Segundo, Juan Luis - Fe De Jesus-1981

  • November 2019
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La Fe de Jesús JUAN LUIS SEGUNDO S. J. PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA – 19811

Presentación Para el Nuevo Testamento, como para el antiguo, Dios es el "Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob"; es el Dios que habla a los hombres, que interviene en su historia, que actúa en el tiempo. Yo, lector de la Biblia, me encuentro en algún punto de la línea del tiempo venido después de la creación, después de Abraham, después de Jesucristo, se que la última palabra no se ha dicho aun. ¡Hay un futuro! Pero como Pablo, sabemos en quién hemos confiado y cimentado nuestra fe. Juan Luis segundo, una vez más, con su profundidad de teólogo, y de hombre de fe, nos ayuda a profundizar en la fe de Jesús. Nuestra comunidad, que tiene el privilegio de contar años tras año con sus reflexiones, una vez más le agradece este aporte tan valioso. Pocitos, Julio 30, 1981.

Ismael Rivas Cura Párroco

Introducción Entiendo que todos ustedes están de alguna manera interesados en la comunicación de la fe. Según el Nuevo Testamento los cristianos tienen que dar razón de su esperanza, no basta con el solo testimonio, tienen que decirle a los demás por qué esperan algo, o por qué creen algo diferente, o por qué actúan de una manera y no de otra. El testimonio no se entiende si no es explicado. Como tema de estas charlas vamos a tomar un juicio que hace José Guerrero, un autor español, que dice que la Iglesia ha gastado demasiadas energías y esfuerzos en comunicar la FE EN JESÚS en vez de comunicar la FE DE JESÚS. Esto significa que a los cristianos desgraciadamente nos ha interesado más que la gente crea en Jesús, aunque no sepa mucho de Él y en segundo lugar cuál fue su mensaje, qué valores tenía, qué fue lo que atrajo en Jesús. Según este autor debería venir antes, y gastarse mucho más energías en comunicar en que creyó Jesús, que fue lo que hizo, con qué se comprometió, que en aceptarlo en blanco porque es el Hijo de Dios.

Digitalizado a partir de una copia mimeografiada de la síntesis de las charlas. Proyecto “Memorias de una Parroquia”, 1968-2008, de los Grupos de Reflexión de Jóvenes, mayoritariamente originados en la pasada década de los ’70. Parroquia San Juan Bautista, Pocitos, Montevideo, Uruguay. 1

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En estas charlas vamos a tratar de dar la vuelta, (en la medida en que nosotros mismos hemos sufrido un poco ese impacto) y comenzar por la FE DE JESÚS en lugar de comenzar por la FE EN JESÚS. Para ello, según J. Guerrero, lo primero que hay que hacer es acercarse a la historia de Jesús. Jesús de Nazaret es un personaje histórico sobre el cual tenemos que empezar a preguntarnos: ¿Cómo fue que interesó a la gente en su época? Cuando aparece en público es un individuo que no tiene absolutamente nada de diferente con cualquier hombre con quien nos encontramos en la calle. Es un obrero, un artesano, que de pronto se pone a hablar e interesa, entusiasma, lleva gente detrás de sí, hasta tal punto que pone en peligro las autoridades que de hecho tenían en su poder a su patria Israel. Tal vez nos imaginamos que interesó porque era el Hijo de Dios, el Mesías de Israel, etc., Jesús no se presentó como nosotros lo aceptamos: como personaje importante, diciendo: acepten mi autoridad y después Yo les voy a decir que hay que hacer o qué hay que pensar.., Nunca se dio a sí mismo esos títulos ante el pueblo, más aún sabemos que si alguien decía: "Es el Mesías" lo hacía callar... ¿Cómo llegó a interesar Jesús? Tiene que haber dicho algo realmente interesante para que la gente se dividiera totalmente en Israel por o contra Él y para que tuviera un destino trágico, que significa también el interés que originó. Jesús es un laico (mucho más oprimido de lo que pueden serlo hoy) que en su tiempo era aquel que no sabía nada, al cual no se le tenía ningún respeto y frente al cual estaban las autoridades que decidían qué había que hacer religiosamente... Entonces, si era un laico, si no despertaba ningún interés ni por su condición social, ni porque se presentara con títulos, ¿cómo se volvió un personaje decisivo? ¿Qué hizo? ¿Cuál fue su mensaje? Jesús propone ciertos valores, cierta manera de vivir o de actuar, ciertos compromisos que a la gente la entusiasma. Esa es la fe en Jesús. ¿CÓMO ACERCARNOS A LA HISTORIA DE JESÚS? Obstáculos. No podemos engañarnos, no es tan fácil conocer a Jesús como parece a primera vista. Cuando vamos verdaderamente a ver esa historia real nos encontramos que tenemos ciertas dificultades. 1) En primer lugar tenemos muy pocos datos fuera de fuentes cristianas y muy vagos, que se refieren casi todos a los comienzos de la Iglesia, es decir, los romanos de aquel entonces sabían que había una secta que adoraban a un tal Jesús que era un judío muerto crucificado como agitador político, en tiempos de Poncio Pilato, entre muchos otros agitadores que hubo en Israel en aquel entonces. Entonces, ¿cómo llegamos a la historia de Jesús? A través de fuentes fundamentalmente cristianas, lo cual constituye un obstáculo, desde el punto de vista histórico, ya que son datos aportados muchas veces con una tendencia a engrandecer, a exagerar todo lo que era favorable a Jesús y a mostrarlo de una manera positiva. Es decir, tenemos la Biblia, la parte que llamamos Nuevo Testamento, que, como ustedes saben, son las cartas, los evangelios, etc., escritas por discípulos, si no testigos presenciales, por lo menos amigos de gente que estuvo relativamente cerca de Jesús de Nazaret. 2) Pero después nos encontramos con otro obstáculo: los primeros escritos que tenemos en el Nuevo Testamento son cartas (del año 50 aproximadamente, es decir, 20 años después de la muerte de Jesús), es decir tenemos obras, documentos, que más que relatarnos la historia de Jesús, ya lo interpretan. Es decir, Jesús no es tanto la persona histórica que hace tal o cual cosa, sino que Jesús representa tal respuesta para un problema del hombre. Las narraciones que nosotros llamamos evangelios, nos inspiran más confianza porque allí aparece Jesús actuando. Tenemos 4 evangelios, pero, el de Juan, sabemos que fue escrito unos 2

60 o 70 años después de la muerte de Jesús, por el año 100, es decir, no es muy factible que hubiera testigos presenciales que estuvieran en esa época, escribiendo sobre Jesús. Además, en el evangelio de Juan tenemos ciertas cosas que nos desconciertan como su famoso prólogo: "En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios..." Es decir; en cierto sentido, cambia la historia, porque Jesús no apareció como Dios cuando empezó a actuar. Luego, en el versículo 18 del primer capítulo, Jesús se declara y es declarado Mesías por todo el mundo. En Mateo en cambio hay que llegar al Cap.16 para que Jesús pregunte a los discípulos: "¿Ustedes quién dicen que soy yo?" Y es la primera vez que Pedro, y eso en privado, en el círculo de los discípulos, nunca delante de la gente, le dice: "Tú eres el Hijo de Dios, es decir, el Mesías". Y Jesús parece que lo aprueba, pero Él no se declara Hijo de Dios. Tenemos que entender un poco cómo se escribía en aquel entonces. Hoy se distingue mucho más un libro de historia científica de lo que es un libro como los evangelios, que es más bien lo que hoy llamaríamos una novela histórica, donde el personaje está presentado de manera bastante fiel, pero a través de acontecimientos que muchas veces el novelista inventa y que sin embargo sirven para que uno se haga una idea justa, de cómo era. En los tiempos de Jesús se usaba mucho por ejemplo poner en boca de los personajes discursos enteros que evidentemente no habían pronunciado pero que reflejaban la situación del personaje. Es como si Julio César en el momento de ser asesinado le hubiera dicho a Bruto que esperara que él hiciera un discurso sobre la situación de Roma, y después Bruto lo asesina... Todo el mundo se daba cuenta que Julio César no tenía tiempo para hacer ese discurso, pero sin embargo se entendía que era realista, que correspondía a la situación de Roma en ese tiempo. Lo mismo con Jesús. El evangelio de Juan nos da una interpretación de Jesús. Por ejemplo, todos esos capítulos de la última cena, discursos largos de Jesús esa noche, probablemente no los dijo en esa ocasión y corresponden a lo que ellos entendieron después de Jesús. Bien, esto es para indicarles que el cuarto evangelio no nos sirve mucho desde el punto de vista histórico. LOS TRES SINÓPTICOS. Nos quedan pues tres libritos que se llaman sinópticos porque se pueden leer de una sola mirada, es decir, los tres traen casi las mismas cosas, aunque, a veces las ponen en un orden un poco distinto, o introducen modificaciones de acuerdo a lo que cada uno entiende. Los tres primeros evangelios; 1º, 2º y 3º: Mateo, Marcos y Lucas. Apenas uno los lee se da cuenta que son más históricos, que tienen más cuidado en relatar las cosas en el orden en que sucedieron. Por ejemplo decirnos: "Bueno, nosotros no comprendimos lo que quería decir Jesús". Uno piensa entonces que debe ser un testigo el que está hablando y que comprendieron que Jesús era el Mesías después de mucho tiempo, o sea, uno se siente más cerca de la historia, pero con CIERTAS CONDICIONES que creo son importantes. En primer lugar: los evangelios de la infancia de Jesús son más o menos lo mismo que el evangelio de Juan. Los exégetas dicen que son creaciones literarias cuando Jesús, en cierto sentido ya estaba interpretado. Por ejemplo, el Magníficat, los cantos de la Virgen, las profecías que aparecen sobre Jesús niño; etc. Parece como si la gente ya supiera que va a restaurar a Israel. Y en realidad, vemos que más adelante, cuando empieza a predicar, la familia de Jesús lo va a buscar porque pensaban que estaba loco y entre ellos estaba la madre de Jesús. Fíjense que ese mismo evangelio hace aparecer a la Virgen desde un principio como sabiendo cuál es el destino de Jesús, comprendiéndolo todo, etc., y después, cuando llega el momento, que no entendía, que lo creía loco. Vemos entonces que muchas de las cosas que aparecen allí y las ponen como profecías, son recursos literarios para que el lector comience entendiendo un poco más a Jesús y no tenga que pasar por todas las etapas por las que pasaron los testigos. Nos encontramos pues que los sinópticos tampoco son libros de historia como quisiéramos tener hoy, ni hay grabaciones, ni documentales sobre 1a vida de Jesús, gracias a Dios. Lo que tenemos son tres "historias" que empiezan después de su bautismo, en lo que se llama "el 3

ministerio público de Jesús". Es decir, cuando después de pasar unos treinta años trabajando en Nazaret como carpintero empieza a actuar en público. Desde ahí hasta su muerte, tenemos tres testigos, muy diferentes en su manera de pensar, etc., que nos dan una cierta confianza, porque presentan a un Jesús muy semejante, de tal manera, que tenemos una certidumbre bastante grande de que estamos frente a un hecho histórico en grandes líneas, de que Jesús en público actuó así. Tampoco los sinópticos hacen un libro de historia en el sentido propio de la palabra, ellos ya han interpretado a Jesús: ya saben quién es. Marcos, el más sencillo y el que hasta cierto punto es el más histórico de los tres, empieza diciendo: "Comienzo del evangelio (que significa Buena Noticia) de Jesucristo, hijo de Dios" (que significa el elegido por Dios para hacer el oficio de Mesías). El que lo lee tiene que hacer omisión de esto, porque si empieza suponiendo que las palabras que siguen después corresponden a que ya se ya se sabía que Jesús era Hijo de Dios; estamos perdidos otra vez... Tenemos que entender que estas palabras se ponen en primer lugar porque están escritos en el año 70 aproximadamente., es decir, 35 años por lo menos después de la muerte de Jesús, cuando ya hay una Iglesia cristiana, cuando ya se adora a Jesús como Dios, se lo reconoce como Mesías, etc., por lo tanto, toda la historia está como iluminada por lo que se supo después. En segundo lugar, no es solo cuestión de tiempo (no quiero decir que los datos sean tardíos, sabemos que se recordaban continuamente) lo más importante es que los evangelios están escritos después de un hecho que fue decisivo para la comunidad cristianas: los testigos de Jesús de Nazaret lo vieron muerto en la cruz y después tuvieron experiencias de que Jesús estaba vivo de nuevo y glorioso, es decir, experiencias de resurrección, con las cuales se empieza a reinterpretar lo que se vivió antes. ¿Se acuerdan de los discípulos de Emaús? Después de la muerte de Jesús ellos piensan que ya no tiene sentido quedarse en Jerusalén y van por el camino hacia Emaús comentando que les falló la esperanza que tenían que Jesús iba a liberar a Israel, que lo mataron y que ya se terminó todo. Es cierto que unas mujeres dicen que lo vieron vivo, pero.... En eso un personaje se les acerca, les habla, y ellos tienen la experiencia de que Jesús vive. Y lo que ellos tenían como una falsa esperanza se les convierte en certidumbre, descubren, que Jesús es el que libera a Israel. Entonces, reinterpretan todo lo que pasó anteriormente de una manera distinta. Es decir, la cruz no significó que Jesús fracasó. Las experiencias de la resurrección pasan también de los testigos a los cristianos de ese lugar que empiezan a descubrir que Jesús es alguien sumamente importante. Por lo tanto, los evangelios, aun los sinópticos, que parecen más históricos, están hechos ya desde una interpretación que viene desde el fin de la historia de Jesús, hasta el comienzo. Vamos a poner un ejemplo: si antes de la resurrección Pedro era el único que había dado con esa idea de que Jesús es el Mesías, después, todos tienen la certidumbre de que lo es. EL MESÍAS: Nuevo Moisés. El Mesías era un personaje esperado en Israel que se suponía iba a venir de parte de Dios con diferentes funciones, según las opiniones, de la gente. En el Deuteronomio, que es uno de los libros antiguos de la Biblia, en que se supone que Moisés da una segunda ley, hay un texto en que dice al pueblo que en los últimos tiempos, Dios va a mandar otro profeta como él. Entonces, hay una especie de esperanza en Israel de que va a venir un segundo Moisés a hacer lo que hizo el primero. Moisés saca al pueblo judío de la esclavitud, lo lleva a través del desierto, lo pone frente a la tierra prometida, le da la ley de Dios, etc. Todo un período de grandeza; la creación del pueblo de Israel, la hace Dios por medio de Moisés. ¿Qué pasa entonces? que los cristianos han identificado a Jesús con el Nuevo Moisés. Entonces Mateo, que es el que tiene más esta interpretación, nos presenta a Jesús dictando una nueva ley en el sermón de la montaña. Jesús dice seis veces: "Se les dijo a sus antepasados… (no matarás por ejemplo), pero yo les digo...(no insulten)..." 4

