Silencio

Silencio Deslizó su mano entre su largo cabello negro…quería recordar esa sensación, quería sentirla por última vez, recordarla cuando estuviera solo en su habitación…solo… talvez para siempre. Recorrió su rostro con los dedos, quería grabarlo en su memoria. Ese rostro que tantas veces había visto, y que posiblemente no volvería a ver nunca. Se le acercó lentamente, beso sus labios…estaban fríos. Fríos como su corazón al decirle: "no podemos continuar, lo nuestro tiene que acabar". Fríos como las estatuas del parque por el que paseaban a menudo… fríos como toda ella en ese momento, como el suelo en el que estaba tendida, como el arma con la que la había asesinado. ¿Porque? ¿Había alguna razón lógica para eso? ¿Porque lo dejaba? ¿Como se atrevía a hacerlo, luego de que él le había dado lo mejor de si? Le había entregado su corazón, y ella lo rechazaba. Le había dicho que la amaba, que estaría con ella para siempre. Había dejado todo por ella, había renunciado a todo, a su familia, a sus amigos… por ella…por estar con ella todo lo que necesitaba, por ayudarla, por mimarla, por vivir su vida junto a ella. "Debemos terminar, las cosas no están funcionando" “¿Porque no se calla? Las explicaciones no son suficientes”. Él había dado todo por ella, procuraba estar para ella siempre, la llamaba a todas horas sólo para saber como estaba, la acompañaba a todo lugar, ¿entonces? ¿Porqué ella lo trataba así? ¿Era acaso que nunca lo había amado? Pero... ¿para que hacerle perder su tiempo entonces? Y si lo había amado, ¿cómo había dejado de hacerlo?, ¿había hecho él algo tan malo para que ella lo despreciara en ese momento? ¿Porqué, porqué ahora? “¿Porqué no se calla?¿No entiende que las explicaciones sobran cuando uno siente deseos de llorar? ¿No entiende que en este momento sólo quiero estar solo? ¿No entiende que nada de lo que me diga podrá acabar con el dolor? Que se calle... quiero silencio...¿por qué no se calla?” Y luego... nada. Silencio. Por fin, se había callado, para siempre... ¿Para siempre? ¿Ya no iba a volver a escucharla más? ¿No iba a poder volver a tenerla entre sus brazos, acariciar su rostro, su cabello, besar sus labios? ¿De que habían servido todas sus atenciones hacia ella si todo iba a terminar así? Entonces, se dio cuenta de todo, vio el cuerpo tendido, vio el arma en sus manos, la vio a ella, y se dio cuenta de lo que había hecho. “Tienes razón, debemos terminar” Y entonces, él también hizo silencio...para siempre.