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De De entrada Deentrada entrada De entrada Queridas LA SAGRADA FAMILIA



en este número

familias: 2

El sacramento del matrimonio

12. La familia de Nazaret, modelo de comunidad familiar.

3

De entrada...:

Queridas familias.

4-5

¡Dios a la vista!

6

Manyanet: Boletín informativo.

7

Notas de psicología familiar

Un viento que borra los recuerdos (Alzheimer).

8

Nazarenum

Un centro de la Sagrada Familia para las familias.

9-11

Asociación de la Sagrada Familia

Diálogos en familia: Vivir en familia, contagia la fe. Año paulino: Textos.

12

Esposos y santos

Santa Salomé, esposa y madre de los Apóstoles Santiago y Juan.

13-14

La familia, educadora en valores.

15

En familia...

16

«Mártires por la familia.»

17

XVII Taller de pasatiempos para hacer en familia.

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Última página

Comunidad y transparencia.

VISÍTENOS EN INTERNET www.lasagradafamilia.net E-mail: [email protected]

Entrar enenelelJubileo Entrar Jubil Entrar en el Jubileo L

a principal tarea de la familia, en palabras del cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, es la de ser «formadora de valores humanos y cristianos». El cardenal, en la presentación del VI Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en la ciudad de México, los días14 al 18 del pasado mes de enero, destacó la «ausencia de valores compartidos, de una certeza educativa que desemboca en jóvenes desorientados y padres desmotivados» como uno de los principales problemas que aquejan a las relaciones familiares en la actualidad. Se refirió igualmente a la necesidad de educar a los hijos en la fe, un elemento esencial en las familias y que «no es algo que se hereda automáticamente sino que cada generación debe apropiarse, hacer esta elección, si bien es necesario recibir la propuesta con el testimonio y la experiencia concreta».

Proyecto Escuela-Fa Proyecto Escuela-F Proyecto Escuela-Fam

L

a familia debe ser un espacio para cultivar la virtud y la experiencia de ser amados, acogidos, acompañados y educados pues, en su seno, se aprende y vive el sentido de la solidaridad, de la dignidad de la persona, de la lealtad, de la cooperación, de la autonomía misma y la realización personal a través de la experiencia de los padres. Es un auténtico laboratorio de convivencia, reciprocidad y de compromiso activo en la sociedad civil. Durante la celebración, como es habitual en estos encuentros, del Congreso teológico-pastoral en el que participaron familias de todos los continentes, se preparó un comunicado conclusivo de las aportaciones y experiencias compartidas, en el que se lee: «El Encuentro constató una vez más la riqueza de la familia como educadora, formadora, transmisora de la fe, los valores, las tradiciones y la identidad cultural y espiritual, que pudieran verse cuestionadas por una globalización pragmática». El documento explica que «frente a la crisis económica, la familia también se confirma como eje de la solidaridad y el apoyo fraternal a quienes pierden su empleo o ven mermados sus ingresos».

LasLas Virtudes de d N Virtudes Las Virtudes de

Apuntes dedePsicolo Apuntes Psicol Apuntes de Psicología

hogar es donde se aprende a vivir verdaderamente, a valorar la vida «E ny lael salud, la libertad y la paz, la justicia y la verdad, el trabajo, la

Esposos Espo Espo

concordia y el respeto». Estas palabras de Benedicto XVI en su mensaje a los participantes, subrayan nuevamente el extraordinario valor de la familia «formadora en los valores humanos y cristianos». No nos cansaremos de recordar y manifestar que la familia auténtica es más grande y más fuerte que todos los males; su poder y su grandeza están justamente en su ser originario de lugar de amor, que se llama hogar, y de crecimiento, que se llama escuela. No cabe un mejor servicio a la sociedad que el vivir los valores éticos, las normas morales que pertenecen a la lógica y al dinamismo de la vida que tiende a su plenitud. El ambiente del hogar crea un clima de humanidad y de vida cristiana para todos sus miembros, con consecuencias beneficiosas para las personas, la Iglesia, la sociedad. Al mismo tiempo, la familia cristiana, viviendo la confianza y la obediencia filial a Dios, la fidelidad y la acogida generosa de los hijos, el cuidado de los más débiles y la prontitud para perdonar, se convierte en escuela en la que todos pueden aprender. La belleza de la familia debe ser testimoniada de forma concreta en la unidad profunda, el respeto de las diferencias, la santidad, en definitiva, que es el mejor servicio que podemos ofrecer a la sociedad actual.

Última página Última página Última página J. D. A.

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¡DIOS A LA VISTA!

Olegario González de Cardedal, ABC 18/01/09

... Mortal es ya el hecho histórico de que creyentes e increyentes se lancen la palabra «Dios» a la cara cuando tendría que ser pronunciada por los creyentes con veneración y asombro, mientras que los no creyentes deberían respetarla por ser sagrada a sus semejantes...

E

ste título no está tomado de esos anuncios que ahora ruedan en autobuses por las ciudades. Le pertenece a Ortega y Gasset, quien en un artículo de 1926 bajo ese marbete escribía lo siguiente: «Hay épocas de odium Dei, de gran fuga lejos de lo divino, en que esta enorme montaña de Dios llega casi a desaparecer del horizonte. Pero al cabo vienen sazones en que súbitamente, con la gracia intacta de una casta virgen, emerge a sotavento el acantilado de la divinidad. La hora es de este linaje, y procede gritar desde la cofa: ¡Dios a la vista!». ¿Qué ha ocurrido en la conciencia europea para que tras años de silencio social sobre Dios, ahora aparezca esa extraña proclamación, que expresada como rechazo no se atreve a la negación absoluta y deja su existencia en probabilidad? Esa palabra primordial «Dios» todos la proclamamos en consentimiento o en rechazo. Ella nos precede y nos comprendemos a nosotros mismos como finitos a la luz del Infinito, como mortales a la luz del Inmortal, como creados a la luz del Creador. ¿Qué es más sensato: acogerse como frutos de un amor preveniente o como arrojados por un destino ciego? ¿Es posible que nuestra razón y corazón procedan de algo sin-razón y sincorazón? De Dios ni podemos callar ni sabemos hablar. Sólo podemos hablar de Él haciéndonos eco y siendo altavoces de su propia palabra acogida pecho a tierra, como revelación de su amor y en respuesta de nuestro amor. Quien se la apropia o la blande como arma frente al pró-

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jimo, está profanando a Dios y ofendiendo a su prójimo. ¿Quién se atrevería a decir que conoce a Dios, que lo puede retener por propia mano, o ponerlo a su servicio? Él es una presencia real pero elusiva, personal pero sustraída. No es posesión de nadie y es soberana sobre todos. Sólo descalzos y de rodillas, los oídos abiertos y los ojos cerrados, en acogimiento de uno mismo y en recogimiento de la dispersión exterior, podemos percibirle. No en el terremoto, ni en el viento, ni en el fuego exterior sino en la brisa tenue está Él. Así se dio a sentir a Elías camino del Horeb y a Moisés desde el Sinaí en la hendidura de la peña, viéndole por la espalda mientras se alejaba. Pero ese silbo amoroso, que ha rozado nuestras pupilas interiores ya nunca podremos olvidarlo, aun cuando azoten los vientos del Norte. De Dios sólo se puede hablar con amor y temblor desde dentro de la verdad de la existencia, desde el estremecimiento de quien se sabe lejos de la propia dignidad humana y más lejos todavía lejos de la santidad divina. Sólo se puede hablar de Él con una razón que nace de la vida y del servicio incondicional al prójimo. A ese Dios po­ demos reconocerle en las huellas que han dejado en nuestro mundo sus testigos cualificados: profetas, místicos, poetas altavoces suyos en la cotidianidad, servidores de pobres y enfermos, santas voces de una eternidad que es inherente a nuestra finitud, de un Misterio, que es ya presencia a nuestra soledad, y al que podemos abrirnos porque previamente Él se ha abierto a nosotros. Aceptación de nuestra individualidad y adentramiento en nuestra soledad son condiciones para conocer a Dios. Sólo quien se conoce a sí mismo puede reconocer a Dios y sólo quien ama a su prójimo puede columbrar a Dios. No se puede hacer comercio, propaganda o ideología con este santo nombre. Sólo podemos manuducir el prójimo hasta Dios con la verdad de la existencia, la dignidad de la justicia y la fortaleza de la esperanza. Tenemos que darle palabra y razón de Él pero no demostrar y nunca imponer. Estando en la verdad ante Él y desde Él enhiestos y libres para todo a la vez que solidarios de todo y servidores de todos, gozosos y esperanzados, los creyentes serán verdaderos y hablarán bien de Dios. Preocupados por todo lo bello, noble y justo, a la vez que serenamente despreocupados y abiertos a la gloria del mundo y a la belleza de las cosas, que es alimento natural del hombre y suprema flor de la realidad.

