Silencio… Coincidir en el místico momento de nuestras voces. Donde los ecos jamás se apagan y enmudecen, viento acumulado de los alientos. Se adormila la perpetua imagen del abrazo refugiado, consolado… Apretado calor que el rayo de Sol aquieta fríos de las soledades. No te conozco silencio que en tu sonoro despertar mi alma refugias. Te siento vigilante escondido, sollozando el tiempo que acalló tu encanto. Noches inertes, consuelo de estrellas, lunas dormidas, cielos dibujados de esquelas. Que no te conozco en penumbra, solo te escucho sin nada; sin nada que pueda hablarte en el murmullo… Sola, contigo me estremezco. Silencio embriagante, mentiroso. No callas, cuando te traiciona el sentido. Te vivo de nuevo en penumbras de mis oídos castigando esta soledad que fiel compañera, tortura el pensamiento de recuerdos perdidos.
Marilú Zanella