PREÁMBULO Te interesas por el Taro!, No sabes muy bien por qué. Presientes que conlíene elementos que podrían ayudarte a conocer algunas verdades sobre li mismo, sobre tus elecciones y lu porvenir, y sobre lodo aquello que se mantiene dificiímeme accesible desde siempre en cuanto a la naturaleza del mundo o a! destino del ser humano, lo que se llama misteriosamente «E! Conocimiento». Pero no sabes «por dónde coger» el Tarot. Te molestan algunas cartas, aunque también reconoces formas, imaginas ideas que te parecen familiares o ejemplares, pero ¿qué se puede hacer con el seis de copas, por ejemplo? Si has leído libros sobre el Tarot !e habrás dado cuenta que aparecen muchas palabras mayores, tnucfia moral, y que los autores parecen muy seguros de que avanzan, aunque se queden más bien en vaguedades. Te preguntas de dónde y de quién proviene esa autoridad, cuando tú no llegas más que a tocar levemente el sentido del Tarot y si sus afirmaciones son justas; sus pruebas para explicarlo consisten en apoyarse en otros sistemas o en sus convicciones íntimas, que por otra parte, pueden no ser falsas; pero sientes profundamente, sin poder expresarlo, que hay algo más; que el Tarot no es esa amalgama confusa, confitada y polvorienta. Tienes
razón: el Tarot es e es el Universo. vía pura e integral, i Tan sólo necesitas un medio para verlo. He aquí un método. Sí, un método, aunque le disguste la palabra por su consonancia escolar y racional. Para que lo sepas sin más tardar, el Tarot es, en efecto, una escuela. Una escuela sencilla, para niños (y los que saben volverse niños) y, efectivamente, el acceso a aquello que se llama irracional no es posible más que a través de un método racional. Un método que la Ciencia podría aceptar y que permitiría mantener una serie de pruebas objetivas, y no ya subjetivas (basadas en escalas de valores personales) sobre la validez del Tarot. Estando a un paso del año 2000, o lo que los astrólogos llaman «la Era del Acuario», el estudio del Tarot forma parte de los sectores que se sitúan al b'mite de la Ciencia Avanzada, en la frontera entre dos dominios determinados (pero que se cruzan a menudo): por un lado eli Inconsciente coleciivo, en el sentido que C. G. Jung le ha dado, y las leyes holonómicas del Universo, por otro. Al constituir un conjunto de 78 cartas, y un con-
d^sUr^T£¿. un modelo, una -aquc^fiííSi de sosten, -«<£-££ Tarot de Marsella, el más cargado de exF11 ,_. r .fff«Wf
' La expresión :onníc( ed««s) <
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y por tanto el más fiable que se haya utilizado jamás. Conforme con la tradición, hasta en los detalles más ínfimos, incluso en el reverso de las cartas, tallado en un brísiol espeso que el uso no deformará, con unos colores que debemos al aite del químico y del impresor en 1981, exactos y muy bellos. Veamos un poco cómo acercarnos a él. ;Con método! Nuestro hilo de Ariadna será e! siguiente: ¿por qué existe el Taroi?, ¿por qué se puede decir que viene del futuro?, ¿cómo encontrar en el Tarot tus propíos esquemas interiores y los que son comunes en todo el Universo conocido, sin alejarte de la realidad cotidiana? ¿hasta dónde puede llegar, renunciando a la adivinación aprowmativa y peligrosa, pero sustituyéndola por algo mucho más bello: I verse co-creador del Porvenir, el tuyo y el del
¿POR QUE? Empecemos por aclarar nuestro vocabulario. Sigamos para ello el de la Doctrina de AJbarracín. expuesta por Rodrigo
Teoria del Orden íi , rao Biográfico. d= Kzrl PribrEm.
tan en constante interacción: asimismo para eí ser fiumaoo el SUSDO es en pane tangible (se desvela con un encefalograma) y en pane ímang&b (se origen y sus significados múltiples escapan 2 bs ínstiunrentos de medida).! Al Universo tangible le damos el nombre de Na- e! intangible mudios nombres, desde «Dios*. >A SOBRE EL UNIVERSO TANLa Naturaleza está comp'elamente sajela a sus propias leyes. No encontramos en eBa la cansa de! hombre. La Naturaleza, fuerza brutal, mecánica, parece perseguir una idea 5ja: acosar la perfección. Destruye sin parar (p.e. los individuos más díbü&s- !zs especies más inadapíables) para reconsmór caía vez mejor, es el progreso, la evolución. La naturaleza oo se detiene nunca. s la cansa da la Naturaleza, nos enroai obstáculos la causa de la Naturaleza za- ahí no hay más que uoa •asadas y de efetaos. La caasa de i nube, la de ésta ea la ereporaa, ele... Es necesaria, ea geoera!. fe " . varios efectos para prodoar un >dado. i contiene, por dsBnícióa, roda la :e. Esta materia está regida absolutanos afirmar qae es esclava— pw noy estrictos. LJamémostes -
en el sentido en que la legislación, rige la sociedad con códigos: lo que va contra ellos es eliminado, lo que trata de estar Cuera de ellos, también es eliminado. Estos dos códigos son: —el orden —la duración. — El ORDEN: cada cosa, sea cual sea su estado materia!, sóüdo, liquido, gaseoso u otro, ocupa un lugar en el espacio aunque el ser humano no pueda verlo o controlarlo: una galaxia, un electrón, el aire, ocupan un lugar en el espacio. Este orden implica un ciclo cuando una cosa torna el lugar de otra: el buey, al comerse la hierba loma su lugar; el hombre al comerse al buey, loma su lugar; los gusanos al comerse al hombre, toman su lugar. Así aparece: — La DURACIÓN: una cosa ocupa el lugar de otra en función de una duración que le es asignada: lodo lo que nace, muere. Para cosa hay un período de vida. La Naturaleza en s! no es ni presente, ni pasado, ni futuro; um solo es duración.
^S^deiarnismafonnaobietivays
rizar, de echar Una mirada sobre el universo intangible. Es mucho más difícil. ¿Cómo observar aquello que no se puede tocar ni medir? No hay base; no se puede utilizar la escala de valores tangibles. Por eso, la búsqueda del Universo Intangible ha provocado desde el principio de la historia del hombre la mayor cantidad de fantasías; con esfo no quiero decir que estas fantasías sean inútiles y desprovistas de sentido. Se puede abrazar una religión o una filosofía que son hipótesis edificadas a veces sobre hechos, pero también se puede tratar de observar este Universo Intangible. Tenemos un medio: observar la consecuencia permite acercarse a la causa. No podemos ver la causa, pero podemos construir un modelo de esta causa. ¿Cómo llevarlo a cabo? Tomemos ejemplo en la manera en la que se elabora un modelo cientifico(*): e! observador graba cierta cantidad de observaciones. Parale!ámeme el teórico (que puede ser la misma persona que el observador, pero en una fase distinta a la de observación) va elaborando hipótesis o suposiciones. Por aplicación de las leyes simples observadas en la Naturaleza, deduce consecuencias. Esta será también nuestra acritud hacía el Tarot. Si más adelante el modelo se revela en contradicción con una observación se le abandona. Si esté acorde en la observación más avanzada, se conserva el modelo, aunque se le retoque. Asf abandonamos las ideas visiblemente inapli-
cables y modificamos los modelos, aproximándolos y haciéndolos cada vez mus exactos, Recordemos que NO PODEMOS HACER MAS QUE UN MODELO de la causa qu« estudiamos. Esta causa no se ve limitada por los medios de que 'depende el modelo que hagamos", y aunque estemos satisfechos, de él. es importante tener presente en la memoria que la causa sobrepasa al modelo... En la Naturaleza nada es misterioso: todo lo que es tangible obedece al orden y a la duración. Pero para entrar en el Universo Intangible, empezaremos muy despacio, para no caer en la fantasía, y sólo acercándonos a la causa a través de la consecuencia, Por ejemplo, el Tarot, el i-Ching, etc... muestran en la vibración de la molécula y la longitud de onda del color (tangible) la consecuencia de un modelo de! Universo Intangible. Veremos más adelante el por qué. Para acercarnos al Universo Intangible utilicemos una técnica: miremos sus efectos en la naturaleza y agrupémoslos para examinarlos, La observación tlt los grupos de fenómenos* tan sólo muestra lo siguiente: todo ocurre como si la Naturaleza (en sí maestro feroz) no «quisiera» más que hacer progresos, como si algo más poderoso que ella le ordenara permanentemente progresar. En la Naiurale/:i no hay castigos, sólo consecuencias. De alu l!1 siguiente: -PRIMERA LEY DE LO INTANGIBLE: La única cosa que no cambia es el camino.
. —• -.- -~/ (p.e.: las cuatro es I ación es). Si este movimiento de cuatto está garantizado en el Universo Tangible, será consecuencia de una causa situada en el Universo Intangible. Podemos entonces adelantar una segunda ley, un segundo elemento de nuesiro modelo de lo intangible: — SEGUNDA LEY DE LO INTANGIBLE: Existe un cambio cíclico. Las consecuencias de esle cambio cíclico se veo sobre lodo en los seres animados (p.e. infancia, adolescencia, madurei, vejez) pero se manifiestan lambién en lo demás, incluidos los minerales. No hay ni orden ni duración (códigos de lo Tangible) en lo intangible, pero podemos proponer una tercera ley con que ampliar nuestro modelo- Hace referencia a los grupos, es decir, a todos los conjuntos que se reúnen bajo ese vocablo: — TERCERA LEY DE LO INTANGIBLE: existe un cambio secuencia I. Nos parece como si hubiese un maestro en lo intangible, pero no hemos observado las suficientes consecuencias de esta proposición en el Universo Tangible, o se», que nü haremos una cuarta ley de ese modelo, para no tomar partido a favor de una religión o filosofía y para no ofender ninguna de ellas lo Humaremos de momento con un nombre mídito que escriliiremos AZAR. No se trata del
UNA MIRADA SOBRE EL HOMBRE Las anticuas iradicio.íes cuentan las batallas entre cieífv ü<4 «Yang» y «Yin», es dear Intang.blc y Tant-ible pero, ¿dónde llenen lugar? T Xp« d hombre .1 Cosmos-. Igual que él, está compuesto de un Universo Tangible y de un Universo Intangible. Es un microcosmos. Su cuerpo taoeibie obedece únicamente a las leyes —todasde la Naturaleza. Su cuerpo intangible obedece tínicamente a las leyes del Universo intangible. P« tanto el Hombre tiene dos maestros: la Naturaleza, maestro implacable y el AZAR, maestro sublime. Las batallas o interacciones entre el lado malerml v eí lado sublime del hombre han producido -,« evolución. Esta es indispensable: toda persona que escoee muere; la elección hace el movimiento. Evolucionar es vivir. Vivir sin evolucionar es monr. EL CUERPO TANGIBLE DEL SER HUMAN
continua (como estado de la mu ert e del cuerpo t a n b e
mala, sino únicamente [a interacción de dos conjuntos vibratorios. Estas vibraciones permanecen invisibles porque el ojo no cubre toda la longitud del espectro. Si aceptarnos en nuestro modelo el hecho de 'que «el océano» Intangible «baña« de alguna manera iodo objeto tangible, cada elemento de la Naturaleza, desde el mus pequeño (quanta) hasta el nías grande (galaxia) estará atravesado por su propio océano intangible. Se le puede llamar, por ejemplo, energía de la esencia, o Chi esencial —contó los chinos—, porque sin él no existe la vida.
Recordemos lo que todo el
ion De N." 99 1977: -El ¡
EL CEREBRO Volvamos a nuestra observación del cuerpo tangible del hombre partiendo de lo más o menos bruto. La vibraciún exieriar del cuerpo proviene de grupos de células. Cancelando con una gran pane de estos grupos nos encontramos con el cerebro —sistema nervioso—- Es una máquina computadora atiborrada de memoria sin identificar. Manda sobre el conjunto de las partes tangibles del hombre, visibles Se manifiesta como el Maestro de lo Tangible, pero obedece a algo muchísimo más poderoso que él. El cerebro es un mecanismo que opera combinaciones y permutaciones de estímulos: se le programa paca ello. Ejecuta, pero no hace nada por sí solo; no hay cerebro en el espermatozoide o en óvulo, tan sólo un código que el cerebro prefabrica. (porque ia molécula de ADN", igual que el espermatozoide, tiene su propia envoltura de energía de la esencia Cía esencial). Sin el cerebro no funciona nada en el hombre, por eso se le puede comparar con una máquina
IBM: sin programador, sin electricidad no funciona Entre el mundo tangible y ei mundo intangible del hombre existe una conexión, llamémosla persona, o «yo» o mejor aún, ego ya que este término se presta a menos confusión. Diremos abreviando que es un mini-agujero negro- Para el astrónomo ei agujero negro es un punto en el que la materia tangible parece desaparecer, y. no se transforma, entonces escapa ai orden y a la duración, a los cuales la Naturaleza ata lodo lo que contiene, como ya hemos visto. El cerebro no es más que tangible: podríamos comerlo. Pueden realizarse ejercicios para desarrollar el funcionamiento del hemisferio derecho o del izquierdo. Es muy interesante, pero no se trata más que de una gimnasia cerebral. Si veneras el cerebro, estás venerando una máquina.
EL EGO
LA ESCALA DE VALORES
Es la ¡n(eligenc.a del cerebro: no se le puede comer... . Tiene la posibilidad de comunicarse con la maquina a través de tres Icngujes o comportamientos: un comportamiento «físico» o «motor» — un comportamiento «sensible», y — un comportamiento «mental» en función de la escala de valores del individuo. Fabrica reflejos condicionados acompañados de reacciones químicas' a partir de esta escala de valores (p.e. me enfado cada vez que alguien me llama pobre diablo, y sin embargo si me ensalzan no me enfado. En mi escala de valores, la sublimación está alta y el desprecio bajo").
El «Mental» determina lo que conviene y lo que no conviene. La escala de valores se va fabricando desde el primer soplo de vida, y según lo que nos rodea. (Cuanto mayor es el entorno, mayor es la escala de valores). Comienza a formarse una respuesta condicionada. Sin cesar, el hombre ofrece reacciones a los estímulos que recibe. Todo es reacción a una reacción. La escala de valores engendra un comportamiento que guía la vida: hacemos cosas agradables —según el comportamiento sensible— para los demás y para nosotros mismos, porque son *las que convienen». ¡No es nada sublimel Ahí todo se hace para satisfacer el interés y la conveniencia. Pero a veces hacemos algo que calificamos de espontáneo («me llevaba una fuerza...». No es e! ego !o que funciona (p.e. salvar a alguien que está ahogándose, enamorarse...), porque con su lógica, su sentido de la conveniencia y del interés, cohibiría la respuesta espontánea.
LA RESPUESTA ESPONTANEA
micción, pero es llevada a cabo. Por ejemplo, el amor, según el Ego, puede ser físico (airacción motriz, vibradora), sensible (agrado), manía! (conveniencia), o todo a la vez en e! mejor de los casos. El amor que viene de lo Intangible es diferenic. Esta fuerza espontánea nos moverá a hacer cosas que serna juzgadas como imposibles scgín el Ego. El Universo sublime", en ese mismo momento, se está manifestando. En su evolución, el ser humano busca lo sublime: el contacto con lo Intangible; trata de escrutar el AZAR. Esio no es posible si no se acepta primero que se encuentra sometido a las constricciones de lo Tangible, mirando como se producen, sin anticipar lo Intangible para empezar, sin contarse «cuentos»" Pero, ¿por qué este preámbulo tan largo? Primero para que el vocabulario que vamos a utilizar en .las próximas páginas quede bien claro.
Luego para mostrar lo que es un esbozo objetivo y metódico del Universo en el que vivimos. Tercero para comprender como nos acercamos al Tarot. Este maravilloso modelo de conexión tangible-iri tangible nos muestra los dos universos. Observamos lo tangible para observar los modelos que nos propone, y tan sólo después empezaremos a encontrar lo intangible sin caer en la fantasía. Esta forma se süúa en lo opuesto de la que se acostumbra a tomar cuando se trata de esoierismo. ¿Por qué hablar de esoterismo? ¿por qué existe el Tarot? Avancemos con valor por el bosque de las ilusiones y los destellos (un mismo vocablo, maya, los une en sánscrito).