LA SAGRADA FAMILIA

El creyente se sabe agraciado con la luz de la fe. Ella no es una conquista suya sino un don de Dios al que ya no puede renunciar porque equivaldría a renunciar a la luz con la que ve un mundo nuevo. Agraciado y humillado por la propia fe, de la que debe gozarse pero nunca vanagloriarse, se asombra cada día de sí mismo, de que al despertar siga existiendo y creyendo. Tanto la vida como la fe son una diaria sorpresa, que el bien nacido agradece a Dios y comunica a los demás. Lo que le causa asombro al creyente no es la increencia del prójimo sino su propia fe, porque sabe que es puro don de Dios. Nada más contradictorio con ella que despreciar o acusar a quien no la tiene: esto revelaría que quien lo hace no sabe lo que es el admirable don de creer; que ha confundido lo que es gracia con lo que es un vulgar producto que se compra, una idea que se fabrica o una mera herencia que se recibe. Cuando las cosas sagradas de la vida humana son tratadas mal y maltratadas, terminan volviéndose contra el hombre y degradándole. La trivialización maligna conduce al olvido de lo esencial, a la pérdida del respeto a lo sagrado, al encubrimiento de los límites de la vida humana, a la anulación de la diferencia entre el bien y el mal. ¡Mortal es ya el hecho histórico de que creyentes e increyentes se lancen la palabra «Dios» a la cara cuando tendría que ser pronunciada por los creyentes con veneración y asombro, mientras que los no creyentes deberían respetarla por ser sagrada a sus semejantes! Cuando esa realidad que debería aparecer como alma vivificadora para todos, se convierte en arma de acoso, entonces algo esencial se ha pervertido en la convivencia. ¡Y todos los que colaboremos a esa pugna seremos culpables de lesa divinidad y de lesa humanidad! Kierkegaard decía que al hombre que encuentra a Dios en su vida, le ocurre como al beduino en el desierto que, cavando dentro de su tienda, descubre una fuente. De ella

recoge el agua y se la ofrece a su prójimo para saciar la sed: nunca se la arroja contra el rostro. Cada hombre tiene que cavar en la tienda de su propia interioridad para allí encontrar a Dios. El creyente le ofrecerá a su prójimo como agua viva. El no creyente no debe equivocarse: la realidad de Dios es una gracia posible también para él y no depende de cómo sean los propios creyentes. Cada uno somos un absoluto ante Dios y ante Él tenemos que responder con el nombre con el que previamente Él nos llama a cada uno. Dios es el primer bien común de la humanidad. Porque Él es uno creándonos, somos nosotros unos como hombres. Su paternidad creadora es el fundamento de nuestra fraternidad indestructible. A la luz de lo anterior el lector se preguntará: ¿son los autobuses públicos lugar apto para el uso acusativo o defensivo del santo nombre de Dios? (No pregunto si es legítimo en pura lógica de mercado sino si es fermento de concordia o de discordia en una democracia humana). No parece. Las empresas públicas, ¿pueden prestarse a tales usos ideológicos, que siempre terminan ofendiendo a unos o a otros? No parece. Esta campaña nació en Inglaterra como reacción contra una presentación que hace a Dios fuente de miedo y amenaza al hombre con la condenación eterna. Y tenía razón en rebelarse contra ella y contra tal uso fatídico e inhumano de Dios, porque Él es la fuente primera de la vida y la raíz última de la feli­ cidad. Dios es gratuito como lo son el amor y la luz, la belleza y las flores. No puede ser utilizado como palanca que sirva de acelerador ni de freno para fines materiales de este mundo. Él es de otro orden: la luz que nos alumbra para que existamos en libertad; la lumbre que alumbra para que en gozosa responsabilidad crezcamos. No se puede hablar de Dios en vano, en falso, en profano. El creyente no hablará así nunca de Él. N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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AL SERVICIO DE LA PALABRA

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l tema de la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia —tema del último Sínodo de los Obispos— podemos considerarlo sin exageración un tema muy querido por San José Manyanet. No porque su preocupación central estuviese vinculada a la lectura de las Escrituras —ésta no era la preocupación de la Iglesia en el siglo xix—, pero sí por el conocimiento que tenía de ellas y por la intensidad con que las empleaba en sus escritos y predicaciones. Durante los años de su formación teológica en Seo de Urgel adquirió un conocimiento fuera de lo común de la Sagrada Escritura que le inspiró en primer lugar la experiencia de su vida y de su proyecto apostólico. Y lo que él vivía lo predicaba también en sus pláticas y sermones. Los testigos del proceso de canonización, que habían convivido largos años con él, son muy explícitos al respecto. «Éstas [pláticas] —afirmó el padre Luis Tallada— las hacía con tal unción espiritual y con tal dominio de las santas Escrituras, que nos dejaba admirados y edificados» (Summ. § 72). «En las conversaciones —declaró el padre Antonio Carrió—no parecía otra cosa que un enviado de Dios para defender los intereses del Creador, pues en todo aplicaba un texto adecuado de la Sagrada Escritura para mayor provecho de los concurrentes» (Ibíd. § 367). «En el trato con el Siervo de Dios —refirió el sacerdote Miguel Piera— había observado que él vivía vida de fe, y que aplicaba en sus conversaciones textos de la Sagrada Escritura, particularmente del Apocalipsis» (Ibíd. § 400). «Yo estoy persuadido —añadió todavía el mismo sacerdote— de que era un especial don sobrenatural la inteligencia que tenía el Siervo de Dios de la Sagrada Escritura, cuyos textos eran aplicados por él con gran oportunidad en todas ocasiones, como comidas, bodas, fiestas de familia, conversaciones familiares con sus hijos» (Ibíd. § 414). En segundo lugar, recurrió con abundancia a las citas bíblicas explícitas, y sobre todo a las citas implícitas, en sus obras fundamentales y sermones. Especialmente en La Escuela de Nazaret y Casa de la Sagrada Familia y en Preciosa joya de Familia, se han señalado más de quinientas en cada una de ellas, como puede comprobarse en el volumen de las Obras selectas. Y dígase lo mismo en sus sermones. J. M. Blanquet, S.F.

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OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA...

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ace pocos meses, Fidel González y M.a Pilar Adín han publicado, en catalán, una nueva biografía de la fundadora de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel, titulada «Anna Maria Janer Anglarill, una dona sense fronteres» (Roma 2008). Buena parte de los capítulos 8.o, 9.o y 10.o en los que se narra la fundación de las Hijas de la Sagrada Familia siguen, como falsilla, el contenido de la Disquisitio (Roma 1978) (que no es equiparable a la Positio, claro (Roma 1980) sobre José Ma­ nyanet en la cual, sobre estos hechos, se cita poquísimo a la madre Janer. Los autores, que desconocen otros documentos y bibliografía posteriores (por lo menos no los citan), se muestran más preocupados en des­ autorizar a la Disquisitio que en aportar nuevos ar­ gumentos. La afirmación de que el Padre Manyanet recibió como «providencial» (p. 305) el encargo hecho por el obispo Caixal de asu­ mir la dirección de las Reli­ giosas de la diócesis como base de su nuevo proyecto fundacional femenino, re­ sume bien la objetividad de estos capítulos. En definiti­ va, otra oportunidad perdi­ da para la verdad histórica y objetiva de los hechos.

