SUBLIMINALIDAD O METACOMUNICACION http://www.miespacio.org/cont/gi/metacomunicacion.htm
No soy partidario ni creo en la publicidad subliminal (ensayo “Efecto Psicológico de la Publicidad” http://www.eumed.net/rev/cccss/0712/prr.htm). Ahora explico mi posición con más detalle. El antecedente de la publicidad subliminal es el experimento de James Vicary de 1956 en un cine de Nueva York, que se ha convertido en un ejemplo del condicionamiento publicitario, pero a pesar de lo que se diga, sus resultados no fueron concluyentes y no se pudo probar que un mensaje subliminal, planeado para dirigirse al subconsciente, influyera en el comportamiento o al menos en la actitud de los oyentes. Los defensores argumentan que la publicidad subliminal funciona bajo el umbral de la conciencia, que en el paradigma del cerebro triuno - basado en la teoría de que el cerebro humano consta a su vez de tres sistemas cerebrales: Reptiliano, de la inteligencia básica; Límbico, de la inteligencia afectiva emocional y Neocórtex, el sistema más evolucionado- representaría un imperceptible flujo de información que se recibe por la capacidad sensitiva de nuestro sistema nervioso, y que luego haciendo uso de una capacidad integradora, la controla, almacena, supervisa y libera el sistema límbico a fin de moderar o redefinir nuestra conducta. Dicen que la subliminalidad se transmite en estímulos que captan los sentidos sin llamar la atención, luego de una decodificación y ajuste se instala como parte de la memoria, del recuerdo, que podrá expresarse mediante las emociones, los sentimientos o los deseos; con ciertas condiciones los recuerdos originan involuntariamente una conducta, por eso en la experimentación de Vicary era posible que las ventas de Coca Cola y palomitas se incrementaran sensiblemente al proyectar deliberadamente fotogramas con la frase “Beba… Coma…” intercalados en la película, especialmente correlacionados con escenas que enfatizaran en la sed y el hambre. Hasta aquí la argumentación tiene mucho sentido, pero… hay un detalle: la subliminalidad no se convierte automáticamente en memoria y mucho menos genera una conducta inmediata, de no ser que se trate de los instintos, y ello corresponde a la parte reptiliana de nuestro cerebro en donde no hay nada de memoria. Los avances de la neurología señalan algo distinto. El Dr. David Suzuki muestra en el documental “The Brain” que la percepción plena mediante los sentidos es la causante de que el cerebro reciba, clasifique y almacene la información, forme ideas, conceptos, ordene el mundo físico en que actuamos y nos permita tomar decisiones para nuestra sobrevivencia. Concretamente la corteza cerebral (Neocórtex) es donde vemos al mundo empleando las redes neuronales, estas procesan patrones simples de información compilando la suficiente para modular todo lo emocional, impulsivo y racional que tenemos, por eso podemos escuchar, degustar, tocar, oír, oler, conocer, entender y comportarnos sin caer en la acción instintiva de los animales. Lo inconsciente sólo se refleja en los sueños y ellos representan un sistema de depuración de toda la información que nuestro cerebro necesita clasificar o desechar.
Entonces, en la publicidad no encuentro nada de subliminalidad, pero sí hay mucho de intencionalidad y de un uso comunicativo con errores deliberados. La comunicación consiste en un intercambio de información entre unos y otros individuos a través de un proceso cíclico conocido como circuito de la comunicación pero, como en la publicidad, la comunicación es impersonal y no mantiene un feedback continuo (realimentación), entonces debe planearse como una metacomunicación para transmitir eficientemente lo que se quiere decir, a quien se le dirige pero no se le conoce. El mensaje publicitario es sintético, implícito, pero de gran intencionalidad porque emplea argumentos, estímulos y apelaciones deliberados que se codifican y se difunden por el medio más adecuado, de tal manera que quienes lo reciban entiendan el sentido conveniente al emisor entre la diversidad de sentidos que puedan tenerse. Esta es la esencia de una publicidad 100% persuasiva. La metacomunicación no es un enfoque propio de la publicidad, está presente en cualquier tipo de transmisión que pretenda orientar la información, las ideas, los conceptos, los pensamientos, etc., de quien lo reciba, y obviamente, puede ser la base de la manipulación y de la formación de una opinión pública. *Colaboración especial de Perseo Rosales Reyes. Profesor / Investigador de Estrategias Publicitarias. Universidad Tecnológica de la Mixteca, Oaxaca, México. Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades. México; 2008.
Breviario: EL CEREBRO TRIUNO (La Tesis de Paul McLean)
Sistemas cerebrales: • Reptiliano (Tronco cerebral), de la inteligencia básica. • Límbico (Animal), de la inteligencia afectiva/emocional. • Neocórtex (Neocorteza), de la inteligencia racional.