Casi 3.400 edificios continúan con sello rojo y podrían sufrir corte del gas Con el arribo del invierno, la gente tiende a usar más el cálefon, las cocinas y las estufas a gas, por lo que aumenta el peligro de acumulación del letal monóxido de carbono. De un total de 8.940 edificios construidos antes de 1999, el 48,3 por ciento de ellos tiene sello verde y el 13,5 por ciento tiene sello amarillo, mientras que el resto de los predios, o sea el 38,2 por ciento, tienen el sello rojo. Por ello, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) podría determinar el corte del suministro del gas en éstos últimos, ya que presentan un peligro para los residentes. Estos datos corresponden a las fiscalizaciones realizadas hasta marzo de este año y, que según las autoridades, representan un avance ya que los edificios que no resvisten poeligros de acumulaciones de gases nocivos superan el 50 por ciento. El problema está centrado en 3.397 construcciones que tienen el sello rojo o sea tienen deficiencias estimadas graves, los cuales son colocados en la puerta principal de los edificios y en cada departamento o medidor, por inspectores de la SEC. En muchos de estos edificios, los organismos técnicos han prácticamente desahuciado los sistemas de ventilación como los shafts y sugieren cambios que muchas veces son resistidos, sobre todo cuando los departamentos han sido adquiridos hace cinco años o algo más, por el nuevo gasto que implican los cambios. El administrador de la torre de Providencia 1645, Miguel Angel Dettoni, reconoció que hubo que hacer una labor de convencimiento a los dueños de los 330 departamentos del edificio que tiene 33 años de funcionamiento, para hacer los cambios exigidos. "Hubo un esfuerzo general de toda la comunidad, porque tuvo que cada uno adquirir o un termo eléctrico o un artefacto de gas, un calefont de tiro forzado en este caso, para conseguir el sello verde y evitar todos los peligros que implica la emanación de gases tóxicos, porque nuestro shaft de este edificio no podía ser reutilizado, el costo total en estos edificios grandes, muy antiguos, costaba más de 24 millones de pesos reparar este shaft y estas descargas, de tal manera que se optó por esta solución", señaló el administrador. Sobre el costo de estos cambios, Dettoni indicó que "la comunidad se vio enfrentada a tomar una decisión de hacer una inversión entre 300 y 500 mil pesos por departamento para adquirir este artefacto". A pesar de las reparaciones realizadas en este edificio, aún continúa con sello rojo, ya que hay tres departamentos que no han hecho las modificaciones, básicamente por motivos económicos. Hales dio a conocer posibles soluciones: El diputado Patricio Hales, quien es arquitecto y presidente de la comisión de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones de la Cámara Baja, señaló que hay otras fórmulas que se pueden aplicar en reemplazo de los shafts descompuestos y que son más baratas. "Hoy día está prohibido, por supuesto, que usted saque un ducto en el descanso de las escalas, porque por las normas de circulación la ordenanaza se lo prohibe", declaró el diputado del Partido por la Democracia (PPD). Ante lo cual, el legislador recomendó que "si usted se está muriendo y necesita efectivamente producir las evacuaciones de gas, sería mucho mejor que se permitiera transgredir esa norma provisoriamente por algunos años". También dijo que "podría haber una alternativa en que en un edificio que ya está construido usted pudiera sacar el ducto en fachada, estudiado por un arquitecto, con una solución metálica que es mucho más facil y más barata que destrozar las lozas del hormigón armado de los edificios".
En la Superintendencia de Electricidad y Combustibles se informó que para efectuar los cortes de gas en los edificios con sello rojo, se revisa cada caso de forma particular, ya que hay otras instancias de sanción como es la aplicación de multa a los infractores.