El estiaje es el nivel de caudal mínimo que alcanza un río o laguna en algunas épocas del año, debido principalmente a la sequía. El término se deriva de estío o verano, debido a que en la región del Mediterráneo, el estío es la época de menor caudal de los ríos debido a la relativa escasez de precipitaciones en esta estación. Cuando nos referimos al régimen de un río, el estiaje es el período de aguas bajas. El estiaje de un río no depende solamente de la escasez de precipitaciones, sino que también se debe a la mayor insolación y, por ende, al mayor potencial de evapotranspiración (de las plantas) y de la evaporación más intensa de los cursos de agua. Principalmente es causado por sequía, calentamiento global o falta de lluvias.
LA HIDROGRAFÍA es una rama de la Geografía que consiste en la descripción y el estudio sistemático de los cuerpos de agua planetarios, especialmente de los recursos hídricos continentales. Por su campo de estudio, la hidrografía se vincula con otras ciencias geográficas, en particular con la geomorfología, la hidrología y la climatología. En el estudio de las aguas continentales, las características hidrográficas importantes de los ríosson: caudal, cuenca, vertiente hidrográfica, cauce o lecho, régimen fluvial, dinámica fluvial, erosión, sedimentación fluvial, tipos de valles y pendientes
El ciclo del río Los ríos son agentes muy activos del modelado de la superficie terrestre. No solo afectan el relieve de las regiones que atraviesan, sino que al mismo tiempo modifican las propias características. Las etapas de este proceso corresponden a la Juventud, la madurez y la Vejez. En cada una de las tres etapas que componen el ciclo, el río presenta características predominantes como modelador del relieve. La juventud del río es una etapa de intensa erosión; la madurez es una etapa en la cual predomina el Transporte y la vejez es una etapa de deposición.
Las aguas continentales son cuerpos de agua dulce permanentes que se encuentran sobre o debajo de la superficie de la Tierra1 alejados de las zonas costeras (excepto por las desembocaduras de los ríos y otras corrientes de agua). Además, son zonas cuyas propiedades y usos están dominados por los acontecimientos de condiciones de inundación, ya sean estos permanentes, estacionales o intermitentes. Algunas aguas continentales son ríos, lagos, llanuras de inundación, reservas, humedales y sistemas salinos de interior.
Aguas continentales tipo glaciares Se trata de grandes superficies de hielo originadas por la acumulación de nieve, las cuales se ha convertido en hielo debido a la presión que provocan y las condiciones atmosféricas de la zona. Esta nieve, una vez convertida en hielo queda depositada de forma permanente.
Para la formación de aguas continentales tipo glaciares, es imprescindible la acumulación de capas durante diferentes periodos de tiempo, que las mismas no se derritan gracias a bajas temperaturas y que las precipitaciones de nieve sean generosas, con el objetivo de que sigan acumulándose capas. Las aguas continentales que forman glaciares en zonas polares se denominan casquetes glaciares.
Controlar la contaminación del agua No verter los desagües de ciudades, industrias, establos, etc, en los ríos, lagos y mares. En nuestro país aún subsiste la mentalidad que el ambiente es el basurero natural y que las aguas se llevan todo y en forma muy barata. No verter los relaves mineros en los ríos, en los lagos y en el mar. Estos desechos de la industria minera son tóxicos para la vida acuática y para la salud humana. No echar la basura al agua de ríos, mares, lagos, etc. En este sentido los municipios tienen una alta responsabilidad en disponer de los desechos en lugares especiales. Ahorrar el agua En lugares de escasez se deben evitar las pérdidas desde la captación (tanques y reservorios) hasta su distribución en los hogares (cerrar bien los caños y arreglar los defectuosos). Resumiendo, podemos definir a todas las Aguas Continentales como aquellas que se encuentren por encima o por debajo de la superficie que transitamos a diario, y que son aprovechadas tanto para el abastecimiento de Agua Potable como también para la navegación interna que conecta entre ciudades o inclusive su utilización para la Obtención de Energía aplicándose distintas represas y contenciones.
