No saben lo que hacen, no saben que es a la Vida a quien están crucificando, no saben que es la Salvación la que ahora está en la cruz. Quizás tampoco sepan que tu perdón es infinito, que a pesar de todo, tú les devuelves la esperanza, que tu Espíritu volverá para recordarles el amor del que yo tanto les hablé.
Padre, perdónalos, me acerqué a sus pueblos, anduve sus caminos, entré en sus casas, les curé las heridas y aún me clavan en la cruz. Todo porque dije que el amor al hermano iba por delante de la ley. Porque quise hacerte presente en este mundo. Porque en tu nombre perdoné a los más pecadores. Todo porque les amé hasta el extremo. Y no me entendieron.