1Corintios 11.17-22 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza.
(1) Contexto Recordemos que 1Corintios es un libro que nos habla acerca de la sumisión al señorío de Cristo Jesús. Estamos en la segunda sección del libro (Capítulos 7 al 15) que nos enseña acerca de errores doctrinales que tenían los Corintios. Claro está que habrá mucha aplicación práctica: siempre que se hacen correcciones en la manera que los cristianos comprenden las diferentes doctrinas, esto tiene que resultar en cambios de comportamiento para ajustarse al nuevo conocimiento de la Palabra de Dios que van recibiendo. Entonces no estamos hablando solamente de la “teoría”, sino que hay mucho para “poner en práctica”. Así fue en los capítulos que nos enseñaban sobre la libertad en Cristo, y ahora estamos en un capítulo que nos introduce a las doctrinas relacionadas con el culto en la iglesia, mismas que definen, dan sentido y regulan nuestro comportamiento en actividades que realizamos como congregación cristiana. La semana pasada estábamos estudiando sobre los diferentes roles de autoridad y sumisión que hay en la iglesia para varones y mujeres. No se trata de menospreciar, aislar o degradar a alguien por su género, sino de encontrar el rol que nos corresponde a cada cual según el diseño y el orden que Dios ha determinado para sus hijos en el Cuerpo de Cristo (hablaremos más específicamente sobre esto en el capítulo 12). Puesto que vamos a estudiar acerca de las doctrinas que regulan nuestras actividades, hay que empezar sabiendo que Dios demanda un orden en todo lo que se hace en Su Nombre. Hoy tenemos una llamada de atención hacia los Corintios que estaban reuniéndose para la Cena del Señor de una forma completamente desordenada y sin apreciar el sentido de estas reuniones. Primeramente debemos tomar el llamado de atención para las veces que celebramos la Cena del Señor, porque aunque durante muchos años hemos tenido mucho respeto y cuidado con esta ordenanza, nunca debemos descuidarnos. Pero también en todas las otras actividades que hacemos con los hermanos, debemos mantener siempre presente esta exhortación a reunirnos para alabanza y no para vergüenza. Si vamos a congregarnos, que sea para lo mejor y no para lo peor; que sea para trabajar animosos en la obra, para apoyarnos unos a otros, para edificarnos y así glorificar a Dios. Si nos reunimos para destruir, para desanimar, para maltratar a los demás, para dividir y sembrar rencillas unos con los otros, seremos una vergüenza como iglesia y cada cristiano que se prestó para semejante desorden sufrirá pérdida en el Tribunal de Cristo.
(2) Desglose del Pasaje (3) “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”. 1Cor. 11.17-22. Como siempre, a manera de un esquema didáctico con el cual estudiar el pasaje, lo vamos a dividir en varias partes. • v17. Congregándonos para lo mejor. • v18-19. La manifestación de los que son aprobados. • v20-21. La manifestación de los que son reprobados. • v22. Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. A. v17 . Congregándonos para lo mejor. ● Pablo había alabado anteriormente a los Corintios. ◦ En el versículo 2, Pablo había alabado a los Corintios por dos razones. ▪ Porque en todo se acordaban de él. Iglesia del Este www.iglesia-del-este.com 1Corintios 11.17-22 2 de 6 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. ▪ Porque retenían las instrucciones tal como se las entregó. ◦ Recordemos que el entorno y la situación de vida de ellos no era nada sencilla. ▪ Anteriormente vimos que ellos no tenían la Biblia completa como nosotros. ▪ Que el mensaje cristiano tenía poco tiempo de estarse predicando. ▪ Que no había entre ellos pastores o ancianos con mucha experiencia. ▪ Que venían saliendo de idolatría, de cultos paganos y profanos. ▪ Que algunos de ellos habían sido fornicarios, adúlteros, afeminados, ladrones, etc. (1Cor. 6.9-11). ◦ Pero entre todo eso, ellos recordaban a Pablo y retenían las instrucciones tal como se las entregó. ● Pero ahora Pablo no los alaba. ◦ Hay que “ponerse en sus zapatos” para