"Sermón de la montaña", sin duda alguna ese sermón tuvo lugar en algún lado, según Lucas lo hizo en el llano. Pero Mateo lo pone en la montaña. ¿Qué sugiere esto? El Sinaí, donde Moisés recibe la ley de Dios. Es decir, Mateo añade un dato que viene de la interpretación: El Nuevo Moisés Y no sólo eso... Ustedes saben que en tiempos de Moisés el faraón quiso matar a todos los judíos que nacieran y que su hija salvó a Moisés que estaba en una canasta sobre el río... Mateo entonces trae en el evangelio de la infancia de Jesús que Herodes manda matar a todos los niños de Belén y que Jesús se salva huyendo a Egipto... Cosa un poco inverosímil porque hubiera quedado una constancia histórica de eso. Bueno, lo que yo quería dejar claro, es que en los sinópticos Jesús ya está interpretado como el Mesías y eso se refleja en muchas partes del evangelio. O como la profecía de Jerusalén, nosotros podemos suponer que son interpretaciones posteriores que una vez conocidos los hechos fueron colocados en boca de Jesús, porque así, como Jesús acusó de impiedad a sus contemporáneos, le atribuyen la predicación de la ruina de Jerusalén porque es una cosa que compagina con la impiedad, con la inutilidad del templo que Jesús predica. No se trata de pensar que Jesús sea un personaje totalmente a-histórico, del cual no sepamos nada, pero cuidado, porque esa historia de Jesús, aún la más sencilla, está ya interpretada a la luz de lo que llamamos lo post-pascual. Vemos entonces que, aún los evangelios, hasta cierto punto, tienen más interés en que la gente crea en Jesús que en transmitir la fe DE Jesús. - ¿No se habría presentado entonces Jesús en la sinagoga según lo relata Lucas 4? ¿Él lo va descubriendo después? Lo que yo les propongo no es separar tal o cual cosa para ver si fue colocada; después o si esto fue realmente dicho por Jesús, porque es imposible saberlo, sino que hay una serie de cosas que nos hacen ver que hay ciertas orientaciones básicas que están de acuerdo con eso qué Jesús dice en la sinagoga de Nazaret: "Yo he venido a librar a los cautivos, dar la vista a los ciegos..." Hay algo que es fundamental históricamente en Jesús; que tiene relación con eso, entonces importa poco saber si el texto es exactamente histórico o si Lucas usó una ocasión para ubicar esa predicación general de Jesús. Lo importante es estar atento a qué se le añadió a Jesús una vez que se lo reconoció resucitado y qué fue lo que Jesús realmente hizo para interesar a la gente. Comparando con Artigas. Muchas veces no se puede hacer una separación exactamente histórica de qué cosas dijo e hizo y cuáles son interpretaciones, aún de personajes de los cuales tenemos verdadera historia porque están más cercanos a nosotros. Artigas por ejemplo es un personaje histórico, pero cuando se empieza a hacer su verdadera historia, la que nosotros consumimos, Uruguay es un país. No sé si en el mausoleo, pero en el panteón nacional había una lápida que decía: "Artigas fundador de la nacionalidad oriental''. Fíjense que eso es una interpretación posterior, cuando existe la nacionalidad oriental. La preocupación de Artigas era hacer un tipo de federalismo como el de EE.UU. en las provincias unidas del Río de la Plata. Si le hubieran preguntado si quería ser el fundador de la nacionalidad oriental, Artigas hubiere dicho que no le importaba eso. Sin embargo, su historia está hecha con esa base, cosa en la cual él nunca pensó mientras actuó. Fíjense que después, hasta cierto punto, toda la historia de Artigas está modificada por el hecho de que se lo ve y se lo estudia bajo el título de fundador de la nacionalidad oriental, que es un concepto posterior además.

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También hay de eso en la historia de Jesús. No es para que nosotros nos fijemos después en cada detalle a ver si lo dijo o no y en ese momento o después, porque nunca llegaríamos a saberlo con certidumbre. Lo que tenemos que ver es que hay cosas que tienen una coherencia enorme con su vida, que esas tienen que ser históricas, y que por lo tanto no vienen de ninguna interpretación posterior. ¿Ven entonces lo que significa que la historia está hecha al revés? En al caso de Artigas, todavía podemos saber si realmente él estuvo o no en el Hervidero, hay muchos datos… En la historia de Jesús tenemos que ver esos grandes bloques de cosas que están unidas y ligadas y que son la base histórica fundamental. Y tenemos que saber cuáles son las influencias de las interpretaciones posteriores para ponerlo aparte, como menos importante. Eso debemos hacerlo porque es un personaje mucho más antiguo, que actuó cuando no había elementos históricos todavía. Jesús no escribió nada. Artigas en cambio hizo escribir a sus secretarios cantidad de cosas que hoy son documentos. Fíjense que de Jesús se citan palabras... Ninguno de nosotros podría citar lo que oímos hace un año sólo de memoria... En los pueblos antiguos, que no tenían escritura, había métodos para recordar las cosas, repitiéndolas muchas veces o poniéndolas en verso. Por eso es probable que se hayan recordado palabras de Jesús mucho más de lo que lo haríamos nosotros. Pero aún así, son muchas las palabras para que se recuerden exactamente como Jesús las dijo. Lo más seguro es pensar que son tradiciones que la Iglesia recuerda en general y que luego cada uno de los evangelistas adopta y modifica según él cree se entiende mejor. O sea, que quitando ciertos elementos, el recuerdo del personaje queda bastante claro en lo fundamental, que es precisamente lo que aquí estamos haciendo. Llegamos entonces a la fe de Jesús, a lo que propuso históricamente en Israel antes que Él mismo supiera que iba a morir y resucitar. Ese entusiasmo de Jesús, su proyecto y su compromiso, son los que suscitaron el interés de Israel. Pero, una vez que pasa la muerte y la resurrección de Jesús y se forma la Iglesia, empieza a ser cada vez más importante la fe en Jesús, Es decir: Jesús es el Mesías, el nuevo Moisés, etc. Entonces, la historia de Jesús va a ser reinterpretada y en cierto sentido empobrecida. Entonces, la gente dice: "Yo tengo fe en Jesús, porque es Dios" pero no tienen la menor idea de qué propuso, ni les importa. Y cuando se enteran lo que Jesús hizo históricamente se llevan flor de susto; prefieren creer en Él "en blanco''. Es un poco el lema que le colocaron al Papa en su visita al Brasil: "Jesús es el mismo para todos". Eso significa que Jesús es Hijo de Dios, Mesías, etc., es decir, la fe en Jesús y todos los que tienen fe en Jesús son igualmente cristianos. Pero ¡ojo! Porque la FE DE JESÚS distingue a la gente enormemente. Jesús no fue el mismo para todos: para unos fue una calamidad y para otros una bendición ("Ay de los ricos...", ''Felices los pobres..."). Con Artigas sucedió lo mismo, cuando él vivía tomó partido por unos contra otros, había gente que no lo podía soportar, pero actualmente es un héroe y queda en blanco lo que él propuso. Nosotros estamos haciendo con Jesús la misma manipulación que se hace con Artigas en que una vez que se lo interpreta como el fundador de la nacionalidad oriental todos estamos de acuerdo, todos somos artiguistas. El día en que se nos quiere meter en los conflictos en que estuvo Artigas, nos dividimos como locos y nos matamos todos. Lo mismo pasa con Jesús, como Mesías, Hijo de Dios, etc., es lo más inofensivo que hay y es el mismo para todos. Pero, cuando llegamos a Jesús histórico nos damos cuenta que nadie en la historia suscita un entusiasmo y un apasionamiento de la gente sin suscitar al mismo tiempo, el odio y el conflicto en otros. Y ése es el Jesús histórico, por algo lo mataron. ¿Ven la diferencia que hay entre la fe en Jesús y la fe de Jesús? CRISTOLOGÍAS DE MATEO Y LUCAS. 6

Desde el primer siglo en la Iglesia se hicieron distintas interpretaciones de Jesús a la luz de la resurrección, aparecieron lo que hoy llamamos "crístologías" o tratados sobre Jesús. Cada uno de los escritos del Nuevo Testamento es una cristología, es una interpretación diferente de lo que significa para el hombre, Jesús, incluso los tres sinópticos, Para Mateo, Jesús es el continuador y reformador de la religión judía, la lleva a su purificación. Para Lucas es el fundador de una religión nueva. Entonces, por ejemplo, Jesús habló de que no había que sacar de un vestido nuevo retazos para un vestido viejo. ¿Qué le hace decir Mateo a Jesús? ''No pongan retazos de tela nueva en un vestido viejo porque la tela nueva es fuerte y tira de la que ya está vieja y gastada y la rompe todavía más". ¿Qué es lo que le preocupa a Mateo? El vestido viejo. Para él Jesús es la culminación del Antiguo Testamento entonces, no hay que traer demasiadas cosas de Jesús porque el Antiguo Testamento se va a deshacer. En cambio Lucas dice que Jesús dijo: "No rompan un vestido nuevo para remendar uno viejo". Es decir: no hay que hacer de la enseñanza de Jesús un retazo del Antiguo Testamento porque aquí tenemos todo lo nuevo ya hecho entero. Cada uno lo interpretó de manera diferente, e hizo su propia cristología de palabras que se recordaban vagamente de Jesús. CRISTOLOGÍAS DE ARRIBA. Cuando se interpreta a Jesús desde lo post-pascual, cuando ya se sabe que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, Dios mismo (como el evangelio de Juan) el Verbo de Dios, etc., es que vienen las cristologías de arriba. Cuando comenzamos con el Jesús pre-pascual hacemos una cristología desde abajo. Vamos a poner un ejemplo muy claro de una cristología desde arriba: Los hombres estaban en pecado y Dios quiso redimirlos. Para perdonarles tenían que hacer un sacrificio, como se hacía en la religión judía, es decir, ofrecerle a Dios una víctima, y como no había ninguna víctima entre los hombres capaz de borrar el pecado de todos los hombres, Dios hace morir a su propio Hijo. Entonces, por ejemplo, ya en San Pablo tenemos una frase que no nos llama la atención para nada porque estamos acostumbrados a las cristologías desde arriba, dice: "Cristo murió por nosotros, en lugar nuestro fue ofrecido a Dios": Es decir, sabiendo que Dios es el que dirige todo, sabiendo que Jesús es el Hijo de Dios, empezamos a pensar en el plan que Dios tiene con Jesús y nos olvidamos que históricamente no murió por nuestros pecados sino por ser un agitador. Es el peligro que tienen estas cristologías, que nos hacen olvidar y le quitan importancia a cuál fue la actividad histórica de Jesús y las causas de su muerte. Es decir: Dios se valió de una vocación, o de que los romanos se equivocaron y le creyeron a las autoridades judías una mentira, porque se supone que lo que Jesús quería hacer era morir como víctima en sacrificio para que Dios nos perdonara, a los hombres, nuestros pecados. Entonces no se comprende lo que aparece en Marcos y Mateo sobre la muerte de Jesús que desconcertado en la cruz muere diciendo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Él no comprende cómo es que va a morir sin que Dios lo ayude cuando está haciendo una obra que se supone es la de Dios. Las cristologías desde arriba tienen el peligro de borrar la cristología histórica, es decir, cómo Jesús vivió su propia muerte y aparece como cumpliendo un plan de Dios. Ambas cristologías deberían coincidir, lo que pasa es que a veces una se impone a la otra y entonces se hace una figura incompleta de Jesús. 7

