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A veces las cosas no son tan simples y limpias en el mundo deportivo como parecen ser. En cuanto al béisbol, los Medias Blancas de Chicago de 1919 fueron sin duda el mejor equipo en la historia de las Grandes Ligas de Béisbol. Eran un equipo inflado que dominó a sus oponentes en la temporada regular, y fueron los favoritos para barrer a los Rojos de Cincinnati en la Serie Mundial de ese año. Es decir, hasta que ocho miembros de ese equipo decidieron aceptar dinero de los jugadores para perder la Serie a propósito porque no les importaba el propietario del equipo. Charlie Comiskey, el propietario del equipo y un ex jugador, fue famoso por maltratar a los jugadores, incluso llegando al punto de sentar a algunos de sus jugadores, para que no alcanzaran los objetivos estadísticos establecidos en sus contratos que les permitieran acumularse. Bonificaciones Debido a las acciones del Sr. Comiskey, los ocho jugadores acordaron lanzar la serie, pero el mejor jugador del equipo, "Shoeless" Joe Jackson, tuvo un cambio de actitud, decidió que respetaba el juego demasiado para hacer tal cosa, así que jugó con su corazón y se enfrentó al promedio de la serie, incluso consiguió que uno de los otros jugadores, Buck Weaver, la tercera base, también jugara para ganar después de darle una charla. A la larga, los dos no fueron suficientes para compensar a los otros seis jugadores que estaban jugando para perder, y los "Black Sox", como fueron llamados más tarde después de que el escándalo se hiciera público, perdieron la serie en siete juegos. A los ocho jugadores se les prohibió volver a jugar béisbol profesional, y "Shoeless" Joe y Buck nunca pudieron probar en un tribunal de justicia que jugaron para ganar. Hasta la fecha, sus familias todavía están tratando de limpiar sus nombres ante el público en general y de ingresar al Salón de la Fama del Béisbol.