe lo que necesito. Ni pensar en un “se me ocurriría” lanzar una hipótesis al respecto. Ni siquiera yo lo sé. Y creo que me conozco mejor que tu. Y tú. Por lo menos me siento mejor, ahora tengo dos o tal vez 3, máximo 4 canciones con Los Zukoz. Que no se porque no se ponen serios y trabajan la música. Tal vez ese no sea mi destino. Tal vez sea este. Y pase toda mi vida escribiendo acá. Te robaré, eso quisiera verlo, ¡Tírate un perro! Y Rodrigo que, aunque tenía dinero después de haber ingresado a la universidad por segunda vez no me quería pagar. La bueno del Perú, mi cuarto de pollito a la brasa por 15 soles. Y no mal piensen. Ya lo hicieron. Y se rien.