La evaporación es un proceso físico que consiste en el paso lento y gradual de un estado líquido hacia un estado gaseoso, tras haber adquirido suficiente energía para vencer la tensión superficial. A diferencia de la ebullición, la evaporación se puede producir a cualquier temperatura, siendo más rápido cuanto más elevada sea esta. No es necesario que toda la masa alcance el punto de ebullición. Cuando existe un espacio libre encima de un líquido, una parte de sus moléculas está en forma gaseosa, al equilibrarse, la cantidad de materia gaseosa define la presión de vapor saturante, la cual no depende del volumen, pero varía según la naturaleza del líquido y la temperatura. Si la cantidad de gas es inferior a la presión de vapor saturante, una parte de las moléculas pasan de la fase líquida a la gaseosa: eso es la evaporación. Cuando la presión de vapor iguala a la atmosférica, se produce la ebullición. En hidrología, la evaporación es una de las variables hidrológicas importantes al momento de establecer el balance hídrico de una determinada cuenca hidrográfica o parte de esta. En este caso, se debe distinguir entre la evaporación desde superficies libres y la evaporación desde el suelo. La evaporación de agua es importante e indispensable en la vida,
ya que el vapor de agua, al condensarse se transforma en nubes y vuelve en forma de lluvia, nieve, niebla o rocío. La evaporación es el proceso por el cual las moléculas en estado líquido (por ejemplo, el agua) se hacen gaseosas espontáneamente (ej.: vapor de agua). Es lo opuesto a la condensación. Generalmente, la evaporación puede verse por la desaparición gradual del líquido cuando se expone a un volumen significativo de gas. Por término medio, las moléculas no tienen bastante energía para escaparse del líquido, porque de lo contrario el líquido se convertiría en vapor rápidamente. Cuando las moléculas chocan, se transfieren la energía de una a otra en grados variantes según el modo en que chocan.
Infiltración del agua La infiltración del agua tiene que ver con el Ciclo hidrológico que se refiere a la penetración del agua a través de las diversas capas permeables del suelo, cuya función principal es evitar la erosión de los suelos, nutrir las plantas y evitar posibles inundaciones. La infiltración del agua depende de las características del suelo, es decir, de su capacidad para infiltrar, almacenar y de traspasar o conducir el agua, así como de los diferentes agentes externos causados por la actividad humana y que afecten el Ciclo hidrológico.
Capacidad de infiltración En hidrología, se denomina capacidad de infiltración a la velocidad máxima con que el agua penetra en el suelo. La capacidad de infiltración depende de muchos factores; un suelo desagregado y permeable tendrá una capacidad de infiltración mayor que un suelo arcilloso y compacto. Si una gran parte de los poros del suelo ya se encuentran saturados, la capacidad de infiltración será menor que si la humedad del suelo es relativamente baja. La condensación es el cambio de estado de la materia que se encuentra en forma gaseosa (generalmente en vapores) y pasa a forma líquida. Es el proceso inverso a la vaporización, si se produce un paso de estado gaseoso a estado sólido de manera directa, el proceso es denominado sublimación inversa o deposición.
La condensación es el cambio de estado de la materia que se encuentra en forma gaseosa (generalmente en vapores) y pasa a forma líquida. Es el proceso inverso a la vaporización, si se produce un paso de estado gaseoso a estado sólido de manera directa, el proceso es denominado sublimacióninversa o deposición. Si se produce un paso del estado líquido a sólido se denomina solidificación.
Proceso de condensación
Aunque el paso de gas a líquido depende, entre otros factores, de la presión y de la temperatura, generalmente se llama condensación al tránsito que se produce a presiones cercanas a la ambiental. Cuando se usa una sobrepresión elevada para forzar esta transición, el proceso se denomina licuefacción. El proceso de condensación suele tener lugar cuando un gas es enfriado hasta su punto de rocío, sin embargo este punto también puede ser alcanzado variando la presión. El equipo industrial o de laboratorio necesario para realizar este proceso de manera artificial se llama condensador.
Qué contiene un río? Un río es una corriente natural de agua que fluye con continuidad. Posee un caudal determinado, rara vez es constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente. La parte final de un río es su desembocadura.