0 EL TAROT CONOCIMIENTO CODIFICADO El académico Jean Fourastié declaraba en febrero de 1979- «Siempre fie pensado que el hombre tiene dos fuentes de información: La Revelación, sin la cual nuestros antepasados no habrían podido hacer nada, y también la ciencia. Desde el mismísimo momento en el que existió ia Ciencia, nos ha dado informaciones sobre el Universo que son, a mi parecer, de la misma naturaleza de lo que se llama Revelación en la fe cristiana. En ambos casos son informaciones sobre el Universo.» CIENCIA Y REVELACIÓN Este atajo notable dibuja ia situación que el hombre contempla como suya hoy en día. Desde hace cincuenta o incluso treinta años, para definir la inluición o la «revelación» ya no se intenta unirla a la telepatía, a la magia, a un fluido conductor o algo similar, que se conoce aún peor que la intuición. Se actúa a lo «científico», es decir, sin que intervenga una hipótesis antes de una observación. Se analiza el contenido de la intuición antes de proponer una teoría sobre la naturaleza de la intuición. Uno se da cuenta que reduciendo la intuición a
lo esencial dejando a un lado provisionalmente los medios o las circunstancias aparentes que !a escoltan o la manifiestan, se trata de información v luego, nada se opone a la construcción de un modelo sobre el origen de la información, científicamente. Pero antes de haberse convertido, desde hace tan sólo algunos años (y, desgraciadamente no lo ha sido para todos los científicos), en un instrumento muy fino, con un campo ilimitado y que respeta la materia sobre la cual se inclina, sin reducirla, la ciencia ha evocado una materialidad embrutecedora y bestializante* y una estrechez de visión que han marcado una larga etapa y herido las conciencias. La reacción ha sido e! desarrollo de una desconfianza en el poderío absoluto de una ciencia aún poco digna de este nombre. Se creía que la ciencia condenaba el espíritu, o con un tonillo menos cargante, que lo tangible buscaba negar lo intangible. Así se guardaba en secreto aquello que procedía de informaciones poco probables y sin demostrar, aunque fuese una revelación, por definición personal, o una enseñanza transmitida por una larga cadena, de maestro a discípulo, o de hermano a hermano, a través de los siglos y cuyas bases —de las revelaciones— habrían sido cuidadosamente disimuladas. Y. después de todo, no parece que ninguna sociedad iniciática ha-
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-:-" . , . „ , . , . -mar :_i intangible, y si. ea el caso i» «nías reveiaciones* . o eran '"" " ,"[ (.^-¡j Bables tan soto podías m•ar en una sociedad iniciáiica en la que " " ,'." .---:.-_^-¿|ki que se le enseña con 3 aaaeilo que se ie propone hacer. No io esto de *t*er a plantear la dignidad o la fafidez cicnci.i .-•j no exi-üj aun. No se podían iransmicniooces las «reveiañMesn mas que bajo un-i (wma muy disimulada, muy autoriiarb. y tan soln • bombrcí c-j,- r., • la deformasen ". e» ducii. I¡>ido wguir una íormariitn particu. . . . . mes», fan Jiferenieí. del ínnic\!" ida colidiana. podi;m herir mortalmcna seres que no estaban preparadas, de :th¡ v! - " -. V K • :,-\'.;-\ 3 (omar: "Non M.irLM Me paróos. tVIl:6): rw ofreícas perlas j U»
cerdos. Poner al alcance de alguien una verdad que no caá a la altura d« comprender y.o vivir, engendra una verdad que puede ser muy grave (suicidkil Por eso, e! acercar»: a! Tarot proixxa irriíaciofKi o desórdenes cuando se carece del medio para progresar. El interés de estas irritaciones es el de rnaaleoer ía curiosidad lo suíídentemeníe aleria para > adelante: es decir, al desarrollara: et¡ tu interior la batalla de lo Tangíbie y to ír,:. ; -_ .i-.¿s de lu persona. evohickMia toda~la raza humana. CODIFICACIÓN Y DE CODIFICACIÓN ¿Cómo amparar estas «reveladcwKS»? Era necesario expresarlas- en un lenguaje cu;- r • facse 'cceable a oíalquiera: on leagaafe axj;-!cado. La codificación consistí; en ana cono:. esencia! p;ira h transmisión. Reiconfcows: estas -t£veiaciones» eran informaciones sobte drosraos. su natuiaieza O la iiel hombre, o más bien. ^::rTangíWe y lo In¡ang¡We. y su encaeolio. ;aiso eiphwivti!'¡a!!írrjdor!, sobre todo para "los regttncncs poliiicos y religiosos vigenies. La codificación es el arte de est-onder e! conietudo de un mensaje sin alterarlo. Se recurre en^"ces a un sistcrru de represen (aciones > üí sm com... ton el I-Ching. la Asliologia. la Aiqamta. la Cabala, etc.... o el Tarot. Por eso d Tarot tiene que «r ante redo c. crípu>graíin. es decir el arte Je encontrar el ado
B.üi»ctó«
• M coBiDUiadora, extensión £ * COB.P e dd ane de
o h-WW ™J^ ano[aba que la criptoSi.Salando paralelamente a la AIET'Íd¿eSdo para codificar el conocimiento defSt « ^ una gran simpl.ddad. su ev.denaa £le Suso pzra preverle. (Por e,emplo. parece ^complicado el recurso del conocimiento del ,^vecto que siguen los planetas, en Astróloga; o de ta espaginX en Alquimia, aunque la Astrología y la Alquimia vayan mucho más lejos que el código que utilizan.) Basta con mirar ei Tarot para descubrir el código: observarlo sin hipótesis y sin a priorL E! único a anón seis que, de momento, no vas a rectificar el Taroi, y que de momento, lo vas a tomar tal como
TAROT Y SISTEMA NERVIOSO
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Pero el arte de la decodificación no se ha de separar jamás del instrumento de la misma. Este instrumento no puede ser más que el cerebro (recurra siempre a la primera parle del libro) ¡Sin programado! o sin electricidad, no funciona! Este instrumento es también el matena!-depositario privilegiado de la Revelación; pero no sabemos aún utilizarlo como instrumento y a la vez como material. Así pues, con una cuchara podemos remover crema de chocolate y también coger crema en su interior, pero no podemos hacer tas dos cosas a la. vez. Encuentro esa cuchara en el Tatoí: el Mal la lleva sobre su hombro. (Te das cuenta como
ya...)
Tenemos que utilizar un sistema de .espejos: el Tarot nos muestra una imagen que el sistema nervioso nos permite reconocer en la parte intangible del ser humano. El sistema nervioso —ver más arriba— está programado para establecer permutaciones y combinaciones de estímulo. El Universo, en su feroz caminar hacia adelante, permuta y combina sin parar No habrá que olvidar entonces que t. Tarot también se basa en las permutaciones > combinaciones. ' Escriior. co-auloi de El Retorna dt los Sm/oi, que caí biú las costumbre* del pensamiento occidental, filósofo
DESCRIPCIÓN DEL TAROT M pres n a T3rot et UÍO- Ün IraZO negrX?- rectanSuar de i mm de grosor cerca el contenido de cada caria- II 6 caí jwr ?•" cra- eD e' interior del trazo. & reviso está «Earoieadc» cié azul, es decir, un rotor v mt diinijo ópticamente neutros, que no llaman la atención, y no se corre el riesgo de cristalizar ningún efecto psicológico cuando se «tiren» las cartas, dejando asi que se ejerzan plenamente las formas y !cs rotores de la carta que se rodea. Se cuentan 22 canas que al parecer forman un conjunto, j-a que se componen (odas de tres elemenios desiguales por e! espacio que ocupan, aisladas por mi trazo negro de I mm. de ancho; arriba un número en cifras romanas; en medio la imagen. y abajo el nombre con mayúsculas. Dos canas esc.ipan a esta regla: una tiene un número, y no tiene sembré ni espacio para ponerlo, el arcano " NI11. ia otralieae un sombre y un espacio que no conloe ningún número: el Mal. Veremos más adelank 1 que. en bruto, eí arcano XIII es entonces innombiYel Mal. innumerable, y que se les pucúno; operaáiía miseriosa (Alquimia). Nombre as- del Taro!, especial ráeme a los Arcanos Ma
superponer. Estas 22 canas han recibido -no se sabe de quien— la denominación de -Arcanoí Mayores-. Por otro lado entre tas 56 canas restantes Qlie reciben la denominación —¡también de orisen desconocido!— de «arcanos menores- se destacan cuatro que representa cada una. una ¡masen diferente - -i número, ni espacio para ello. Dieci" tan cada una un personaje diferente, iré situado en un espacio por debajo , menos la Sota de Oros, que llera el ¡ la vertical; cuatro series numeradas a s canas en un orden creciente, del n a serie que iiaman «oros- por compaairo personajes que tos .llevan y que ; oros». Los dieciséis personajes pinero «familias" (rey, reyna, sola, cabíiislongan las series y llevan tos nombres >ada. Basto y Oros; las tres primeras [3 cuarta en plural uágenes, nombres o ausencias- tiep.üi es meaos impórtame ni interesante una cuenta en el sistema de combi;nnuiaciones. Es cieno que algunas -ejes o puntos de referencia, pero ea^ ildados simples notienenmás que un 1 y ningún poder ejecutivo.
VÍA
FRANCESA
,| ..Auliue»". I n AMiolojifo HTK'^nt i tliiliMio' 4 uc M- k lia eMiauio). I :. lídescí más que hebrea, a«iui«e se n ¡1 k)s llii jmlios V k's piiedr sei -elivj pih-o eMendi'la, es impnieiii'ühk-
cii.iil, \e p t ' i p - M i r - n «ni lil'io, por ejemplo, W C'dpi'to/. iUM . i i x ; el l.ihi-a Unjo tk- M;u>; H /.tftro t'm/-' idK t i i í J ü l i ; l.i / AtHi,i,/« ,/,-/ (liráwlM ¡I? junio del «H" t-íMK'iíiii. del ;;cliei:il De (¡iiulle (|)ar¡l (|UCil:itiu>s en el lerteiH! poluií'o). Salvd ju]UclU« que se li:in !\inliy;u!ii "L-nmpaneiW" ¡nitnpaikw ülrcdídm ile l.t llama Je! IS de jimio (enmjuuiero. del !»((ii: aun y 1'tinn, i|iie ooni|iarleii el p¡m), ¡iqiidlos íjuc *« ¡tfü'ip,m .iln-.k-doi de un lih.i. lona:ii» parte de líenlo y se Ihiinan c-iuie sí ..eain:ii:id;iv (Je: cámara, h!thi(.K'iriü). Una hahiíaciiin, -.e^úii el diccionario Uraissc. es un lugar en el i]iK' ""« « ;icut-.t¡i. donde duerme. l-ii(,nieos los camaiad^ vonipiínen el MI. fin. /.No ie iijsnipiiii en eííaiata-.? l'»i oiro lado, wnsitlen-inos In libcrwún. t i =• Jo un preso ha skio Hhcrado. h pii"i<>n «P"c "' ik-iKlo, el preso HO Ucnc ^..MuU J«= > l ' "« «
JocaJi gobiem
paite derecha del cuerpo (se es «die:
iro« o se es -siniestro». En ef cerebro hay dos hemisferios separados por una escisión, e] «surco de Rolando». En el transcurso de [a evolución de la especie humana han adquirido una especialización diferenle. "La especialización hemisférica surgió a partir de la diferenciación í!e los mecanismos motores del cerebro. ¿Cuáles fueron los actos motores que a lo largo de la historia de [3 evolución produjeron h presión selectiva que engendró esta especialización tal y como se la ve en e] homo sapiens?», se pregunta Karl Pribam *. Sin embargo los mecanismos de la intuición, ti decir, de un proceso rápido, tienen su punió de anclaje fisiológico en el hemisferio derecho del cerc " Neuropsicofisiólogo y neurocirujano americano. pi° *• ^ de la Universidad CalLforniana de Standfoid. auior de '-'"| guages of ihe Brain y uno de ios descubridores de I.. holonúmica {de la que trataremos más adelante).
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jue está mucho menos desarrollado que e| ;ériO izquierdo, o más bien, menos «enereeti ¡ -merlos «utilizado». Timothy Leary en su . 'ologique llega a afirmar que esia especiaUzación del hemisferio izquierdo a expensas del hemisferio derecho constituye un verdadero "sacrificio neura!» de la especie humana. La imagen llega al cerebro y lo impregna más rápida e intensamente que la lectura. Los mecanismos que ésta pone en funcionamiento dentro de! sistema nervioso toman los circuitos energéticos del hemisferio derecho. He aquí el porqué de que e! Tarot no sea un libro. Si se desea ir desde París hasta Pekín, para saber el camino no se mira en un libro, sino en un mapa. Por supuesto, el mapa no es el territorio, pero le ;enta directamente de una forma inmediata, ¡ta razón el Tarot es un conjunto de canas, todas formas es erróneo querer funcionar naíás que con el cerebro derecho, es decir, nada más que con la información de naturaleza intuitiva o «reveladora»; ¡y es también un espejismo! m cerebro funciona sin'tener en cuenta tu volición (y sin el programa y ¡a electricidad, esta máquina I.B.M. no funciona, recordémoslo). Seria erróneo, ya que si la intuición no se aplica a una estructura construida —gracias a los mecanismos del hemisferio izquierdo— no se la puede utilizar. Por oirá parte, esta es la razón de h a b e r empezado nuestra aproximación al Tarot por una observación racional del Cosmos.
, DE UNA METODOLOGÍA d Larousse es «la pane LEER Y DESLEER
ro, V después será más que se puede considerar el Tarot como un sopo TíMás bie. tú serás el soporte, y te parecer. ^Sderríen su interior la l.ave de.das.as si^ciones, abarca e! esquema de la evoluc.ón col^ de la humanidad, y a la vez, la de la evolución
Los conjuntos y las combinaciones de los Arcanos Mayores y menores se extienden a todas las posibilidades de la experiencia humana, incluida la experiencia por venir, así como todas ¡as situaciones psicológicas. En oposición a todos los exégetas que intentan justificar e] Tarot como supervivencia del pasado, se puede mostrar hoy en día que el Tarot viene del futuro, por que sus niveles de significado aparecen cada vez más. y tienden a una espede de perfección, sin que se modifique el código lo mas mínimo. Lo que has de descubrir antes de olvidar que sabes leer antes de desleer, antes de «tirar» las canas, es el contenido de esta maqueta del Universo, Lo descubriremos u tuzando los mecanismos de la lectura. La meta de esta guía metodológico reside en su libertad (que no liberación). Te permite trabajar
individual.
«Hay que exponer el Tarot bajo los'»"— luna nueva» ' Por supuesto vale mas envoiv, • Ver El An
Ed Grimaud.
EL ESOTERISMO VIVO
ver con ei imuí, os^nm „ tienen ^ri^ del Tarot un ritual que dé i:3T c * *" '"" -á haciendo, y, en este sentido, no peso a lo 1ue eino ^gy» que hacer nada de esto. ,;., nsaios: ; -1- ••'- yarot y nada más; lo único ; Ta \ f híí^ es animarte, cuando hayas asimila; L ' ' ''3 ^i ,1v hayas entrado dentro del Tarot SltX^S Universo), a no volver a ": "" ; - ;* euía («Y ahora. Nathanael, tira ^-^rfvS.^nclusiondeAndréGidepar, •£S Noiiriwa Terreares). Porque en ese instante habrás integrado el Tarot, y se habrá convertido en un agente de ¡a «Conscienteligencia», como dice Tim Leary. ao
El esoterismo no consiste en tratar obstinadamente de robar la luz escondida, pero sí de conquistarla; consiste en modificarse, transformarse, transmutarse, para que el Conocimiento viva a través de tu persona, que la luz irradie de tu ser en un contagio de evolución. Claro está que el hombre de hoy no es más sabio que ios que le han precedido, pero está más evolucionado. Sus posibilidades son más amplias, aunque las utilice poco, mal o para nada. (Ejemplo: la duración media de la vida ha aumentado más de diez años en el transcurso de estos dos últimos siglos; la raza humana comienza a elevarse fuera de la afracción de la gravedad terrestre). Estamos en la época de apo-calipsis. de desvelar. Los astrólogos hablan de la Era de Acuario, el Aguador. El Aguador es aquel que viene agua. Vertir es comunicar. Reír es hacer circular energía. Y una vez más. el Tarot es una maqueta del Cosmos. Te encontrarás ahí dentro, y mucho mas. El esfuerzo producido para decodificar este codighará que seas capaz de recibir directamente la intormación contenida en él. Aquí aparece la MOTIL ,«información sutil», que ha salido a te l u z -
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recibidas..
