1er Gobierno De Fernando Belaunde De Terry.docx

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1ER GOBIERNO DE FERNANDO BELAUNDE DE TERRY (1963 – 1968) ELECCIONES GENERALES DE 1963 Finalizando el segundo gobierno de Manuel Prado, se convocaron a elecciones generales para el 10 de junio de 1962. Los candidatos más favorecidos fueron Víctor Raúl Haya de la Torre, líder del Partido Aprista, Fernando Belaúnde Terry, líder de Acción Popular (AP), y Manuel A. Odría, líder de la Unión Nacional Odriísta (UNO). Pero según los primeros escrutinios parecía evidente que ninguno obtendría el tercio requerido por la Constitución. La elección presidencial debía entonces trasladarse al Congreso elegido, en donde lo normal habría sido que se respetara la voluntad popular y se eligiera al que encabezara el resultado final, en este caso Haya de la Torre, como era lo previsible. Pero el antiaprismo de sectores radicales de la derecha y de las fuerzas armadas interfirió una vez más en el proceso político peruano. Belaúnde y sus allegados reclamaron la anulación de las elecciones en varios departamentos, aduciendo intentos de fraude. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se hizo eco de estas denuncias y presionó al Jurado electoral para que tomara las medidas correctivas pertinentes. El Jurado electoral consideró esto como una inaceptable interferencia a su labor y continuó el escrutinio, dando a conocer los resultados finales, en los que Haya de la Torre encabezaba con una ligera ventaja sobre Belaúnde: * Haya de la Torre con 557.047 votos (33,0%).  

Belaunde con 544.180 votos (32,2%). Odría con 480.378 votos (28,4%).

Sin embargo, Haya de la Torre declaró su voluntad a renunciar en aras de salvaguardar la democracia. La decisión final debía trasladarse al Congreso, en el cual se produjo una alianza de parlamentarios de la UNO y el APRA para encumbrar al general Odría a la presidencia, lo que se veía como algo contrario a la voluntad ciudadana, y a la vez como una alianza insólita, pues Odría había perseguido a los apristas durante su dictadura. El Comando Conjunto dio entonces un ultimátum al Jurado electoral para que anulara las elecciones y convocara a otras, lo que no consiguió; entonces se produjo el golpe de estado que derrocó al presidente Manuel Prado, el 18 de julio de 1962, a pocos días de culminar su mandato, instaurándose enseguida una Junta Militar de Gobierno, que procedió a anular las elecciones y convocar a otras. Cabe señalar un gesto del mismo Belaúnde que constituiría una mancha en su bien ganada reputación de demócrata: se acercó a Palacio de Gobierno a felicitar personalmente al general Ricardo Pérez Godoy, el mismo que había encabezado el golpe de estado. Las nuevas elecciones se realizaron el 9 de junio de 1963, con la participación de los tres candidatos importantes de la anteriores elecciones, es decir Haya de la Torre, Belaúnde y Odría. Pero esta vez funcionó en contra de Haya de la Torre la teoría del “voto perdido”: para muchos era muy probable que si ganaba nuevamente el APRA los militares insistirían en no reconocer el resultado, por lo que apostaron por Belaúnde, que resultó así triunfador. Fernando Belaúnde Terry obtendría su primer mandato. Esta sería la última elección general antes del régimen militar. ASCENSO AL PODER

El 28 de julio de 1963 Belaúnde juró como presidente constitucional del Perú. En su gobierno se caracterizó por ser respetuoso de las libertades constitucionales y de expresión, honesto como pocos en la historia del Perú, por ello Belaunde siguió una política moderada durante su primer gobierno y emprendió algunas reformas económicas y sociales, que sin embargo no contentaron, ni a las clases populares ni a la clase alta, quienes habían puesto gran expectativa en las promesas electorales del carismático arquitecto.