Cuáles son los tres tipos de ríos? Los tipos de ríos son varios y según su período de actividad se pueden clasificar en: ríos perennes, ríos estacionales, ríos transitarios y ríos alóctonos. Desde su nacimiento hasta la desembocadura, un río pasa por distintas etapas o partes diferentes. Cada río, en función de su naturaleza y geografía es distinto, pero normalmente suelen tener en común las siguientes partes:
El recorrido de un río, desde que nace en las montañas hasta su desembocadura, se llama cauce del río. En algunas partes por lo general, recibe el agua de otros ríos, llamados afluentes, con lo cual el caudal aumenta. CURSO BAJO: En esta parte, las aguas desplazan y avanzan lentamente hasta llegar a su desembocadura. En el curso de un río se pueden distinguir tres partes.
CURSO ALTO: Es la parte mas cerca a su nacimiento; lleva poca agua, pero corre por terrenos pendientes, arrastrando hojas, tierras y piedras. CURSO MEDIO: Es la parte donde corren las aguas lentamente, por qye los terrenos tieneden a ser de llanura.
Una cuenca hidrográfica es un territorio drenado por un único sistema de drenaje natural, es decir, que sus aguas dan al mar a través de un único río, o que vierte sus aguas a un único lago endorreico.1 Una cuenca hidrográfica es delimitada por la línea de las cumbres, también llamada divisoria de aguas.2 El uso de los recursos naturales se regula administrativamente separando el territorio por cuencas hidrográficas, y con miras al futuro las cuencas hidrográficas se perfilan como una de las unidades de división funcionales con
mucha más coherencia, permitiendo una verdadera integración social y territorial por medio del agua. También recibe los nombres de hoya hidrográfica, cuenca de drenaje y cuenca imbrífera.
Una cuenca hidrográfica y una cuenca hidrológica se diferencian en que la primera se refiere exclusivamente a las aguas superficiales, mientras que la cuenca hidrológica incluye las aguas subterráneas (acuíferos) Un lago (del latín: lacus) es un cuerpo de agua, generalmente dulce, de una extensión considerable, que se encuentra separado del mar. El aporte de agua a todos los lagos viene de los ríos, de aguas freáticas y precipitación sobre el espejo del agua. Los lagos se forman en depresiones topográficas creadas por una variedad de procesos geológicos como movimientos tectónicos, movimientos de masa, vulcanismo, formación de barras, acción de glaciares e incluso impactos de meteoritos. También existen lagos creados artificialmente por la construcción de una presa. Los grandes lagos que no tienen salida al mar son llamados también «mares cerrados», como el mar Caspio, pero la regla no es clara, pues se habla del mar Muerto y del Gran Lago Salado. A veces se propone distinguir los mares de los lagos por el carácter del agua salada del mar y dulce de los lagos. Un ejemplo de un lago con salida al mar es el Lago de Maracaibo en Venezuela.
La atmósfera terrestre protege la vida de la Tierra, absorbiendo en la capa de ozono parte de la radiación solar ultravioleta, y reduciendo las diferencias de temperatura entre el día y la noche, y actuando como escudo protector contra los meteoritos. La hidrosfera, la cual contiene todo el agua sólida, líquida y gaseosa del planeta. La biosfera, la cual contiene todos los organismos vivos del planeta. ... Por ejemplo los pájaros (biosfera) vuelan por el aire (atmósfera), mientras el agua (hidrosfera) fluye por la tierra (litosfera).
Litosfera La litosfera o litósfera es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez. Está formada por la corteza y la zona más externa del manto, y mantiene un equilibrio isostático sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma parte del manto superior. La litosfera suele tener un espesor aproximado de 50 a 100 km,2 siendo su límite externo la superficie terrestre.4 El límite inferior varía dependiendo de la definición de litosfera que se ocupe. Para este caso, teniendo en cuenta el espesor mencionado, es la astenosfera La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.
Las etapas de la vida de un río Desde sus fuentes hasta el mar, la mayoría de los ríos atraviesan tres fases de desarrollo: juventud, madurez y vejez. En su tumultuosa juventud en las zonas montañosas, el río se precipita por las laderas, se derrama por rápidos y cascadas y excava profundas y escarpadas gargantas. Al llegar al pie de las montañas, entra en la madurez; su carrera se modera, su cauce se ensancha y comienza a fluir en suaves curvas. En la vejez, el río serpentea perezosamente por una llanura casi horizontal formando numerosos meandros y, finalmente, desemboca en el mar. Una erosión prolongada puede hacer que la segunda fase del río adquiera las características de la vejez. O una elevación nueva del terreno puede transformar un río maduro en uno joven.