entender qué tan difícil era para ellos distinguir por sí mismos qué debían y no debían hacer. ◦ Y ahora Pablo les va a regañar duramente por su comportamiento, confiando que al entender mejor la doctrina de la Cena del Señor, ellos retendrán esta nueva instrucción así como las primeras que les había dado cuando estuvo con ellos. ◦ Así de claros debemos ser cuando exhortamos a algún hermano a comprender mejor una doctrina y actuar diferente con base en su nuevo conocimiento, aunque por un tiempo produzca contrición. “Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produje en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, que celo y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto”. 2Cor. 7.11. [Aunque esta referencia es a otra amonestación, que les envió en otra carta, lo importante es ver que el objetivo de Pablo era encontrar en ellos esta sumisión que lleva a la corrección]. ● Para recibir alabanza, debemos congregarnos para lo mejor y no para lo peor. ◦ Mantengamos la idea presente: debemos congregarnos para lo mejor. ◦ Debemos usar nuestro tiempo juntos para edificar, y para eso es necesario instruirnos en cuanto a las doctrinas que regulan las actividades de la iglesia. ◦ Durante los próximos meses, debe mantener un corazón abierto y sumiso a lo que Dios nos va a enseñar. ◦ Y sobre todo, entender que si esperamos aprobación, ya no de Pablo, sino de Dios, tenemos que saber qué espera Él
de nosotros, y actuar conforme a esas instrucciones. “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Ef. 5.17. B. v18-19 . La manifestación de los que son aprobados. ● v18. Habrá divisiones. ◦ Ya habíamos hablado en los capítulos 1 y 3, que entre los Corintios había divisiones por partidismos. ▪ Ya este tema se trató, pero básicamente cuando ponemos la mirada en los hombres estamos pecando. ▪ La iglesia no es de este o aquel líder, sino de Cristo. ▪ No debe existir partidismos ni favoritismos, y tampoco los líderes deben enseñorearse de la iglesia. ▪ El liderazgo está para ser servidores y administradores en medio de los demás. ◦ Sin embargo note que ahora estamos hablando de otro tipo de división. ▪ Pablo había escuchado esto de los que le trajeron noticias, pero también añade “y en parte lo creo”. ▪ Es posible que este problema se estuviera presentando en todas las iglesias, en mayor o menor medida. ◦ Esta división se da entre los que se reúnen para lo mejor y los que se reúnen para lo peor. ▪ Cuando se reunía la iglesia de Corinto no se ponían de acuerdo en cómo celebrar la Cena del Señor. ▪ Algunos probablemente ni sabían que estaban celebrando una ordenanza. ▪ Como había un gran desorden, entonces Pablo les da las instrucciones sobre la manera de celebrar la Cena, a partir del versículo 23. ◦ Este tipo de división ocurrirá en todas las iglesias y tenemos que estar atentos. ▪ Siembre habrá un grupo de cristianos bien seguros de lo que están haciendo en la iglesia, que conocen la doctrina lo suficientemente bien como para someterse a ella y estar en constante acción. ▪ Pero es un hecho que muchos no tienen ni siquiera el deseo de aprender cuál es la voluntad de Dios que nos ha revelado en la Biblia, y participan de las actividades sin ninguna guía, dirección ni convicción. “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros”. 2Tes. 3.6. Iglesia del Este www.iglesia-del-este.com 1Corintios 11.17-22 3 de 6 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. ● v19. Habrá disensiones. ◦ La palabra “disensión” significa falta de acuerdo o de aceptación, por parte de una persona, de una situación, una decisión o una opinión. ▪ Sinónimos de esta palabra son: disconformidad, discrepancia, disentimiento, contienda, riña, altercación. ▪ Se manifiesta en forma de oposición, controversia y confrontación para impedir la aplicación efectiva de las medidas que resultan como consecuencia de una conclusión respecto a algún tema. ▪ La primera mención de esta palabra aparece en boca del Señor Jesucristo: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa”. Mt. 10.34-36. [Énfasis