EL ORIGEN DE LOS DIOSES En el principio de todas las cosas Gea (la Madre Tierra) surgió del Caos. Sin intervención de ningún elemento masculino, mientras dormía, engendró a las Montañas, al Ponto (aguas marinas) y a Urano (el Cielo) que la recubre. Contemplándola tiernamente desde las montañas, Urano dejó caer sobre Gea una fértil lluvia que penetró en sus hendiduras secretas, y le hizo producir hierba, flores y árboles, con las bestias propias para cada planta. Esta misma lluvia hizo fluir los ríos y así se crearon los lagos. Los primeros hijos de Gea y Urano fueron los Hecatonquiros (gigantes de cien brazos) llamados Briareo, Giges y Coto. Después aparecieron los tres Cíclopes salvajes de un solo ojo, constructores de gigantescos muros y grandes herreros, con cuyos hijos se encontró Ulises en Sicilia; se llamaban Brontes, Estéropes y Arges, y sus espíritus han habitado el volcán Etna desde que Apolo los mató en venganza por la muerte de Asclepio. Los hijos más importantes que tuvieron Gea y Urano fueron los 6 Titanes (Oceano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto y Crono) y sus 6 hermanas las Titanes (Tía, Rea, Temis, Mnemosine, Febe y Tetis). Urano odiaba a todos estos vástagos suyos y no les permitía ver la luz, obligándoles a vivir en las profundidades de la Tierra, en el Tártaro, un lugar tenebroso en el mundo subterráneo que está situado a la misma distancia de la tierra que la tierra del firmamento; un yunque que cayera al Tártaro tardaría nueve días en tocar su suelo. En venganza Gea persuadió a los Titanes a atacar a su padre; así lo hicieron, dirigidos por Cronos, el menor de los Titanes, a quien ella armó con una hoz de pedernal. Cuando, al llegar la noche, Urano se acercó a Gea y la envolvió por todas partes, Crono sorprendió a Urano y lo castró con la hoz de pedernal que le había dado su madre, sujetando sus órganos genitales con la mano izquierda (que desde entonces ha sido considerada como la mano del mal agüero) y lanzándolos al mar después. Pero algunas gotas de la herida cayeron sobre la Madre Tierra y ella parió a las Tres Erinias -furias que se vengan de los crímenes de parricidio y perjurio-, a los Gigantes -que recuperan las fuerzas cuando tocan la tierra y sólo pueden ser matados por un dios y un mortal a la vez- y a las Ninfas de los Fresnos -violentas puesto que el fresno era el árbol con el que se hacían las armas. De las gotas de semen que cayeron en el mar nació Afrodita (Venus), diosa del amor. Entonces los Titanes liberaron del Tártaro a los hijos de Urano y Gea, y dieron a Crono la soberanía de la tierra. Sin embargo, en cuanto Crono se encontró en posesión del mando supremo volvió a encerrar a los Cíclopes en el Tártaro junto con los Hecantoquiros y los Gigantes, tomó por esposa a Rea y gobernó sobre el mundo.