Juventud del río En el proceso de formación de un río aparece primero un pequeño cause, que es el canal por donde corren las aguas. La erosión es más activa en el fondo del cauce y se va intensificando según aumenta el caudal de las aguas. La erosión vertical del río joven va formando el valle, que es la zona excavada por la corriente. El valle comprende no sólo la zona longitudinal por donde se prolonga el cauce, sino también las laderas que lo separan de las tierras altas inmediatas. Los valles de los ríos jóvenes tienen una forma de V muy estrecha porque la erosión no ha removido todavía una gran cantidad de rocas. Mientras más resistentes a la erosión sean las rocas, más estrecha será la V del valle. Los valles de los río jóvenes son a veces muy profundos, como los de los ríos Colorado y Yellowstone en cuyo caso son denominados cañones o gargantas. En los inicios de la etapa de juventud del río son muchas las irregularidades de su perfil longitudinal. La activa erosión vertical de la etapa juvenil del río va eliminando estas irregularidades, arrasando las porciones más elevadas y rellenando las depresiones, hasta que el curso del río se estabiliza. Cuando tal cosa ocurre la etapa juvenil del río ha terminado.
Madurez del río Al iniciar el río su madurez con el establecimiento de su perfil de equilibrio, comienza entonces una activa etapa de erosión horizontal. El valle comienza a ensancharse, tomando la forma de una V más abierta, pues el río desvía ahora su curso, formando bucles o meandros. El río se mueve más lentamente que en su juventud, y cuando las aguas encuentran un obstáculo, se desvían, realizando un trabajo de erosión horizontal. Los meandros se van desplazando a ambos lados del eje original del cauce, de tal manera, que una orilla del meandro llega a alcanzar la ladera del valle, destruyéndola lentamente – orilla de erosión- mientras en la orilla opuesta –orilla de deposición- el río va depositando los materiales que transporta. En la etapa avanzada de madurez del río, cuando aumenta su caudal durante la primavera, las aguas que no pueden moverse rápidamente a través del curso sinuoso se elevan por sobre el cauce, dando lugar a inundaciones que cubren áreas extensas. Como las aguas
desbordadas corren lentamente, se produce una gran deposición de sedimentos. La porción del valle inundada se va cubriendo de una capa de suelos muy fértiles, y forma una llanura aluvial que se extiende a ambos lados del río. El espesor de los suelos de la llanura aluvial aumenta cada año, al producirse nuevas inundaciones.
Vejez del río Cuando las llanuras aluviales son muy anchas y las divisorias de las aguas casi han desaparecido, podemos decir que el río ha entrado en su vejez. El río corre lentamente por la llanura, a lo largo de un cause de meandros muy exagerados. Debido a la lentitud de sus aguas, los ríos viejos no pueden realizar un trabajo intenso de erosión del suelo ni de transporte. Es la etapa de la deposición. A ambos lados del cauce se van depositando sedimentos que forman diques naturales. El río viejo corre entonces por un cauce que, bordeado por los diques, se eleva sobre el nivel de la llanura aluvial. Si se produce una fuerte crecida en un río viejo, las aguas pueden romper el cuello de los meandros, rectificando el cauce. Los meandros aislados se convierten primero en brazos muertos del río y luego en lagos de herradura.
Ciclo hidrológico El ciclo hidrológico o ciclo del agua es el proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos que forman la hidrosfera. Se trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay una intervención mínima de reacciones químicas, porque el agua solo se traslada de unos lugares a otros o cambia de estado físico. El agua de la Tierra se encuentra en su mayor parte en forma líquida, en océanos y mares, como agua subterránea, o formando lagos, ríos y arroyos en la superficie continental. La segunda fracción, por su importancia, es la del agua cumulada como hielo sobre los casquetes glaciares antártico y groenlandés, con una participación pequeña de los glaciares de montaña de latitudes altas y medias, y de la banquisa. Por último, una fracción menor está presente en la atmósfera en estado gaseoso (como vapor) o en estado líquido, formando nubes. Esta
fracción atmosférica es muy importante para el intercambio entre los compartimentos para la circulación horizontal del agua, de manera que, se asegura un suministro permanente de agua, a las regiones de la superficie continental alejadas de los depósitos principales. El agua de la hidrosfera procede de la desgasificación del manto, donde tiene una presencia significativa, por los procesos del vulcanismo. Una parte del agua puede reincorporarse al manto con los sedimentos oceánicos de los que forma parte cuando estos acompañan a la litosfera en subducción.
