UNIBERTSITATERA SARTZEKO HAUTAPROBAK
PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD
2009ko UZTAILA
JULIO 2009
GAZTELANIA ETA LITERATURA
LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
Semántica de la crisis Es curioso esto de la crisis. Cuanto más leo sobre el tema, menos creo saber de economía. Eso sí, estoy aprendiendo una barbaridad de semántica. La primera lección empezó cuando Solbes dijo que esto no era una crisis, que era a lo sumo una desaceleración. La palabra estaba muy bien elegida: la economía iba muy acelerada y esto era algo así como ir reduciendo la velocidad. Luego ya se habló más directamente de frenazo, y finalmente, cuando ya nadie cuestionaba la palabra crisis, viene el FMI, que es algo así como la RAE de la Economía Mundial, y pronuncia la palabra recesión. Durante este incierto periplo semántico-financiero hemos ido descubriendo otros muchos términos. La primera palabra que aprendí fue liquidez. Recordaba de la escuela que los cuerpos son sólidos, líquidos y gaseosos; y, a mi modo de ver, el problema de la Banca era más bien un problema de solidez, porque algunos bancos se hundían, otros quebraban y otros más eran apuntalados. Más adelante, sin embargo, entendí que la falta de liquidez era como ver la botella casi vacía. Finalmente lo entendí todo. Fue cuando se empezó a hablar de la volatilidad del sistema, que asocié al punto con el fenómeno de la evaporación: El capital líquido se evapora, se forman luego nubarrones y al final viene la gran tormenta monetaria. La gente, siguiendo el refrán de más vale pasivo en mano que ciento volátil, ha empezado a retirar dinero contante y sonante de los Bancos, de forma que ya hay quien prefiere meterlo debajo de un ladrillo. Eso sí que sería una gran ironía, que lo que empezó siendo una crisis del ladrillo, termine siendo precisamente la salvación del mismo. Sin embargo, una cosa ha quedado clara: el sistema financiero está roto. La palabra bancarrota, banca rota, es la que mejor lo expresa. Mucho más que la palabra quiebra. La semántica de la crisis ha encontrado otra palabra que refleja muy sonoramente el choque económico. Es la onomatopeya crash, a mi modo de ver, demasiado suave. Más que un choque financiero parece el ruido de un anuncio de patatas fritas; un eufemismo más a los que nos tienen acostumbrados los gobernantes para que no cunda el pánico. Y es que después del crash, si la cosa sigue empeorando, solo queda recurrir a otra onomatopeya más dura y de peor recuerdo, la palabra crack, que ha quedado acuñada para definir la gran crisis del 29. ERPÍN
PREGUNTAS OPCIÓN A 1. Resumir el contenido del texto y determinar su tema. (2 p.) 2. Enumerar las ideas esenciales jerarquizándolas en un esquema (1 p.) 3. Indicar de qué tipo de texto se trata según la modalidad discursiva dominante, ámbito de uso y registro idiomático. Señalar los rasgos morfosintácticos, léxicos-semánticos y estilísticos más relevantes (3 p.) 4. Justificar la función o funciones del lenguaje dominantes en el texto (1 p.) 5. Comentario crítico. Expresar la opinión personal sobre el tema, contextualizando y argumentando a favor o en contra y utilizando la expresión lingüística adecuada con respecto a los procedimientos de cohesión, construcción sintáctica, léxico y corrección ortográfica (3 p.) OPCIÓN B Comentario libre del texto.