ORACIÓN A SAN JOSÉ MANYANET Dios y Padre nuestro, que has otorgado a San José Manyanet el don de encarnar las virtudes de la Familia humana de tu Hijo, y con la gracia del Espíritu Santo le has llamado a vivir y anunciar, con la palabra y el testimonio, el Evangelio de la familia, proclamado desde Nazaret; concédenos, por su intercesión, la gracia de vivirlo en nuestros hogares. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

2

GRACIAS Y FAVORES

Muy agradecida a San José Manyanet por favores recibidos, les mando un donativo de 50 e. A ser posible agradecería una reliquia de San José Manyanet. Gracias, Puri (Barcelona); Sense deixar mai de confiar en el Pare Manyanet, R. Sonet (Vilafranca).

Notas de psicología familiar

UN VIENTO QUE BORRA LOS RECUERDOS Alzheimer

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asta en la vida más plena, puede llegar el momento en que se borren los recuerdos atesorados con tanto afán. Se empieza por no recordar si se han tomado las medicinas, se sigue por olvidar los compromisos tomados con antelación; se olvida el nombre de los conocidos, luego el de los amigos e incluso el de los familiares. Puede llegar el día en que uno no recuerde ni quién es. No se trata de uno de esos olvidos puntuales y transitorios que todas las personas tienen, sino la suma de todos ellos, la que pone a la familia en pie de alerta y a la persona en situación de indefensión y desprotección.

¿QUÉ ES EL ALZHEIMER?

E

s una enfermedad que va minando, poco a poco, la vida cotidiana de quien la padece y de su familia. Es la causante de la desorientación de quien sale a la calle y no sabe si debe ir a la izquierda o a la derecha. Así como también de que, en medio de una conversación, se olvide terminar una frase. Sin entrar en términos médicos, parece que es un acúmulo de proteínas. Algunos científicos creen que hay tres causas principales: Déficit de acetilcolina. Acúmulo de amiloide. ■ Trastornos metabólicos, aunque no se ha llegado, todavía, a diagnosticar perfectamente las causas. ■ ■

EXPERIMENTO EN UNA RESIDENCIA PARA ENFERMOS DE ALZHEIMER

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asado en una idea de Takanori Shibata, experto en Robótica, se elaboró un peluche blanco, una cría de foca, con tecnología punta. El peluche tiene pequeños movimientos y emite gruñidos. Se creó con intención de que sirviera de compañía a personas solas y enfermas.

M.a Aurora de Santiago, psicóloga

Sus efectos se experimentaron en una residencia de ancianos, enfermos de Alzhei­ mer, durante dos años. Los resultados fueron muy esperanzadores. La mayoría de ancianos mejoraron su estrés, se sintieron más relajados y sonreían con más frecuencia. Se observó una reducción de cortisol, la hormona del estrés. B. Klein (asistenta geriátrica de dicha residencia) concluyó que pueden ser un recurso al servicio de las cuidadoras encargadas de atender a las personas mayores enfermas.

¿CÓMO ENVEJECER BIEN?

E

l camino natural de la vida lleva a envejecer. Todas las personas envejecen, si no mueren antes, pero la pregunta puede ser: ¿Qué hacer para envejecer bien? Lo más adecuado es tener una vida con buenos hábitos, como: ejercicios físicos, ejercicios intelectuales y equilibrio emocional. Para conseguir aunarlos todos se puede: leer, reflexionar, viajar, discutir (con moderación), disfrutar de la familia, relacionarse con amigos... Las personas mayores exploran menos por eso segregan menos serotonina y dopamina. En la edad avanzada se tiende a no ex­ perimentar nada nuevo, repitiendo aquello que proporciona cierta satisfacción. Eso da seguridad, pero aletarga. Los lugares de encuentro, las asociaciones, los viajes, cursos en la universidad u otros son estímulos necesarios para que las personas mayores consigan el equilibrio entre la seguridad, a la que tienden, y la necesidad de contacto con el exterior.

CARTA DE UN HIJO

E

n estos días de febrero de 2009, en un periódico español, apareció una carta con la que muchos hijos se identificarían. Y que desde luego hace pensar. Es de un hijo cuya madre padece Alzhei­ mer. Es un grito desgarrado, es un llanto

contenido, es una queja. Se pregunta: «Si la vejez es un premio que te da la vida ¿por qué a mi madre se lo ha negado?». La quiere y la respeta aunque echa de menos a su «madre» de antes, no la de los dos últimos años; y se pregunta qué puede hacer por ella. Quisiera darle la vida que tenía antes de la enfermedad.

CONCLUSIONES

Q

ueda un largo trecho de investigación científica para encontrar las causas exactas y así descubrir la prevención y curación del Alzheimer. Pero existe la esperanza de que se está en el camino correcto. Un peluche robotizado puede ser, se ha comprobado que sí, una ayuda emocional para los ancianos enfermos. A los hijos que viven estas situaciones se les hace difícil asumir que la persona que más les quiso y a la que, probablemente, más quisieron, no les reconoce. Cabe preguntarse: ■

Los padres, aunque estén enfermos, ¿siguen siendo padres? ■ Los peluches robotizados, ¿pueden sustituir a los hijos y nietos? ■ En los momentos en que la enfermedad no anule la identidad, ¿a quién quisieran ver a su lado?

En función de las respuestas, cada uno debe pensar en su posible actuación. N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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Un centro de la Sagrada Familia para las familias UN NUEVO «NAZ@RED»

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a diócesis de Ciudad Real ha puesto en marcha el proyecto Naz@red, cuya denominación «juega con el nombre de Nazaret, el hogar familiar de Jesús, y la Red, en un doble sentido, red de padres y adolescentes de distintos pueblos, y la red de internet, porque utilizamos las nuevas tecnologías para comunicarnos». El proyecto se define no como un grupo juvenil más sino como: j  Una experiencia de encuentro, comunicación y relación de adolescentes y jóvenes de 12-18 años en principio de todo Ciudad Real y abierto a todo el mundo que esté interesado. j  Una experiencia de encuentro, comunicación y relación con Jesús de Nazareth, que ofrece la Iglesia Católica. Una amistad con un doble contenido: amistad entre todos y cada uno de los que estamos aquí (apertura sin grupitos cerrados) y amistad de todos con Jesús Joven. j  Un espíritu, una marca que nos define, es el espíritu de la vida de Jesús en su pueblo de Nazaret y con su familia: su Madre la Virgen María y su Padre San José. j  Un estilo alternativo de alegría, de buen ambiente con serenidad y mucha paz, y de ganas de crecer en todos los aspectos de nuestra persona. Una aventura, un reto, una iniciativa que está naciendo ahora mismo. La finalidad es que oiga una buena noticia que se debe oír: el Evangelio de Nazaret, que es el evangelio del: Crecimiento oculto en un pueblecito anónimo; La aceptación del límite de la autoridad paterna y materna; La vida como vocación recibida de Dios que hay que descubrir y ofrecer; Tiempo como oportunidad diaria de construir la voluntad de Dios en este mundo; La objetividad de lo real frente a lo virtual, de la verdad frente a la mentira, de lo bello frente a lo vulgar, de lo bueno frente al todo vale o al da igual 8 que 80; Educar la afectividad, el corazón desde la limpieza y la pureza de intenciones y afectos. Ciertamente Naz@Red es una apuesta novedosa, ilusionante, es estilo nuevo de evangelizar con jóvenes que no les saca de su ambiente ni de su entorno, mirándose en el adolescente y joven Jesús.

L

a primera etapa de la vida del SIERVO DE DIOS MAGÍN MORERA como religioso y sacerdote Hijo de la Sagrada Familia estuvo dedicada a la formación. Fue primero vice-prefecto (1929-1931) y después prefecto de los aspirantes (1933-1936) a la vida religiosa y sacerdotal del Instituto en el colegio Nazareno de Blanes. El P. Casimiro Roca que fue uno de los aspirantes en aquellos años ha declarado lo siguiente:

La fotografía corresponde al curso 1933-1934 y el Siervo de Dios aparece junto al P. Enrique Tatjer y a los HH. Ramón Jordá y José Farré.