Ciclo hidrológico El agua existe en la Tierra en tres estados: sólido (hielo o nieve), líquido y gaseoso (vapor de agua). Océanos, ríos, nubes y lluvia están en constante cambio: el agua de la superficie se evapora, el agua de las nubes precipita, la lluvia se filtra por la tierra, etc. Sin embargo, la
cantidad total de agua en el planeta no cambia. La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo hidrológico, o ciclo del agua. El ciclo hidrológico está dividido en dos ciclos: el ciclo interno y el ciclo externo. El ciclo interno consiste en lo siguiente: El agua de origen magmático, formada mediante reacciones químicas en el interior de la tierra, sale a través de volcanes y fuentes hidrotermales y se mezcla con el agua externa. Se termina cuando el agua de los océanos se introducen por las zonas de subducción hasta el manto. Cuando se formó, hace aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años, la Tierra ya tenía en su interior vapor de agua. En un principio, era una enorme bola en constante fusión con cientos de volcanes activos en su superficie. El magma, cargado de gases con vapor de agua, emergió a la superficie gracias a las constantes erupciones. Luego la Tierra se enfrió, el vapor de agua se condensó y cayó nuevamente al suelo en forma de lluvia. El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es la condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua cae como nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia. Una parte del agua que llega a la superficie terrestre será aprovechada por los seres vivos; otra discurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro porcentaje del agua se filtrará a través del suelo formando acuíferos o capas de agua subterránea, conocidas como capas freáticas. Este proceso es la infiltración. De la capa freática, a veces, el agua brota en la superficie en forma de fuente, formando arroyos o ríos. Tarde o temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación. Un aspecto a destacar en el ciclo hidrológico es su papel en el transporte de sustancias: La lluvia caída disuelve y arrastra sales hacia el mar, donde se concentran y precipitan. Los sedimentos formados entran en los ciclos geológicos diagenéticos. En su conjunto el ciclo hidrológico se puede considerar como una operación de lixiviado a escala planetaria.
Fases del ciclo hidrológico El ciclo del agua tiene una interacción constante con el ecosistema ya que los seres vivos dependen de esta para sobrevivir, y a su vez ayudan al funcionamiento del mismo. Por su parte, el ciclo hidrológico presenta cierta dependencia de una atmósfera poco contaminada y de un grado de pureza del agua para su desarrollo convencional, y de otra manera el ciclo se entorpecería por el cambio en los tiempos de evaporación y condensación. Los principales procesos implicados en el ciclo del agua son: Evaporación: El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre la superficie terrestre y también por los organismos, en el fenómeno de la transpiración en plantas y sudoración en animales. Los seres vivos, especialmente las
plantas, contribuyen con un 10 % al agua que se incorpora a la atmósfera. En el mismo capítulo podemos situar la sublimación, cuantitativamente muy poco importante, que ocurre en la superficie helada de los glaciares o la banquisa. Condensación: El agua en forma de vapor sube y se condensa formando las nubes, constituidas por agua en gotas minúsculas. Precipitación: Se produce cuando las gotas de agua, que forman las nubes, se enfrían acelerándose la condensación y uniéndose las gotas de agua para formar gotas mayores que terminan por precipitarse a la superficie terrestre en razón a su mayor peso. La precipitación puede ser sólida (nieve o granizo) o líquida (lluvia). Infiltración: Ocurre cuando el agua que alcanza el suelo, penetra a través de sus poros y pasa a ser subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie (escorrentía) depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente y de la cobertura vegetal. Parte del agua infiltrada vuelve a la atmósfera por evaporación o, más aún, por la transpiración de las plantas, que la extraen con raíces más o menos extensas y profundas. Otra parte se