Lucas se distingue por ser muy respetuoso de los apóstoles que, o ya han muerto mártires, o son los jefes de la Iglesia, y a veces modifica las cosas. Por ejemplo, cuando los hijos del Zebedeo, Juan y Santiago, le van a pedir a Jesús los dos primeros lugares en el Reino, según los otros evangelistas, Lucas, como eso no queda bien en gente que era ya por lo menos de dignidad de obispo, sino para arriba, como para disculparlos, hace que el pedido lo haga la madre. Por la respuesta de Jesús se ve muy claro que en realidad fueron los hijos. Pero a Lucas como no le gusta poner una cosa tan obviamente ambiciosa en apóstoles que eran los jefes de la Iglesia, le da una vueltita para que no aparezca eso. Y Lucas siente también como una repugnancia en poner que Jesús muere diciendo una cosa tan angustiosa y le quita lo radical de la muerte de Jesús haciéndolo aparecer como alguien que está de acuerdo con el Padre y que dice: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Para Juan lo importante es que Jesús es Dios que se encarna, que viene a la tierra a vivir la vida de hombre y no le importa tanto la historia real de Jesús, el conflicto que desata, ni el entusiasmo que provoca. ¿Ven? Cristología desde arriba: ¿Cuál es el plan de Dios? Acercarse a los hombres para hacerse uno de ellos. Entonces se presta menos la atención a toda la historia concreta de Jesús. FUENTES HISTÓRICAS Con la prevención que siempre debemos tener en cuenta de lo post-pascual y lo pre-pascual, vamos a ver cuáles son las fuentes históricas que tenemos de Jesús. Vamos a tomar nada más que los tres sinópticos; Mateo, Marcos y Lucas, y ver qué fuentes históricas encontramos. Sabemos que probablemente ninguno de los evangelistas vio a Jesús, ni estuvo presente en los acontecimientos. El que escribió el evangelio de Mateo, no es el mismo, sino alguien que conoce mucho mejor el griego. Y ni Lucas, ni Marcos, fueron discípulos de Jesús. De modo que los acontecimientos les llegan a través de dos fuentes históricas, reconocidas por la mayoría de los que estudian esto y son: 1) EL EVANGELIO DE MARCOS. Ustedes pueden ver que en general Mateo y Lucas aunque añaden cosas, siguen a Marcos que es el más simple, el más sencillo, sobre todo en el aspecto narración, es el que pinta las cosas sin arreglarlas, el que tiene menos discursos de Jesús, y el que pone su fastidio contra alguno de sus enemigos, o su desánimo, o su desconcierto en la cruz, mientras que los otros evangelistas tienden un poco a disimular esos aspectos más humanos de Jesús. O sea que Marcos es una de las fuentes que se ve que Mateo y Lucas han conocido y que lo siguen. 2) LA FUENTE "Q". Mateo y Lucas tienen una parte que les es común y que no aparece en Marcos, por ejemplo el Sermón de la Montaña y una buena parte de los discursos y parábolas. Eso tiene una fuente que se llama "Q" (abreviación de fuente en alemán). Es una fuente histórica que se supone que Mateo y Lucas han leído (y que Marcos no), sobre todo de discursos de Jesús, (por ejemplo: Las Bienaventuranzas) y de la cual cada uno hace un uso diferente. Jesús dijo alguna vez: “Bienaventurados los pobres", pero Mateo y Lucas lo entendieron cada cual a su manera. Lucas dice simplemente: "los pobres", pero Mateo en cambio le agrega un "de espíritu", "Felices los pobres de espíritu". Esto se ve todavía más claro en lo que dice Lucas: "Felices los que tienen hambre'' y Mateo: "Felices los que tienen hambre y sed de justicia". Fíjense que es completamente distinto, el hambre es nada más que una metáfora ahí, no se trata de una situación social real, es una virtud, en cambio para Lucas es no tener qué comer. ¿Ven? Cada uno leyó a su manera lo que encontró en la "Q" y lo puso de acuerdo con su idea general. 8

Lucas le añadió otra cosa a las bienaventuranzas, un "ustedes". Uno dice: ¡qué cosa rara! ¿Estaban ahí presentes? Él dice que Jesús pronunció las bienaventuranzas "levantando los ojos hacia sus discípulos, dijo: Felices ustedes los pobres...". El evangelista escribe esto (en el año 70) de tal manera que los cristianos entiendan que la bienaventuranza está dicha para ellos que son pobres. La saca de la generalidad y se la aplica a la comunidad cristiana: "Felices ustedes discípulos de Cristo, pobres, perseguidos, hambrientos, etc, porque de ustedes es el Reino de los cielos". Es muy interesante hacer un esfuerzo por llegar a la fuente Q, es decir, a lo que tiene más probabilidad de ser lo que Jesús dijo. Entonces, si sacamos el "de espíritu" de Mateo y el "ustedes" de Lucas, nos queda la bienaventuranza tal como estaba en la fuente que los dos leyeron y que no tenemos en ninguno de los evangelios hoy día: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos". CUATRO ESPERANZAS MESIÁNICAS Una última observación que tiene relación con criterios históricos para ver la historia de Jesús: para los sinópticos lo post-pascual es que Jesús es el Mesías. Entonces, es interesante, para que nosotros podamos descubrir esta influencia, saber cuáles eran las esperanzas de Mesías que existían en Israel, ya que los sinópticos van a prestarle a Jesús esas características. Hay 4 grandes expectativas mesiánicas: 1ª EL PROFETA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS (o sea, escatológico). Ustedes saben que Israel había tenido períodos de cierta grandeza histórica cuando era un Reino con David, Salomón, etc. Cuando Jesús nace, hacía cinco siglos que Israel era prácticamente una provincia de imperios extranjeros como el persa, el romano, el griego, etc., o sea, no era un país independiente, con un porvenir. A esto se junta que en el Antiguo Testamento, en el libro de Job por ejemplo, se ha perdido la esperanza de que Dios haga justicia en la tierra durante la existencia del hombre. Durante mucho tiempo, los judíos creyeron que Dios actuaba con el hombre según éste fuera bueno o malo (para ponerlo en términos claros: que si la selección juvenil ganó en Ecuador, es porque los uruguayos nos portamos mejor que los otros países, entonces, Dios nos premia con el campeonato sudamericano). Bueno, (antes que los uruguayos) los judíos se dieron cuenta de que eso no pasaba así y que a Job le vinieron, encima todos los males sin que hubiera hecho mucho por merecerlos. Recordarán que los amigos, curiosos, se le acercan para preguntarle qué pecado enorme había hecho para merecer semejante castigo. Todo el libro versa sobre eso y la conclusión final es que Dios no hace justicia en la tierra, pero que habrá un tiempo en que sí la hará. Dios, que no ha intervenido durante siglos, va a venir en los últimos tiempos a ejercer verdaderamente su justicia sobre la tierra y va a hacer su reino. Y ese reino va a ser anunciado por un profeta que se supone es un segundo Moisés o Elías. ¿Por qué Moisés? Porque es el legislador, el que fundó Israel y ahora se va a hacer un nuevo Israel que va a ser reivindicado y no va a estar humillado, sojuzgado, etc., sino restablecido en toda su gloria. Lo vimos ya en los evangelios de la infancia de Jesús, en la nueva ley, etc. O si no Elías. ¿Por qué? Ustedes saben que Elías no murió, sino que, según la Biblia, fue arrebatado por Dios en un carro de fuego. Entonces suponían que iba a volver para ser el profeta de los últimos tiempos, ya que él fue quien más luchó contra la injusticia de los reyes. Esto aparece muchas veces en los evangelios. ¿Recuerdan cuando Jesús pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy Yo?" Y ellos contestan: Elías, es decir, el profeta escatológico o Jeremías, También en la transfiguración en el Monte Tabor, Jesús aparece dentro de la nube con Moisés y Elías.

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Había una esperanza vaga de que en los últimos tiempos un profeta iba a venir para inaugurar ese final de los tiempos en que Dios haría justicia. Jesús es entonces este profeta. 2ª EL HIJO DE DAVID. Otra profecía que da origen a esperanzas mesiánicas es el Hijo de David. No es siempre una esperanza escatológica, sino que es la promesa que Dios ha hecho a David de que va a restaurar su reino poniendo al frente de Israel a alguien descendiente suyo, de su linaje. Entonces, el mesías que iba a darle otro nuevo esplendor al Reino de Israel que entonces no era más que una provincia, iba a ser un Hijo de David. Tanto Mateo como Lucas se esfuerzan por demostrar que Jesús es ese Hijo de David. Por ejemplo en el milagro del ciego que llama a Jesús "Hijo de David, ten piedad de mí". O en los evangelios de la infancia: ¿Por qué Jesús nace en Belén? Porque sus padres son descendientes de David y han tenido que ir a inscribirse a su lugar de origen, lo cual es una especie de ficción histórica para hacer comprender que Jesús es Hijo de David. Si un censo significara que cada uno debe ir a su lugar de origen, el país se moriría en tres días. Entonces, es simplemente un procedimiento literario para hacerlo, comprender así. En otras partes del evangelio en cambio, Jesús aparece como el nazareno, el galileo, etc., es decir, nacido en Nazaret. Y otra cosa: los judíos de ese tiempo ya no sabían de que tribu eran, ni descendientes de quién, y a Jesús se le hacen dos árboles genealógicos (el de Lucas difiere del de Mateo) para demostrar que es hijo de David. 3ª EL SIERVO DE YAVE. En la segunda parte de la profecía de Isaías, Capítulo 40 y 50, aparecen poemas sobre el siervo de Yavé, que da la vida por su pueblo y con eso lo rescata, lo libera. Se duda que eso haya sido una esperanza mesiánica en el pueblo de Israel porque dicen que nunca se pensó en el tiempo de Jesús que el Mesías pudiera ser muerto, ser asesinado, ser víctima, que ésa es una idea cristiana posterior, pero lo que es interesante es que el evangelio, lo toma así. Cuando ven la similitud de Jesús resucitado y el siervo de Yavé, se dan cuenta que responde a esa imagen en muchísimos rasgos, e identifican con ella a Jesús. ... 4ª EL HIJO DEL HOMBRE. Creo que aquí simplemente hay un error, pero se las presento como una posibilidad de la cual hablan los que estudian esta materia. Ustedes, saben que Jesús en el evangelio muchas veces en lugar de hablar: yo pienso, yo digo, etc., utiliza la frase: "el Hijo del Hombre piensa que...". Por ejemplo: "¿Quién dicen que es el Hijo del Hombre?'' Y los discípulos le contestan. Y después dice: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Fíjense que es lo mismo, "Yo" que "el Hijo del Hombre". De acuerdo con los estudios en esta materia, en la profecía de Daniel, aparece un "como hijo del hombre que va a venir sobre las nubes del cielo" que es también un profeta escatológico. Es una esperanza para los últimos tiempos. Entonces los evangelios identifican a Jesús con esa figura mesiánica. Me parece un error simplemente porque en los evangelios que son muy claros al decir que Jesús nunca permite que lo llamen con títulos mesiánicos, usa Él mismo continuamente la palabra "Hijo del Hombre". Me parece mucho más seria la opinión de algunos exégetas que dicen que Jesús la utilizó simplemente para decir "Yo" y que la gente no entendía que se estaba refiriendo al Mesías. Sería entonces una influencia post-pascual. En el juicio, cuando le preguntan si es el Hijo de Dios, y Jesús dice: "Sí, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo", ello es una referencia muy clara a la profecía de Daniel y ahí sí, Jesús ante sus jueces utilizaría por única vez la expresión reconociéndose el Mesías. 10

CRISTOLOGÍAS DESDE ABAJO. Con esto tenemos más o menos, los criterios históricos más generales para entender cuál es el bloque fundamental al cual podemos tener mayor confianza histórica. Entonces, si uno pregunta: ¿Cómo se explica que según los sinópticos Jesús haya nacido en Belén? Uno inmediatamente dice: ¡Ojo! por 1a tradición de que era hijo de David, ¿Cómo es que en la transfiguración Jesús aparece con Moisés y Elías? ¡Ojo! Porque eran los profetas que iban a inaugurar los últimos tiempos... Pero cuando Jesús dice: “Bienaventurados los pobres", uno dice: ¿y esto, de dónde viene? Es decir, no tiene una relación con la resurrección, tampoco con la esperanza mesiánica y sí tiene relación con muchas cosas del evangelio. Entonces yo me doy cuenta que estoy frente a una tradición cierta de Jesús. Para saberlo más ciertamente voy a buscar las fuentes: Marcos y "Q". Y la fuente "Q" yo la voy a reconstruir comparando Lucas y Mateo. Fíjense como se hace entonces un poco la idea de una cristología desde abajo. Es decir, la cristología basada en lo que Jesús históricamente dijo e hizo, cómo fue que interesó a sus contemporáneos, cómo fue que produjo el conflicto, el entusiasmo y el odio que lo llevan a la muerte. Logramos así reunir abundante material de una gran coherencia con respecto a la historia posible o plausible de Jesús de Nazaret sin añadirle nada (o por lo menos muy poco) de las interpretaciones post-pascuales. Esto nos va a servir para comunicar la FE DE JESÚS. "PALABRA DE DIOS" Con la Biblia pasa un poco lo mismo que con Jesús. Queremos que la gente crea en la Biblia antes de que sepa qué hay en ella. Cuando nosotros actualmente decimos: "Palabra de Dios", cada vez que leemos la Biblia, ¡ojo! que hacemos un anacronismo espantoso. Dios nunca dictó nada a nadie y aunque lo hubiera hecho, ese alguien de alguna manera tuvo que mostrar que lo que decía era realmente "Palabra de Dios". Primero escribió alguien que era un hombre un libro entre tantos otros y después vino una comunidad que dijo: Este libro es una cosa especialísima, aquí tiene que haber intervenido Dios y por eso lo vamos a llamar "Palabra de Dios". Nosotros decimos: Esto no lo entiendo, pero es palabra de Dios… tenemos que aceptarla. Hacemos lo mismo que con Jesús: el cheque en blanco. La Biblia está compuesta por muchos libros, escritos por hombres, cuyos nombres muchas veces conocemos, sabemos la época en que escribieron, las características del estilo que tuvieron, los valores que representaban en la sociedad, etc. Al mismo tiempo se escribían muchos libros más. ¿Por qué entra el libro de Job -por ejemplo- en la Biblia y no otro? Simplemente porque el libro de Job apasionó profundamente a la gente hasta el punto de decir: "Esto es palabra de Dios" y los otros interesaron menos. Cada libro en la Biblia fue puesto ahí, después que la gente lo entendía y le parecía de una importancia fundamental. Muchas veces nosotros idealizamos lo que es palabra de Dios, y olvidamos que siempre viene a través de hombres con limitaciones, así tenemos profetas que tienen muy claras ciertas ideas, pero luego cuando hacen predicciones sobre lo que va a pasar, se equivocan. Por ejemplo Jeremías, predijo que todos los que no se subordinaran al rey de Babilonia serían exterminados por Dios y a él personalmente se lo llevaron los que huyeron a Egipto y la historia nos muestra que la colonia judía que fue hacia Egipto tuvo una gran prosperidad. Hay que darse cuenta que Jeremías era un hombre y ese hombre entendió muy bien algo del mensaje, que era cómo veía Dios la situación de Israel en el momento ése, pero también le añadió su manera de ver las cosas y falló su predicción. 11