Su trabajo en la gran mayoría de los casos lleno de buenas ideas, grandes propuestas de modernidad y las mejores intenciones, fue obstaculizado constantemente en el parlamento por la oposición de los partidarios del general Manuel A. Odría (agrupados en la ultraderechista UNO) y del APRA; estos dos partidos, que años antes habían sido encarnizados enemigos, formaron la llamada COALICIÓN, poniendo en minoría parlamentaria a los representantes de los partidos de gobierno: Acción Popular y la Democracia Cristiana, que formaron la llamada ALIANZA. Estos factores, unidos a la indecisión y falta de autoridad de estadista, impidió la realización de importantes y urgentes reformas como la agraria, reclamada abiertamente por el APRA y los Partidos de Izquierda. Durante su mandato se produjeron algunos levantamientos de campesinos en zonas andinas afectadas por la pobreza y la opresión de los terratenientes. También surgieron las primeras guerrillas de inspiración comunista. Asimismo, durante los primeros años de su administración, se vivió una época de notable bonanza económica, lo que se reflejó en la realización de una serie de grandes obras de infraestructura De sus viajes realizados antes de asumir la presidencia, Belaúnde pudo recoger también datos sobre toda una gama de conocimientos y formas de interacción social ancestrales, practicadas en los pueblos que visitó, de esta manera pudo organizar las labores de gobierno que buscaban lograr el trabajo comunitario de los pueblos beneficiarios de la ayuda estatal, de allí que se consolida una oficina nacional llamada "Cooperación Popular" cuyos trabajos realizados en su mayor parte por pobladores guiados por oficiales del gobierno, los finalizaban acuñando la frase: "El Pueblo lo hizo", a modo de inculcar en el imaginario social, lo exitoso que podría ser el trabajo comunal debidamente organizado. Durante este gobierno se acrecentaron las migraciones internas, del campo a la ciudad, especialmente en Lima, donde surgieron numerosos barrios marginales, que se denominaron después “pueblos jóvenes”, que agudizaron el problema de la vivienda y aumentaron el índice de desocupación. ASPECTO ECONÓMICO

El lado débil del gobierno fueron las cuestiones económicas, hacendarias y monetarias. No tanto las económicas propiamente dichas. El país, sin apartarse de la política de libre cambio y de estímulo de la inversión privada, continuó mejorando. De 1963 hasta 1967, las exportaciones aumentaron de 540 millones de dólares a casi 800 millones. La pesquería, sobre todo la harina de pescado, así como el aumento de la producción minera, permitieron alcanzar esas alentadoras cifras. Sin embargo, el gasto público aumentó considerablemente y se produjo un proceso inflacionario que llevó a una brusca devaluación de la moneda nacional, en un 40 %, el 1 de septiembre de 1967. El dólar pasó de S/. 26.80 a S/. 38.70. Asimismo se elevó la deuda externa, que para fines del régimen llegó a los 800 millones de soles. Ante esta crítica situación que afectaba directamente a los bolsillos de los ciudadanos, la oposición arremetió y el gobierno dio muestras de desgaste. El descontento aumentó aún más al destaparse la comisión de algunos casos de contrabando de los que miembros del gobierno presuntamente se habían beneficiado; pero la que daría la estocada final al régimen sería el escándalo de la “página once”. OBRAS DESTACABLES DE SU PRIMER GOBIERNO   

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Se restituyeron las elecciones municipales. Se inició la reforma agraria Se empezó a construir la famosa Carretera Marginal de la Selva (hoy carretera Fernando Belaúnde Terry Se amplió la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato en Áncash y se inició la del Mantaro en Huancavelica. Se construyeron las represas de Pañe y Aguada Blanca, en Arequipa.



Se creó el Banco de la Nación, que reemplazó a la Caja de Depósitos y Consignaciones



En el Callao se terminó la construcción del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y se refaccionaron y construyeron otros aeropuertos en las más importantes ciudades de la nación.