incorpora a los acuíferos, niveles que contienen agua estancada o circulante. Parte del agua subterránea alcanza la superficie allí donde los acuíferos, por las circunstancias topográficas, intersecan (es decir, cortan) la superficie del terreno. Escorrentía: Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza cuesta abajo por la superficie del terreno. En los climas no excepcionalmente secos, incluidos la mayoría de los llamados desérticos, la escorrentía es el principal agente geológico de erosión y de transporte de sedimentos. Circulación subterránea: Se produce a favor de la gravedad, como la escorrentía superficial, de la que se puede considerar una versión. Se presenta en dos modalidades: Primero, la que se da en la zona vadosa, especialmente en rocas karstificadas, como son a menudo las calizas, y es una circulación siempre pendiente abajo. Segundo, la que ocurre en los acuíferos en forma de agua intersticial que llena los poros de una roca permeable, de la cual puede incluso remontar por fenómenos en los que intervienen la presión y la capilaridad. Fusión: Este cambio de estado se produce cuando la nieve pasa a estado líquido al producirse el deshielo. Solidificación: Al disminuir la temperatura en el interior de una nube por debajo de 0 °C, el vapor de agua o el agua misma se congelan, precipitándose en forma de nieve o granizo, siendo la principal diferencia entre los dos conceptos que en el caso de la nieve se trata de una solidificación del agua de la nube que se presenta por lo general a baja altura. Al irse congelando la humedad y las pequeñas gotas de agua de la nube, se forman copos de nieve,
cristales de hielo polimórficos (es decir, que adoptan numerosas formas visibles al microscopio), mientras que en el caso del granizo, es el ascenso rápido de las gotas de agua que forman una nube lo que da origen a la formación de hielo, el cual va formando el granizo y aumentando de tamaño con ese ascenso. Y cuando sobre la superficie del mar se produce una manga de agua (especie de tornado que se produce sobre la superficie del mar cuando está muy caldeada por el sol) este hielo se origina en el ascenso de agua por adherencia del vapor y agua al núcleo congelado de las grandes gotas de agua. El proceso se repite desde el inicio, consecutivamente por lo que nunca se termina, ni se agota el agua. El agua que conforma la hidrosfera se encuentra en continuo movimiento y cambia de estado de forma periódica. El ciclo del agua, también llamado ciclo hidrológico, hace referencia a las fases que sufre el agua de la hidrosfera, concretamente a los cambios de estado que experimenta cuando pasa de una fase a otra. Las fases del ciclo del agua o ciclo hidrológico en la Tierra son: la evaporación, evapotranspiración, condensación, precipitación, la infiltración y la escorrentía.
Evaporación: paso de agua a gas En el primer estadio del ciclo del agua o hidrológico, el agua se evapora de los océanos, de los ríos y lagos, así como de la superficie terrestre por medio del calor. Prácticamente el 90% del agua evaporada en la atmósfera procede de los océanos, mares, ríos y lagos, siendo únicamente el 10% de la humedad de la atmósfera procedente de la transpiración de las especies vegetales sobre la superficie terrestre. Una vez que el grado de humedad en la atmósfera llega al cien por cien, se alcanza el punto que se denomina de saturación, punto a través del cual el proceso de evaporación se detiene. Normalmente, el proceso de evaporación es mayor en los océanos que en la superficie terrestre, del mismo modo que es más común que las precipitaciones sean más usuales sobre los océanos que sobre los continentes. En este sentido, alrededor del 10 por ciento del agua que se evapora de los océanos y mares, precipita sobre la superficie terrestre, mientras que el 90 por ciento precipita de nuevo sobre los mares y océanos.
Condensación: formación de nubes El agua evaporada en forma de vapor se condensa junto a partículas de humo, polvo y sales en la atmósfera formando las nubes, que se originan por la acumulación de minúsculas partículas de agua. En la constitución de las nubes incide directamente la temperatura atmosférica, concretamente el enfriamiento del vapor de agua.