L, «rfKta» Tradición " permite que el ser huva ai máximo sus posibilidades; he aquí c! i»n 'i±> dtl esorerisnío. JDO tiene ua camino propio en el que Iai ,—iradas íBamada» también -pruebas-, espejo. ne aprendemos a vernos tal y como somos i . . - -,; en un orden diferente o no ser . . - - r ;' misino ritmo, aunque los comtess JKO rendo ideáticas y casi inmutables - ... -" • ;.- ' ;. ei m¡;mo: obedecer a IL -Ir' -—.; Tangible; evolucionar, más esacscipar la sácuienre etapa de la evolución o fe k etapa final ¿quién lo sabe?—. ; , -~¡x después del Homo-Sapiens? ¿El Hoii»-G¿áctL :•_-" Y. ,¿u¿ camino comienza o vuelve . ; -i.-.-i- -;-• í.: ::csco XXI? (después de !a inveráaaódirawoXX". . / — . tsctrio? Ahora llegamos a ello, gracias r:/ haber tenido la padencia de leer hasta aquí. Era EKfapettsabte ejamicar cuidadosamente los in-
¿COMO? Cuando hayamos estudiado el Taro!, cuando hayamos pasado tiempo con él, emonces y sólo entonces nos aventuraremos a salir del tiempo, ncs deja• svar por el delirio ". e! de los profetas y las pñonisas, aunque más modestamente. Será en el capííulo *Hasta dónde" (¡a respuesta es: sin Ürnite!. I. LOS MÉTODOS SUBJETIVOS Para acercarnos al Tarot como nos hemos acercado al Cosmos, utilicemos un método de observación estricta que nos permita, en este modelo del Cosmos que es el Taroi. reencontrar la información codificada- Ya lo apuntamos al abrir este libro: algunas cartas nos "molestan». Así es que el Arcano X ataca los nervios, ios Bastos te producen palpitaciones mientras que tu mejor amigo odia al Rey de Oros, tu hermanita se vuelve loca con !a Esireila y el Hermitaño ": tu vecino se ve reíkjado en el Emperador, y la mujer de lu vida nene alto de J» Justicia, o de ia Reyna de espadas, tal vez. " F_n f
ran;éí.
iufe.o de palabras: dé-finr. deí-toa y í
. A QUE SUENA TODO ESTO? ' n reacciones del EGO basadas en criterios casi siempre incomunicables, pero las sientes tan intni. mvas Estas reacciones forman un obstacu;;£rB ""a observación fría y objetiva. Algunas ,e asustan (no conocías esa faceía de tu personalidad) y edemas no las conoces todas. No disciernes los motivos que las provocan. Entonces empezaremos por una observación subjetiva, basada en tu escala de valores, las reacciones de tu Ego, y todas las asociaciones de ideas, todos los recuerdos que se presenten, sin discriminar ni rechazar ninguno. Sin embargo, sentirás una resistencia interna: e! EGO que conoce los peligros del reflejo espontáneo, levantará una pared, en cuanto éste corra el rieigo de manifestarse.
UN TEST PROYECTIVO El EGO defiende su escala de valores con todas sus fuerzas y todos sus medios *, sino la base sobre la que se apoya se verá quebrantada; actitud de defensa natural y lógica. Al hombre le gusta vivir en un sueño. No quiere ser realmente responsable de sí mismo (estamos en una civilización de asistidos, aunque por un lado esio represente sin embargo un progreso). ¡Cuidado!: el Tarot es un instrumento que corta, no escapa uno a los consejos que se le piden. Lo más difícil, sin duda alguna, es reconocer que uno se ha estado engañando, que se ha estado «contando cuentos». Hay que destruir suavemente esta base y sustituirla poco a poco por la realidad. En un principio, el Tarot funciona como un test de Rorschach *", provocando reacciones a veces violentas, hasta la repulsión o incluso un miedo-pánico pasajero («tiro estas cartas y no las vuelvo a ; mirar nunca más. Todos ios personajes son vuigares, feos, ridículos y provocativos»). Déjalos apare* Por ejemplo te caerús de sueño o tendrás que solucionar un montan de detalles urgentes en cuanto le pongas a mirar el Tarot. " Hernuim Rorschach, nacido en Zurich. en 18Mj*h quiaira la persc línta.
enera!, decorativo u ornamental. Fiiate si los, pem-najes te recuerdan personajes reales novelescos, pe/sonajes típicos o concretos Por ejemplo: mi abuela (la Papisa), y mi madre (I,, Emperatriz): mi moralidad (la Jusnua). V la icni.ición {el DiaH." í arl^m.iíi». el rey de Copas, j Ana deBr--^ - e a le Oros, o bien el Sanio Grial, la Copa, d fascismo, los Bastos, cíe. Tendrás fijaciones con lal o cual carta. D¿jaU producirse, míralas. Anota los sueños que tenga-, en esos momenios, aunque no parezcan tener n i n guna fíisiáón con el T.'ttoi. <:•.< -.¿-i le disguste una caria, nú la rechaces. Déjate la poiihílidad de que hable, de que le emeñs Jjo. , Q« es ' L'J- DXb :e dbgUSta?, ,;sus rr-pa-,'. ,:yj ,:- - ;-1 . juál de los rasgos de >u rosífo.'i. , . :¡}!..-j,^nnes que parece tener?, ¿aquello que parece diíimtibrlo?... l)e).i que le disgustó. Aciípialo Apunia tus ohseriiacio. í»rDüS -iri-.naiuj:), poniéndoles b fecha. p»ijran cuantío i.-i% carias n ceonwciis CIl cada unn
SIMBOLISMO Y SISTEMAS Rápidamente le tiaras cuenta de que tus movjmienKv, iniernoi —meníw los recuerdos personales precisos. -1,1 s.ita de espadas es mi compañero de pupiírc de Politécnica— le conducirán hacia cosas a las que ya te habías acercado en el campo de la Tradición, hacia los símbolos. Y llegamos a los distintos \ocabularios simbólicos (¡ue podemos identificar en el Tarot. Esio parece erapareniarsc con ¡a numerología, la aslrología, el camino de la individuación '. ei paganismo, la historia de la humanidad, etc . cnnsiitu\-endo lodos un código separado de una información por la Revelación. Varios ¡tutores de buena fe han creído que el Tatol se confundía con unv' de esos caminos. Remí1 -vis numerosas ohrj^. por ejemplo: El Taroí de André Peñlbon. Ed. Omnium Liimirc, tu Tri. •• e ;„• /ící,!. Je IHncl. t;d fj" 1 Derain. Taro!, ^i.ilí. t-.wvu, tiel p>!quialra c:in.ií!tense Euiiartl M n n . T-vl. Moriagiic. Monlrtvl M:¡n¡¡:¡l airapto ./'• Í.J fMerpKfadór,
así ei imor ^nantes; - " > Ios ArcaDOS Mayores v ei
etenden ser conocidos, también
Leí» justifica sin ningún
-»
-
es han explicado el Tarot recurriendo , S'w ¿Testas; revisemos algunos elementos menos conocidos. Es asi que uaa escuela de pensamiento gnósticu. que se presenta como junguíana (ver nota anterior;, v que se revela como una autoridad en Australia, ños ¡rae una «revelación extraordinaria» sobre el Tarot, aunque desgraciadamente se centra en lo; Arcanos Mayores: cuando el cristianismo invadió el mondo, los poseedores del Verdadero conocimiento se reunieron para dejar a las generaciones futura-, el retraio de los verdaderos Dioses antiguos rechazados anle el Nuevo. Vemos a Isis en el arcano II. a Saturno en e! VIIÍl, a Venus en ei XVII, a Eros en el VI. i. Artemisa en el VIH. Diviértete descubriendo otroi. pero no le preocupes sí no coinciden en todas lat r cartas. Es elTaroi justificado por el Paganismo, c : más bien el Neopaganismo. En los Arcanos Mayores también se puede ver la •'-•' •---- -'. la humanidad; aparición del horno sa. ••• ';. ; ' >des de] Chamanismo. H; del Matriarca.'" •- - Patriarcado, IV; aparición de la Grar. \ - ' ; '; nasta el Arcano XVII (contacto cor. ios oíros cueroos celpítcci-v\/ni/i. - A
acaba de saur en USA The GanK Of Ufe , ... Tlmothy Lear>', en el que traza la política de¡ ¿»i basta la fusión galáctica, una obra atrevúla v senial deJ I al XXI (ver mas adelante). Los Arcanos Mayores también pueden representar la historia en cierto modo psicológica del ser humano que empieza por construir sus juguetes 0} luego va al colegio (II), pasa por un período de estrecho lazo con su madre (III). Juego con su padre (IV); descubre la autoridad religiosa (V). elige sus amigos (VI), descubre los medios rápidos de desplazamiento (VII); choca con el ejército y coa cualquier ley rígida (VIII). se encuentra en una siiusción inestable (X) de la que sale por la fuerza. (XI), etc. Seguid solos este jueguecao instructivo. También podéis buscar otros. La numerología simbólica sigue siendo el caballc de batalla de aquellos que. expertos en esta rsaieria, no conocen el Tarot. y tan sólo fe aplican un sistema de números. Maiería básica de! Universo '. el número se encuentra lógicamente en iodo modelo o maqueta de! mismo." Tómate también el tiempo de hacer este ejercido, remitiéndote a un manual de numerología *". re- ^ cordando que el Tarot también liene sus combinaciones propojas. •• Ed. Peare PreEU-'Siarsíed. dt • Ver: Vida v Minerio de ¡os . Ed. Albín Miche!. " U autora hace un jusfo de püttw* bre) v NOMBRE (Número). (N. oe T > •-- Ver Vúmero v Tiempo, de Maris Ed. Fonlaine de Pie"=-
F. X- Cn^
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^c i«*s entre el Tarot y cualquier filo»*to*£*2£ d mundo p^ sufrir lo SSStoí»*-'*56 posibie acmallo mejor rebgión 06 er,0
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! - ' .,- e| mundo Tangible para obtener ? £[ mundo Intangible, principalmente desíventualmente en ei trascurso villa bajo nuestra forma actual). l EOLOGIA Y HERÁLDICA "•,.¡icaario del Taro!, que desea guardar e. MIO. ha desarrollado todo un comentario de canos menores según la estampería arcángel:igad, Señor de la Espada; Rafael de ía Copis;. de tos Bastos- (Uriel, como Señor del Eparece ser más incieno.) Las series aparece¿ \iiioa como las legiones angelicales, cirupo aún poco explorado es el de la Her¿.i >ití embargo permite muchas comparacior.E:Tjr.->;. La Heráldka. o ciencia de los escud". T V - . 7'oviciíe de las imágenes burdamente e oon coktres brHJanles. que los caballeroaa en la primera mitad del siglo XII. para rse en los tómeos y batallas. Viene de remotos (totems). Estas imágenes maniíes. aa experiencia personal o un signo físico, o .->i3ii al nombre de la persona. SelÍOS í jáltiicos v rabearan muí' a menud? •' • ímales en los que ios distintos reino• ' vegetales) se mezclan: por ejemplo. - • -^ üaa crin de hojas (ver e! Arcano XXi 7 -^vp (cabeza de perro y patas ¿; [i; crines que se acaban en c\je:- -• Bastosj. reíerencia al poder máé-
.„„-« a! unicornio; animales eníurecid 10 XI), espadas con la punta cercada d '<• Espada), águi!as-grifos (Arcant i izouierda o o n w ¡ j "tiEtna t ~^ -"~ " s de lis (sene Bastos), hojas de ac .rada), varias copas (la Copa) Varios . tados extraños... Hay que apuaiar aue yanto negro, sin patas, del arcano XVVf nose —jeatra. que yo sepa, bajo el nombre de'mirto más que en los diccionarios de Heráldica franceses o españoles. Olvidada hoy, dado su lazo de unión con una .- TJ soda! desaparecida, la Heráldica se COB-¡'-; imágenes familiares \ significativas pir.= . - ..¿s que precedían la gestación del Tato: c. Marsella, dibujado por Nicolás Conven bajo ei re¿e Luis XV. Sus parentescos son aún más cercanos con Ifc trabólos cristianos. No nos encontramos por casualidad con un Papa (V). un Hermiiaño (VÍIH) (pero fíjense, con H, como Hermes). un Ángel, que iieae :brc de una virtud (XIIIIj. un Serafe (XXi. i (XV). un Juicio {¿final?. XX), mas el del Grial (la Copa) v de! manir Ha E^jadajPero. ;qué escándalo:, también nos eDíonüamts con una Papisa, urta Eslreiin •?•& -«vestida, i -; Bastos que remanga sus faldas, y un¡ ABdnSoínó; el Tarot utiliza lenguajei._ sobrepasánd a cuenta sus límites habituales, stos parentescos se deben a l a o o 3S. Etimolóaicamente el s'115^ ioitos ascendentes que salen di a encontrarse en un punto a (da griego sum-bote riro junto: su o*»--
Todo esto ha sido rechazado o desprechtln le ha prestado atención, puro ha de ~ ™ vivo y ser tomado en consideración. se
w o ViSoim concreta. Este espesor espesor lo da asegura- el funcionamiento mcesan te del incons-
esta «codificación-i del Tarol aparece en las l que siguen de M. L. Von Frantz:«Ese saber mas o menos secreio, esas corrientes subterráneas ** compensadoras de la doctrina oficial 'del Cristianismo, circulaban de forma escondida. como los escritos de los Albigenses y los Cataros, ios textos alquímicos, algunos aspectos de la gnosis, ele. No st: podían enseñar estas tradiciones secretas oficialmente porque la Iglesia las perseguía por sospechosas. He aquí el porqué cíe estos documentos y su sabiduría tradicional apartados del muuJn consciente de la colectividad se hayan mantenido en posesión del Anima...
TENER O NO RAZÓN rdad cuando se han dado y
y lo que es aún más grave contradicción, el mismísimo dibujo de las cartas y sus mezclas? Cada comentarista tiene un poco de razón, ha utilizado el Tarot como una proyección de su propio estado de evolución, de sus propias preocupaciones, experiencias, convicciones, y/o conocimientos tic su ECO a modo de resumen. Ha escogido un nivel de interpretación que era el único para él, pensando que era la única interpretación justa o posible. (Procedimiento llamado «de la taberna española».) Y ahí no tiene razón. De la misma forma que el cosmos no se limita al modelo más o menos justo que se le da. el Tarot tampoco se limita a una interpretación que se le dé. Los comentaristas han encerrado el Tarot en el • cabulario que ellos conocían. La mayoría hun publicado sus interpretaciones, con un deseo ck compartir, y para el interés de las personas que ñu ^ncn nada, y asi han podido aprender mucho. '••« lo han hecho para asentar su EGO en u n u posición de dominación. Alannos han llegado incluso, con la complicidad
cia del que viene también del futuro. Interesantes como pinturas de una personalidad en búsqueda del Unvierso, y/o una cultura '.estos tarots, lejos de tener una materia lan rica corno la del Tarot de Marsella, no conducen más que a callejones sin salida. En efecto, la revelación, inlormación en su estado puro, no puede manifestare nada más que a través de un sistema nervioso y a través de un vocabulario, el de la persona que recibe la revelación, que es el vehículo de la información pura. El Tarot de Marsella, al usarlo, se revela de otra índole: modifica su receptor... Estos métodos de observación subjetiva te han preparado para salir, por lo menos para alejarte, de los reflejos condicionados, (dándote la posibilidad de verlos, de conocerlos) y de su escala de valores, indicándote la medida. Si llevas a cabo este trabajo honesta y lentamente, sin separarlo de los otros sectores de tu vida, empezarás a desculpabilizarte. Esta es una de las metas a conseguir para evolucionar.