El Acta de Talara y el escándalo de la página 11 Al asumir la presidencia Belaúnde ofreció resolver el problema de La Brea y Pariñas en 90 días. Este era un pleito vergonzoso para la nación y que tenía ya varias décadas sin resolverse; consistía en que la compañía norteamericana International Petroleum Company (IPC) venía explotando ilegalmente los yacimientos petrolíferos de La Brea y Pariñas, situados en el norte del Perú, sin aportar al fisco el monto adeudado, que se había venido acumulando al pasar los años. Belaúnde envió al Congreso un proyecto para declarar nulos los llamados Acuerdo, Convenio y Laudo de París (firmados en tiempos de Augusto B. Leguía y que favorecían a la IPC) y solicitó que los campos de La Brea y Pariñas pasaran a poder de la Empresa Petrolera Fiscal. El Congreso dio la Ley Nº 14.696, que declaraba nulo el Laudo. En julio de 1968, se iniciaron tratos con la IPC en Palacio de Gobierno. El 13 de agosto se firmó el Acta de Talara por el cual todos los campos petroleros pasaban a poder de la Empresa Petrolera Fiscal (EPF), mientras que la IPC conservaba la refinería de Talara, el sistema de distribución nacional del combustible y las llamadas Concesiones Lima. La IPC se obligaba a comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para procesarla en su obsoleta refinería de Talara. Toda la prensa se hizo eco de este suceso y publicaron en primera plana el fin del "Problema de la Brea y Pariñas", contentando así a la opinión pública. Sin embargo, la opinión pública cambió cuando un sector de la prensa (la revista Oiga) dio a conocer las condiciones que había impuesto la IPC para la firma del Acta. El momento cumbre del escándalo llegó cuando el renunciante presidente de la EPF, ingeniero Carlos Loret de Mola, denunció que faltaba una página en el contrato de precios de petróleo crudo entre la EPF y la IPC (10 de setiembre de 1968). Esa fue la famosa "Página Once" que sirvió de pretexto para que un grupo de oficiales del ejército dieran un golpe de estado menos de un mes después, acusando al gobierno de “entreguismo”. Sobre la "página once" se ha escrito mucho en el Perú. Algunos le atribuyeron una gran importancia pues, al parecer, contenía valiosa información sobre costos; otros adujeron que sólo era una página en blanco y hubo incluso algunos que negaron su existencia.

El golpe de estado de 1968 El jueves 3 de octubre de 1968, a pocos meses de terminar su gobierno, Belaúnde fue derrocado por un grupo de militares de las fuerzas armadas, liderados por el general Juan Velasco Alvarado, en ese momento presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, quien lo acusó de coludirse con los intereses del capital internacional y de no haber tenido la voluntad de realizar las reformas sociales que se consideraban necesarias. Días después, el 9 de octubre, Velasco, ya como jefe de gobierno, anunció en forma dramática que el ejército acantonado en Piura y al mando del general Fermín Málaga Prado ingresaba en esos momentos en Talara, asumiendo el control de la refinería, hasta entonces de propiedad de la IPC. Ese día fue designado como el Día de la Dignidad Nacional, que fue celebrado durante los años que duró el gobierno militar. La “página once” fue el pretexto para el golpe; las razones verdaderas fueron evidentemente otras, pues se sabe que desde mucho antes que estallara dicho escándalo el grupo de oficiales del Ejército conocidos como los “coroneles nasseristas” venían planeando el golpe. Se ha teorizado como móvil importante el antiaprismo aun remanente entre los militares, pues se avecinaban las elecciones generales de 1969 en las que se

vislumbraba el triunfo del líder aprista Haya de la Torre. Los militares nacionalistas, con Velasco a la cabeza, justificaron su levantamiento por razones de justicia social. Belaúnde fue deportado a Argentina, y en los siguientes años vivió en los Estados Unidos, trabajando como catedrático en diversas universidades.

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