mío]. ▫ Ver también Lc. 12.51; Jn. 7.43; 9.16; 10.19-21. ▫ También por el testimonio de los creyentes, como Pablo, se da la disensión (Hch. 23.6-10). ▫ Desde este contexto, el señorío de Jesucristo es algo tan radical que exige elegir entre Él y todo lo demás. ▫ No faltará testimonios de personas que han debido recibir el rechazo de sus parientes por su entrega y compromiso con el Señor Jesús y con la Palabra de Dios. ▫ Lo que debemos esperar cuanto testificamos de Jesús es que haya disensión entre los que oyen el mensaje. ▪ En otro contexto, las disensiones son una de las obras de la carne (ver también 1Cor. 3.3). “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. Gál. 5.19-21. [Énfasis mío]. ◦ Resumiendo, disensión es falta de acuerdo respecto a una decisión u opinión. ▪ En relación con el señorío de Cristo, es de esperar que exista disensión con los que no quieren recibirlo. ▪ Pero en general debemos evitar las disensiones absurdas porque son una obra de la carne. ▪ Por eso hay que acudir a la Palabra de Dios para poner fin a cualquier controversia dejando que la Biblia sea la autoridad final. ◦ En nuestro contexto de las actividades de la iglesia, la disensión o falta de acuerdo respecto a doctrina manifiesta los que son aprobados. ▪ Aquellos que buscan que el tiempo de la iglesia se utilice para lo mejor (para edificación), conforme lo que la Escritura enseña, son los aprobados. ▪ Los que conocen la voluntad de Dios y exhortan a los demás a cumplirla son los aprobados. ▪ En cambio aquellos que se oponen al acuerdo que está basado en las Escrituras, estos son los que originan las disensiones, porque no quieren someterse a la Biblia. “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas [ver v3-10], y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”. 1Tim. 6.11. “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. 2Tim. 2.1-2. C. v20-21. La manifestación de los que son reprobados. ● v20. Hay ignorancia. ◦ La falta de entendimiento en la iglesia produce comportamientos impropios. ▪ Los Corintios se estaban reuniendo, y muchos pensaban que estaban participando de algo bueno. ▪ Ellos se estaban congregando pero no tenían clara la doctrina que define, da sentido y regula su comportamiento en esas reuniones. Iglesia del Este www.iglesia-del-este.com 1Corintios 11.17-22 4 de 6 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. ◦ En estos casos lo mejor es ser claros y directos. ▪ Pablo no titubea en señalar que estas reuniones no corresponden con lo que se espera de los cristianos cuando se juntan para celebrar la ordenanza de la cena del Señor. ▪ Es importante que los cristianos sean exhortados cuando por ignorancia están procediendo de una manera equivocada. ▪ No se trata de ofender a las personas, sino de aclarar directamente, sin dar mucho rodeo. “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra”. Prov. 13.18. “Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo”. Hch. 18.24-28. [Énfasis mío]. ● v21. Hay carnalidad. ◦ Lo cierto es que los errores en la iglesia no se dan sólo por ignorancia. ◦ Algunos Corintios tenían un comportamiento completamente reprobable. ▪ Egoístamente cada no se adelantaba a tomar su propia cena dejando a los demás con hambre. ▪ Otros incluso se embriagaban, algo que el
cristiano debe saber que es pecado. “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Ef. 5.18. ▪ Tal parece que estas reuniones más que una actividad cristiana eran celebraciones mundanas, banquetes llenos de comida y bebida en donde los pudientes ni siquiera convidaban a los más pobres. ▪ Estas actitudes están más en conformidad con el hombre sin Cristo, que con verdaderos discípulos. “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”. Ef. 4.17. ◦ Entonces note que no es sólo un problema de falta de información, sino del estilo de vida. ▪ Problemas similares también se daban en la iglesia de Tesalónica, donde algunos andaban desordenadamente, que por su carnalidad andaban vagabundeando. “Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno”. 