5* «*"«<* aciua!- ti*»
una de las bases de la relación
la merce merced dee los taerw aa la Sor del pensamiento Ifipco; «n individuo cuipabitodo es incapaz de seguir una s.mple log.ca racional Y es ésta la que utilizamos cuando sobrepasamos el simbolismo, para volver a descubrir la analogía, fimctamenio del simbolismo, con los métodos objetivos de observación.
II. LOS MÉTODOS OBJETIVOS El trabajo del Tarot por observación objetiva consistirá en observar las cartas sin que intervengan las respuestas condicionadas, lo que es posible tan sólo después de haber empleado métodos objetivos. Ahora ya empiezas a situarte. A por el prototipo. Cuidado; el Tarot es un magnifico bólido de carreras, un prototipo; nos permite ¡r muy lejos y muy rápidamente, pero con una condición, que su rodaje sea perfecto, lento y sistemático, con puntas de actividad en que los pistones vayan hasta el fondo de su habitáculo en las que tu pensamiento vaya hasta sus atrincheramientos —y que metas la primera marcha antes que la segunda. Si metes la quinta o (a sexta (la velocidad super-adivinaioria) sin pasar por los peldaños de la marchas anteriores, descompondrás su prototipo. imítete una y otra vez al preámbulo: no sigai inte si no está todo claro. Cuéntaselo a alguien le sea cercano si io ves necesario. •ata el Taroí con deferencia, casi con devoción, lúe es mucho mayor que tú, y extremadamente roso. Pero sin superstición: ¡no son más que ,* trozos de cartón coloreados! Utilizarás los trode canon hasta que puedas establecer todas las conexiones con tu Tarot interior. Manten limpios estos dos polos —deferencia, pero relatividad, de 55
... QUe se mantienen limpios los dos la misma ^J^enie de energía. -r^^ ' - ; "'"n l«ras de oro ellema de lo ,D:Tí íS SSnri« Británicas: M,//Í1(J /n >v "" , ¡ifr tato /wte&Mj. Para li todo ' • " : ' " ..:¿Sfde,m£io, incluido tambtón h '£dc¿ y te economizará unas cuantas decenas . de anos tte mceriidúmbre solitaria. Tercero. el Tarot no está en ningún libro, pero ' está en todo el Tarot.
UN A PRIORI: PODEMOS Las reglas que la investigación debe imponerse son muy estrictas: Hay que suponer a priori que «podemos»,- que 'nuestros conocimientos son suficientes como para comprender éste modelo del Cosmos, y que son todos necesarios. Y negarse a modificar este modelo no nos llevará más que a darle a ¡o arbitrario. una dimensión demasiado grande. En vez de cambiar los signos, el que desea introducirse íi >a realidad completa (= iniciado) los- comprende. : •- <•--.: .-iia. se desliza dentro de ellos de alguna ;••-• coa prudencia, los habita y no trata de mcjo- M. que no es más que una ilusión del EGO. ' v.'."a¡,.- os dentro del Tarot sin salir del cu;i•'•- ; - :* conocimientos objetivos de un adulto de ;o anos que no haya -olvidado nada de su --;'.;. Dornas blen.de su contenido. ^ r-vtjmamo» cómo sabremos si nuestro "«satisfactorio o no. El mejor criterio Pu,-
. .para- el observador del Taroi. como para iodo observador científico, una ley o una teoría se aplica jiGOhjünto más grande posible de fenómenos y no se 'abandona mas que a favor de una ley o una teo'rfa que tenga en cuenta un número mayor de fenómenos: cuando describas una caria, tu mejor hipótesis en cuanto a su sentido aparente tendrá en cuenta ei mayor número posible de «pequeños detalies» de la carta. .Ejemplo: Si tu hipótesis sobre el arcano IV no .tiérte en cuenta los pies descalzos del persona central, o el brazo derecho y la mano izquierda que son comunes a dos de los personajes, o el arco .sin-cuerda del personaje en la parte superior de la t^rta. desecha la hipótesis. Busca otra que tenga ,.;én-cuenta los tres datos, y todos los demás. (Un consejo: estudia el grafismo de la palabra AMOV. ÍÍEVX. Contiene una ecuación en cifras romanas que te dará la llave.5 Un trabajo semejante con el Tarot es el que '•atisface al método científico, porque tiene en cuenta el mayor número do elementos, más que cual^ -quíer otro procedimiento hasta hoy conocido. E> fentonces el mejor hasta que se encuentre otro, si f SS'que existe. Su ventaja es que no elimina el sentiÜo.dado por la entrad, en acción de la otra teñe úé información que es la intuición. Es un trabajo '.que evita tener que recurrir ;i lo arbitrario l'En el trabajo, lo arbitrario aparece cuando
nmición no es inmediata y justa cosa que el EGO , m-,1- -oreso trae cien explicaciones ingenio r momento sustituir la intuición, cu« '"- ara ^ rerftticTes una certidumbre fulgurante. Hay LTuavizar d EGO con los métodos de auioanáli"so de observación subjetiva, si no dará expiraciones sometidas a la escala de valores, es decir con una gran posibilidad de errores en cuanto a la observación objetiva. 10
aCCP
VER Y MIRAR Al Tarot se le mira, se le contempla, se le vive. se le experimenta. Primero con el ojo. (los personajes del Tarot tienen todos las orejas tapadas, menos el Ángel (?) del Arcano XX, que tiene orejas-alas, pero todos tienen ojos—hasta los ciegos.-.}. Percíbelo tal y como es. No como tú crees que es. No como (e dicen que es, como te gustaría que friera. No Je pongas ningún nombre al Arcano XIII ni ningíin número cualquiera al Mat, no le üames el Loco, llama a Templanza por su nombre, porque no es la Templanza y la Rueda de Fortuna (lo mismo que una rueda de repuesto), no es la Rueda de La Fortuna (ni de la gloria). ¡Lee!... más adelante des-leerás, vendrá e) delirio. ?'en en cuenta todos los detalles. Ejemplo: el Pirro o rosca,o rodete,(busca estas palabras en e! SíÍOnf de la Rey™ de Copas lleva una corona adornada de medio circulo rojo que señala la mitad
aona deja ver seis puntos grandes más 0 menni s regulares y a la izquierda un l osanje 0 un El rombo nos recuerda la Heráldica (representa un mueble del escudo, o el hierro de la l anza ) En su falda tiene una especie de V mayúscula (parte rojal y un signo azul idéntico al que se encuentra en las calzas del Mat, con forma de llama (pane roja de la falda). Nías adelante, todos estos detalles se juntaron para dar el «modelo de base» o «huella energética» de la: carta. Esta noción tendrá una importancia fundamental en nuestro trabajo. Mientras tanto, grábala; represéntate la carta con los ojos cerrados. Juega con ella el juego de Kim.' Utiliza el procedimiento de los «tipos cruzados-, caza un tipo de detalle en todas las cartas (ejem.: ¿qué es verde?), y después otro (¿qué es humano, animal, vegetal, mineral?), a fondo. Jamás habrá un error de trazo; es un principio nuestra hipótesis. Ve cada cosa en el lugar en el que está. Si esto molesta tus ideas preconcebidas («el Hermilaño es un sabio que busca su camino prudentemente en la oscuridad») cambia las ideas, porque el Taiot no a cambiar (El Hermitaño es un hombre pensat:-
.rf-VSegún Rudyard Kipl nüento-a los agentes sccr -,:v|i| posición exacta de di .í "pía .habitación, o sobre u indurante diez segundos.
nos revela que "Mg^^* ^^ *"
Una
""'" ' " '-.¿os de detalles; Examina cada persona"-^s^s pies- ¿D°nde eslán Puesíos? 0a fuerza T ti ñe por encima del suelo, y todos los caballos • - n excepto el caballo de Oros). ¿Cuántos se vjn^-Son simétricos? (Rey de Bastos), ¿están ente-," fRev de Espadas), ¿Qué pendón tienen? (Repasa las "sotas de Espadas y Oros, te darás cuenta tme no se pisde determinar si sus piernas y pies se ven de frente o de espaldas). ¿El tamaño de los pies". "El color de los zapatos? ¿La relación pie<sB£lo? (bien puestos o no) ¿Qué zapatos? Considera !os pies de los Caballeros y los paisajes en tnoviíaienio en los que se encuentran; ¿son adecuadas las zapaíillas de «bailarina» de los Caballero; para bajar a tierra en estas condiciones? (no pueden bajara tierra de su montura...) y los pies del Emperador que parecen estar en UD «starking box» dispuestos a lanzarse. ¿Dónsie está el punto de apoyo del cuerpo? ¿Dónde es!á la fuerza del cuerpo? Imita.'el movimiento del personaje, valóralo: siéntate como la Papisa, la Emperatriz, la Justicia, los Reyes (¿qué ----- diferencia?). Siente dónde se encuentran laenergías del cuerpo, y cómo se desplazan. (Le* - : . - / • de Templanza, ¿movimiento parabólico o " - --•- en acordeón? En ese caso el fluido • •• --:'- mantiene dentro de las vasijas, y no veni- • • -;. ^ otro). Mira Ja cabeza del Mat. parece ;-;-";'-•- -••- . sobre el cuerpo sin cuello. Su maro
ÍTSr Ktacrr £Qdma de la ?arte dcrech;-
sosüene un bastón (que se aca'tv
cuchara) y que pasa en bies desde ia Dane rior de la espalda, y llega B (os hombros « el izquierdo (¿Está dislocado?). Admira !a mano de(e día de la Justicia, obra maestra del equilibrio d pulgar solo mantiene recia la espada porque el 'pomo se mantiene por un lado con una especie de pomo dorado. ¿Cómo caería la espada si se moriera el pulgar? ¿Qué nombre tiene esta posición caando se practica esgrima con sable? Infórmate. Presia en particular atención al paisaje. ¿Está Heno o no?, ¿Cuál es la ecología del paisaje?, ¿Cuál es su vegetación? (La fosa verde del arcano XX, ¿es natural, o es obra de la mano del nombre?) ¿Qué importancia tiene la vegetación? (Lozana corno la Estrella?. ¿Blanca en cuanto la sobrepasamos?, como en el Mat, ¿Ausente, como en ei Sol?) ¿No íe parece que e! paisaje de carne bajo los pies de la Sota de Oros dibuja un cuerpo, nimbado de perfil? en
SE-VOYEUR» Presta un interés particular a la forma en que los personajes están sexuados, es decir, su polaridad externa, manifiesta. (¿No son los atribuios de! Diablo demasiado abrumantes? Mueíírs PBJO su ca azul apistado unas oréanos mascullaos, y por < pane, un pecho femenino pero que parece ma nerse por un cerco o por un aparaiajc compb«to que aprieta el bus.o: ¿Estará imeíitanoo que *_£ tome por un andrógino? Compáralo con la «suata dad apVoximativa de ¡os indHdios que sonn-n te tial-beatarnente bajo su dominión. Arroba ,
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"V\imo lo ;isi-i',uraii, e- un mancebo (oí mismo aua c] San Ju¡m de Sania Anal, el que posó p,,ra 1 1 ('¡iiiiviiiiy. de Vinci; diviértete buscando los verlimltiaK fuwbii.";. ^ verdaderas mujeres y los imk-ows. ¡(.'umitas Mirprcsiis! Dedica una p.irte del trabajo a examinar/comparar K*. nt<« 'le I"1* pcrsonato. (miarlo, expresión, Jtu-ci'iini ifi' la mirada; quilín ve y quilín no ve; ijuién es i'ii'jn'; i.miliién hay un mudo y un sordo t-n el iire.uio \). ramhien las mimos (¿qué dedil le l.iti.i :il HiTiniuiiu"). Husca el scnlido simbólico y bs .itiitnitDs ilc c.nla dt-do, desde el .Pulgar, ikarriba akiji', poní que al oponerse a tos demás ílrtli» lus it'valoriza hasia ti auricular, el dedo de las liadas, («es el menique quien me lo lia diclio». expresión equivalente a «me lo ha dicho la nuita>0: el único que es lo bustanit- acipado para colarse en lit i-avitlud ttc lii orvja y «¡slarla del mundo exlerioi . -; L U Í -iie oír sus niidn-i miemos y por analoüía, ni voz interior, tu intuidíin que sabe todo). i ''la l;i mano ¡Aiiiienla de los Reyes y las Key''•; "'- ; ' 'Jnan sus sccraos: ¡il £U n:ts son minúsculas ! > ' • '-' ^ •.-.".), nins, desmesuradnmenie clesatio;l " -':---.! ¡••Oros). «US gnnchudns como m;i-
, (semejante al del Emperador, pero quc parece estar al «vé») La cuerda del Colgado (di ü )a vuelia a la caria: flota. S11JCU) por m'cord¿ ^ I n i í n n do mano a un pequeño rectángulo de oro n o podría ahogarse, porque su cuello H m u y m u s c ' k,so; está alado por la punía del talón, punto critico de emergencia de la energía, también recordarás la muerte del ardiente Aquiles). La Mesa del Baieleur (prolóngala en perspectiva). La Hoz del Arcano XIII (el mango de corte cuadrado resulta poco práctico para la jardinería. ¿No se dice: «redondo como el mango de una pala»? Observad de qué forma puede funcionar la hoja, nada mas que como una escoba... «es un robot que rema», dicen los niños pcqueiiitos. La lioja más peligrosa ¿no esiarS escondida bajo la falda con pliegues pesados de b Justicia'.' No eludas la talla de los personajes. ¿Sería idóneo que los del arcano XV se quedaran pequeños? pero la Papisa llena la caria, se. sale de i-lla incluso. Pasa a las construcciones. Mide la Casa-Dios, kiL-jío lu pared del Sol; compara las que figuran en hi Luna. Mira el cielo, ¿Cuándo aparecen en los Arcanos Mayores? o más bien ¿cuándo aparece el «signo-cósmico^? (Arcano XVI), pero, ¿no estaba anunciado con las alas de murciélago del XV y U» ate de carne a graffiti de! XIV? Después del XVI. el < • • < • no cósmico» invade las «.ruis cada v« mas tosía que ocupa por completo el espacio en la AM
LOS COLORES DEL TANGIBLE Tratar de interpretar el Tarot por la simbólica de los colores conduce a un callejón sin salida porque las analogías fundamentales han sido trucadas por las interpretaciones orientadas de numerosos EGO. Hay en efecto diversos sistemas simbólicos de colores. Uno de dios ha llevado recientemente a una editorial, a imprimir algunas obras en violeta para desarrollar ias cualidades espirituales de sus lectores. Naturalmente las cosas no son tan complejas en el cerebro a menos que se le someta a condicionamientos de privación sensorial intensa, por otra parte, no está lo suficientemente informado con el violeta de las letras impresas para modificar la balanza hormonal y engendrar la tranquilidad propicia al estudio espiritual. Los colores del Tarot son violentos. Actúan sobre el metaboüsmo del cuerpo a la larga y cada ve/, más intensamente. Su conjunio provoca un profundo reequilibrio in¡.:ior, pero para comprender su sentido, para darle - • ! T dentro de nuestro estudio objetivo, no L - "• "'-nos más que una sola certidumbre: el mundo tangible. Cojamos por ejemplo en la naturaleza varias co;; • • ' " ' • •."•.y busquemos su denominador común.
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a!guri!ls frutas nladuras ( ¡d
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°bs dos )- la -niel- el sol, son de ese amarillo.