En un momento dado, existe en Israel la idea de que Dios actúa con cada hombre según sus acciones y el que escribió el primer salmo creía eso, dice: "Dichoso el hombre aquel que no va al consejo de los impíos ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se sienta en el banco de los burlones, sino que se complace en la ley de Yavé y susurra su ley día y noche; es como un árbol plantado junto a corrientes de agua que da a su tiempo el fruto, y jamás su follaje se pone mustio. Todo lo que hace le sale bien”. Frente a esto aparece en la Biblia un libro lo más escandaloso que se puede pensar, es el Eclesiastés. Es el libro de un escéptico que no cree absolutamente en casi nada, cree que hay un Dios allá arriba pero que no se preocupa un comino de como le van las cosas a los hombres y que dice: "A los buenos les va tan mal como a los malos y a los malos tan bien como a los buenos, es decir, es absolutamente inútil hacer el bien esperando que a uno le va a ir bien". Entonces hace toda una serie de cosas que son inútiles, que son "vanidad de vanidades" (de vano = inútil). Todo es inútil, aprender, ser rico, ser bueno, etc., y por supuesto saca las consecuencias que en su época él tenía por lógicas "porque al final de cuentas todo el mundo muere igual, un caballo o un hombre, y sus espíritus se deshacen igualmente en el aire y no queda nada, y díganme: ¿Qué importa que el hombre haya sido bueno o malo?". Y uno dice: ¿Y esto es "palabra de Dios"? Si, es palabra de Dios. ¿Por qué? Porque en un momento dado hay alguien que descubre una verdad nueva que es que Dios no mueve los destinos de los hombres según su moralidad. Esa es la gran profecía del Eclesiastés. Ahora, a esa gran verdad, él añade lo que él entiende que es coherente con eso; no tienen todavía la menor idea de una vida después de la muerte o de algún lugar donde Dios haga justicia. El mensaje del Eclesiastés es importantísimo para el desarrollo de la mentalidad de Israel, para comprender a Jesús, etc., pero es Dios hablando por una boca humana, que descubre una cosa pero que todavía no ha descubierto otra. Yo diría que no tendríamos que leer un pedazo de la Biblia y decir: "Palabra de Dios", sino que sería mucho mejor, decir: "Y esto pertenece a un proceso que llamamos palabra de Dios", a un proceso de aprendizaje, de educación que la palabra de Dios hace en nosotros. Lo mismo los evangelios. Ustedes saben que se escribieron muchos otros, sin embargo, sólo cuatro entraron a formar parte del Nuevo Testamento, de lo que llamamos "Palabra de Dios" porque esos cuatro respondieron a lo que la gente buscaba y le importaba realmente. Entonces el problema para nosotros no es llegar sólo hasta el autor sino llegar hasta Jesús mismo, antes de que lo interpretaran y dijeran: Es el Mesías, el Hijo de Dios, es Dios y por lo tanto hay que decir exactamente lo mismo que Él dijo. Es muy importante tener en cuenta esta inversión de factores que altera todo el producto primero está el Jesús que habló, que actuó, que interesó, que fascinó, que provocó un conflicto, etc., y después viene el que eso sea reconocido como "Palabra de Dios", Pero los evangelios están escritos después de Pascua, no son una crónica escrita al mismo tiempo que Jesús va actuando o sea que ya ellos a cada palabra de Jesús le dicen: Palabra de Dios, sin ya poder distinguir por qué interesó antes, cuando nadie sabía que era palabra de Dios eso. Jesús ni dijo, ni quiso que lo hicieran Mesías, precisamente para que la gente no pasara demasiado rápido por encima de lo que Él decía y quería hacer y mostrar. Jesús no quería que le firmaran un cheque en blanco, quería que entendieran su proyecto. En su proyecto hay evidentemente una revelación de Dios que se interesa por el hombre, de ahí que el hombre reconoce a Dios cuando se siente profundamente interesado por una cosa. PREDICACIÓN Y ESTILO DE VIDA DE JUAN BAUTISTA Y DIFERENCIA CON JESÚS En Israel hay al mismo tiempo dos personas consideradas (después cuando se reflexiona) como profetas: San Juan Bautista y Jesús. Los dos atraen mucho al pueblo y dan la sensación de que Dios está diciendo algo a través de ellos. Aunque Mateo les hace decir prácticamente lo mismo, vemos que los dos plantean cosas fundamentalmente diferentes.

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San Juan Bautista se parece mucho a los antiguos profetas de Israel, viene del desierto (Israel está bordeado por el desierto de Negev, sobre todo al sur, que ha sido uno de los lugares de lucha entre israelíes y egipcios). En Lc. 3,3 o en Mt. 3,1 encontramos lo mismo: (fíjense que es un lenguaje bastante fuerte) "Juan El Bautista decía pues a la gente que venia a ser bautizada por él: raza de víboras, ¿quien os ha enseñado a huir (haciéndose bautizar) de la ira inminente?" (de la ira que llega). Es decir, el mensaje de Juan es: Dios está enojado, cansado de la maldad de los hombres y va a venir a hacer un juicio. "Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles" (fíjense que es una imagen de destrucción, se acaba el mundo y de acuerdo con los frutos, se va a juzgar a cada uno) "Y todo árbol que no de buen fruto, será cortado y arrojado al fuego". Es la imagen del juicio donde Dios va a manifestar su ira. Es un poco el estilo de vida de San Juan el Bautista que es un individuo austero, que apenas come y bebe, que se viste de una forma de lo más primitiva, áspera, es decir, es un símbolo del enojo de Dios que llega y que va a poner en orden las cosas que no lo están. Viene para indicar que todavía se puede escapar de la ira de Dios con medidas de emergencia. "La gente le preguntaba: ¿qué debemos hacer? Y él respondía: el que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene, el que tenga para comer que haga lo mismo". Es lo único que puede ayudar frente al juicio de Dios que viene: deshacer un poco la injusticia reinante, repartiendo lo que se tiene. Después se presentan distintos grupos de gente y San Juan el Bautista también les va a indicar la moral básica. Dice: "Vinieron también publicanos..." Los publícanos eran funcionarios públicos que cobraban impuestos (como el Banco de Previsión Social) "y le preguntaban: ¿Qué debemos hacer?". Entonces, prescindiendo de toda otra cosa, y problemas que pudieran tener, lo importante para salvarse era por lo menos tener el núcleo más visible de su vida arreglado, "Entonces les dijo: No exijáis más de lo que está fijado". Es como quien dice a un taximetrista; no cobre más de lo que está en la tablita fijada por la Intendencia. Nada más que eso. Que no se aproveche de la ignorancia de la gente para cobrar de más. "Preguntáronle también unos soldados: Y nosotros ¿qué debemos hacer?". Y él les dijo lo fundamental que no deben hacer: “No hagáis extorsión a nadie” es decir, no chantajeen a nadie con el poder que tienen, "No hagan denuncias falsas", precisamente porque la denuncia de quien tiene un arma detrás hace que el juez también de sentencias falsas, y finalmente "Conténtense con el sueldo que tienen", que no quieran otro, un segundo sueldo o un tercero. San Juan simplifica la moral para lo más urgente que es presentarse ante el juicio de Dios. Esto es lo que caracteriza su predicación. Y no es falso que Dios le exige al hombre con gran vigor las relaciones con sus semejantes, pero que vaya a hacer un juicio dentro de cinco días, es la limitación del hombre que está manifestando eso. No pensemos que Jesús no tuvo limitaciones, también las tuvo. Frente a Juan el Bautista se presenta Jesús. Mateo tiene un interés especial en decir que los dos predican lo mismo, pero él mismo muestra, que son distintos. En una ocasión le preguntan a Jesús algo sobre San Juan el Bautista y es interesante porque coloca en oposición el estilo de vida de los dos profetas y les dice que no han reconocido ni a uno ni a otro. Dice (Mt. 11,18) "Vino Juan el Bautista que no comía ni bebía, que vivía muy austeramente y ustedes dijeron: Es un endemoniado" es decir, no creyeron en ese profeta que venía con austeridad. Y vino el hijo del hombre (quiere decir: Yo) que come y bebe y qué dicen ustedes: He aquí un comilón y un borracho amigo de publicanos y de pecadores". Para que digan que es un comilón y un borracho, Jesús debió comer y beber por lo menos lo normal. No es un símbolo de austeridad sino de alegría. Cuando le preguntan a Jesús por qué los discípulos de Juan ayunan y los discípulos de los fariseos también, y los de Él no, les dice que porque están en plena fiesta de bodas. El mensaje de Jesús es un mensaje de alegría y su estilo de vida la refleja: come y bebe, participa de los banquetes, de las cenas, de lo que es la alegría del pueblo. Lo que Jesús anuncia es una noticia alegre (en griego: evangelio) y Él mismo la define así. 13

La noticia de Juan no era alegre; Dios venía a poner fin a un mundo que estaba corrompido en cambio la que traía Jesús, Él mismo la llama continuamente "evangelio". Parece por lo tanto muy poco verosímil que Jesús pensara en un fin del mundo o en un juicio inminente, no parece compatible con su predicación. MENSAJE DE JESÚS Tenemos que pensar que un mensaje que alegra al hombre debe afectar su vida, es lo que hemos visto al hablar de los libros de la Biblia. ¿Por qué fueron puestos en la Biblia? Porque afectaban la vida del hombre y la enriquecían. Todos los libros del Nuevo Testamento, tratan de mostrar cómo Jesús enriqueció la vida del hombre. Es evidente que dentro de las luchas y conflictos históricos que nosotros tenemos en la historia es muy difícil encontrar una buena noticia que lo sea; para todos, generalmente son conflictivas, buenas para algunos y malas para otros porque siempre tiene que afectar un plano de la vida del hombre, o el económico, o el social, o el político, o el cultural. Entonces, por ejemplo: una sociedad más justa afecta el plano social de la vida del hombre, más cultura, el plano cultural, etc. La buena noticia tiene que ser expresada en lo que vamos a llamar una clave. ¿En qué clave colocó Jesús su mensaje? Quizás pensamos que, Jesús tuvo que colocar su mensaje en el plano religioso porque es el fundador del cristianismo, que es una religión, pero vamos a ver que en realidad Jesús eligió para la buena noticia una clave política. Jesús va a mostrar a Dios interesado en la vida política de Israel. Entonces, ¿Jesús es un político? Nos encontramos con una serie de textos, en los documentos de Puebla por ejemplo: "No hay que tomar a Jesús por un político...'' o en el discurso de Su Santidad: "Jesús no fue un político, Jesús no fue un agitador, Jesús no fue..." "Jesús fue un hombre religioso que nos reveló a Dios" etc. Las dos cosas no son opuestas. Revelar a Dios significa qué importancia tiene Dios para cualquiera de los planos concretos de la existencia humana. (Vamos a ver que San Pablo expresa la importancia de Jesús en el plano de la madurez del hombre, no en el político). Y Jesús expresa la riqueza de Dios en una reestructuración de la sociedad de Israel. Plano socio-político, si ustedes quieren, pero con una relación y conflictividad propia de lo político. CLAVE POLÍTICA DE JESÚS. Por fuentes no cristianas, el dato más cierto que tenemos sobre Jesús es que fue muerto, ajusticiado por razones políticas, considerado como agitador. Por documentos cristianos sabemos lo mismo, sólo que dan una interpretación más justa diríamos, de por qué fue considerado agitador. Todos los evangelios narran que Pilato lo manda matar cuando los judíos insisten en que él no puede dejar, sin comprometerse ante el César, que alguien se proclame rey. Es una rebelión contra el emperador romano. Y Jesús va a la muerte de cruz y le ponen un título político. Tuvo la muerte de un político, por haberse proclamado rey de los judíos. Los sinópticos nos muestran que hubo un malentendido en la muerte de Jesús, que la causa por la que los romanos lo mataron no fue la real. Es decir: las autoridades judías lo entregan a los romanos y los colocan a estos en una situación que los obliga a matar a Jesús. Pero los evangelios explican por qué Jesús se había hecho objeto de odio para las autoridades judías, y como ellas no podían matarlo, denuncian a Jesús como agitador a las autoridades romanas de la provincia de Palestina, que no pueden hacer otra cosa sin caer en la cólera de los emperadores. Es importante saber que los romanos no tenían en Palestina sino una autoridad para mantener el orden público y cobrar el tributo, la sociedad estaba dirigida por otra autoridad, que era al mismo tiempo política y religiosa, que era al Sanedrín, a cuya cabeza estaban los sumos sacerdotes. Política y religiosa, porque hace respetar una ley, pero en nombre de una interpretación de la ley de Moisés.