«Desde el primer día fue como un ángel custodio. Su contagioso entusiasmo, su incansable actividad, su total dedicación a cada uno de nosotros, era una constante inspiración. Las 24 horas del día y los 7 días de la semana estaba con nosotros. Él pasaba todo el día y noche junto a nosotros. En seguida me di cuenta de la vida tan sujeta del hermano Magín. Casi no le quedaba tiempo material para sí. Tampoco los domingos y fiestas eran de descanso para él. Era como una cantera de entusiasmo y de actividad para tenernos siempre entretenidos. En pocos días, pues, se ganó el cariño de todo el grupo. Casi nunca se separaba de nosotros, o como profesor y siempre como el mejor custodio y amigo. Todos apreciábamos su entrega total e incondicional. Donde ponía más su alma era en nuestra educación religiosa y nos proponía al vivo el espíritu de san José Manyanet y su obra, la congregación, despertando en todos nosotros el amor por los dos. El Siervo de Dios demostraba que estaba bien imbuido del espíritu de los Hijos de la Sagrada Familia. Por el entusiasmo que ponía en estos ratos de explicación, experimenté en mí mismo cómo nos contagiaba del espíritu que él vivía en plenitud. En nuestros tiempos de recreación o paseos tomaba parte en todos los juegos y correrías. Tenía como muletilla muy usada el grito de “Amunt i crits!” (¡Siempre adelante!). Nos acompañaba en todos los actos religiosos, todas nuestras devociones y prácticas piadosas y, sobre todo, en la meditación diaria, durante la cual nos hacía participar a todos de su abundante caudal de vida interior y espiritualidad».

J. M. Blanquet, S.F.

GRACIAS Y FAVORES

ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS

Dono gràcies al sacerdote Magí Morera per un favor rebut, C. S., Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona); Encomiendo a la intercesión del Siervo de Dios la vocación de un joven a la vida religiosa y sacerdotal que pasa por un momento de dificultad, M. B. J. (Barcelona).

Dios y Padre nuestro, que has suscitado en la Iglesia a tu sacerdote MAGÍN MORERA, ferviente apóstol de la Familia humana de tu Hijo, para que, con los dones del Espíritu Santo, trabajara incansablemente por la salvación de las familias y de la juventud; haz que, animados por el testimonio de su vida, seamos servidores fieles del Evangelio de Nazaret y, por su intercesión, alcancemos la gracia... Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

2

8 •

LA SAGRADA FAMILIA

DIÁLOGOS en Familia

VIVIR EN FAMILIA, CONTAGIA LA FE El lema «Vivir en familia, contagia la fe» nos remite a una compleja red de conceptos y a una rica gama de experiencias que entran en juego en el escenario de la vida cotidiana. En concreto: la «fe», el «vivir en familia» y el «contagiarla».

CREER Y DESCRIBIR LA FE

R

econocemos la dificultad para describir la «fe». Quizás por la poca profundidad de nuestra propia experiencia, o por la incidencia de los corrientes imperantes en cada momento que han remarcado sucesivamente aspectos diversos de la misma noción (la fe entendida como «ideas», «sentimientos» o una «experiencia subjetiva») o, incluso, por la propia evolución del fenómeno religioso y por la transformación de la vivencia y el testimonio «de los hombres y mujeres de fe». Juntos concordamos que definir la fe no es fácil. A través de la Biblia descubrimos cómo Dios se revela y se da a conocer en una historia tejida de palabras y de acontecimientos. El ser humano responde acogiéndola libremente, comprometiéndose plenamente, con la inteligencia, la voluntad y el corazón (cf. DV,5), confiándole el propio futuro, asintiendo a la verdad comunicada por él. Esta adhesión plena y que implica a toda la persona, transciende el sentido religioso común y se llama fe. La fe es una actitud existencial: nos da la convicción de ser amados, nos libera de la soledad y de la angustia de

la nada, nos dispone a aceptarnos a nosotros mismos y a amar a los otros, nos da el coraje para desafiar a lo desconocido. Creer es abrirse, salir de uno mismo, confiarse, obedecer, arriesgar, ponerse en camino, «creer es poseer anticipadamente lo que esperamos, es conocer realidades que no vemos» (He 11,1), creer es ir detrás de Jesús «quien nos ha de guiar por el camino de la fe y quien la lleva a la plenitud» (He 12,2). Es asumir una actitud de acogida activa, que permite a Dios hacer historia juntamente con nosotros, más allá de las posibilidades humanas». (VFEF, págs. 25-26). «La fe es, en primer lugar, don del Espíritu Santo, que la precede, la suscita, la sostiene, la ayuda a crecer. Es él quien ilumina la inteligencia, atrae la voluntad, gira el corazón hacia Dios, haciéndole aceptar con alegría y comprender siempre mejor la revelación histórica de Cristo. Pero, al mismo tiempo que es un don de Dios, la fe pide la colaboración de la persona, su decisión libre y ra­ zonable. Dios nunca se impone, sino que propone; no sólo respeta sino que suscita y sostiene la libertad». (VFEF, pág. 26).

VIVIR EN FAMILIA

T

ampoco resulta sencillo explicar que significa «vivir en familia», pues, esto nos obliga a hablar de cuales son los pilares de nuestra relación, de lo que mantiene vigente nuestro proyecto, de qué papel juega el hogar como lugar de experiencia, o de vivencias, o de educación-crecimiento... «Vivir en familia» nos interpela a reflexionar sobre qué tipo de comunidad formamos, cómo gestionamos el respeto hacia las otras opciones individuales y a la vez si fomentamos una verdadera convivencia. Implica, también, reconocer un cúmulo de situaciones y de retos que están condicionando nuestros proyectos y a veces se traducen en grandes dificultades reales... Y fundamentalmente, nos pide tomar conciencia del lugar de la persona humana en la sociedad. «La persona crece en la medida que cree en el amor de los otros y de Dios, lo acoge y lo intercambia con la donación de uno mismo. El amor, como actitud fundamental y N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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mica de la fe. La expresión «contagiar» aplicada a la fe nos resulta también limitada, pero, a la vez profundamente sugerente si recordamos todos los sentidos y simbolismos. Si tomamos como referencia «contagiar una ilusión o un proyecto» acordaremos que:

proyecto global de vida, asume en su lógica todas las dimensiones de la existencia, comprendida la sexual, como obertura corporal y espiritual, y como expresión y actuación privilegiada, confiriéndole un gran valor. La donación física total está llamada a ser signo y parte de una donación personal total». (VFEF, pág. 11). «Amar verdaderamente no es fácil. Para que el amor sea auténtico, debe tener un conjunto de cualidades sobre la dimensión puramente sensible, emotiva, superficial. En medio de las contradicciones humanas y de la vida, el auténtico amor “no pasa nunca”. Hay que esforzarse para hacerlo crecer, madurar». (VFEF, págs. 11-12). La realidad que nos envuelve y las situaciones que todos juntos vivimos o conocemos «conllevan un mensaje de trasfondo: el amor es fuerte y débil a la vez. Hay que velar para que el amor crezca, se convierta en adulto, llegue a recibirse plenamente, que sea vivido a la luz del amor en Jesús». (VFEF pág. 12). «Las relaciones dentro de la familia deben incluir una afinidad de sentimientos, de aficiones y de intereses, que provienen, sobre todo del respeto mutuo de las personas. La familia es una comunidad privilegiada, es la primera escuela de vida cristiana, es “una escuela de humanidad muy rica. Pero para que pueda alcanzar la plenitud de su vida y su misión, son necesarias una benévola comunicación espiritual de los esposos, el compartir criterios y una colaboración continua de los padres en la educación de los hijos” (GS 51,2)» (VFEF, pág. 19).