2Tes. 3.11. ▪ Cuando algo así ocurre, debemos procurar la corrección de los que están causando el problema. ▪ Pero si no se quiere corregir, tampoco hay que permitir que su carnalidad contamine la congregación. “A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano”. 2Tes. 3.12-15. [Énfasis mío]. ◦ En resumen, la manifestación de los que son reprobados se da en dos áreas: la ignorancia y la carnalidad. ▪ Estos dos problemas son la causa de todo tipo de desórdenes en una congregación. ▪ Primeramente los pastores, pero preferiblemente también el resto del rebaño, debemos estar atentos contra estos peligros. Iglesia del Este www.iglesia-deleste.com 1Corintios 11.17-22 5 de 6 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. D. v22. Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. ● Ahora Pablo no los alaba, sino los reprende. ◦ Debemos hacer diferencia entre nuestro “tiempo de esparcimiento” y las reuniones con la iglesia. ▪ Siempre es necesario tener nuestras comidas en casa. ▪ Ocupamos tiempo para descansar del trabajo y las ocupaciones. ▪ Incluso podemos tener viajes de recreo y distracción, para renovar fuerzas. ▪ Pero a la iglesia venimos para prepararnos y trabajar en la obra del ministerio. ▪ Cuando estamos celebrando alguna ordenanza, cuando venimos a los servicios dominicales, a los estudios bíblicos, o salimos a evangelizar intencionalmente en grupos, siempre que venimos a congregarnos de cualquier manera debemos hacerlo todo para edificación. “Hágase todo para edificación”. 1Cor. 14.26b. ◦ No debemos menospreciar la iglesia de Dios. ▪ Nuestras reuniones no son simples actividades sociales o de “sano entretenimiento”. ▪ Cada persona que viene a nuestra iglesia tiene una necesidad, ya sea que no sea cristiana o que sí lo sea, y cuando venimos a congregarnos es para ejercer la responsabilidad de servirnos los unos a otros. ▪ Si Dios nos ha dejado un lugar para estar juntos como hermanos no es para que lo menospreciemos, sino para que lo aprovechemos al máximo. ▫ Si usted está necesitado de salvación, aquí hay gente que le puede explicar lo que dice la Biblia sobre su condición delante de Dios, el juicio venidero y las buenas nuevas de Jesucristo. ▫ Si usted ocupa crecer, tenemos personas dispuestas a ayudarle, material de apoyo y la firme convicción que la Palabra de Dios puede perfeccionarlo. ▫ Si usted está listo para servir, hay muchas áreas en que puede involucrarse para
descubrir y desarrollar su ministerio. ▪ No menosprecie a las personas que conforman del cuerpo de Cristo. ▪ Ni menosprecie lo que podemos lograr si trabajamos en sumisión a nuestra Cabeza, que es Cristo. ● Es nuestra decisión cómo vamos a reunirnos en la congregación. ◦ Nuestras reuniones no deben ser para avergonzar a los hermanos. ▪ Reunámonos como verdaderos hermanos, mostrando un amor genuino los unos por los otros. ▪ No causemos pesar a nadie con nuestras actitudes dentro de la iglesia, sino reflejemos a Cristo. “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”. Jn. 13.34. ◦ Nuestras reuniones no deben ser para nuestra vergüenza en el Tribunal de Cristo. ▪ ¿En qué invertimos nuestro tiempo juntos? ▪ ¿Qué dirá el Señor sobre nuestras reuniones cuando estemos frente a Él? ◦ Pero sobre todo, nuestras reuniones no deben ser para que el nombre de Dios sea blasfemado. ▪ Tanto por conductas ridículas como por estilos de vida contaminados de los que se llaman a sí mismos “cristianos”, los inconversos encuentran razones para burlarse de la iglesia y blasfemar contra Dios. ▪ ¡Esto viene por causa de la ignorancia y la carnalidad, y nosotros debemos ponerle freno ya! ▫ Pablo le escribió a los judíos hipócritas: “Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros”. Rom. 2.23-24. ▫ Lo mismo se puede aplicar a muchos que están hinchando las iglesias de contaminaciones. ▪ Seamos celosos de la Palabra de Dios, de la pureza del Cuerpo de Cristo y del Nombre de nuestro Señor. ● Si queremos recibir alabanza, debemos congregarnos para lo mejor. El principio que debe quedar claro hoy, y que se destaca en todas