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Sólo cuando se trata de cuestiones de seguridad nacional intervienen los romanos, nada más. Es interesante estudiar cómo el Sanedrín llega a asesinar a Jesús mediante el uso de los romanos, Eso es lo que nos dicen los evangelios. ¿Qué era lo que molestaba en Jesús a las autoridades político-religiosas de Israel? Tenemos que volver a los comienzos de Jesús y ver cómo se presenta. TRES PRESENTACIONES DE JESÚS 1) Buena Noticia: Reino (Mc. 1,14-15) Jesús hace tres presentaciones de sí mismo en donde aparecen prácticamente los mismos términos. Una es de Marcos (y está en los tres) y las otras dos están en la fuente "Q", propia sólo de Mateo y Lucas. En el capítulo l de Marcos, versículos 14 y 15, encontramos que Jesús marchó a Galilea y proclamaba la Buena Noticia de Dios: "El tiempo se ha cumplido" es decir: el plazo que duró la esperanza se ha acabado, "El Reino de Dios está cerca", es inminente. (En lugar de la ira inminente que anunciaba Juan). Tenemos aquí la palabra "Evangelio" que significa Buena Noticia y "Reino de Dios" que en Mateo aparece como ''Reino de los cielos", que no significa que tenga lugar en el cielo y no en la tierra. Mateo escribe para judíos su evangelio, y una de sus prácticas y costumbres era "no usar el nombre de Dios en vano". También se usaba en el catecismo hace unos años. Eso incluía no jurar por Dios, no blasfemar, etc., y no usarlo sin un cierto respeto. Pero los judíos llegaron a impedir que se usara el nombre de Dios. En la antigüedad, "dios" era un nombre común que se aplicaba también a los dioses falsos; dios es Júpiter, etc. Cada dios tenía su nombre propio, y el de Israel se llamaba Yavé. Los judíos, por respeto, suprimían ese nombre y ponían Señor (Adonaí) incluso al escribir la Biblia, o se decía: dios, como nombre común. Y aún "Dios" evitaban usarlo y ponían sinónimos como "el cielo". O sea que "Reino de los cielos" y "Reino de Dios" es exactamente lo mismo. Entonces, lo que Jesús predica es: "El plazo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca, convertíos y creed en la Buena Noticia". Ese es el primer resumen de la predicación de Jesús. Hoy día para nosotros "Reino" no significa nada, pero en el tiempo de Jesús tenía una significación política tremenda, es la palabra que estaban usando los zelotas para hacer una guerrilla contra el Imperio Romano, que buscaba reconstruir el Reino de Israel. Hacer de Israel un Reino era una tares específicamente política y Reino es la palabra que utiliza Jesús, que suscita tanto interés y que hasta el último día sus discípulos lo entienden en el sentido político. Jesús no les va a decir que se vayan, que son burros y no entienden que Él está hablando de Reino en otro sentido. Recuerden lo que hablamos de los hijos del Zebedeo que piden un sillón a la derecha y otro a la izquierda, Y aún después, según Lucas, el día en que Jesús sube a los cielos, (es decir, no han entendido nada de la cruz ni de la resurrección) le preguntan: "¿Hoy es el día en que van a inaugurar el Reino de Israel?". Dicen: Si no usa el poder ahora que lo tiene, ¿cuándo lo va a usar? Los discípulos entendieron siempre políticamente la palabra Reino y era lógico que así fuera, y lo quieren hacer rey a Jesús durante su ministerio. ¿Por qué? Porque Él está continuamente hablando del Reino y de la venida del Reino y porque manifiesta el poder del Reino a través de sus milagros. Entonces, es lógico que cuando llega a Jerusalén la muchedumbre lo recibe aclamándolo: "Rey de Israel al hijo de David". Si las autoridades religiosas pudieran hoy aconsejarlo a Jesús, hasta el sumo pontífice le diría: "Por favor, no me uses esa palabra que después nos va a dar una serie de dolores de cabeza, porque la Iglesia se va a meter en política..." Bueno, el primero que se metió en política y murió por su causa fue Jesús que usó a sabiendas una palabra que era fuego en Israel "Reino", Reino de Dios, que era el Reino de Israel. 15

2) Buena Noticia: Pobres (Mt. 11, 2 y siguientes) Juan el Bautista manda a sus discípulos a preguntar a Jesús si es Él el profeta que ha de venir en los últimos tiempos. Y Jesús le da una especie de síntesis de lo que está sucediendo junto a Él: "Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Noticia". La última frase resume lo anterior porque todos los que han sido nombrados antes son pobres, en el sentido de que les falta la vista, el andar, la vida. O sea, la "Buena Noticia" parece estar ligada con "pobres". El proyecto de Jesús, lo que Él está haciendo es una Buena Noticia para los pobres. 3) Reino: Pobres (Mt. 5 y Lc. 6,20) Este tercer texto es el más interesante desde el punto de vista de la formulación de qué es el Reino y de qué es el evangelio. La Buena Noticia aquí está en la palabra "bienaventuranza" que debemos cambiar a nuestro lenguaje común por el término "felices" que fue la palabra griega empleada por Jesús. Y es interesante que una Buena Noticia contiene una mala noticia en la versión de Lucas, que aunque la haya añadido él, es señal de que así lo interpretó: "Ay de ustedes los ricos...". Normalmente decimos "Ay" a quien va a sufrir, a quien se le da una mala noticia. Buena noticia, felices, y otra vez aparece la palabra "pobres". "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de Dios". No se trata de hacer ricos a los pobres, sino de hacer humana su situación, que tengan lo suficiente para comer, que tengan la posibilidad de reír, etc. También aparece aquí la palabra política "Reino" y esta vez aplicada a los pobres. Fíjense que en estos tres textos vuelven los términos, Evangelio apareció dos veces directamente y una indirectamente, Reino dos veces directamente y dos veces aparecieron los destinatarios: los pobres. Sentido Religioso Esto es religioso, es una revelación de Dios en el sentido de que con esta formulación Jesús nos da una Buena Noticia sobre el corazón de Dios, cómo piensa y cómo evalúa las cosas. Es decir: Dios no puede ver el dolor humano injusto que no viene de las cosas, sino que procede de las estructuras que los hombres imponen a una sociedad. Sí hay pobres en Israel, es porque hay alguien que los hace pobres. No se trata de que tengan méritos o no, sino de que hay hombres en una situación inhumana. Y fíjense que eso es en la tierra, recuerden el "Padrenuestro": "Hágase tu voluntad en la tierra", eso es el Reino. Los judíos, para que una idea les quedara bien fija, usaban un procedimiento, llamado el paralelismo, es decir; decían una frase y después le añadían otra paralela que decía lo mismo, pero que explicaba mejor la primera. Así en el "Padrenuestro" nosotros pedimos: "Venga tu Reino" este reino del que Jesús habla, y Mateo, que es judío pone la segunda frase, es decir, la paralela; "Venga tu reino" ¿qué significa? "Hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo". El Reino de Dios significa la modificación en la tierra de las cosas como están, para que correspondan, a lo que Dios quiere. Y Dios no quiere que haya pobres. (Los ricos no le preocupan). Dios está interesado en humanizar al hombre e impedir que otros lo deshumanicen, o que viva despreocupadamente en esa situación. Y para eso viene con su reino. Dios va a introducir su reino, Jesús lo anuncia, está cerca, está llegando y es una buena noticia lógicamente para los beneficiarios, que son los pobres. Es Revelación religiosa entonces, porque nos revela la preocupación de Dios por los que viven en una situación inhumana, y mientras esto exista, Dios va a estar viniendo, interviniendo, trayendo su Reino para que eso no suceda y el hombre pueda tener todas sus capacidades. 16

Sentido Político Es una revelación de Dios entonces, pero en términos políticos. Es decir, Dios aparece revelando su corazón en el plano político. Por eso es falso oponer política a religión como si fueran esferas aparte. Dios se manifiesta en Jesús, y es una verdadera revelación religiosa, precisamente a través del proyecto político que tiene sobre Israel una sociedad donde no haya pobres, ni marginados, ni hombres deshumanizados por las estructuras de la misma. ¿Cuál es la dificultad que tienen Mateo y Lucas en poner las bienaventuranzas tal como Jesús probablemente las dijo: "Felices los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos"? La dificultad es que entre los pobres hay buenos y malos. Mateo es una persona sumamente prudente, tanto que muchas veces llega hasta decir cosas incoherentes con tal que no lo entiendan mal desde el punto de vista moral. Es muy moralista y considera imposible que Jesús haya dicho: "Felices los pobres..." porque entre ellos hoy delincuentes, se roban entre sí, etc. No todos son un prodigio de santidad. ¿Entonces, cómo es posible que Dios no tenga en cuenta la moralidad de los pobres? Si se ayuda a sí mismo, si es trabajador, o si es perezoso... A Mateo le molesta enormemente que Jesús no diga a qué pobres se refiere, entonces él supone que debe ser a los pobres virtuosos. Por eso añade virtudes para estar seguro que nadie va a entender que la bienaventuranza está dirigida a los pobres por ser pobres, a los que lloran por estar en una situación de aflicción o a los hambrientos por estar en una situación de hambre. Lo mismo le ocurre a Lucas. Le molesta que el pobre pueda no ser cristiano, entonces prefiere ponerle un "ustedes" y dirigirla a ellos. La dificultad fundamental es que Mateo y Lucas miran o escuchan a Jesús con una mentalidad moralista donde primero se juzga al hombre por sus obras y virtudes para ver si es digno de un premio. Nunca se va a hacer una promesa independientemente de la moralidad de los individuos, si es bueno, si adora a Dios. Muchas veces nosotros, cuando pensamos en los pobres, tenemos predominio de mentalidad moralista y los dividimos entre los que son dignos de compasión y de trabajo y los que no son dignos de que nos ocupemos de ellos, en cambio, el que tiene mentalidad política, lo que le choca es que haya pobres simplemente. ¿Ven como Dios se revela políticamente a través de Las Bienaventuranzas? Dios juzgará después al hombre, pero primero lo humanizará. Le exigirá al pobre que ame a su prójimo, pero antes hará de él un ser humano. Esto es lo propio del político, que cuando hace un proyecto de sociedad, no piensa primero en juzgar a la gente para ver si es digna de entrar o no, piensa simplemente que una situación de estructura injusta hay que cambiarla y no importa que con esto se favorezca a un pobre que es criminal. Lo importante es que se favorece una estructura de justicia mayor. Por eso le es difícil entender el evangelio a quien no tiene una mentalidad política, porque le choca, entonces vienen las disquisiciones infinitas que han llenado millones de páginas de libros para ver quiénes son los pobres de espíritu. ¿Será que una persona con 50 U.R. está en la categoría de pobre o no? Y una persona que tiene un millón de dólares pero que da cien mil para obras benéficas, ¿no será "pobre de espíritu"?. Son típicas disquisiciones moralistas. No porque el evangelio sea político deja de ser religioso, pero mostrado en clave política, es decir, en una clave inteligible inmediatamente para alguien que mira políticamente una sociedad. Es importante esta concepción que además tiene relación con cosas que aparecen en el Evangelio y de que muchas veces no nos damos cuenta. ¿Quién es Satanás en el Evangelio?

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En general, cuando nosotros hablamos del demonio lo interpretamos, también en términos moralistas. Satanás es alguien que nos tienta para que quebrantemos una ley. El Satanás del Evangelio no tiene nada que ver con eso, hay que interpretarlo políticamente. En Mc. capítulo 5 aparece la curación de un endemoniado. Es un pasaje raro que parece mito o leyenda, pero dentro del cual hay un simbolismo muy importante. "Y llegaron al otro lado del mar" a tierra de paganos, del otro lado del mar de Galilea, "a la región de los gerasenos. Apenas salió de la barca vino a su encuentro un hombre con espíritu inmundo", es decir, un poseído por los demonios, "que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerlo atado ni siquiera con cadenas, porque muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas pero él los hacía pedazos y nadie podía dominarlo. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él y gritó con gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, hijo del Dios altísimo?" Hijo de Dios es una proclamación mesiánica. "Te conjuro por Dios que no me atormentes. Es que Jesús le había dicho:Eespíritu inmundo, sal de este hombre. Y entonces Jesús le pregunta: ¿Cuál es tu nombre? Le contesta: Mi nombre es legión porque somos muchos" Según algunos esto es un error, debió decir: "Mi nombre es legionario porque somos muchos de la misma categoría" pero el caso es lo mismo fuera un demonio o muchos. "Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región". Es interesante que el demonio, el que se rebela contra Dios, Lucifer, parece que es una especie de animal con un gran apego a la querencia. Además es un diablo piadoso, porque se postró delante de Jesús. "Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte le suplicaron: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos; Jesús se lo permitió''. Y todavía le hacen una mala jugada "Los espíritus inmundos salieron del hombre y entraron en los puercos. La piara, unos dos mil, se arrojó desde lo alto del precipicio, se fueron ahogando en el mar. Entonces los que cuidaban a los chanchos huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas y salió la gente a ver que era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado (fíjense la descripción, es interesante) al que había tenido la legión dentro, sentado, vestido y en su sano juicio y se llenaron de temor". "Entonces Jesús sube a la barca y el que había estado endemoniado le pedía quedarse con él pero Jesús no se lo concedió sino que le dijo: Vete a tu casa donde los tuyos y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo, que ha tenido compasión de ti". Si uno hace una comparación del antes y del después (como esas propagandas, antes y después de usar las píldoras para adelgazar) ¿qué es lo que vemos? El endemoniado no es un tipo luciferino que quebranta la ley, no. Es un ser infrahumano, marginado de la sociedad. Es interesante también la falta de lenguaje. Y vean cómo ha cambiado: habla con los demás, puede dialogar con sus semejantes, sentarse con ellos. Antes era como un animal con un movimiento incesante e inútil, ahora está en su sano juicio pidiendo una ocupación, el llenar una vocación. Prescindiendo del aspecto legendario de la narración es interesante el simbolismo que hay: el Satanás que Jesús ataca no es el moralista que nosotros pensamos sino es el que margina de la sociedad, el que deshumaniza, vuelve al hombre un animal sin lenguaje, sin sociedad, sin trabajo, sin vocación, sin nada de las cosas que un hombre, debe tener en una estructura social. El simbolismo que corresponde al Reino de Dios es el opuesto precisamente al reino de Satanás. Donde el hombre se humaniza, el Reino de Dios viene, y esa humanización del hombre está pintada en términos socio-políticos. ------------------------------ Ese interés que provocó Jesús ¿no estaría relacionado además con los milagros que realizó? Nosotros llamamos milagro a una cosa que nadie puede hacer si no tiene un poder sobrenatural, que excede las fuerzas humanas. Milagro signo. 18