CONTAGIAR

S

in duda la expresión «contagiar» pertenece a la misma órbita del «transmitir». Aunque, a menudo hemos imaginado una transmisión de «contenidos» (ideas-creencias); «vertical» (de padres a hijos); de algo «poseído» (como si fuera una cosa originalmente nuestra); «puntual» (como la entrega de una herencia-obsequio); «pasiva» (unos que dan y otros que reciben)... y realmente, ésta no es la diná10 •

✔ Se contagia un ambiente, una situación, unas condiciones... Pero, en realidad el objeto de la ilusión no eres tú mismo y, por tanto, la causa u objeto reside fuera (un posible viaje, la compra de un piso, abrir un despacho...). En la fe pasa lo mismo. La familia contagia un «ambiente», pero el verdadero motivo de la fe está fuera. ✔ Se contagia algo si realmente hay un espacio, un tiempo, unas actividades compartidas..., y un diálogo, un tiempo para la contraposición o para el silencio... La fe también requiere todos estos elementos que configuran un verdadero escenario de humanización. ✔ Se contagia con reciprocidad de marido a mujer, de madre a hijo, de hermana a hermano, de hijos a padres. La fe también es dinámica y, a menudo se transmite y se alimenta recíprocamente, como en una verdadera comunidad cristiana. ✔ Se contagia en función de la implicación de lo que quiere contagiar y de su testimonio, pero también depende de la situación y reacción del otro: de su momento, de su predisposición, de su historia... La fe, pasa por una decisión personal. Ni se presta, ni se libera y ni se impone. ✔ Se contagia motivando, alimentando, dando soporte..., en definitiva, haciendo crecer algo a través de un proceso, porque todos sabemos que no hay ninguna realidad importante en la vida que no tenga esta característica. La fe, también necesita de muchas ayudas que van desde la formación y de la propia comunidad hasta la experiencia de la oración y de los sacramentos. «Esta educación en la fe es mutua, también los hijos contribuyen al crecimiento de la fe de sus padres. Por ello, todos y cada uno de los miembros de la familia se concederán generosamente y sin cansarse el perdón mutuo exigido por las ofensas, las peleas, las injusticias y los abandonos. El afecto mutuo lo sugiere, la caridad de Cristo lo solicita» (VFEF, pag. 28). «A veces, los padres experimentan la frustración porque los hijos no han acogido la fe que les han intentado transmitir, o no han actuado como ellos se imaginaban, o manifiestan, incluso, unas formas de vida totalmente opuestas a

LA SAGRADA FAMILIA

las que les han intentado inculcar. Este hecho provoca heridas profundas en muchos de ellos que van unidas a un profundo sentimiento de fracaso personal [...] Nunca debemos olvidar que la fe se encuentra entre la propuesta de Dios y la libertad de la persona. Aunque no hayamos alcanzado lo que pretendíamos, seguro que la propuesta que les hemos hecho, la educación que les hemos transmitido y el propio testimonio han dejado alguna huella en su vida» (VFEF pág. 28). «Escoger y tener un lugar favorable no es indiferente para la oración. Tanto para la oración personal como en familia, ayuda mucho poder disponer de un espacio —no hace falta que sea muy grande— para la oración en común. Este “rincón de oración” puede estar formado con la Biblia y alguna imagen o icono, por la presencia, según los diversos tiempos litúrgicos, de alguna flor o elemento simbólico. De este modo tendremos un espacio físico para estar “allí, en secreto” delante de nuestro Padre» (MT 6,6) (VFEF, págs. 35-36).

Col. 3, 12-14:  «Por tanto, como elegidos de Dios, consagrados y amados, revestíos de compasión entrañable, amabilidad, humildad, modestia, paciencia; soportaos mutuamente; perdonaos si alguien tiene quejas contra otro; como el Señor os ha perdonado, así también haced vosotros. Y por encima de todo el amor, que es el broche de la perfección.»

PUNTOS DE REFLEXIÓN

j Jesús Renau. Cada día. Ed. Claret. Barcelona,

j ¿Cómo definiríamos la fe? ¿Qué nos implica?

¿Qué es la fe para cada miembro de la familia? ¿En qué aspectos coincidimos y en cuáles tenemos una perspectiva distinta?

j ¿Qué características tiene nuestro «vivir en fa­

milia»? ¿Estamos satisfechos? ¿Qué podríamos mejorar?

j ¿Cuál es nuestra experiencia en «contagiar la

fe»? ¿Cuáles son nuestros puntos débiles?

TEXTOS BÍBLICOS Hechos de los Apóstoles 2, 42-47:  Todos vivían unidos.

Gal. 6, 10:  Haced el bien a todos.

LIBROS 2000.

j Lluis Armengol i Bernils, sj. Vivir a fondo. Re-

flexiones sobre la vida cotidiana. Ed. Claret. Barcelona, 2003.

j Los primeros años de la vida. La iniciación

cristiana de los niños de 6 a 7 años. SIC. Barcelona, 2004. Delegación Diocesana de Pastoral Familiar Barcelona

PABLO DE TARSO: Un hombre al servicio de la fe Junio 08-Junio 09: AÑO PAULINO-TEXTOS

4. Rom 8, 35-39: Himno al amor de Dios «¿Quién nos separará del amor de Cristo?. ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, como dice la escritura: Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto salimos más que vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.» N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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Esposos y Santos Esposos Santos Esposos y Santos Esposos yy Santos SANTA SALOMÉ Esposa y madre página agina página de los Apóstoles Santiago y Juan 

Pedro Mas, SF

os mujeres con este mismo nombre aparecen en el Nuevo Testamento, una es designada como hija de Herodías, la otra se la llama «la madre de los hijos del Zebedeo». No tenemos más fuentes que los evangelios, y de éstos, dos evangelistas nos dan datos sobre ella: Mateo y Marcos. María Salomé era esposa de un pescador del mar de Galilea, Zebedeo, de la ciudad de Betsaida y fueron padres de dos hijos, más tarde apóstoles de Jesús, Santiago el Mayor y Juan Evan­gelista, aquellos que un buen día le pidieron al Maestro les concediese sentarse en su gloria a derecha e izquierda; esto, nos lo ha contado Marcos. La petición causó cierto escándalo. San Mateo atribuye la petición a la madre, Salomé. Con los dos hijos se presenta ante Jesús y le dice: —«Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: —«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: —Sí, podemos. Díceles: —«Mi copa sí la beberéis, pero sentarse a mi de­ recha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quiénes está preparado por mi Padre». En el evangelio de San Marcos, Salomé es mencionada en una segunda ocasión: en el amanecer de aquél día, «pasado el sábado», ella forma parte de grupo, con María Magdalena y María de Cleofás, de las que se dirigen con perfumes al Sepulcro de Jesús, con la intención de completar las unciones funerarias. Salomé era una de las mujeres que siguieron a Jesús en su apostolado y desde lejos, a la Crucifixión. Aparece representada en las escenas del Descendimiento y de la Resurrección. Santa Salomé entra en «Esposos y santos» por su condición de tal, y además, en la distancia, nos trae un mensaje bien actual: 12 •

Nicolà dell'Arca, 1485. Santa Maria della Vita. Bolonia.

D

Santa Salomé (detalle del llanto por Cristo muerto).

■  Acompañar a Jesús por los caminos de nuestro mundo, como ella lo hizo por los de Ga­lilea. ■  Escuchar las palabras del Maestro, como ella hizo acompañando a Jesús en su vida pública. ■  Formar parte de la familia del Mesías, y vivir esta pertenencia como ella la vivió. ■  Acompañar a Cristo crucificado, como ella hizo. ■  Descubrirlo resucitado, como ella, que se presentó en su tumba con los perfumes. Su nombre, Salomé, evoca la palabra hebrea que designa la paz —shalom—, así que podría traducirse por «pacífica» o «apacible». Su memoria la celebra la Iglesia el día 22 de Octubre.

Oración Oh Dios, cada año nos llenas de alegría, al celebrar la memoria de Santa Salomé. Haced que, así como le damos culto, imitemos la santidad de su vida. Amén.