También las aliagas (que tienen el mismo oior nue «I coco), ttoro muestra un «abajo, el Aliado de un trabajo del hombre; en !a naturaleza fa frutas manifiestan el trabajo de la maduración la miel el trabajo mezclado de las flores y las abejas v el sol atraviesa muchas capas de elementos gaseosos y kilómetros para llegar hasta nosotros. El denominador común será entonces la idea de trabajo, de tiempo o de espacio, de metamorfosis (transformación de una forma debido a una transformadoQ de elementos), que desemboca el que aigo se ponga maduro, o sea, que se vuelva utilizable para el hombre. Ve los oros, los soles, los cetros, el animal (¿esconde otro animal?) del Arcano XI. El rojo evoca el fuego y sobre todo la sangre. ¿Cuáles son las cualidades de la sangre? Es fluida, caliente, violenta, rítmica, indispensable a la vida. Estas cualidades se mantienen si la sangre se mantiene dentro del cuerpo, una herida muestra que la sangre pierde su fluidez (se coagula), su movimiento, y su color (ennegrece), y se enfría. Nos encontramos entonces con la noción de -«algo que es interno y que se ha de mantener asi», algo.; «particular» en'cada uno. aunque semejante para lodos», algo necesario, y algo motor.
, , • i.B profundidades: las del mar, las del S£S£ Amentos móviles) cuando se les ve de Sos vt mirada se nos pierde en el minuto, como <j el color se velara a sí mismo. S n embargo, si coges un centímetro cubico de 'L en el fondo del mar que estás viendo de ese Sd te darás cuenta de que (al contrario que la sanare cuya partícula más pequeña es roja), la parle robre de color, no tiene ningún tinte. Este azul \ está hecho con una superposición infinita de trans| carencias, si se le fracciona: desaparece. Este azul " tan poco material resulta de tina cantidad, de un ¡ estado colectivo, externo al hombre, como la sangrúes-interior a él. Lo opondremos fácilmente al rojo (íntimo, caliente, pulsante, viscoso). Los movimientos del azul, si los tiene; son muy leves y poco perceptibles. EL azul del Tarot manifiesta cieria impersonalidad, cierto estancamiento, cierta permanencia, y sin embargo, en la naturaleza se aclara y oscurece lentamente con la luz, no es estático. Su malcría es melosa y tenue a la vez. Para los Jungónos parecerá más o menos análogo a los caracteres del Inconsciente Colectivo, ¿por qué se lo encuenini en algunos cabellos, hojas, rayos y nubes?... El verde sombrío de! Taro! 'es el color del vegetal. . pero no cualquiera; no es e! de la alfalfa, ni el chía albura; es el verde sombrío de los árboles uV hoja perenne, o de los árboles que ganan la baialh - la luz en la jungla. Esto manifiesta una vilal¡d;ii¡ '..tremada en ei tiempo (hojas perennes), o en el ' T-:-..o (jungla). Es b fi«raa de la savia vegetal '•*•••> <:••• la que vuelve cada primavera, sino la iiuc ••™«* la naturaleza irresistiblemente y sin cesar y
verdea a través del ciclo de las estaciones Podemos entonces establecer una analogía con la energía df ¡a naturaleza bruta. ' '' ¿Por qué lo ves en tas hierbas (y en |os árboles lozanos de la Estrella), y también en algunas panes dejas ropas y los muebles. Al negro, en la naturaleza, se le atribuye lo (
negra» rusa, es la más fértil para el trigo. Hulla y Al Khemya —tierra negra egipcia que engendró la palabra Alquimia, designando su materia prima— pertenece al mundo Ochtoniano, lo que hay por debajo de la realidad visible, el vientre del inundo. Es el color que reina en un lugar (gruta, subterráneo, de ahí su importancia en algunos ritos iniciáticos) donde la luz no ha penetrado aún no se ve nada, no se sabe lo que hay dentro; es el negro de la cueva de Alí Baba cuando no se lleva una linterna. Se puede estar asustado. No se trata de la profundidad, de algún modo exterior, del agua y del cielo quien fascina y hace soñar. Es la profundidad soterrada, aún desconocida. llena de promesas si hay valor y acción y que fascina dando pavor, o, por lo menos, provoca, en principio, una repugnancia. Mira el XII. el XV, el XVI!. El blanco de la nieve específico de algunas flores también: el lis —están todas en el Tarot—, yaro, edelweiss, jeringuilla, parecen tener corno denominador común el brillo, la rare^. la fragilidad. L, nieve, una vez marcada por una pisada o calentada al sol, se derrite, se degrada y pierde lo que esurr. 67
.,,.., su belleza: no es imputrescible (con el tiem• ' ' e s en la naturaleza). Los pétalos de CefWamU ™* vez 1ue se los toca' quedan SdoS se «tropean muy fácilmente, y también Sarec¿ la blancura cuando se marchitan De ahí viene sin duda, en nuestros climas, su analogía con la pureza brillante, rara y frágil. Pero el blanco nos recuérdala vieja sensatez, y también el color comiin del papel, que con un matiz marfil, más o menos también lo era en los tiempos en los que Nicolás Conven dibujó el Tarot de Marsella. El blanco nos deja entonces en el Tarot, una elección; es la parte que se mantiene pura objetivamente porque las dos nociones se complementan bastante: la virginidad es la ausencia de marca. El blanco, fondo natural de las cartas, plantea enigmas sobre la parte izquierda de la espalda de la Papisa, bajo la flor del VI de espadas, bajo el brazo derecho del Hermitaño, en los rayos de la Luna, entre las dos vasijas de Templanza, en el cuello del Bateleur, abajo del Mat, bajo el Ángel de la aureola del Mundo, a los pies del Emperador, abajo de la Casa Dios, bajo la cabeza del Serafín 3el arcano XX, y en muchas briznas de hierba de los lazos y entrelazos en las series de los arcanos menores. Finalmente se llama carne, haciendo referencia »'• color de ia piel en el país det Tarot, al séptimo color
cuerpos, ciertos animales también, algunos cabellos alas, objetos y no los que menos; ta Mesa del I v'-\ Libro .de! II y de! VI, sin olvidarse del personal entero del arcano XIII, la Casa-Dios y lo que a Vil! sostiene tan levemente en su mano izquierda etc. Lo volveremos a encontrar cuando estudiemos más de cerca los caballos de los caballeros —fíjate ya en la túnica de piel del sublime caballo de
UNA OPERACIÓN ESENCIAL: AGRUPAR LOS DETALLES Esencial en cuanto es ella ¡a que os acercará a la esencia del Tarot, también constituye la articulación de todo nustro trabajo. Ahora ya has reconocido, identificado, muchos detalles del Tarot. Este mundo de formas, colores, sensaciones, reacciones se anima cada vez con más precisión. (Al mismo tiempo has trazado su propio retrato). Tal vez creas que lo conoces de memoria, sobre todo las figuras. Te has deslizado dentro de lospersonajes, has luchado contra ellos (La Reyna dev Bastos, ¡qué sermoneadora! pero, ¡qué fuerza cuando la tienes a tu vera!, como lo indica la flecha que hay abajo sobre su falda, que va hasta una F inch; nada). Has empezado a vivir con ellos, ¡te identificas con uno o con varios personajes y después te desidentificas!, has «ajustado viejas cuentas»., sobre todo cuentas sentimentales, y si aún le queda algo de ternura o un poco de hostilidad ante tal o cu carta, lo asumes sin angustia ni excitación. Ademas,
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A* fuerzas cotidianas en este universo de do a operar una regulación hor°
v Empiezas a sen* «.e una organ i-, dee una increíble completad e manifiesta en el Universo, con una coherencia a a que deseas acercarte cada vez más. Este autoanálisis, puede y [iene oue seguir, pero ahora que has notado y comcarado un buen número de elementos, es decir, analizado' su material, llega el momento de la síntesis" . . Esta fase delicada forma tu discernimiento, y por analogía te permite descubrir las estructuras. Después de haber pueslo las piezas sobre la mesa, hay que encontrar cómo encajan, se repiten, se preceden, se anuncian y se complementan las unas a las otras para reconstituir ia maqueta. Tu atención se centrará en las palabras, las formas, los grupos de detalles. NOMBRAR: DAR VIDA
Lo que no tiene nombre también puede existir :j fuera de la percepción del hombre, o incluso ser i percibido. Pero sin conceptos: la instnimentalidad no progresa: por ejemplo, es el concepto de «viAnüisis: descomposición (en griego «ana» se refiere ;il •vimiento, de -abajo arriba», o -hacia atrás», o -tic ' Síntesis: deí gr¡ego íun.,/,ím/i vpongo :„„,„„
sión» lo que ha permitido mejorar las posibilidades del aparato ocular del ser humano „ travé dtS dispositivos extenores (cristal, gafas, lent¡Uasl „ cori ejercicios adecuados. En la Biblia, el Santo-Bendito-Sea crea nombran do. Del mismo modo, suprimir o sustituir el nombre de una persona es una de las bases de la maeiasuprimir o sustituir el nombre de una carta en eí Tarot equivale a intentar anular, desviar o modificar una pieza importante de la maqueta, sin embargo todas las piezas son importantes, todas son insustituibles. Por ejemplo, llamar al Arcano XÍIÍ «La Muerte.» representa, más que un descuido, una falta de respeto al Tarot, acto en sí imperdonable para alguien que pretende abarcar el Tarot con humildad: es crear algo que no es. (El arcano XIII no dispone de un nombre, ni tampoco de una cinta, de un lugar para poner su nombre: no hay que nombrarlo). Si te entretienes con esta imagen diciendo que el Arcano XHI es la muerte, te estás encerrando, te estás cortando !as alas, no vas a captar jamás lo que es !a transformación —el proceso natural de eliminación que permite la edificación de las otras panes vivas del ser: mira la columna vertebral, se ven raíces, un bulbo, una espiga, una flor con cuatro pétalos. Llamar «el Loco» a la caria que lleva el nombre de Mat, es privarse de una fuente de información muy rica, (cuenta las letras que aparecen mas a menudo en los nombres, ¿qué palabras forman.) Además es congelar el significado de la carta ; 71
mayores lleva una U en forma de V « Casa-Diev. La V es el símbolo romano del 5 4,'" que utilizamos a menudo. Si escribe, |a Casí, n£ 5, puedes relac.onarlo con la V, easa astroló ie¡ nos
la Mata' es una mezcla de sulfures de hierro y de cobre; un objeto mate no tiene brillo, del latín matius; el mástil*" de una nave que es perpendicular ai puente, permite enganchar las velas, y por tanto el avance del barco, y permite trepar, elevándose para volverse vigía. Para el herrero, rematar una pieza es la operación final que le da cohesión al conjunto a través de una fusión local. Rematar a alguien es romperlo (mira el cuerpo del Mat), etc... Suprimir e! nombre de una carta es «goiemizarlan'**, quitarle la vida, volverla inoperante, inerte. Es volver incompleta el conjunto, y también es sustraer la lección particular de la carta. A nivel visual, presta una importancia particular al grafismo de las palabras. Además del AMOVREVX del que ya hemos hablado, uno de los arca'^En francés Mane. (N. de T.) "^En francés mar: mástil (N. ilc T,) 1 ! Golem. en la iradiciún judaica, es una muñeca de ", 'i ° 'T Pí.dcCes son i1™'"»** cuando se Irnznn las letras
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Montón de .barro cuando se borran
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que sí; existirá un la/o de unión/sí noTech hipótesis hasta hacer un examen más completo Asi aprenderás a agrupar los detalles significativos No Ifates de encontrarle una explicación. Agrúpalos simplemente, constata que coexisten. A nivel del sentido de las palabras, mira por ejemplo como la Justicia anuncia el Juicio. (El lenguaje popular hablar de Justicia humana y de Juicio Divino, como si el Juicio escapara a las competencias humanas. Se hace la Justicia, y se pronuncia el Juicio; existe una relación con la expresión, con el nombre, crea.) La Justicia, Arcano VIII, os una figura simple, rígida, pesada, que llena la carta. El Juicio, penúltima carta, muestra una imagen muy compleja, que reúne acciones muy diferentes. El signo cósmico es en ella muy importante, el paisaje desértico tiene alguna relación con el personaje de seis alus—tres pares de dos—, característico en angelología. de los serafines, cuyo atributo es. por otro lado, el fuego purificados ya que La palabra viene del hebreo «saraph», quemar.* Parece ser que de la Justicia al Juicio vamos ,. ' Encontrarás muchas C"*'ls ^' "l¡ll"f ""
una imagen pesada, apremiante, tribal, a una imagen rica en símbolos de inmanencia. Examina esta hipótesis, contrólala con la ayuda de otros detalles, el birrete de la Justicia que está puesto sobre un círculo independiente del birrete, está mucho más desarrollado a la izquierda (¿hiperdesarrollo del hemisferio izquierdo?); remítete al capítulo «¿por qué?», al párrafo «leer y desleer». La aureola del Serafín está anunciada por la forma del birrete, pero está más equilibrada. FORMAS Y METAMORFOSIS Llegamos al trabajo con las formas. Por ejemplo, la mandorla** que cerca el personaje del Arcano XXI y que habrás visto en el tímpano de algunas catedrales, está anunciada en los Arcanos anteriores. ¿Qué opinas? ¿Es en el Arcano XII donde el personaje también está encerrado, una pierna doblada detrás de la otra como el del Arcano XXI? Pero, ¿qué pierna es? o, ¿es el Arcano XV, en el que los dos personajes con piernas de mandragora están unidos por una cuerda que dibuja... ¿qué? Pero, ¿crees que estas tres cartas tengan parentescos más asombrosos aún? Ya hemos visto que en el Arcano XII, como en el Arcano XV los personajes no tienen manos —visibles—, y están atados (o unidos). Sigue solo este trabajo. Busca lo Intangible. Hemos visto que la segunda ley del Universo Intangible muestra un ciclo de * Del italiano, mandorla, almendra, óvalo en el que aparece el Cristo en majestad (o en gloria) en el código de los iconos y del arte religioso medieval.
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cuatro elementos o períodos. Me vas a decir, ¿y por qué no siete?, ¿acaso no hay siete colores, siete planetas para la astrología judiciaria, siete genios para la Teogonia egipcia, siete pecados capitales, siete sacramentos, siete plagas de Egipto, siete brazos del Candelabro del Templo de Jerusalén, siete días de la semana, siete sellos en el Apocalipsis de San Juan, siete notas de música, siete puertas para el rostro del hombre? Si observas estas series de siete te darás cuenta de que, aparte las puertas del rostro, todas estas series son obras humanas; es como si para el ser humano esta división en siete elementos fuese de alguna forma natural, espontánea. Hay en «algún sitio» una forma que se llama siete. Podemos llamarlo un «esquema energético» o más bien una «huella energética», ya que la palabra huella* recuerda la palabra inglesa «imprint», utilizada por los científicos americanos para calificar una carga de información sea cual sea la materia en la que se manifiesta. Así llegamos por otro camino a la noción de «codificación». En las series, veremos en acción los cuatro materiales diferentes que son las copas, las espadas, los oros, y los bastos, la huella energética del siete, pero también las del II al X. Determinaremos con bastante exactitud esta huella, comparando su encarnación, su materialización, en los cuatro materiales, instrumentos de los que se dispone para evolucionar. En francés empreinte, huella (N. de la T.).
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BUSCAR CUATERNIDADES Volvamos al esquema, a la huella energética del lo Intangible. ¿Cómo vas a comprobar su acción en los Arcanos Mayores? ¡Encontrando por supuesto, cuatro veces el cuatro en el Arcano [VI, pero de una Corma más orgánica, identificando las cuaternidades, es decir, los conjuntos de cartas de cuatro ¿Vas a empezar por el I? Tenemos: primera cuaternidad, el Bateleur, la Papisa, la Emperatriz, el Emperador: segunda cuaternidad: el Papa, el Enamorado, el Carro, la Justicia. Y así. seguido, pero con dos fallos por lo menos: no parece satisfactorio dividir el conjunto Papisa-Emperatriz-EmperadorPapa; el Bateleur, evidentemente no hace pareja con la Papisa. Segundo fallo: la quinta cuaternidad se pasa en el XX y nos deja con el XXI en el aire. Aunque no está solo, ¿por qué?, ¿dónde vamos a meter el Mal que no tiene número ninguno, ni siquiera el cero? Este reparto no tiene sentido. Tomemos una nueva hipótesis. Para ello, volvamos a empezar el examen de cada uno de los Arcanos Mayores para que entren en línea de cuenta, detalles que no hemos atendido. Nos fijamos que tan sólo dos cartas presentan la particularidad de que la imagen se salga de la raya superior y entre en la cima reservada al nombre: la Papisa II y el Mundo XXI. Plan-
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,
su totalidad, no se le puede o rr lo sea sin que desaparezca su esencia. Miremos la car la: ¿Confirma esa idea? pendido, por tanto, imposible (una parada significa el fin de un movimiento) y son imposibles físicamente también las posiciones de las manos del personaje. Compruébalo poniendo tus manos y dedos exactamente igual que el Bateleur. sobre /a I rededor de una varita y de una moneda o una esfera: los objetos se caen, la presión que el Bateleur ejerce no es suficientemente firme. Es como si los manipulara. pero la observación objetiva muestra que no es así. Podemos quedarnos con la hipótesis que en I el movimiento no ha sido emprendido aún. Sólo es potencial: y, es más. ¡las series comienzan en el II! Esto no resuelve el problema del Mat. ¿Dónde colocarlo? Volvamos a empezar nuestro examen.