En primer lugar, Jesús no los llamaba milagros sino signos o poderes, que usaba para confirmar la venida del Reino para los pobres, para mostrar que ya empezó a actuar el proyecto de Dios con poder. No para que digan que Él es Dios. Y sus milagros no son indistintos, para cualquier necesidad, sino que están hechos en el mismo sentido de su proyecto: volver a dar al hombre sus capacidades humanas. Por ej. los endemoniados que eran personas que sufrían enfermedades típicamente deshumanizadoras, como la falta de alguno de los sentidos. Los milagros de Jesús eran fuerzas del Reino para confirmar la predicación de su mensaje. Secreto mesiánico En segundo lugar, el otro dato que es interesante tener en cuenta es lo que Marcos ha llamado "el secreto mesiánico". Jesús prohíbe que lo llamen Mesías y no quiere ser tomado por un milagrero. Cuando hace un milagro pide que no lo cuenten pero muchas veces no le hacen caso o era imposible que no se comunicara. Él no quiere que saquen la conclusión de que es el Mesías. Jesús quiere que la gente reflexione y continuamente está tratando de rescatar el sentido de su mensaje del peligro de sus milagros, que la gente lo busque para solucionar problemas inmediatos. ¿Milagro? En tercer lugar, debemos tener en cuenta que en una sociedad que admitía que cualquier cosa era milagro no podemos saber si Jesús realmente los hizo o no. Nosotros vivimos en una sociedad mucho más científica y para admitir un milagro en Lourdes hay una oficina especial. Además lo que con la ciencia de hoy puede parecer un milagro, mañana puede no ser declarado tal. Creo que no vale la pena discutir si fue parasicología lo que hizo en tal ocasión o qué fue, sino que debemos entender que los milagros encajan perfectamente bien en el mensaje de Jesús, sobre todo cuando tenemos en cuenta que son la fuerza del Reino ya presente. ¿Cristo tuvo un apoyo que le hizo pensar que las cosas iban a ser distintas? ¿Pensó que iba a tener éxito? El evangelio de Lucas dice que "Jesús iba creciendo en sabiduría". Como cualquier hombre iba entendiendo más las cosas. Tiene 30 años de reflexiones sobre los cuales no sabemos prácticamente nada. Cuando aparece nos encontramos con una doctrina ya bastante armada que no sabemos cómo se fue formando. ¿Hubo variaciones en la conciencia de Jesús durante el trecho que nosotros tenemos en los evangelios? Probablemente. Muchos exégetas distinguen dos períodos en la vida de Jesús: el de Galilea y el de Jerusalén. En el período de Galilea Jesús cree que va a tener éxito y se encuentra con que el pueblo finalmente no lo sigue y termina con lo que llaman "la crisis de Galilea" en que solo lo reconocen como mesías sus discípulos. Los demás, desalentados porque lo quieren hacer rey y Él no quiere, como que le pierden la confianza y le mantienen sólo una simpatía lejana, no se juegan por Él. Después de "la crisis de Galilea", cuando empieza a subir a Jerusalén, vienen las predicciones de que allí va a tener que sufrir. Algunos interpretan eso como un paso en la conciencia de Jesús que se da cuenta que se va a estrellar sin poder aparente contra las autoridades. Allí sí tienen todo para deshacerlo y ya no va a contar con el apoyo con que pretendía contar en Galilea. De todas maneras sabernos muy poco sobre el desarrollo interno de Jesús, tenemos que contentarnos con los datos que tenemos que dicen que desde el comienzo Él habla de la venida del Reino y cómo la prepara. (No sabemos tampoco cuánto duró su ministerio, si un año o tres). Hay quienes ven cierta progresión en la conciencia de Jesús en estas dos etapas, de todos modos nosotros tomamos como un todo su predicación sin separarlas. Verdadero Dios - Verdadero Hombre. Cuando decimos verdadero hombre queremos decir que aunque es verdadero Dios, las dos naturalezas no se comunican, no so confunden nunca. (El 19

dogma de la Iglesia lo dice así), Dios no le pasa al Hombre su conocimiento en una especie de ósmosis, Jesús es verdadero hombre, con sus incertidumbres, y planteos, y precisamente porque es un hombre que da todo lo que tiene es Dios, Dios es eso en el hombre: el que el hombre dé absolutamente todo lo que tiene a los demás. Eso es Dios y Dios no puede hacer más que eso. Limitaciones de Jesús. No hay que suponer que Jesús no tuvo limitaciones Por ejemplo, hablamos del universalismo de Jesús. El universalismo de Jesús es virtual, Él habla a Israel, les dice a sus discípulos que prediquen la Buena Noticia en Israel, que no vayan a las ciudades de los paganos. Jesús además es profundamente judío, hasta el punto que la vez que le pide un milagro la mujer sirio-fenicia le dice: "No está bien tomar el pan de los hijos y dárselo a los perros". (Tengo mis dudas de que ésa sea una buena manera de tratar a una persona…) El pan de los hijos lógicamente es lo que Dios ha mandado a los judíos, es Jesús. Y ésa era la manera normal para un judío de tratar a los paganos. También, hasta cierto punto, Jesús fue un profeta engañado, en el sentido de que pensó que Dios iba a intervenir antes de su muerte para implantar completamente el Reino y se encuentra con una muerte donde los adversarios del Reino parecen ganar. Y en la cruz, Jesús no veía más que lo que puede ver un hombre: un fracaso y un dolor inmenso. Yo creo que es importante eso. -------------------------------------II CONTROVERSIAS DE JESÚS. Las grandes controversias que tiene Jesús con los fariseos se originan porque ellos se niegan a tener fe en Él. Para creerle tienen que saber que Dios lo manda. Y la respuesta fundamental de Jesús es: el único criterio que ustedes tienen para reconocerme a mí son los valores que Yo practico. Si ustedes están de acuerdo con esos valores, ustedes tienen mí fe y me van a reconocer. De lo contrario, es inútil que busquen criterios en Dios para ver si hablo en su nombre. 1) En el Capítulo 2, versículo 23 de Marcos tenemos la primera controversia: sobre el sábado. "Un sábado cruzaba Jesús por los sembrados y sus discípulos al pasar se pusieron a arrancar espigas. Decíanle los fariseos: Mira como hacen en sábado lo que no está permitido". Están buscando desacreditar a Jesús por eso. "Jesús les dice: ¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad y él y los que le acompañaban sintieron hambre? Como entró en la casa de Dios (es decir, en el templo) en tiempos del sumo sacerdote Abiatar y comió los panes de la proposición que solo a los sacerdotes es lícito comer?". Es como si hoy alguien que tiene hambre va al sagrario y se come las hostias consagradas. La cosa es tan grave como eso. "Y les dijo: El sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado, de manera que el Hijo del Hombre (Yo mismo) es también señor del sábado", Es decir: no soy el dueño del sábado porque soy el Mesías, sino porque el sábado está hecho para el hombre y yo, hombre, tengo derecho a usarlo. Esta controversia supone una cosa muy importante: no puedo ir a la Biblia para saber qué se puede hacer en sábado, sino que tengo que saber ya qué es lo mejor para el hombre y estar de acuerdo con ello. Aquí hay una cosa inconcebible para los adversarios de Jesús: primero tienen que estar de acuerdo con lo que humaniza para poder leer la palabra de Dios. Primero tienen que estar de acuerdo con mi intención humanizadora y luego preguntarle a la Biblia si yo estoy hablando en nombre de Dios. ¿Están de acuerdo conmigo en humanizar al hombre? Entonces van a reconocer el Reino de Dios que viene; si no, es inútil que vayan a la Biblia. Jesús no da argumentos de arriba, sino que pide al hombre arriesgarse primero por su hermano, es decir, invierte los criterios.

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Y entonces, fíjense lo que viene enseguida: "Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano paralizada, estaban al acecho a ver si lo curaba en sábado para poder acusarlo. Entonces Jesús dice al hombre que tenia la mano paralizada: Levántate ahí en medio. Y les pregunta: ¿Es lícito el sábado hacer el bien en vez del mal? ¿Salvar una vida en vez de destruirla? Pero ellos callaron. Entonces, mirándolos con ira, dolorido por la dureza de su corazón le dice al hombre: Tiende la mano. Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos se confabularon con los herodianos contra Él para ver cómo eliminarlo". ¿Qué es lo que pasa aquí? Otra vez estaban mirándolo para ver si curaba a un hombre en sábado y Jesús entonces les plantea una pregunta, pero fíjense la trampa que hay en ella. Lo que los doctores de la ley podían contestar es lo que contesta cualquier cura también: ¿Se puede hacer esto en domingo o no? ¿Se puede trabajar así o no? Pero Jesús les pregunta: ¿Se puede hacer el bien el sábado o no? Ellos no lo saben porque tienen respuesta de todas las cosas que se pueden o no hacer, caiga quien caiga. Es una ley que no está hecha para el hombre sino que está hecha independientemente de él. Ellos no pueden responder porque han ido a leer la Biblia sin ningún compromiso previo con la humanización del hombre. Hacer el bien supone que uno ya sabe lo que es bueno, que uno ya tiene una intención humanizadora, qué es lo que le sirve al hombre, y el sábado no puede estar en contra de eso. La trampa de la pregunta es que el criterio tiene que estar ya antes. 2) La segunda controversia la tienen en el Capítulo 7 de Marcos. Sobre la moral. Los discípulos comen sin lavarse las manos y los doctores de la ley dicen que eso no está permitido, Jesús les retruca que ellos usan de las tradiciones en contra de los mandamientos de Dios y da varios ejemplos. Si alguien dice: "Yo mi dinero lo doy a la parroquia San Juan Bautista" y tiene padres que están en necesidad, según las ideas morales de los doctores de la ley, esta persona ya no tiene ninguna obligación para con sus padres. Sin embargo la obligación con la parroquia no está en ninguno de los mandamientos y ayudar al padre y a la madre, sí. Han utilizado una tradición contra lo que Dios quiere. Pero la polémica sigue y resulta que al final Jesús viene a decir que ni siquiera los mandamientos de Dios, tal como están en la Biblia, son lo que hace puro o impuro a un hombre. "No lo que entra por la boca sino lo que sale del corazón es lo que hace puro o impuro al hombre". Fíjense que es una parábola, una comparación, la boca es un recipiente en donde se ponen alimentos, el corazón es la fuente de donde salen las cosas. Los discípulos, que están acostumbrados a la moral de los doctores de la ley, no entienden bien y después en privado le hacen preguntas sobre esto. Y Jesús les da una explicación: "¿Tampoco ustedes entienden que todo lo que de afuera entre en el hombre no puede hacerlo impuro porque no entra en su corazón sino en el vientre y va a parar al excusado? Y aquí pone Marcos un paréntesis muy interesante: "Así declaraba puros todos los alimentos” contra una ley que era parte de la ley de Dios, que tiene relación con el primer mandamiento de no adorar a otros dioses. (Los animales considerados impuros eran los que servían para la adoración de otros dioses). Luego sigue: "Y Jesús añadía: lo que sale del hombre, eso es lo que hace impuro o inmoral al hombre, porque de dentro del corazón del hombre salen las intenciones malas, fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraudes, libertinaje, envidias, injurias, insolencias, insensatez. Todas esas perversidades salen de dentro y hacen impuro al hombre". Jesús aquí les dice prácticamente da lo mismo que con respecto al sábado: lo importante, lo decisivo para el hombre es lo que sale de su corazón, o sea los proyectos buenos o malos. La ley de Dios es exterior al hombre, viene de afuera y eso no es lo que hace puro o impuro al hombre. Marcos no entendió la parábola, la tomó al pie de la letra, Jesús no se refería a los alimentos: boca, en el sentido de lo que el hombre recibe ya hecho, ¿ven? Los mandamientos. Es decir, no hay 21