LA SAGRADA FAMILIA

LA FAMILIA EDUCADORA

EN VALORES Ignacio Acedo, SF

UN GRITO DESESPERADO, SER Y TENER FAMILIA

deseo es tener una familia». Esta frase salió muy «M isentida y de lo más profundo del corazón de una jo-

ven de veintisiete años. Había diferentes parejas y cada persona explicaba su relación personal con su padre-madre-hermanos, con su familia. Experiencias personales de familia hay tantas como personas. Pero el relato de esta joven no dejó indiferente a nadie de los presentes. Era hija de unos padres que cuando ella tenía siete años se habían divorciado. Se fue a vivir con su madre y temporalmente pasaba unos días con su padre. La relación entre el padre y la madre no era «amistosa» y creció entre mordaces comentarios, poco constructivos para sentir confianza en las personas. Tenía las cosas necesarias para vivir pero no afecto. Con los abuelos la relación, por diferentes causas, era escasa. En cuanto pudo se independizó. La relación con el padre y la madre existe pero muy esporádicamente. Los miembros de las otras parejas manifes­ taban experiencias más gratificantes en su relación con su familia. Ella con una envidia sana manifestó con toda sinceridad «me gustaría tener una familia como la vuestra formada por padre, madre y hermanos aunque a veces discutiéramos y riñéramos». El deseo profundo de todo hijo, hija es tener un padre y una madre donde las relaciones sean amorosas, equilibradas, se sientan queridos y amados. Donde la urdimbre afectiva, más que la material, les acompañe en su crecimiento hacia la madurez personal. Éste es el ideal. Ya sabemos que entre la realidad y el ideal hay muchos matices. Pero quien tiende al ideal gana en ser una persona más completa, con un sentido en su vida, más coherente más feliz. La familia entendida como padre y madre e hijo/a en la medida que se construye intentando alcanzar ese ideal educa en valores, entendidos como respuestas a los porqués del sentido de la vida. Educa en aquellas actitudes y aptitudes que hacen ser mejores personas y viven la realidad y el mundo que les rodea como algo bueno a compartir y construir... Los padres y madres cristianos acuden al Evangelio de Jesús, a la Buena Noticia de Dios, para descubrir cuáles son los valores a los que el Espíritu de Jesús urge hoy en la construcción de su Reino. El ambiente, la relación, el espacio familiar, vivenciado desde la llamada al Amor que Dios hace a todo miembro de la familia hace de este espacio el lugar privilegiado de construcción de ese nuevo mundo que todos ansiamos. El reto hoy está en saber y querer hacer familia. Sin este ámbito la formación y educación en valores no deja de ser un deseo ilusorio.

EL VALOR Y LA APORTACIÓN DE LA FAMILIA A LA PERSONA Y A LA SOCIEDAD ES INSUSTITUIBLE

L

a familia ocupa un lugar primario en la educación de la persona. Es una verdadera escuela de humanidad y de valores perennes. Es curioso observar que cuando hay una ruptura familiar, en muchos casos, se empiece a valorar la maravilla de lo perdido. El cristiano ha de ser consciente que la familia fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer expresa la dimensión relacional, filial y comunitaria, que el Dios de Jesús nos muestra. Es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral. No hay administración ni recurso estatal que la pueda sustituir. Podrá ayudar en ocasiones a desdramatizar vivencias y relaciones familiares no saludables pero nunca creará un espacio parecido a «una familia saludable». Es en el hogar donde se aprende a vivir verdaderamente, a valorar la vida y la salud, la libertad y la paz, la justicia y la verdad, el trabajo, la concordia y el respeto. La familia es un fundamento indispensable para la sociedad y los pueblos, así como un bien insustituible para los hijos, dignos de venir a la vida como fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Para ello el hombre y la mujer que deciden formar una familia han de ser conscientes que no surge espontáneamente. Puede que el drama de muchos fracasos familiares actuales tengan su origen en la creencia que vivir y construir un matrimonio y una familia es simplemente vivir juntos y procrear. Hacer familia exige también formación permanente y toda la vida.

LA FAMILIA TRANSMISORA DE VALORES Y VIRTUDES HUMANAS

D

urante el mes de enero (2009) ha tenido lugar en México el «VI Encuentro Mundial de las Familias». El lema que ha guiado todo el encuentro ha sido «La Familia Formadora en los Valores Humanos y Cristianos». El último Encuentro tuvo como sede Valencia, España, del cual esta revista informó y animó a su participación. ¿Qué valores la familia habría de considerar como esenciales a vivir y educar hoy? Según los enfoques y perspectivas antropológicas pueden ser múltiples los considerados «urgentes». Un organizador y participante en este encuentro propuso éstos: N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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de sí mismo a los demás. Amar significa dar y recibir lo que no se puede comprar ni vender sino sólo regalar libre y recíprocamente. Gracias al amor, cada miembro de la familia es reconocido, aceptado y respetado en su dignidad. Del amor nacen relaciones vividas como entrega gratuita, y surgen relaciones desinteresadas y de solidaridad profunda. Como demuestra la experiencia, la familia construye cada día una red de relaciones interpersonales y educa para vivir en sociedad en un clima de respeto, justicia y verdadero diálogo.

Valores de relación personal generosa

Valores de relación familiar

La familia, nacida de la íntima comunión de vida y de amor conyugal fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, es el lugar primario de las relaciones interpersonales, el fundamento de la vida de las personas y el prototipo de toda organización social. Esta cuna de vida y amor es el lugar apropiado en que el hombre nace y crece, recibe las primeras nociones de la verdad y del bien donde aprende qué quiere decir amar y ser amado y, por con­siguiente, qué quiere decir ser persona. La familia es la comunidad natural donde se tiene la primera experiencia y el primer aprendizaje de la sociabilidad humana, pues en ella no sólo se descubre la relación personal entre el «yo» y el «tú», sino que se da el paso al «nosotros». La entrega recíproca del hombre y de la mujer unidos en matrimonio, crea un ambiente de vida en el cual el niño puede desarrollar sus potencialidades, tomar conciencia de su dignidad y prepararse a afrontar su destino único e irrepetible. En este clima de afecto natural que une a los miembros de la comunidad familiar cada persona debe ser reconocida y responsabilizada en su singularidad.

La familia cristiana hace descubrir a los hijos que los abuelos y ancianos no son inútiles porque no sean productivos, ni gravosos porque necesiten el cuidado desinte­resado y constante de sus hijos y nietos; pues enseña a las nuevas generaciones, que además de los valores económicos y funcionales, hay otros bienes: humanos, culturales, morales y sociales que son incluso superiores.

Valores sociales La familia educa al hombre según todas sus dimensiones hacia la plenitud de su dignidad. Es el ámbito más apropiado para la enseñanza y trasmisión de los valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, que son esenciales para el desarrollo y bienestar tanto de sus propios miembros como de la sociedad. En efecto, es la primera escuela de las virtudes sociales, que necesitan todos los pueblos. La familia ayuda a que las personas desarrollen algunos valores fundamentales que son imprescindibles para formar ciudadanos libres, honestos y responsables; vg. la verdad, la justicia, la solidaridad, la ayuda al débil, el amor a los demás por sí mismos, la tolerancia, etcétera.

Valores de fraternidad La familia es la mejor escuela para crear relaciones comunitarias y fraternas, frente a las actuales tendencias individua­ listas. En efecto, el amor —que es el alma de la familia en todas sus dimensiones— sólo es posible si hay entrega sincera 14 •

Valores de solidaridad La familia ayuda a descubrir el valor social de los bienes que se poseen. Una mesa, en la que todos comparten los mismos alimentos, adaptados a la salud y edad de los miembros es un ejemplo, sencillo pero eficacísimo, para descubrir el sentido social de los bienes creados. El niño va incorporando así criterios y actitudes que le ayudarán más adelante en esa otra familia más amplia que es la sociedad.

Valores de transcendencia Somos felices cuando somos amados y amamos. La familia es el lugar privilegiado para experimentar ese amor profundo, el más parecido al amor de Dios, porque en la familia se nos ama sin condiciones, por quienes somos, no por lo que hacemos o tenemos; no se nos quiere por nuestras cualidades o capacidades ni se nos deja de querer por nuestras limitaciones y defectos. Esa incondicionalidad y gratuidad del amor, aunque no seamos capaces de amar siempre así, es un reflejo del amor de Dios. Se nos ve como Dios nos ve. Los padres son testigos privilegiados del valor infinito de la vida de los hijos. Ellos han participado en el milagro, pero saben que no son los artí­ fices, que no todo ha estado en sus manos. Así vislumbran el don que es la vida, lo divino que hay en ella. La familia es el lugar propicio e insustituible según los planes de Dios para el encuentro con Cristo, porque está llamada a ser espejo del amor de Dios. La familia se convierte en un verdadero hogar, como en Nazaret, en donde se comparten las alegrías y las tristezas, y donde se puede decir que se forma la actitud de ser un solo cuerpo, una sola alma y un solo corazón. La base de esto se encuentra en la oración, y en particular, la oración en familia.