las instrucciones sobre actividades en la iglesia que vemos en esta sección de 1Corintios, es que Dios demanda orden en la congregación. ◦ Dios es un Dios de orden, no de confusión. ◦ Congregarnos para lo mejor requiere un orden. ◦ La ignorancia y la carnalidad pueden ser amenazas para ese orden. ◦ Si hacemos nuestras actividades como Dios ordena, será para alabanza y no para vergüenza. Iglesia del Este www.iglesia-del-este.com 1Corintios 11.17-22 6 de 6 Congregándonos para lo mejor Reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. (3) Aplicaciones. Histórica: Los Corintios estaban congregándose –según ellos– para celebrar la ordenanza de la Cena del Señor, pero en lugar de eso hacían banquetes donde los pudientes comían mientras dejaban a otros con hambre, y donde muchos se embriagaban. Pablo les llama la atención fuertemente, indicándoles que deben congregarse para lo mejor y no para lo peor, y espera que algunos se destaquen entre los demás por mostrarse aprobados, no participando de todas las malas prácticas de los reprobados. El mal entendimiento de la ordenanza y la carnalidad de algunos estaban dando al traste con las reuniones de la iglesia, y ahora Pablo se dispone a presentar la doctrina de la Cena del Señor, para abrir los ojos a los Corintios sobre lo grave de su comportamiento. Doctrinal: Una iglesia corrompida se reúne para lo peor, y los que tienen poder lo usan egoístamente, humillando a los que no tienen nada. Esta es la actitud que vemos en los Corintios que comían y bebían hasta embriagarse mientras otros tenían hambre. Cuando vemos comportamientos desordenados, por ignorancia o carnalidad, debemos atender el asunto inmediatamente antes que destruya la congregación. Si unos cuantos persisten en reunirse para lo peor, y los dejamos, a la postre serán los que lideren en la iglesia. Entonces tendremos a “Jezabel” gobernando y con el tiempo los
demás serán arrastrados a participar de idolatría y fornicaciones. Personal: La semana pasada vimos que existe un orden en la estructura de autoridad y sumisión que Dios estableció. Hoy empezamos a mencionar que hay doctrinas que definen, dan sentido y regulan nuestro comportamiento en la congregación, y ya entramos de lleno en la sección del libro donde tendremos que estudiarlas con todo detalle. Todos los desastres que se dan en las congregaciones cristianas, y que son una vergüenza para el nombre del Señor, se podrían evitar si aplicáramos la enseñanza bíblica para erradicar la ignorancia y para corregir la carnalidad, y así las iglesias estarían enteramente ocupadas en la edificación del Cuerpo de Cristo. Los próximos meses tenemos que hablar sobre los dones espirituales, las lenguas, las predicaciones (profecía), las ofrendas y otras actividades que se dan en la iglesia. Veremos cuál es el orden que Dios ha establecido para estas prácticas a partir de entender correctamente las doctrinas que las definen y respaldan. Sin embargo no es posible entrar a revisar todo esto si aún no tenemos la actitud correcta sobre el principio del orden que viene implícito. Si no estamos dispuestos a obedecer, y congregarnos para lo mejor desechando todo lo que no sea edificante, entonces de nada servirán todos los estudios del mundo, porque se requiere sumisión para aplicar este conocimiento. Dentro de ocho días tenemos una buena oportunidad de poner en práctica esto que hemos aprendido hoy. Aprovechando que estudiaremos el pasaje de plena mención de la Cena del Señor para la iglesia, celebraremos la ordenanza con el respeto que se merece, y no siguiendo el mal ejemplo de los Corintios en el pasaje de hoy. Lea el resto del capítulo (1Corintios 11.23-34). Medite en estos versículos durante la semana, y venga preparado para congregarse para lo mejor, cuando nos reunamos como hermanos alrededor del pan sin levadura y la copa de jugo de uvas. La exhortación es: reúnase con su iglesia para alabanza, no para vergüenza. Usted sabrá si se somete a Dios o no. - FIN DEL ESTUDIO [1/1] - [22 - Octubre - 2012] Iglesia del Este www.iglesiadel-este.com