cosas que sean impuras, todo el universo puede ser utilizado por el hombre, el problema es qué proyecto tiene, si es amar o si es egoísmo. Entonces, cuando se discute por ejemplo que hay métodos de control de natalidad que son naturales, son lícitos... Discúlpenme, ¿para qué los va a utilizar? ¿Con qué proyecto? Eso es lo que Jesús dice; hay que tener suficiente coraje como para decir: Yo quiero a mi prójimo y voy a ver qué es lo conveniente, y ustedes no pueden controlar mi moralidad con un libro. Tienen que ver mi proyecto, el Reino. La única forma de juzgarme es por el proyecto que sale de mi corazón que es precisamente la felicidad de los pobres, los marginados, los que tienen hambre, etc., antes de ir a la Biblia. En la Biblia dice: no mates, pero también dice que hay que matar a todo el que hace esto o aquello y personas que han matado (Moisés por ejemplo) son tenidos como héroes. No se puede tomar como un absoluto lo que dice la Biblia sino ver en dónde hay que poner el acento. Es decir, Jesús en las controversias, siempre trata a los doctores de la ley de cobardes, porque no se atreven a presentarse ante Dios con coraje, quieren primero leer lo que Dios dice y aunque sea la cosa más horrenda hacerla porque "Dios lo dice", entonces "yo estoy bien con Dios". Ellos se sienten seguros cuando cumplen una letra y lo que Jesús les dice es: hay que largarse a proyectos de amor, de ayuda a los demás, etc. 3) La tercera controversia está en Mc. 8, 11-13. La señal del cielo. "Se presentaron los fariseos y comenzaron a discutir con Él pidiéndole una señal del cielo..." Siempre lo mismo, antes de estar de acuerdo o en desacuerde con el proyecto de Jesús, quieren saber si pueden o no tener fe en Él. Entonces le piden una señal del cielo, un milagro que sea verdaderamente imposible de hacer con la fuerza de la tierra. "Y entonces Jesús, dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser (como diciendo: ya no hay nada que hacer con esta gente, me doy contra la pared) les dice: ¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro, no se dará a esta generación ninguna señal" (la señal es Él). En Lucas 11, 14 aparece que Jesús estaba expulsando un demonio cuando le preguntan eso: "Cuando salió el demonio rompió a hablar el mudo y las gentes se admiraron". La preocupación de los doctores es inmediatamente si lo hace porque tiene la fuerza de Dios o porque tiene la fuerza del demonio. No les basta la curación para saber si tienen que tener fe en Jesús o no. Otra vez el mismo problema. "Pero algunos de ellos dijeron: Por Belcebú, príncipe de los demonios, expulsa los demonios. Otros para ponerlo a prueba le pedían una señal del cielo". Fíjense en el contexto es bastante interesante (como lo pone Lucas) porque fue en medio de un milagro donde Él curó a una persona que no era hombre, porque le faltaba la palabra, lo humanizó, y allí unos dijeron: esto es ambiguo, puede ser de Satanás. Y otros para salir de dudas sobre si hay que tener fe en Jesús o no, piden que haga una señal del cielo, una de esas cosas que no se pueden negar que vienen de Dios, porque entonces, al venir de Dios, cualquier cosa que Él diga estará bien. Y Jesús contesta a las dos cosas: - A la cuestión de que sea por el demonio: "Y conociendo su pensamiento les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo queda desolado y cae casa sobre casa, si por lo tanto, también Satanás está dividido contra sí mismo porque está expulsando a los demonios que ha metido (o sea, está haciendo cosas contra su propio poder) ¿Cómo va a subsistir su reino? Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios". La lógica de Jesús es: la pregunta es tonta, porque donde quiera que un hombre es humanizado, gana siempre Dios, ya sea enredándolo a Satanás o directamente, Dios está actuando. Ésta es la revelación que hace Jesús de Dios. La pregunta está hecha por gente que no se ha comprometido con la humanización y preguntan: ¿Viene de Dios o del diablo? Como si el diablo, pudiera humanizar o Dios deshumanizar. ¿Ven? primero hay que tener el compromiso con el hombre y entonces, después se entiende cuándo está presente Dios. 22

El pecado contra el Espíritu Santo. Inmediatamente después en Mateo (12,31) continúa diciendo: "Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada". En Marcos 3,29 explica esto: "El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca. Es que decían que Jesús estaba poseído por un espíritu inmundo". En Mateo Jesús distingue dos blasfemias: contra el Hijo del Hombre y contra el Espíritu Santo, que en la Biblia es el que hace las obras de Dios, es la fuerza con que Dios actúa. Los hombres se pueden equivocar sobre Jesús, pueden no tener fe en Él, eso no es lo importante, lo que es imperdonable, si el hombre realmente no se convierte, es ir contra Dios. Y contra Dios se va precisamente tomándolo como excusa para dejar al hombre en su deshumanización, como quieren hacer por ejemplo los que impiden que Jesús cure al hombre de la mano seca en sábado o los que dicen que es en virtud del diablo que Dios está curando al mudo. Usar a Dios para deshumanizar, ésa es la blasfemia contra el Espíritu Santo. Después Lucas (11,21) trae la siguiente parábola: ''Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su casa, todas sus cosas están seguras, pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quita la armadura en que confiaba y distribuye todo lo que tenía". Fíjense que Satanás es el que deshumaniza al hombre y le arrebata su humanidad. Jesús es el poder de Dios, más fuerte que el de Satanás, que devuelve al hombre lo que se le había quitado, por ejemplo: el habla. Vean como todo está ligado en el Evangelio... Entonces, la pregunta de esta última controversia es: ¿Cuándo Dios está presente? Y la respuesta de Jesús es: Si Satanás lo hace, se destruye a sí mismo; con la humanización del hombre Dios gana siempre. Los que estén de acuerdo con la humanización del hombre tienen que ver que Dios está actuando aquí, y quien usa a Dios para negar la humanización del hombre, comete el pecado imperdonable, es decir, la blasfemia contra el Espíritu Santo. Señales de la Tierra. En Lucas 11 Jesús dice: "Esta generación es una generación malvada, busca una señal y no se le dará otra señal que la de Jonás". Después habla de la señal de la reina del Sur, la reina de Saba, que fue a oír la sabiduría de Salomón. Lo interesante es que son dos señales que conciernen a los paganos. "Porque así como Jonás fue señal para los habitantes de Nínive, así lo será el Hijo del Hombre para esta generación". En el libro de Jonás ustedes encontrarán que estuvo tres días en el vientre de una ballena que después lo dejó en la costa. Todo el mundo sabe el milagro aquel. Pero esa no es precisamente "la señal de Jonás". Dios le dio a Jonás la misión de ir a Nínive, que quedaba al este de Palestina, a predicar que si no se convertían Dios iba a destruir la ciudad en 40 días. A Jonás no le gusta nada la misión que la dan, sube a un barco y se va para al Oeste. Ahí aparece la ballena que lo devuelve a la costa. Esto no lo ven los ninivitas que están a cientos de quilómetros. Al final del capítulo 3, Jonás, cansado de luchar contra Dios va a Nínive, que es una ciudad enorme y predica su mensaje. Los ninivitas que son paganos y no creen en Yavé, reflexionan: ¿Qué garantías tienen de que sea cierta la profecía de Jonás? Se dan cuenta que su conducta es como para que Dios destruya la ciudad y resuelven cambiar. (Tienen una cierta sensibilidad histórica). Entonces, Dios suspende el castigo. Y Jesús dice: "Los ninivitas serán tratados mejor que esta generación de judíos piadosos ante el juicio de Dios porque ellos vieron la señal de Jonás y creyeron en ella". ¿Cuál es la señal de Jonás? Jonás da un camino de humanización y las personas que tienen sensibilidad para percibir que están haciendo cosas inhumanas, que tienen que cambiar, con las palabras de Jonás se dan cuenta que se los está llamando a una cosa mucho más humana que tiene que ser de Dios. Fíjense que Jesús les dice a los judíos: ¿Ustedes piden una señal del cielo? No se las voy a dar, ustedes van a tener la misma señal que los ninivitas tuvieron en Jonás. Si ustedes tuvieran la misma sensibilidad que ellos, reconocerían aún en un pagano (para los ninivitas Jonás lo era porque no venía de parte de su Dios) el proyecto que quiero hacer. Ustedes tienen todos los elementos para hacerlo. Yo estoy en medio de ustedes y ustedes no reconocen ese proyecto. 23

¿Ven? otra vez: ¿Cómo hacer para reconocer la presencia de Dios? Exactamente como los ninivitas, viendo lo que es más humano. La reina de Saba era también una reina pagana. Le dijeron que Salomón tenía una gran sabiduría y se vino desde su reino a preguntarle a Salomón, a adquirir esa sabiduría. Salomón fue para ella una señal de humanización. Son señales no milagrosas, no el poder sino lo que humaniza. Señales en la historia, que no salen de ella. Eso es lo que da Jesús y sólo las personas que tienen sensibilidad histórica y un proyecto lo reconocen. En el capítulo 12 de Lucas, versículo 54, Jesús continúa este tema diciéndoles: "Cuando ustedes ven una nube que se levanta en el occidente al momento dicen: va a llover y así sucede. Y cuando sopla el viento sur dicen: viene calor y así sucede, hipócritas, saben explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran por lo tanto este tiempo?". Es decir: "las señales de los tiempos" (como dice Mateo). Dios no dio señales del cielo, dio señales de los tiempos, o sea señales históricas. Sólo los que tenían el mismo proyecto de Jesús, es decir, su misma fe, al ver esas señales las percibieron y tuvieron fe en Él. Conclusión de las controversias. En todas estas controversias entonces, aparece un mismo tema: ¿Dónde está presente Dios? ¿Cómo reconozco yo a alguien para tener fe en él? ¿Cómo reconozco yo a alguien como presencia de Dios? ¿Quiénes reconocieron a Jesús como presencia de Dios? No precisamente aquellos que estaban consultando a Dios todo el día sin consultar al hombre y a la historia. Aquellos que tenían un proyecto humanizador son los que dicen: Aquí está Dios. Nosotros, los cristianos de hoy, somos exactamente igual que los doctores de la ley, buscamos señales del cielo. Así, vamos con la fórmula del Credo al presidente de la Junta del Salvador, Napoleón Duarte, y le preguntarnos: ¿Usted cree en esta fórmula? Él dice: Sí señor, soy demócrata cristiano, por supuesto que creo en esa fórmula. Después vamos a Fidel Castro y le preguntamos lo mismo y él nos dice: No señor, yo soy ateo, no croo en nada de eso. Entonces decimos: Dios está con la Junta del Salvador. Nosotros mismos para orientarnos estamos pidiendo señales del cielo, no somos capaces de decir: ¿Qué es humanizador? ¿Dónde está lo más humanizador? No estoy diciendo que Fidel Castro lo sea o no, estoy criticando la manera con que nosotros nos planteamos el problema. Buscamos una señal del cielo que nos diga que una persona tiene relación con Dios, independientemente del proyecto que tiene. Y Jesús nos dice que estamos mucho más cerca de un ateo o de un pagano que se preocupe por el hombre que de un cristiano que no lo hace. Y ese problema viene precisamente de que buscamos la fe en Jesús en lugar de buscar la fe de Jesús Puede tener fe en Jesús gente que está precisamente blasfemando contra el Espíritu Santo, como en el tiempo de Jesús, tenían fe en Yavé y blasfemaban contra Él porque no tenían la fe de Jesús, es decir, no comprendían lo que Yavé quería hacer. Por eso dejaron pasar nada menos que a Jesús sin reconocerlo como presencia, como voz y como proyecto de Dios. Lo mismo nos pasa un poco a nosotros, y ahí el peligro entonces de una fe sin Jesús que lleve a analizar la historia de la manera como lo hicieren precisamente los adversarios de Jesús III PARÁBOLAS. INTRODUCCIÓN: En el resumen de la predicación de Jesús, vimos que hablaba siempre de "la Buena Noticia del Reino para los pobres" entendiendo por ''pobres" no solamente a aquellos a quienes les faltaba dinero sino a aquellos que los faltaba salud, y los que estaban bajo un poder que en aquel entonces se pensaba que era demoníaco, que les sacaba algo que era humano. Por otra parte, cuando Jesús mismo se compara con Juan el Bautista y dice que Juan era austero, serio, que ni comía ni bebía, "En cambio el Hijo del Hombre que come y bebe, ustedes le dicen que es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y de pecadores". Aquí hay algo raro... ¿Por qué dice: "amigo de publícanos y de pecadores”?, si lo fundamental del mensaje era: felices los pobres… etc. etc. Bueno, Jesús está citando lo que dicen de Él sus enemigos, y a ellos no les gusta decir que 24

es amigo de los pobres o de los enfermos, porque eso es un título de honra, es declararlo una persona macanuda... Como cuando decimos que Maciel era "el padre de los pobres" (aunque parece que vivía del comercio de esclavos...). El hecho de que Jesús no sea llamado amigo de los pobres y de los enfermos es lo que uno diría: un arma ideológica, así como de cualquiera que tiene una opinión de justicia social inmediatamente dicen: Es un comunista (lo sea o no), es decir, es una manera de desacreditar su acción porque si dijeran: "Es un amigo de la justicia social", quedarían mal los que se oponen. Es una trampa ideológica para encubrir y justificar la crítica que se le hace a Jesús. Vamos a ir viendo precisamente que en Israel, los pobres, así como aquellos que les faltaban sentidos, etc., eran tenidos por pecadores, que es la forma en que una sociedad se defiende de tenerlos. Normalmente, los vagos en la universidad son los más pobres, son los que tienen que trabajar, los que no pueden rendir como los que tienen una familia rica que les da las veinticuatro horas para estudiar. O sea que podríamos decir que en la universidad hay vagos en la medida en que hay pobres. Lo mismo con los obreros, uno quiere un carpintero y no lo encuentra, o vienen un día y no más. Y hay quien dice: “Después se queja la gente de que no hay trabajo, el obrero no trabaja, el pobre es un haragán..." Es más fácil decir: Estoy en contra de los haraganes, que decir: Estoy en contra de los pobres. Eso mismo es lo que sucedía en Israel. Ustedes saben que Jesús hablaba arameo y que los evangelios están escritos en griego. Se cree que la palabra original que Él empleó es "amarets" (pueblo de la tierra) que era un término arameo usado para referirse a la plebe o a la masa. En San Juan hay un momento en que los fariseos dicen: "Esa plebe maldita que no conoce la ley", es decir, los pobres no conocían la ley como la conocían los ricos y los instruidos (que eran los mismos). Entonces, lógicamente los pobres, a causa del no conocimiento de todos los preceptos de la ley estaban continuamente faltando a ella. Esto aparece continuamente en el Evangelio, por ejemplo cuando los discípulos de Jesús, que son pobres, que se ganaban el sustento pescando, recogen espigas en día sábado o comen sin lavarse las manos, ambas cosas consideradas pecado por los expertos de la ley. La manera ideológica de explicar la pobreza en Israel era llamarlos pecadores, es decir, tienen la suerte que les corresponde. Los publicamos que manejaban el impuesto de los romanos y por lo tanto se contaminaban con dinero extranjero, eran también una especie reconocida de pecadores. Entonces publicanos y pecadores es lo mismo que pobres, son los marginados, los impuros, y la sociedad oculta la opresión que hay y la justifica llamándolos pecadores. Es un arma ideológica que tienen las autoridades de Israel y que entra de tal manera en la mente de los pobres que no se rebelan por su suerte porque creen que es la que les corresponde. Acuérdense de la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo está en el templo de pie, dando gracias a Dios porque no es como los demás hombres, como ese publicano que está ahí atrás. El publicano está de rodillas, no se atreve a levantar los ojos al cielo, se da golpes en el pecho y dice: "Perdóname Señor, porque soy un pecador". Él mismo se dice pecador. Tenemos así una nueva versión de Las Bienaventuranzas que no creemos ciertamente (la de los pobres, medio arreglándolo, puede pasar), que es cuando Jesús dice a los fariseos que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el Reino de los Cielos. Fíjense que es prácticamente lo mismo, viene a decirles: Felices los publícanos y las prostitutas porque entrarán antes que ustedes, doctores de la ley, en el reino de los cielos. Y los doctores de la ley son ahora en el cristianismo todas las autoridades eclesiásticas: sacerdotes, etc. Bueno, creo que yo nunca me convencí mucho de que el día que llegue al cielo vayan delante mío los publícanos y las prostitutas, me cuesta creerlo... Y sin embargo es la misma bienaventuranza, sólo que traducida al lenguaje de los adversarios. El publicano se vende al romano para cobrar tributo porque es pobre, la prostituta se vende porque es pobre. Son dos pecados de la pobreza. Y cuando Jesús dice: "Entrarán antes que ustedes en el Reino de los Cielos", según algunos exégetas, no significa que primero van a ir los publícanos y las prostitutas, y después en segunda fila los doctores de la ley, no, dice "antes" en el mismo sentido que "Antes pasarán el cielo y la 25