LA SAGRADA FAMILIA

EN FAMILIA... FUNDACIÓN MANYANET SOLIDARIO CAMPAÑA 2009: «TUS MANOS AYUDAN» ■ Campaña anual de sensibilización y recogida de fondos ■ Apadrinamiento de niños/as. ■ Proyectos puntuales de desarrollo educativo y social. ■ Jornadas sobre Matrimonio y Familia.

«Una experiencia enriquecedora» Ester Clemente Armelles,

Cooperante, Campo de Trabajo en Venezuela

E

l Campo de Solidaridad es una oportunidad para acercarnos a las inquietudes de los hombres y mujeres de los países del sur. Conviviendo con una familia, trabajando con una parroquia o comunidad, sintiendo como propias las dificultades y las alegrías y esperanzas allí donde se trabaja. Este era nuestro objetivo como cooperantes, compartir una experiencia, compartir una realidad diferente a la nuestra y compartir la ilusión y el esfuerzo trabajando juntos por un proyecto común. Con este año ya son tres años que se ha realizado el campo de trabajo, muchos cooperantes han podido disfrutar y aprender de esta experiencia, que de alguna manera u otra, a todos nos cambia la vida. Algunos han repetido, en mi caso era la primera vez. Este año hemos ido 12 cooperantes que hemos participado en el proyecto de diferentes maneras. Hemos trabajado en dos

E-mail:  [email protected] www.manyanetsolidario.org

comunidades de Venezuela, una en Caracas, en el barrio de Cotiza y otra en Valencia en el barrio de El socorro. En Caracas se ha hecho, como otros años, un plan vacacional lúdico social y en Valencia se ha llevado a cabo un proyecto piloto con maestros de plan vacacional lúdico-educativo, similar a un refuerzo escolar, pero siempre a través de juegos y dinámicas. Tanto en uno como en el otro, monitores y premonitores venezolanos han compartido con nosotros la experiencia y nos han ayudado muchísimo. Yo tuve la oportunidad de participar en los dos planes vacacionales, pudiendo conocer las diferentes realidades de los barrios, de los niños, de las comunidades, etc. Para mi la experiencia ha sido muy enriquecedora y positiva, siempre recibes mucho más de lo que das; ha significado mucho personalmente y me ha reafirmado en la creencia de este tipo de proyectos. Está claro que nuestro trabajo no acaba simplemente cuando bajamos del avión de vuelta a Barcelona, sino que esta experiencia debe significar el seguir trabajando y con más fuerzas aquí, porque hemos podido ver con nuestros propios ojos que lo que hacemos nunca es en vano. No podemos cambiar el mundo de un día para el otro, pero eso tampoco significa que no podamos hacer nada por él. Podemos empezar por sensibilizar la opinión pública sobre la realidad del Tercer Mundo. Es por todo esto que yo animo a todas aquellas personas que se plantean participar en un proyecto de cooperación a que sin dudarlo lo hagan, es cierto que hay momentos duros, ya que la realidad que nos encontramos a veces es difícil de entender y el sentimiento de impotencia nos invade, pero también es cierto que todo lo que aprendemos, recibimos y compartimos vale la pena. Finalmente agradecer a todas aquellas personas que han hecho posible esta experiencia y especialmente a todos aquellos que la han compartido conmigo.

CAMPOS DE TRABAJO - VERANO 2009 VENEZUELA (Caracas y Valencia) Y COLOMBIA (Bogotá) Monitores: 19 de julio al 14 de agosto. Profesores: 19 de julio al 9 de agosto. INFÓRMATE: E-mail: [email protected]

N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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MÁRTIRES POR LA FAMILIA A PROPÓSITO DE OTRO CENTENARIO

«LA IGLESIA EN LLAMAS»

histórico escrito con el objeti«E svoundeensayo ordenar datos y plantear hi­pótesis

que permitan entender la persecución religiosa que se produjo en la retaguardia republicana durante la guerra civil española». Así presenta el autor, J. Albertí (Cassà de la Selva, Gerona, 1950) la intención que se ha propuesto al publicar este nuevo libro (Barcelona 2008) sobre la persecución religiosa en España durante la guerra civil. En el 2007 ya había publicado El silenci de les campanes, un ensayo histórico sobre el anticlericalismo y la persecución religiosa en Cataluña. La obra está dividida en ocho capítulos, de los cuales los tres primeros, son como una introducción y explicación de lo que sucedió entre 1936 y mayo de 1937. Como afirma el mismo autor, «sin esta panorámica histórica resultaría imposible intentar una aproximación interpretativa a la tragedia que se vivió de forma paralela al estallido de la guerra. Tampoco sería posible forjarse una opinión sobre la cuestión sin atender a la evolución de las relaciones entre la República y la Iglesia, ni sería posible valorarla sin marcar con claridad las coordenadas de la represión que se desencadenó tanto en la zona republicana como en la dominada por las fuerzas sublevadas». En el capítulo 4.o: «De julio de 1936 a mayo de 1937: guerra, revolución, represión» analiza el alzamiento militar y el estallido revolucionario y las primeras víctimas eclesiásticas que se produjeron en Sevilla, Barcelona y Madrid. Y en el capítulo siguiente describe los «diez meses de persecución religiosa» en todas las diócesis del país. Un panorama tan devastador que el autor, al final del capítulo, se veía incapaz de continuar sin tomar cierta distancia por necesidad de perspectiva y por necesidad de un reflujo de ánimos. Estudia luego el nuevo impacto social y político que surge a partir de mayo de 1937, el martirio de las cosas (iglesias, imágenes, bibliotecas y archivos) y la organización de la iglesia clandes­ tina. Finalmente, ya en el último capítulo hace una aproximación interpretativa de los hechos a favor de una memoria completa. En concreto, analizando las palabras de víctimas y verdugos se reafirma en tres conclusiones básicas: que la condición de sacerdote bastó para ser condenado a muerte; que existieron órdenes y consignas a cumplir, y que la impunidad con que actuaron los agresores fue absoluta. BLIM

16 •

SEBASTIÁN LLORENS TELARROJA 1909-1936 | Apóstol laico

En este año de 2009 se cumplirán cien años del nacimiento del Siervo de Dios Sebastián Llorens y Telarroja. Nació el 2 de diciembre de 1909 en Tordera (provincia de Barcelona y diócesis de Girona), en el seno de una familia campesina. Recibió los sacramentos de la iniciación cristiana e hizo los estudios primarios en el colegio Santa María de Blanes, teniendo como profesor al Siervo de Dios Segismundo Sagalés, y más tarde, asistiendo a las clases nocturnas del mismo colegio, entabló una fuerte amistad con el Siervo de Dios Jaime Puig, profesor de las mismas. El Siervo de Dios tenía una fe viva y una piedad honda y varonil que conformaban su trabajo, su estudio y toda su vida. Su piedad tenía otro canal por el que vertía asimismo su alma: la devoción a la Virgen santísima, que veneraba sobre todo en la imagen del Vilar, patrona de Blanes. También el proyecto de su vida, que alimentaba con los ejerci­ cios espirituales. Organizaba romerías y aplecs de los jóvenes de Blanes y alrededores en el santuario, que, a menudo, se convertían en jornadas de retiro espiritual o de for­ mación, o en reuniones y asambleas de propaganda de los ideales cristianos. Como es natural, el Siervo de Dios pensaba también con mucha seriedad en el proyecto de su matrimonio. Por eso, en la última visita al santuario del Vilar, antes de la revolución, el Siervo de Dios oró más fervorosamente que otras veces, y luego se confió a don José Masllovet, el capellán del Vilar: «¿Sabe qué cosa he pedido a la Santísima Virgen? Pues, que si no he de ser feliz en el matrimonio, me ponga un impedimento grande por delante».