Diablo. la Csaa-Dios, la Eslilla; la quima, la Luna,
permite, además, un estudio más fructífero ¡le la
la eliminación de células y la aparición de célunuevas a partir de matrices celulares a las que tenernos acceso. Guardemos esta hipótesis: leñe-s un Arcano con un nombre y un número (lo l no quita que ei Mal sea innombrable e incifra, y el Arcano XIII. innombrable], un Arcano en
, , Papa. La segunda agrupa al Enamorado, el Carro! la Justicia, el Hermilaño. la tercera, la del medio, •la Rueda
, y de
que puedes comparar también las cartas por parejas p°r grU-R0* de tres- elc - En r¿al¡ dad hay que comparar cada carta con cada una de las demás /las otras 77). El esquema puramente geométrico que adjuntamos, que reproducirás con papel de calcar, nos va suministrar unas indicaciones interesantes en cuanto a las estructuras internas de cada arcano cuando se lo superpongas"*. Constatarás así que cada imagen está cuidadosamente descentrada en cuanto a los fundamentos arquitectónicos ideales: este cuidadoso desequilibrio nos recuerda que la vida ajusta continuamente sus elementos. No hay. en la naturaleza, demasiada simetría; hay además todo un estudio por hacer
al mirar cl°Arcano XVI: recuerda que la gravitación es la causa principal de la estabilidad lie los cuerpos elementos sometidos a la gravedad (la Torre, la vegetación) y los que no lo eslán (lo que está somelido a la gravedad cae. no flota). Aprovechando esta ocasión compara el XVI. el XVII y e| XVIII, ¿Dónde se encuentra la atracción gravita (o ría?, ¿qué elementos suben, bajan, se mantienen en sus! pensión?, ¿qué movimientos se manifiestan a través EL TAROT, ¿UNA MATRIZ DEL COSMOS? El Tarot está estructurado sobre el mismo modelo que el cerebro con sus relaciones de orden, de selecciones, de inducciones y de proyecciones, de reenvíos, de equivalencias relativas, de series finitas (II al X), un conjunto que expresa las situaciones de cualquier ciclo posible, y por lo tanto, los qu e nos atañe cíe más cerca, de cualquier ciclo evolutivo. Expone los criterios funcionales de la estructura considerada como condición sine qua non de cualquier evolución, sin el reconocimiento del modelo, y sin el conocimiento del mélodo cíe utilización, el Tarot no seria más que un vago agregado de ideas entrevistas. Así se educa la inteligencia, del latín Ínter-lego «escojo emre».
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P< el Tarot en sí el q« te muestra como elegir, «ÍÜS POCO a poco, te forma .mpregnand
°^' •--,;,,; se puede decir del Tarot aquello E nTlSe Aubier' dice del alfabeto hebraico: SSSfheb^ cuadrado se estudian a.uí, i"Ínlde oue les da forma: en el hueco de la eD * rirtíTen d cerebro doblegado al lengua-
r±3Sí *•*»• A'rcnder es'e fabeto
es a la vez descubrir el funcionamiento del espíritu»* *. Y esto también:
I - LE BATELEUR
«Un conocimiento necesario a la elevación de I* conscienc.a no puede pasar desapercibido aunoue intereses creados quisieran reducirlo al silencio Sin él, el humanismo se ve enmudecido, y el devenir intelectual y espiritual del mundo se detiene vituoe rado y debilitado. Nada gobierna el pensamientoen vano aquí y allá se lanza una llamada al lengua" je. Mal convocado, responde mal. Pero con el juego de la gallinita ciega, un niño encontraría.» Entonces, cuando se le echa una ojeada viva y actual al Tarot, se llegan a descubrir las mismas estructuras o esquemas o huellas energéticas* que en los óteos códigos del conocimiento —o de la información de! Universo. Vayamos un poco más lejos, metiéndonos en la leona holonómica, que ya hemos esbozado de una forma abierta e implícita. ¿Qué es? Nuestro cerebro construye matemáticamente la realidad interpretando frecuencias que vienen de uotra dimensión», campo de realidad significante primariamente arquetípica. que trasciende el tiempo y el espacio. Existe así lo propone Davís Bóhm'*. " O sea. recuerda nuestra aventura con las cuaternidades y lo que hemos constatado con el I y el II. Al esiudiar el alfabeto hebraico D. Aubier adviene lo siguiente: -El Génesis no empieza por una Alef, sino por una Beit -la segunda letra—, Alef representa una unidad, pero no marca un prmci pió. Hay que salir de la unidad para provocar un movimiento Alternativo.- (¿Del qué nace olio?). En el Tarol el 1 se manifiesta estático y fijo después de la movilidad del Balelour. pero es el II quien marca el principio de — >e). movilidad, fisiológicamente es la facultad de 83
„ .arden desarrollad o* y un «orden implicado, "n, W !L La inquiétame prop.edad común al del universo U.nq distrib ución de la infor-
origina! dei universo; que podemos entonces imaginarnos como una matriz "generadora" de la realidad concreta. EL Tarol es un reflejo concreto de esta matriz, un reflejo sumamente preciso. Además, (o incluso, en cuanto su calidad de específico) permite una ••* -,La fisiografía e4 una faio-gfafia tridimensional realizada SIN lentíllas. Se graban y se teiiiiuyen fas imágenes de la siguiente forma: Una emulsión fotográfica es enfocada simultanéame ule por dos haces luminosos que provienen de una misma fuente luminosa coherente. Uno es directo, el Olio pasa por un objeto que ilumina > que lo difracta. Loi dos pasos de ondas forman capas estacionarias de interferencias sobre la placa (de la etauhión). Cuando se ilumina la placa impresionada de esa forma, se consigue una imagen en tres dimensiones del objeto. El Todo e«á entonces presente en la parte». -En cuanto aparecieron estos navajos despenaron en diversos medios cknlífícos una avalancha de reacciones positivas o crílicat. sobre la validez de esta* leerías y más allá, sobte la emergencia de un nuevo paradigma: el paradigma hotonúrnico. basado en la presencia del iodo en la pane, en la interdependencia generalizada, el papel de la coherencia»; concluyen A. Bloch y R. Scftejof. recogiendo ideas eupiesadas por Marilyn Ferguson (conocida en Francia por La Rei-oluáún del cerebro (Etl. Calmann-Levy. 197ü). en Braín Mind Bullcu» (P.O. BOJ: «211. Un Angeles. Calif. 901M2) y en The Aguarían Comptraty,
relación privilegiada con (os estados modificados de conciencia los cuales reflejan a su vez estados modificados del sistema nervioso. La interacción con !a Realidad —Ja matriz es posible en un nivel primario permitiendo un conocimiento de los arquetipos, o más bien un contacto directo con ios arqueiípos' o más bien con las huellas energéticas que constituyen los fundamentos de! Universo, su matriz. Las apariencias de ta Realidad son, por así decirlo, extraídas, o más exactamente abstraídas de un flujo intangible e invisible que.ao está compuesto por «partes separables» y que no se puede describir más que como ese estado de interconexión inseparable al que ya nos hemos acercado. Hasta ahora, la actitud del ser humano, hacia un mundo que te sobrepasa tanto, no ha podido ser más que de intentar «romperlo» en sus distintos constituyentes. Hoy, la presión de! mundo intangible que también se manifiesta en los movimientos •colectivos conscientes y sobre todo inconscientes, ¡ce Llevar al hombre a conciliar, reconciliar, ieu, los distintos constituyentes del Universo y hasta ismo: los modelos del macrocosmo y dei microno tienen cada vez más parentescos, el universo percibir su cohesión/coherencia. . este impulso, para aprovechar de algueslos movimientos, no vamos a tratar el Tarot, pero !o vamos a describir lo nenie posible. Esta descripción por sí liere la Realidad, nos pone en contacto . No se explica el Universo, pero sí se jervar. Esio nos vuelve a llevar a nues: partida, por supuesto el Tarot pertene-
f
{ I * !
ce ai -orden desarrollado», pero está muy cerca del ^trenrollado», si se me permite 1. expresan. ¡ImpliquémosnosendTarol.
como es. a abrirte ^-mente difíciles -o imposibles de descubrir solo. Su ambición no es de conducir en tu lugar este prototipo fabuloso, pero sí de sugerirte cómo rodearlo y subirte dentro, recordándote principios elementales de conducta, por ejemplo: no intentes pasar de la primera marcha directamente a la 5.', (o la 10.'). la velocidad adivinatoria.
II - LA PAPESSE
III - L'IMPÉRATRICE
Ten todav.a un poco de paciencia, vamos a acer canos a los arcanos menores en sus estructuras in ternas y generales. Después podremos «ver, con los ojos del futuro. ¿Hasta dónde •> ;Li«™i ¡Adelante! ' °L'Slos-
LOS ARCANOS MENORES
EL TAROT ¿HASTA DONDE? ~ ESTUDIOS PRÁCTICOS •á Para empezar, guardemos en la memoria que esi tamos escrutando el Intangible, y para ello, busca* raos conseguir de nosotros mismos respuestas es', pontáneas, o más exactamente, dejarles producirse sin hacerles obstáculo con reflejos condicionados basados en una escala de valores incurablemente limitada, y linios de un EGO aun demasiado poderoso. Para que se produzcan ias respuestas espontái neas. nuestro EGO. por oita parte valioso e insustit tuible para nuestra supervivencia en sociedad, ha i de poder desceñe ciarse temporalmente. El contacto directo cotí el Tarot, el cual está «calculado» para ello (al mismo tiempo que para fines distintos), nos •> permite esta desconexión. No buscamos interpretar una comedia. Así. el j1 jugar a ser gurú, puede divenir al que juega, pero A rápidamente le compromete sin que se de cuenta | en todas sus actividades. Rápidamenle se comporta, se viste, habla, duerme, come como un gurú; su propia sustancia, su relación con el intangible están bloqueadas detrás de ese EGO-Guru. La respuesta espontánea no se produce más que fuera de la escala de valores: estamos entonces dispuestos, heroicamente a replanteárnosla sin parar.
Replantear nuestra escala de valores será una operación dolorosa, o la sentiremos muy desagrada blemente al estudiar los arcanos menores que generalmente se dejan a un lado, o se interpretan con una arbitrariedad que no intenta justificarse siquiera.
lili - L'EMPEREUR Por otra parte, un libro muy interésame de J. L. Bourgeat, os dará un ejemplo a «mío de lección. Publicado en 1906 (Ed. Chacornac), cita_»mW£ un «método de los Gitanos» del que nadte de la
Kompania del pueblo Rom' ha oído nunca hablar. Si miramos un poco los arcanos menores, observaremos el desarrollo o las variaciones de cuatro objetos que no lleva nombre ni numero; conviene entonces nombrarlas tan sólo de forma putaiiva y no considerar que constituyen el principio o el I de cada serie, por otra parte, cuidadosamente numerada del II al X. Es verdad que cada una de estas cartas tiene"la imagen de un objeto..., nada más que uno. Pero vemos inmediatamente que el objeto sólo cieñe un diseño muy diferente del de la serie numerada, menos la serie llamada de oros que no está numerada. Por referencia a nuestra escala de valores simbólica, procedente de nuestra civilización occidental extremadamente marcada por el judeo-cristianismo y el comportamiento de la Iglesia Romana, como por siglos de realeza y de culto al elitismo (posiblemente justificable, incluso en las Sociedades tniciáicas, muy parecidas las unas a las otras, como la Masonería, el Rosacrucismo.* etc...) vamos a dar una inierpretación inmediata de estos cuatro objetos: El Basto dará la fuerza bruta, sin civilizar. La Espada será la fuerza disciplinada, encarnación de las virtudes caballerescas. El Oro será la fuerza de! dinero como fuente de poder.
La Copa !a fuerza del corazón el Grial Sin pretender hacer la crítica'que reslt,,aria ftó/ y destructiva de esta interpretación en boga en las arenas del esotensmo exotérico", observemos sim plemente cada carta. Fijemos los detalles en su estructura propia. Por ejemplo: la mano que sostiene la espada sur.ge (¿si o no?) de un sistema de estratos, es decir fijos, inertes; la mano que sostiene el basto surge del interior de un sistema de rotación, cuyo exterior tiene el aspecto de una rueda dentada y poHo tanto capaz de generar otros movimientos. La mano y el Basto constituyen un sistema autónomo (no tocan los bordes de la carta), y la mano y la Espada un sistema relacionado con aquello que ie rodea (¿con la masa?). O también: la construcción que está encima de la Copa está cerrada. Hay, en efecto, tres cerraduras "—o detalles que se pueden interpretar así— pero estas cerraduras no están integradas en elementos que parecen poder moverse. El pie de la Copa, que está en la carta, está defomrado —compáralo con la décima copa, o más bien con la décima copa del X de copas— está como aplastado. ¿Qué le aplasta? ¿Los tres elementos azules con forma de J ala, de hoja, de mano, qué papel pueden tener? Serán los Caballos quienes nos permitirán acércanos más al trabajo con los objetos y su verdadera naturaleza. Antes acerquémonos a las Figuras, cua drado perfecto de cuatro veces cuatro figuras. Cuando cada carta de los Arcanos Mayores con-
lleva cualro lipos de expresión; forma/color. 1; número. 2; norabre, 3: y 4. relación con el conjunto de la estructura codificada, las Figuras están desprovistas de número. Sin duda para que no surja la tentación de otorgar arbitrariamente un orden en el seno de la familia que constituyen. Asi. en una familia humana, ¿se pueden decir que el padre sea el uno, la madre el dos, y el niño el tres? Claro que no, y sin embargo hay algo en esto arrecio que conviene a nuestra escala de valores. Esta se veri desconcertada con el Caballo. ¿Va «después» de la bota o «ames, de la Reyna? ¿o «después» de la Kcyna. No podemos afirmar nada. Renunciemos
entonces a una clasificación que nos caiga bien que el Tarot no lo dicta. No clasifiquemos y no numeremos las Figuras Constatemos simplemente su individualidad Bus quemos las características comunes a cada Rey sentado (¿en un trono?, ¿en un sillón?, ¿en el paisaje?) ¿Lleva a la ve?, una corona y un sombrero? ¿cómo resuelve cada uno su conflicto corona-sombrero?). van vestidos y/o acorazados, etc... Comparemos sistemáticamente cada una de las canas con cada una de las damas. ¿Cuáles son los detalles que aparecen en cada una de las figuras de una misma familia? Un ejemplo: la familia de Oros (la llamamos familia, porque sus miembros llevan el mismo nombre y sólo por comodidad, sin deducir por lo tanto otros lazos de parentesco; es decir que por supuesto la Sota no es el hijo de la pareja real. La palabra Valet. de! latín «vassus», tiene una raíz celta que implica una relación de dependencia: pero más bien que el senlido primilivo de «joven mancebo que no ha sido aún armado caballero» parece ser más correcto apuntar el sentido de «criado» que apareció en el siglo xvn. En algunos juegos anteriores al Tarot de Marsella, estas figuras eran anunciadas como Esclavos, y ¿cuíl es el papel de un criado?).