Precipitación: paso de gas a agua o nieve En este momento del ciclo del agua, las gotas que forman las nubes se unen y enfrían, también debido a su peso se precipitan sobre la Tierra en forma de lluvias. Es preciso remarcar que el proceso por el que las gotas de agua se unen o fusionan recibe el nombre de coalescencia. En este sentido, las gotas de agua se unen formando gotas de mayo tamaño, incluso los cristales de agua helada se fusionan a otros, los cuales originan cristales más grandes. Cuando alcanzan un peso determinado y no son capaces de frenarse y mantenerse estáticas, debido a la poca resistencia del aire, precipitan sobre la superficie terrestre. En esta fase del ciclo del agua puede suceder que la precipitación, en algunos casos, es en forma de lluvia, en otros, en forma de nieve o granizo, debido a cambios súbitos de la temperatura atmosférica que congela las gotas de agua. La cantidad de precipitaciones es cambiante a lo largo del año y en distintas partes de la superficie terrestre. En ocasiones, en una misma región, la cantidad de precipitación es variable, siendo más abundante en unas zonas, generalmente, aquellas situadas más al norte o en regiones montañosas, y menor, cuanto más al sur.
Infiltración: el agua de la superficie penetra en el subsuelo Una vez que las precipitaciones llegan a la superficie terrestre, el agua puede filtrarse a través de los poros del suelo conformando lo que llamamos aguas subterráneas. La otra parte del agua que no se filtra, debido a la impermeabilización de sus materiales, corre en la superficie, denominándose escorrentía. En cuanto al agua filtrada a través del suelo, regresa a la atmósfera por evaporación, si bien, gran parte pasa a formar parte de acuíferos subterráneos, que más adelante darán origen a manantiales y ríos.
La infiltración en el ciclo del agua depende directamente de la gravedad y de la capacidad o tasa de infiltración del suelo. Una vez que el agua precipita sobre la superficie parte de ésta, se filtra a través del suelo, gracias a la capacidad del suelo para absorberla. Del mismo modo, también influyen en la infiltración del agua: el tipo de vegetación predominante en la superficie, la cantidad de agua presente en el suelo y su temperatura, así como la cantidad de precipitación caída sobre la superficie. Si la cantidad de agua que cae sobre la superficie terrestre es menor que la capacidad de infiltración del suelo, todo el agua caída sobre el suelo será infiltrada. Por el contrario, si la cantidad caída sobre la superficie terrestre es mayor que la capacidad del suelo para infiltrarla, el agua quedará retenida.
Escorrentía: movimiento del agua a través de la superficie El ciclo del agua también se asocia con la escorrentía, la cual se produce cuando parte del agua precipitada sobre la superficie terrestre no se filtra a través del suelo, sino que circula
o corre sobre el terreno. Este fenómeno suele darse en aquellas zonas o regiones donde el clima es extremadamente seco y la cantidad de precipitaciones anuales son mínimas. La escorrentía, en estas regiones, constituye uno de los principales agentes de erosión del terreno, ya que el agua precipitada de forma abundante no es filtrada rápidamente por el suelo, formándose enormes riadas que arrastran sedimentos de todo tipo. La escorrentía igualmente puede producirse mediante el deshielo de la nieve acumulada en zonas montañosas y por el deshielo de los glaciares. Esta escorrentía, provocada por la nieve y los glaciares, suele ser más llamativa en estaciones como la primavera y el verano, momentos en los que este fenómeno provoca que el cauce de los ríos y los lagos aumente considerablemente.
Circulación subterránea: ciclo del agua del subsuelo La circulación subterránea también constituye una fase del ciclo del agua, y guarda relación con la escorrentía que se produce en la superficie terrestre, si bien, la circulación subterránea se produce en el subsuelo, debido a la filtración de agua a través de los poros de la tierra. En este sentido, se habla de circulación porque el agua acumulada en el subsuelo circula a través de rocas permeables como las calizas.
Las etapas de la vida de un río Desde sus fuentes hasta el mar, la mayoría de los ríos atraviesan tres fases de desarrollo: juventud, madurez y vejez. En su tumultuosa juventud en las zonas montañosas, el río se precipita por las laderas, se derrama por rápidos y cascadas y excava profundas y escarpadas gargantas. Al llegar al pie de las montañas, entra en la madurez; su carrera se modera, su cauce se ensancha y comienza a fluir en suaves curvas. En la vejez, el río serpentea perezosamente por una llanura casi horizontal formando numerosos meandros y, finalmente, desemboca en el mar. Una erosión prolongada puede hacer que la segunda fase del río adquiera las características de la vejez. O una elevación nueva del terreno puede transformar un río maduro en uno joven.