2

INFORMACIÓN

Hace unos días que Domingo Purroy Coloma, pariente del Siervo de Dios Antonio Mascaró nos remitió esta carta: «Me dirijo nuevamente a Vd., pidiéndole el favor que, si le es posible, remita a las direcciones que le voy a poner, sendos libros de los Mártires por la familia para los sacerdotes que están rezando con nosotros por la curación de nuestra hija M.a Elena, rogando la intercesión de nuestro pariente ANTONIO y demás Mártires de la Sagrada Familia. Se trata del capellán del Hospital Quirón de Madrid, don J. M. que pertenece a la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Y el P. J. A. R., de los PP. Mínimos de mi Parroquia San Francisco de Paula, de Madrid». Hemos enviado estos libros a los dos sacerdotes y quedamos encomendando con fervor a la intercesión del Siervo de Dios Antonio Mascaró y demás compañeros la curación de su pariente María Elena.

ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR LA INTERCESIÓN DE LOS SIERVOS DE DIOS Dios y Padre nuestro, que has suscitado en la Iglesia a tus Siervos JAIME PUIG Y 19 COMPAÑEROS, Hijos de la Sagrada Familia, apóstoles de la familia y edu­ cadores de la juventud hasta derramar generosamente su sangre; te ro­gamos humil­demen­te que, por su ejemplo e intercesión, seamos siempre y en todas partes instrumentos de tu paz y nos concedas la gracia que te pedimos... Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

LA SAGRADA FAMILIA

XVII TALLER DE PASATIEMPOS

para hacer en familia

(De una idea del colegio P . Manyanet de Alcobendas —Madrid—)

cocinando una mona Por supuesto, no nos referimos al animal. Descubre los ingredientes de este tradicional postre de Semana Santa. Horizontales 5. Una casita blanca sin puerta; todos la saben abrir, nadie la puede cerrar. 6. Blanca soy, y, como dice mi vecina, útil siempre soy en la cocina. 8. Por fuera, corteza verde; por dentro, estuche marrón; después, a mi fruto muelen, y hacen con ello turrón. Verticales 1. Fuerza oculta que hace crecer a la masa, cuando le ponen harina y un poquitín de agua clara. 2. Choco me dice la gente, y late mi corazón, el que no sepa mi nombre, es un gran tontorrón. 3. Blanco soy como la nieve, me sacan de una caña, y aunque soy del otro mundo, ahora ya nazco en España. 4. Agrio es su sabor, bastante dura su piel; y si lo ¿dÓnde estás, primavera? quieres tomar tienes que estrujarlo bien. ¿Qué sería la primavera sin flores? 7. En verdes ramas nací, en molino me estrujaron, Encuentra: azahar, azucena, jacinto, lirio, loto, en un pozo me metí, y del pozo me sacaron, a la flores más que seguro que conoces. cocina a freír.

EDUCACIÓN PRIMARIA ¡PARTICIPA! Resuelve estos pasatiempos en familia, haz una fotocopia, pon tu nombre y curso en el reverso y entrégalo en la Secretaría de tu Colegio. Si eres de los diez primeros recibirás un obsequio.

¿a dónde vas?

Responde a la pregunta con este jeroglífico. –––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

e e x m j c w k j q g u o j o y a r f o

t o k h y o u i l i w n i u h v g j i s

u z k w w m p k g b x c r e k a q j s i

y e v v j i a q x a j z i j f i k u k c

a t i r a g r a m n q v l n h m u u z r

l q m y c w x b j a k f a m a p o l a a

y u b u i i t e r b g v b v a r y v u n

q q h c n e u q w c l t k t t h d u l u

k l w d t m f g l k f z c l a v e l e l

e i l c o y g t d d o r y u v j m y z j

p g h f l n d s q l p f j c y x w g d u

n a p i l u t i m u f w d u z w w z r z

a n e c u z a g i b m c g a n l b x v c

l p q m f h n m k p f a i w w w w j d g

o t n e i m a s n e p g r o z y j v j w

y i y m g f t o j l m q a p n q r a c u

narciso

y6

z l c v j x p e b z h l s f e z a v q v

x g b j u f m m i w v s f f t y r d b x

e a t z a q i w s x m i o p i b b p w n

r a h a z a l o t o v m l j q i t m e u

N.o 1416 — m a r z o - a b r i l

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Última página Última página Última página COMUNIDAD Y TRANSPARENCIA 

Última página

Édison Fañanás Lanau

¡TÚ LO TIENES TODO!

S

tephanie es una joven universitaria alemana que está a punto de acabar sus estudios en Ciencias de la Educación. Es una joven formada y simpática. Ella tiene una gran sensibilidad por lo social. Esto la ha llevado a hacer alguna experiencia de voluntariado local y de cooperación internacional. Oficialmente no profesa ninguna religión. Hace poco ha regresado de realizar una experiencia de 6 meses en Perú, donde ha participado en un proyecto de cooperación internacional. Ha estado trabajando en el barrio de La Mansión, barrio marginal de la ciudad de Arequipa, al sur del país. Su trabajo se ha centrado en evaluar las condiciones higiénico-sanitarias de los niños que van a la escuela y sen­ sibilizar y formar a los padres sobre la necesidad de una alimentación sana y equilibrada. Tanto antes de marcharse como al regresar ha compartido con sus amigos sus anhelos y sus experiencias. Muchos de ellos la admiran y la felicitan. Incluso algunos le dicen algo así como: «Stephanie, eres genial. Estudias, trabajas y además haces cooperación internacional. No te quejarás, ¡lo tienes todo!».

¿QUÉ ES LA POBREZA?

C

omparto con Stephanie una tarde de trabajo. Tenemos tiempo para dialogar tranquilamente en el viaje de ida y de vuelta. Hablamos de casi todo. También del proyecto y de su experiencia. Me confiesa que a veces se siente algo lejana de sus amigos, pues muchos no acaban de entender la vivencia interior de su experiencia de cooperación internacional. Se sincera y me dice que lo está pasando mal, que no acaba de encontrarse consigo misma. No cree en Dios, pero intuye algo. Antes del viaje, pero sobre todo después de su estancia, hay un sinfín de interrogantes que no obtienen respuesta. A ella no le importa su currículum ni su prestigio social; ella ha sido tocada por una realidad que la confronta más consigo misma y con el mundo occidental donde vive. Cuestiones tan sencillas de formular como «¿qué es la pobreza?» no encuentran fácil respuesta después de su experiencia. Stephanie se rebela contra hechos que las personas acomodadas del mundo occidental queremos ignorar. Es más fácil hacer algo de voluntariado o de cooperación internacional para dormir nuestra conciencia que enfrentarse a fondo a preguntas que seguro que harán temblar los frágiles fundamentos de nuestras vidas cómodas. Stephanie busca un sentido en su vida más profundo que el que hasta ahora ha vivido.

18 •

COMUNIDAD Y TRANSPARENCIA

A

pesar de sus interrogantes y dudas existenciales, Stephanie también tiene certezas surgidas de su experiencia. Dice que para poder tirar adelante un proyecto de coope­ ración hace falta trabajo en equipo, comunidad. También afirma que este trabajo en equipo ha de ser sincero, transparente. Me llaman la atención sobremanera estas dos observaciones suyas. No sólo porque las comparto, sino sobre todo porque también las puedo relacionar sin problemas con el Dios-Amor cristiano: Dios es uno, pero está formado por tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), lo que llamamos el Misterio de la Santísima Trinidad. Es decir, los cristianos creemos en un solo Dios pero que en su intimidad es comunitario. Si esto es así, y sin pretender desvelar el Misterio de la Santísima Trinidad, me atrevo a pensar que la transparencia es otro atributo de la naturaleza íntima de Dios. Que Stephanie piense así es para mí un signo más que Dios está en todo corazón humano y que anhela ser descubierto. Ponerle nombre es a veces lo complicado. El testimonio de vida comunitaria y transparente de los que creemos debería ser una ayuda. El resto Gracia.

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No 1416
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April 2020 9

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