ligeramente en forma
.«.«ión de tener algo de oriental. La sota lieva el Ks) a la altura de la cara. El de la Rey na está ñor encima de la cara y su mano derecha se ha desarrollado de una forma exagerada. Y el Caballéro parece sostenerlo simplemente con la mirada. (Insistimos «na vez más que la palabra Oros esta siempre en plural", podemos entonces adelantar que representa un colectivo, o más bien que su «huella energética" está relacionada con la puesta / en funcionamiento de un conjunto). La mirada y el Otos están, pues, estrechamente relacionados. De una forma similar, los personajes de Copas 1 tienen todos una particularidad al nivel de ¡a frente. El Caballero de Copas es el único Caballero que no tiene sombrero, tiene una frente caída, y parece cansado. La Sota lleva una corona de flores justo sobre las cejas. EÍ Rey también, justo sobre las cejas, ¡leva. la copa de su sombrero, que parece transformarse en rodete (¿para llevar una corona demasiado pesada?). Los dos tienen igualmente una fisonomía cansada y extraña —¡pero esta es aún una sensación difícil de traducir objetivamente!— la Reyna lleva una corona (de lado) encaramada en !o alto de un rodete (que ha separado de su frente). EL JUEGO DE LAS BODAS Cuando conozcas bien visualrnente los Reyes y '•:••-- Reynas, diviértete con una experiencia apasio-
nante. Fíjale primera que en eada familia , personaje que lleva dos utensilios, son la Re™ e" las Copas, y el Rey en las Espadas, el Caballero e» los Oros. Pero en los Bastos, los cuatro no tienen más que un solo utensilio y en las Espadas la Sola al igual que el Rey, parece llevar dos utensilios ¿qué indica esto? Escoge después entre tus amigos (as) uno/una relativamente dotado de intuición o que pase como tal. Pídele que case juntos los cuatro Reyes con las cuatro Reynas, pero evidentemente no con los que llevan el mismo nombre. (Este juego te enseñará que los Reyes y las Reynas de una misma familia son más bien hermanos' que esposos). Con un margen de error mínimo, «casarás»; Sr. de Oros con Sra. de Bastos; Sr. de Copas con Sra. de Espadas; Sr. de Bastos con Sta. Oros; Sr. de Espadas con Sra. de Copas. Y no sabrá explicar por qué; no podrá adelaniar nada más que impresiones y todas subjetivas. Ha cogido la huella energética de los apareamientos pero no puede justificarla en los detalies objetivos. Se habrá dado cuenta que se mantienen dos tipos de asociaciones: Oros-Bastos y Copas-Espadas.^ Cualquier otra asociación no tendrá en cuenta el inodelo que dirige la manifestación y no sera la mejor posible. ¿Dónde están los detalles que permiten confirmar estas «bodas» intuitivas? Semejante trabajo, tan c,c-
'
licado. difícilmente puede ser descrilo en un mél
°í°n embargo si has llevado a cabo conscientemenic y concienzudamente m estudio del Tarot tal y como se le indica aquí, tienes iodos los elementos para encontrar estos detalles, que figuran abiertamente en las imágenes. Para ayudarle he aquí algunas indiscreciones.. Un Rey y una Reyna hacen un gesto muy evidente y son los únicos que lo hacen en tocio el Tarot: se remangan una parle de sus vestimentas. ¿Para qué? No es necesaria ninguna explicación. Otro tiene un utensilio —¿a qué se parece?, ¿a una jerin-
X - LA ROUE DE FORTUNE
VIII - LA JUSTICE
VIIII - L'HERMITE
XI - LA FORCÉ
ga?, ¿a un bolígrafo?— que dirige hacia su talón. Se va a herir a menos que la punía de su utensüío pueda poner en movimiento ei utensilio de una Reyna, que hasta ese momento permanecía estática. ¿Has visto alguna vez dar vueltas una peonza? Olro Rey mantiene juntas las dos partes (¿quebradas?) de su utensilio; pero el utensilio de una Reyna (peligroso por otra parte) puede dar una armadura al que la tiene rota y a! mismo tiempo cobijarle. Y por fin, fíjate bien en las manos izquierdas del Rey y de la Reyna que quedan.-, ¿de dónde salen? Qué sorpresa... Estos detaUes no son suficientes, aunque se eco-
demás encarnaciones/representaciones de la misma huella energética. Observemos las alianzas que el Tarot nos muestra; miremos las asociaciones, los tipos de boda que nos rodean. Las alianzas eficaces no son más que las que permiten combinar las ventajas y las insuficiencias de dos compañeros. ¿Con qué personaje te identificas? ¿Te gustaría parecerte? Se junguiano: ¿cuál es su ánimus o su ánima? ¿Cuál es el compañero que traerá lo que le falta o a la inversa?... Te lo eslá mostrando el Tarot. Y a través de este juego tenemos un acceso más profundo a la huella energética... sin que olvidemos que las huellas energéticas se pueden combinar. Se puede ser un poco Rey de Oro, un poco Rey de Bastos y también a veces Reyna de Copas, a veces Reyna de Espadas. Admiremos aquí las combinaciones y permutaciones desde el interior de nuestra maqueta del universo, el Tarot de Marsella. LOS CUATRO CABALLEROS Ya los conoces bien. Ya te has dado cuenta que uno de los Caballos tiene una cabeza de gato, otro una cabeza de vaca, otro una cabeza de perro y el otro una cabeza de unicornio (¿Por qué? Pues porque tienen un cuerno en medio de la Cabeza). Has grabado todos los detalles. El clasificarlos en un conjunto significativo nos da la clave de los arcanos menores.
¿Cuál es el procedimiento? ¿Cuál es el caballo más pequeño? Es también el que tiene menos caparazón y e| mas rígido aquel sobre el cual el caballero está cómo menos sentado ¿Cuál es el caballo más grande? Es también el mas vestido (¿una túnica de piel? ¿Cómo quién en la Biblia?), el más movedizo, el que parece íormar un centauro con su caballero. Pongámoslo en este sencido, con los dos intermediarios que van del menos al más grande, del menos al roas protegido, etcétera. Tenemos entonces: Caballero de Copas, después Oros, después Espadas, después Bastos. ¿Se ve confirmada esta hipótesis con estos detalles? En efecto: el caballero de Copas, en su mano izquierda sostiene las riendas de su montura de carne. E! caballero de Oros parece guiarlo desde el .extremo de su garrote a pesar de que el animal lleve freno y rienda. El de Espadas ya no guia nada aunque la rienda de su caballo parece acabar en el filo de la Espada. Por fin el de Bastos no podría ni guiarlo, su caballo no tiene freno ni rienda: al principio de la serie, el caballero domina su caballo que recuerda un caballito de madera. Al final, parece ser uno con su montura. Por otra parte, el caballero de Copas tiene dos brazos, el caballero de Oros uno y medio, el caballero de Espadas un brazo y un cuarto y el caballero de Bastos un sólo brazo. El caballero de Copas lleva una extraña carga (¿una banasta o manteleta?) a su espalda, algo muy pesado, va con la cabeza descubierta. El de Oros eslá mejor sentado, más equilibrado, ¿va cubierto con una caperuza?M%6Existe entonces un orden entre los Caballé-
está bien asentado sobre su ani-
de gf£ del Bateleur. Otros numerosos detalles confirman esta hipótesis- a vosotros corresponde descubrirlos... El más interesante ¡rata de los utensilios: el Cabllero de Copa no tiene cogidfo su utensilio, que flota justo al lado de su mano; el Caballero de Oros sostiene su utensilio más firmemente... pero solamente con la mirada; el caballero de Espadas sostiene su Espada fuertemente... y sostiene aún mejor el puñal de filo curvo, dorado, disimulado en e! borde del caparazón del caballo. En cuanto a! caballero de Bastos, mira cómo su utensilio le atraviesa la mano: es el único que ha integrado su utensilio. Existe entonces un orden entre los Caballeros, indicado por detalles objetivos. Sin embargo, esta búsqueda no es llevada aquí a cabo más que a título de ejemplo, dentro del estudio de las estructuras y combinaciones, y si prefieres pensar que el caballero de Copa es el más logrado, es asunto tuyo. Detengámonos un poco en el Oro(s). ¿Representa la moneda? Naturalmente una parte de su huella
Esta palabra, nacida sensiblemente al mismo tiempo que el Taroi de Marsella, designa en Matemáticas el Lugar geométrico de los pumos en el cual el producto de su distancia a dos punios fijos es constante. Este dibuja un 8 inclinado, o sea el símbolo maiemáiico del infinito. ¡00
energética se realiza en ese nivel. Sin embarco si comparamos el tamaño relativo de los utensilios con el de- los personajes, nos daremos cuenta que las Copas, las Espadas, los Bastos son sensiblemente adecuados. Por lo tanto si el Oro(s) representa una moneda, su tamaño es muy desproporcionado Tal vez haya que observarlo de otra forma. E! Oro(s) objetivamente señala una organización circular a partir de (o que acaba en) un centro. En la imagen de la Sota se ven 2 Oros diferentes (el de arriba lleva una parte negra más grande). El de la Reyna tiene un punto en e! medio (que señala dónde se puede posar la punta del utensilio del Rey en el juego de los casamientos). El del Rey se parece al de la Sota exceptuando que la segunda fila de elementos amarillos cuenta 12 (u 11) y no 10. E! del caballero nos concede una revelación. Su elemento central más o menos redondo, se ve rodeado de un motivo (4 hojas o pétalos) cuyo eje no es vertical como el de los otros Oros. Con la vertical de este eje forma un ángulo... ¿Qué te recuerda? Pues sí, el eje de rotación de la Tierra mide un ángulo de 23° 27': el movimiento de precesión .de los equinoccios. Esta determinación está ligada a la elipticidad de la Tierra y a la repartición de la materia en su interior... La Tierra es un núcleo fluido en el interior de una envoltura elástica. Hagamos memoria: si el Sol es un pomelo gordo, la Tierra es una cabeza de alfiler a II'8 meiros y Júpiter una uva a 61'4 metros. ...¿Qué sugiere el lazo entre la nitrada del Caballero y este Oro(s)? ¿Será la mirada que ponemos
H» i» ,,ae alise Ea Tierra? ¿No es dada la í SdT^ST^ ^n la mirada? Decídelo '•'"••^•"r! ton ia «üKÜeiOR de reconocer en el S-SSTfapi-o» 1« MSani^mos e! Universo atettlor de GQSOÜOS y del que somos el centro: ¿da uno de HOsoíK'S es et centro de> mundo ya qtie:ian soto puede petdísrio a su alrededor a parlír fe su sstama nervioso, . • Hemos VÉÍO a ua nombre preocupado san .prehensión schi« Si «íensilÉo, eaigado, mal adaptado, dolaiuar su rÍEÍdo eabalüíp-'O&serva cároo el Caballo d^ Oro(s) (es el ünico naturalmeote que tiene ios caicas soí?re íieira) se anüna en su cuerpa y en su nsíjó —hay san embargo1 esa -especie cíe mpa de
toy o de cultivo de «me ^ , Jados, un posteo cualquiera £ . -Clletga.a protección—y luego, como el i
M
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los
„„ uc oaaosftuMav re- abiertamente en su blancura y su estrecha complicidad con el caballero. Del dominio a la cotnpua•dad libre, he .aquí ej camiao del cuerpo tangible bajó !a conducía dei eaballeto intangible. Dominar es ciertamente e¡ sueño de muchos hombres en su camino de evolución..- Es lo que hace d .caballero • dé Copas. Entre el caballo y el Caballero de Bastos, . existe una aliaiea marañosa. Descubriria es una - de las recompensas más grandes del Tsrot, ha d« ser posible llevarla a1 cabo... La montura de caras, dé la que no podemos jamás bajarsós en esta v«ia, reveía su verdadera naturaleza pura e ¡aspirada y .alada (ya te habías percatado del pájaro de su cabe?a cuando trabajamos la decodiñcacion de !as irná^éees,..). LA AUSTERIDAD DE LAS SERIES . Dejemos los esplendores de ¡a aEanza Tasgi- ; bfe-íniengible. Bajemos .de nuevo un momento hacia las senes,^ueraimente dejadas a un lado porlos adeptos da '- Tarot o revesadas de stribucioaís aurontams quí dejen estupefacto a cualquiera.* representan ir. 1
. • un en etapas para el manejo de cada
5K Sí* i"*5'la vafiosa obra de Paul
por ejemplo- la serie de Copas muestra dos tipos de estructuras, una vertical y una curva. Analógicamente -Con qué estructuras del cuerpo humano podemos identificarlas? Sín ir más lejos ¿Que sentido nene la Copa? ¿Para qué sirve una Copa?, (nada cómoda, la del Rey, no sirve ni para beber; nada interesante fa de la Sota, su continente es muy pequeño; confiscada por su tapadera, la de la Reyna. Sin embargo, bien abierta, con un continente razonable, soüda sobre su base, es la que el Caballero ... no sostiene). A título de ejemplo trabajaremos la serie de las Espadas de II al X. Curiosamente !a primera caria —el II—, muestra una composición floral como es el caso del IV. el VI y el VIII. No se ve un;i espada más que en el III, V. VIII, IX y de repente dos espadas en el X, en medio de una especie de mandorla (que naturalmente ha comparado con hi de arcano XXI... y ¿Con qué te has encontrado?). Esta mandoria compuesta con tipos de fajinas, forma un tejido en las dos extremidades de la mandorla. Esta trama es reforzada según el siguiente ritmo: *' Ed. Ans el Méiicrs Graphiqucs (según Bourgcaí a¡>
Xílll - TEMPERANCE
XV - LE DÍA8LE
el II y Ifl, un cruce único; IV y V/entrelazos de dos veces dos elementos; VI y Vil, entrelazo; de tres elementos; VIII y IX. entrelazo» de cuatro elementos. ¿Qué nos muestra esta estructura? Comparada con la estructura de la serie de Bastos, que refuerza el centro, asta refuerza la polaridad. Esto se confirma a un nivel trivial: el trabajo con el Basto (KenDo, etc...) refuerza el centro del cuerpo, el vientre mientras que el trabajo con la espada (esgrima) desarrolla la atención a nivel de los ojos y piesVolvamos al JI de Espadas. Hay una gran cantidad de detalles que seguir, por ejemplo, las cuatro
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ral Sin embargo, es de esla flor que parten ramítas —blancas, sin savia— que conducen a unas hoja:, con el extremo enroscado como hojas de acanto en arquitectura, las citóles no son semejantes a las hojas del acanto en Ja naturaleza. Exageradamente simétrica, esta flor artificia! tiene algo amenazador, como lo lendría algú ficticio, demasiado desarrollada y demasiado diferente de la naturaleza. El TU muestra una espada (de una vez por ¡odas examinarás de cérea las guardas, las empuñaduras —prehensibles o difíciles de coger— y los pomo* —labrados o sencillos, color carne o amarillos, de todas las espadas, a menos que se trate de la misma que cambia de filo), color carne, apoyada sobre dos ramas: des vi [atizadas como los follajes recogidos a principios del invierno, tiene sin embargo unas hojas amarillas, aunque un poco rígidas, y unso frutos amigados: estas ramas han estado vivas, han producido unas hojas manifestando un trabajo y frutos. El IV ve de repente dos de estas hojas y uno de estos pequeños frutos crecer sobre una flor que se parece a una flor aunque sus sépalos amarillos estén un poco indisciplinados y el botón rojo esté un ;••<••-• sombreado. ¿Es obra de la Espada del III? H,:S trasplantado estas hojas y frutos secos sobre la :lor artificial del II, haciéndose así viva tal como lo
muestra el tallo color carne y su corte rojo Sigue adelante solo. E! color carne y ]a forma mas pesada del filo en V le sugiere alguna reflexión sobre el papel de esta espada. En VI ¡a ñor está reforzada en la base, es más recta y más equilibrada que la del IV. La vieja hoja amarilla ha desaparecido, sin embargo, el pequeño fruto arrugado se ha acercado a la flor. Los sépalos son muy naturales y ¡a flor, abierta, es de un rojo muy vivo. Si ¡ú íueras la flor ¿qué efecío habría tenido la espada sobre li'? ¿y cómo se justifica este trasplante de elementos des vita! izados? Una espada azul en VII: ¿Qué te recuerda el azul? Y la flor uziil en VIH, la flor definitiva, recogida, verdadera, í-tilor (fe lo universal. ¿Qué tient de común con la flor desordenada del II? La espada, ¿por qué es amarilla en el IX? si el íirrt'jrillo manifiesta la noción de trabajo. ¿Se potiria .decir que la espada aquí está trabajando? Sí, como una futura madre: muestra una cesura, está lista ' para separarse en dos y en efecto en X vemos 2 espadas, una de ellas muestra una cesura, dos espadas azules —utilizables a nivel colectivo. Es el engendro* de las espadas gracias ai trabajo de trasplante efectuado sobre las flores. Encuentra solo ¿qué detalle demuestra que la segunda espada del X, que ya engendra a otra, no es la primera? . Este trabajo con la serie de Espadas, no es dado .más que ai itítulo de ejemplo e ilustración del méio* Compáralo c daré otra, si
:spada yo
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i-, í, crcferes «r en es(a serie la paz (la flor) y " l.r.-',^, .'^«jja) eres Ubre de eJIo. Si has idernifi' •";'",,~"'.-¿,¿ jue consiste, en trasplantarse a si --, • -Br.mi' Acatas efe reencontrar e] sentido ' co di to espsda en la tradición del ciclo de Arturo: la espada, utensilio de vida, indispensable I RÍV mediador entre el hombre y la naturaleza. Es fa leyenda de Esculibur" que desgraciadamente va ce de "aquí en adelante en las manos de la dama ¿íi i .i-? i'Aíjtoa! en el fondo de las aguas (regenersJras Jí! i:¡--enfríeme colectivo). A ti te loca ir a
cogerte, Y ahora, siéntate contento, ¿Has trabajado bien, conoces períeeíamente el cambio de marchas del prototipo, has pasado las marctí&s? Vamos aJlá y pasemos a la marcha adivinatoria.
LA ADIVINACIÓN Te has enterado bien: tan solo después de haber utilizado métodos subjetivos y objetivos —si no se produce una confusión entre la iafonnadón saiil, procedente de lo Intangible y la información baba proveniente del ECO. ¿Qué es ia adivinación sino un medio intensivo de escudriñar lo Intangible y'o de forzarle a damcs una respuesta? Lo Intangible es lo que nos lleva hasta ella de alguna manera, para obligarnos a evolucionar, volvemos el hombre del futuro, más fino y mas pleno que nosotros, mas livianos y más -realizado» (es decir: que ha entrado en las cosas, en la realidad completa). Marie-Louise Von Franz explica lambién" «la armonía instintiva con lo que cada uno tiene que "hacer y con las circunstancias es un estado iaeal. aquel en el que el arquetipo sostiene ai individuo o al grupo, de tal manera que sus facultades y sui miembros cooperan de forma natural. El ser huraano siempre ha conocido, perdido y buscado el reencontrarse con csie estado». Y L'ii efecto vamos hacia la adivinación cuando surgen las preguntas "¿dónde estoy?» y "¿qué debo fiacer?» Sin embargo la información hábil, proveniente
XVI - LA MA1SON D1E\
XVII - L'ETOiLE
del Ego, nos es a veces útil, y está lejos de ser siempre errónea. Pero, tomarla por una información sutil se convierte en una causa grave de desagrados. Podemos caliGcarla de falsa adivinación. I) LA FALSA ADIVINACIÓN u observación analítica, es una técnica muy interesante que puede ocupar un lugar de predilección dentro de una Tarolerapia. o, prefiero decirlo asi. dentro de un trabajo evolutivo por el TunM. La falsa adivinación no consiste en hacer tirar las cartas, boca abajo, al consultante, sino en hacérseias escoger y luego describirlas. Se le preguntará
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dónde se sitúa —una o dos cartas—, dónde está su madre, su padre, su esposa, su hijo, etc. Y/o dónde esté la Madre ideal, el Padre ideal, la mujer de su vida, el hijo que desea. La forma en la que coloque las carras constituye una íuente de información. ¿Cerca de él, o lejos de él? ¿Cuál es la dependencia entre anas y otras? Es bueno dejarle un campo muy amplio para esta operación: una mesa Grande o una habitación entera en el suelo. Luegix fíjate (si se trata de un Occidental, por lo tanto tendrá un concepto linea] del tiempo, el pasado a mano izquierda y el futuro a mano derecha) donde se sitúa en su propia duración. La elección, la proyección que el consultante lleva a cabo sobre las canas, a las que él atribuye un poder de represéntate dad (es decir de su escala de valores), le permite tener una idea de sus estructuras internas, de su infancia o. ral vez. incluso de los límites que asigna a su porvenir. Después pideíe que describa las cartas —con las que, por supuesto, habrás recorrido un camino completo. La diferencia entre la huella energética que .ha pulsado y e! nivel de interpretación que este consultante ha escogido, le permite encontrarse con las cualidades, abarcar los problemas, tomprender los esquemas repetitivos de comportamiento que modulan su vida. Para ti es un JUEGO —aunque con seriedad, ya que ponen su confianza en ti— utilizar estos factores deduciendo rimirosameme las consecuencias de estos hechos.' Es el retrato de alguien, de un ser
^Cuáles son la? bases que no hay que perder de visfj" Las canas del Tarot presentan el territorio, una imagen de los arquetipos que son los modelos —Iss huellas energéticas— según las cuales, lo queramos o no, se fomian, se agregan, se determinan todas las situaciones posibles. La totalidad de los Arcanos abarca la totalidad de !a experiencia humana. Pojemos adelantar, apoyándonos notablemente en la observación de la esquizofrenia de las escuelas amipsiquiátricas, que ei conjunto de situaciones psicológicas humanas recorta el camino de la humanidad, es decir que el hombre revive más o menos ¡rompíclámente, o vive a su manera, la aventura de la raza humana hasta lo que Tim Lean- percibe como la Fusión Galáctica, (cf. «Neurologics*. *Exo-Psychohg\->> ed. Smrssed Press). Las reacciones ante las cartas tienen motivaciones primarias simples. Sin embargo !as descripciones llevan a experiencias personales complejas. Las cartas que alraen al consultante son las que !e atraen, ¡as que él reconoce, las que le dan seguridad, las huellas qué tiene integradas. Las que rehusa son las huellas energéticas de situaciones que aún tío ha vivido; la violencia de sus reacciones manifiesta simplemente la proximidad de esa situación en su porvenir: ahí también reconoce un modelo que aún no ha sido integrado, aceptado: es un conflicto actual. O está en curso de experimentación, desde hace unas horas o unos años: o el con-
sultante ha rechazado este modelo sigmáticamente cada vez que se presentaba, en función de uní sensibilización pamcular ligada a su herencia cromosóimca o a un acontecimiento mal vivido antaño a un «bloqueo., o simplemente es un modelo con el que el consultante no se ha encontrado aún Entonces, los Arcanos que el consultante prefiere, indican aquello que conoce de éi. Los que rehusa indican aquello que no puede/quiere aún aceptar. Las situaciones que no conoce aún pero que están alejadas tanto que no despiertan ninguna defensa por parte del subconsciente, ninguna reacción viólenla, nías bien una vaga y moderada íalta de .-afinidad» con la carta. El diagnóstico podría ser extremadámente fino y preciso: según su propia cualidad y su estado de independencia con las cartas. No hay choque —en el sentido psicoanalítico—• ya que en ningún momento el consultante se ve crudamente enfrentado a su problema fundamental, en la necesidad de una verbalización de este problema. Todo ocurre a nivel analógico: el trabajo con el Tarot permite no suprimir e! «nudo energético» del conflicto, lo que llevaría también a suprimir la llegada de la energía;. error cometido por ¡a gran mayoría de la psi- • guiar ría. Este trabajo permite también al consultante (como lú mismo, anteriormente en la primera fase de tus estudios taróticos) asimilar la huella energética fuera de la crisis —ames o después de una crisis mal vivida— y por otra parte situar las otras e.v -, nencias arquetípicas ya vividas dentro de la estructura general cuyo reflejo es el Tarot.
;
v, HP limitarse a hacer describir la carta ™/í «ÍVibfe al consultante, grabar '° ^onTy £nnW la objetivación. El Tarot "" ' , de fuerza tal (cuidado^con la pala-
br£ mi; tu. La concienaa, pww — ~a- "-"7 " «ble ni el Espíritu, aunque a nuestro EGO le gustaría que así lo creyésemos) una comprensión tal, un encuentro tal con la Realidad, que el consultante adquiere desde el principio una sobredosis de vitalidad y una regulación de la energía espectaculares. Esta observación analítica o información hábil, o falsa adivinación, exige un descondicionamiento que el cuerpo mismo de! Tarot, con sus colores, sus personajes que parecen estar hechos de trazos y recortes, trae consigo. Sin embargo, hay que practicar una serie de reglas de sentido común. No lleves a cabo este ejercicio en cualquier sitio ni en cualquier momento ni con cualquiera: la sinceridad del consultante es por lo menos tan necesaria como tu propio deseo de ayudarle. Pero una vez más sin dominar, ni abusar de !u propia escala de valores... ti LOO tranquilo: no tiene nada que demostrar. II LA VERDADERA ADIVINACIÓN La adivinación verdadera es una anticipación del siluro, con una mirada dirigida sobre los puntos cíe convergencia de las líneas de fuerzas de! Universo. Es una llamada a lo Intangible, un acto mágico, ^ave, excepcional, que exige no solamente un dcs• ondidonamiento de la persona, sino también una
una acción directa sobre los centros energético^ dd ser humano. Los métodos llamados «del nivel" o de ia «activación mental», «mhd control» e!c son buenos pero existen otros más eficaces.
XVili - LA LUNE
XVIII1 - LE SOLEIL
La verdadera adivinación no se lleva a cabo en público, para «quedarse con el personal» una vez de cuando en cuando. No va sino acompañada de una actitud general en la vida que excluye los com-
i ^rsecuir la aulo-saiisfacción, etc.. T^I ÍS» es por eso que los gurús
P
£££?£•* «p"108 en faisa admnan6n pero
^t¿r"Sac¡ón reside en la esencia de conexiones acasuales. Esta expresión jungla ^arroDa la idea de «sincromcidad» que constata míe dos o varias situaciones coexisten sin tratar de reunirías por una relación de causa o efecto. Los hechos son conexos (dependen los unos de los otros) pero de forma a-causal. las
LA ESENCIA DE LAS CONEXIONES ACAUSALES La esencia de las conexiones acausales, poco explorada hasta ahora es simple: fas situaciones que se encuentran sincronístíca mente (en una misma unidad temporal) tienen todas la misma huella energética pero ésta se encarna a niveles diferentes (incluidos niveles de tiempo o duración diferentes). La base de la verdadera adivinación es la analogía. El mundo es sentido como una superposición o imbricación de una forma analógica (es decir delimitada, analizable, el contrario de la forma simbólica que es más vaga y menos descriptible fuera del sistema simbólico en si) de los diferentes niveles que se puede reunir gracias a un denominador común —nuestra «huella energética». Tal evento se crea en un cierto contexto, que va a evolucionar, que varía hasta el momento mismo en e! que se produce ei evento, pero que varia según cieñas líneas de fuerzas. La verdadera adivi116
nación aspira a encontrar esas líneas de fuerza 4aue pueden permitir el preveer el [uturo pero NQ .; ANUNCIAR EL FUTURO. En cierta medida se pueden encorvar muy leve mente algunas de las líneas de fuerza con una adhesión inmediata o un volteo, una metanoia. Y es una ilusión creer que se puede modificar el futuro que depende cuanto más de las líneas de fuerza. Sin embargo, la verdadera adivinación puede llevar a modificarse a sí misma en función de las líneas de fuerza percibidas. La adivinación, cuyo objeto es la identificación de las líneas de fuerza que son la fuente de los acontecimientos en e! Universo (también se puede decir: combinaciones: permutaciones/activaciones de las distintas huellas energéticas) no puede preveer un futuro rival, un acontecimiento de poca importancia. Necesita la puesta en marcha de poderosas energías en las que el individuo que lanza la llamada a la adivinación no es más que uno de los vectores. Cómo se efectúa la elección involuntaria, la salida de la imagen o de las imágenes que analógicamente nos van a enseñar, en acción, diferentes huellas energéticas, no lo sé exactamente: es la articulación entre lo Tangible y lo Intangible pero, corno ocurre sin el recurso del EGO. éste no puede grabar lo que le llega; tan sólo puede a posterior! edificar un modelo... conocernos este proceso. Supongamos que algo (¿alguien? ¿los Angeles? ¿el Azar? en fin lo Intangible) golpea los mandos dé nuestro ordenador/sistema nervioso. Se produce una conexión con el gesto que escoge una de las
XX - LE JlíGEMENT
XXI - LE MONDE
carias de las cuales no se ven más que el reverso (de ahí !a importancia de un reverso taroteado que sea ópticamente neutro y no cristalice ningún efeclo del Ego). No se puede ¡r más lejos. Pero se saben cuáles son las condiciones a reunir para un resuitado puro, es el ritual (ver más arriba). Ninguna condición autoritaria, que lleve prescripciones injustificadas lia de cumplirse- Una vez terminado el leoto trabajo con el Tarot que le hemos sugerido en este método, eslás lo suGcien temen ¡e transformado, para que tú mismo sientas cuáles son las condiciones que te convienen, cuál es para ti I;1 actitud justa.
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Confía, no eres más que un canal. El Tarot no contesta más que a la verdadera pregunta la nre gunta interior, aquella que te preocupa, aquella oue está en el centro de 'tus tensiones internas aunque no la hayas expresado, aunque hayas expresado otra por inadvertencia. Sin embargo, presta atención a la pregunta que plantees: el Tarot contesta siempre con una exactitud absoluta. Pon cuantas menos palabras sobre la o las cartas que tire tu consultante (o que te tires a ti mismo). La actitud ideal sería: observa tas cartas que han salido, déjate llenar, deja que la huella energética te imprima también y mantengan estas canas en tu memoria para que sus acciones adhieran a ellas y tus pensamientos se fundan con ellas. Actuará como un corrector, rectificará tu comportamiento si te dejas. Si no tratas de comprender intelectual raen te. Si no añades tu grano de arena. Sé más humilde que nunca, pero alegre: porque el futuro pasa por ti, por tu lucidez. Sé todo aceptación, no interpongas ninguna barrera de comentarios o de vanidad (clac, la pequeña tentación del orgullo y todo se derrumba, la próxima vez será...)*. Recuerda que un "nivel de conciencia, humano incluso, no significa el Espíritu o lo Intangible: ésta no puede más que manifestar su proyecto. No manifiesta su presencia en su plenitud. Y en cuanto al " No sé si hay que añadir que n 1¡. en el lugar que te esiaba
.árcela es en sí la -TOTA-
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tensas ningún deseo personal: vuélvete co-crea'; -Túrido ¥ alegre de tu Futuro y del Futuro de la Humanidad. Este método se acabó. No se trata de una obra de cultura, de moral o de historia SOBRE el Taror, No es más que una nota metodológica PARA el Tarot y para li. Antes de seguirla y luego tirarla, admira de nuevo la lección que nos da el Caballero de Bastos. Unido a su montura (¿de carne?) pura y triunfadora y libre, baila, en su plenitud y su liviandad definitiva; la energía manifestada por él Bastos que recibe y transmite, le atraviesa la mano y sin duda el cuerpo entero hasta los cascos... Mira cómo se estremece bajo las faldas de carne. Y es la montura glorificada que desvela, en su rostro alado de unicornio, las dos letras G y F. Tradúcelo tu mismo. Yo le deseo la Gracia y la Fe y/o la Fuerza y la Gratuidad, ¡Al trabajo! Tchala!
hms, distintas obras de Bartok. Moiart y Eugcnc ]sa¡
e un boletín de esludto h de información y de intercam :o sobre este lema, «cribe a Tchalal c/o Grimaud, 27 Avt e Fierre de Setbie 75016 París (Francia).
Los Arcanos menores Ef juego de las bodas Los cuairo caballeros II La Adivinación I la falsa adivinación II la verdadera adivinación La esencia de las conexiones acausales
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