tierra..." es decir, como en el castellano clásico, "antes" significa: no pasará. Es decir, les dice: ustedes se van a quedar fuera. PARÁBOLAS: POLÉMICAS - MORALIZADORAS. Los evangelios están escritos después de la ruina de Jerusalén, cuando ya ha sido destruido el templo, el sacerdocio, los doctores de la ley, etc. Entonces, las parábolas de Jesús, dirigidas contra los adversarios, con clara intención polémica para defender a los pobres y quitarles la etiqueta ideológica de que son pecadores pierden su sentido y se vuelven moralistas. Ustedes saben que los sacerdotes tienen que predicar, un día les toca una parábola, tienen que leerla, y sacarle una consecuencia moral. Entonces, desde el principio, como hay parábolas en las que costaba sacar una conclusión moral, se la añadieron. Voy a dar dos ejemplos: - La parábola de los obreros de la viña. Los obreros llegan a distinta hora a trabajar, unos desde 1a aurora, otros desde el mediodía y otros una hora sólo. Entonces, llega el dueño de la viña y le dice al mayordomo que empiece a pagar primero por los que llegaron últimos y luego a los que llegaron primero. Y que les pague un denario, que era lo convenido con los obreros de la primera hora. Los que trabajaron una hora reciben un denario, los otros también, y cuando les toca a los que trabajaron desde la aurora, piensan que les van a dar mucho más porque trabajaron más y reciben un denario. Entonces se quejan y el dueño les dice: "¿Por qué te molesta que yo sea generoso?" Si yo quiero hacerles un regalo a éstos que trabajaron una sola hora, por qué les molesta a ustedes, si yo les di lo que habíamos convenido? (Hay que tener presente que el salario que se da era el mínimo vital para un día, de haberles dado menos no hubieran podido comer ellos y su familia). Mateo, que tiene la parábola en el capítulo 20, termina diciendo: "¿Es que yo no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O vas a ver tú con malos ojos el que Yo sea bueno? La moraleja es: "¿Vas a ver tú con malos ojos el que Yo sea bueno?". Este es el final polémico de la parábola. Los fariseos se escandalizaron por la predilección de Jesús por los pecadores, por la facilidad con que les perdonaba y por la dureza de Jesús con los que habían trabajado desde el principio por guardar la ley hasta el último detalle, es decir: los doctores de la ley. Es una parábola evidentemente polémica. Pero Mateo, que escribe cuando ya no existen los adversarios de Jesús, intenta sacarle una conclusión moral y ensaya dos: una dice: "Porque muchos son los llamados pero pocos los elegidos". Este es un dicho de Jesús a propósito de otra cosa, el evangelista lo trae aquí porque todos serían los llamados y ésos de la última hora, los que recibieron un mayor regalo, serían los elegidos, aunque a todos se les dio lo mismo. Uno ve inmediatamente que esa no es la moraleja, es la humanización de Dios: a todos darles las mismas posibilidades. En la Iglesia se usa para decir: miren la cantidad de gente que Dios ha llamado y sin embargo se ha quedado con un grupo pequeño que somos nosotros, los cristianos. Se le da una moraleja que no tiene nada que ver con la parábola pero que en la predicación sirve. Por las dudas Mateo añade otra y dice: "Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos". En la parábola el dueño dice al mayordomo: empieza a pagar, por los últimos hasta llegar a los primeros, entonces, Jesús ha dicho en otra ocasión que es buena la humildad y mala la soberbia, que los que ocupen los primeros puestos van o ocupar los últimos... Fíjense que esto no tiene nada que ver con la parábola, que el hecho de empezar a pagar por los últimos es un artificio literario simplemente porque la parábola quiere que los de la primera hora protesten y para eso tienen que saber qué les han pagado a los de última hora, porque justamente contra los que protestaban es la parábola. Pero la comunidad cristiana que no sabía qué hacer con la parábola para predicar alguna virtud, tomó por los pelos una cosita que había en la parábola y lo puso como moraleja. Esto se lo digo para que vean como en el momento de escribir los evangelios las parábolas habían sido cambiadas porque no estaban en el mismo contexto. 26

La otra parábola le tenemos en Mateo 24, 43 - 44 y es la del ladrón nocturno. Ahí la moraleja viene al principio de la parábola: "Velad pues porque no sabéis que día vendrá Nuestro Señor", es decir, que nadie esté seguro de poseer cosas porque Jesús vendrá con el Reino el día menos pensado. Y entonces viene la parábola: "Entendedlo bien, si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón estaría en vela y no dejaría que le perforasen su casa". Es decir, pondría el despertador y a esa hora saldría con un trabuco... Ahora, fíjense que dice: "A la hora menos pensada va a venir el Hijo del Hombre", eso significa que siempre va a sorprender, de modo que es inútil velar, así que esto no tiene lógica. La parábola se usa para una intención piadosa: nunca sabe nadie cuándo va a venir el día de la muerte, entonces hay que estar siempre velando para que nos encuentre preparados. Ésa es la moraleja. En cambio la parábola era polémica: ustedes están muy seguros que el reino no va a venir; precisamente cuando estén más seguros el Reino va a venir y les va a sacar todo lo que tienen, aunque estén velando noche y día siempre habrá un descuido. Más de la mitad de las parábolas que Jesús dijo son claramente de polémica contra sus adversarios. Las vamos a dividir en cuatro grupos y vamos a hacer una breve síntesis de ellas. PRIMER GRUPO: Los insensibles a la llegada del Reino. Estas parábolas son:



El rico insensato (Lc .12,16)



El administrador infiel (Lc 16,1)



El ladrón nocturno (Mt 24,43)



El mayordomo (Mt 24,45)



El portero (Mc 13,33)



Las 10 vírgenes (Mt 25, 1)

Vamos a ver algunas nada más.

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La parábola del rico insensato.

Cuenta que un hombre rico, después de haber tenido una buena cosecha, ve que los graneros que tiene son todavía pocos, entonces construye otros nuevos, pone toda su cosecha ahí y dice: Bueno, se acabó el trabajo, ya con esto que tengo almacenado me alcanza para todo el resto de mi vida, de modo que ahora a festejar, banquetear, pasarla bien, etc. Y la muerte viene ese mismo día para él. La muerte sirve como comparación en la parábola; así como fue tonto el que acumuló riquezas que ese mismo día iba o perder, así el reino va a demostrar quiénes son los zonzos en Israel. El Reino que va a venir le va a sacar a los que tienen poder, dinero, privilegios, etc., para dárselo a los pobres. Es una parábola polémica contra la falsa seguridad del que ha acumulado.

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Otra parábola es la del administrador infiel, que da tanto trabajo a los curas para interpretarla en la predicación. A un administrador le dijeron: Bueno, dentro de 10 días se acabó la administración, a presentar las cuentas. Entonces, él, a todos los que le deben al dueño les hace firmar vales por mucho menos valor, es decir, afirma sus deudas pero las hace menores de las que en realidad tienen. ¿Por qué? Porque no pueden pagarlas, lógicamente.

Cuando el dueño lo supo alabó al administrador porque supo hacerse amigos, que es lo que después dice Jesús: "Usen el dinero para hacerse amigos en las moradas eternas". Moradas eternas es sinónimo de Reino de Dios, y ¿a quiénes pertenece el Reino de Dios? a los pobres. 27

La riqueza en el mundo está generalmente mal adquirida (de algún robo o alguna estafa o extorsión, etc., del abuelo o tatarabuelo...) por eso le llaman en el evangelio "riquezas de iniquidad". ¿Y qué hacer con ellas? Hay que hacerse amigos de aquellos que poseen el Reino para que nos reciban cuando nos saquen la administración. El pobre es el único que puede introducir al rico en el Reino en la medida en que reconoce que se le ha hecho un beneficio, se ha jugado por él, que ha usado la riqueza de iniquidad en una relación de amistad para hacerle más tolerable, más justa la situación. Es decir, ponerse al servicio del Reino. Es una parábola polémica en donde se habla de la falsa seguridad. Los insensibles al Reino son los que se creen seguros y Jesús polemiza con ellos diciendo que el Reino viene y les saca todo. Por lo tanto, aquel que acumula no sabe que el Reino viene, que lo único que vale la pena es hacerse amigos de los que lo pueden introducir en él. -Y la última parábola es la de las doncellas que acompañan al esposo, que se usa habitualmente para decir que no hay que dormirse, que hay que ser precavidos. Como quien dice: una caravana de autos y no lleven suficiente nafta, bueno, aquí van con lámparas y no llevan suficiente aceite de reserva. Y como el novio tarda (esto es una cosa que aparece mucho en las parábolas, y mucha gente piensa que no viene) se duermen y a cinco se les acaba el aceite, se les apaga la lámpara. Por lo tanto la parábola dice que velar es tonto porque todas se duermen. La punta de la parábola está en que cuando anuncian que viene el esposo, las prudentes, como todavía no ha llegado, dicen: No podemos darles de nuestro aceite porque no va a alcanzar para unas ni para otras, vayan a comprarlo. Y las tontas encuentran lo más lógico ir. Van, y después llegan por supuesto tarde, el esposo ya ha entrado y ellas van a golpear a la puerta donde se está celebrando la fiesta (y ahí está la punta de la parábola) y sale el novio, las encuentra, son las que él ha elegido para acompañarlo y les dice: "No las conozco". Ellas creían tener derecho a entrar aún llegando tarde porque eran las amigas del novio y no entran. Fíjense la seguridad con respecto al Reino de los que son los amigos de Dios en Israel, es decir, las autoridades que piensan que si el Reino llega, ellos entran los primeros. La punta está en: no hay derechos, sólo los que están con el novio van a entrar. Jesús empieza así a atacar a los que han acumulado riquezas o derechos y creen que no les va a afectar la venida del Reino, son los adversarios de los pobres, los ricos, los poderosos, los que tienen la religión de su parte y creen tener todos los derechos para el Reino de Dios, si es que llega, porque como tarda tanto muchos ni siquiera creen en su venida. Ya van a ver ustedes que hay una especie de mecanismo que va desideologizando. Éste primer grupo de parábolas es ya muy inquietante para las autoridades porque las desacredita. Si hay algo políticamente subversivo en Israel es precisamente la desideologización que Jesús hace de que los pobres tienen la suerte que merecen. En este primer grupo se ve todo lo contrario. SEGUNDO GRUPO: Dónde está la alegría y la preocupación de Dios. Estas parábolas son: - El rico y Lázaro (Lc. 16, 19) - 3 parábolas que en Lucas se siguen que son: La dracma perdida El hijo pródigo La oveja perdida (Lc. 15)

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El banquete (Lc. 14,16)

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Los niños de la plaza (Mt. 11,16)

Tampoco vamos a verlas todas, sólo algunas. - La parábola del rico y Lázaro es muy interesante, porque hasta cierto punto es muy política. Está el rico que come todos los días con amigos y está Lázaro que está allí a la puerta con 28

sus llagas, que nadie le lleva comida y los perros vienen y le lamen las heridas (no se dice si eso le gusta o no). Fíjense una cosa muy importante en la parábola: no se dice que el rico sea malo, ni que Lázaro sea bueno, simplemente se comparan las dos situaciones, es decir, no se habla para nada de que exista una diferencia moral sino que hay una diferencia de situaciones extrema. Y cuando aparece la muerte (muy común en Lucas), la situación es al revés: el rico está sufriendo en el lugar donde hay fuego, y Lázaro está junto a Abraham en el banquete de la felicidad. Entonces, cuando el rico pide ayuda, tampoco se le da una razón moral, eso es lo notable, es una traducción de las Bienaventuranzas: "Hijo, recuérdate que durante tu vida tuviste bienes y Lázaro al contrario males, y ahora es al revés". El Reino de Dios viene precisamente para ayudar a los pobres. La alegría de Dios está en hacer felices a los que han tenido tanto que sufrir mientras los otros tenían todos los bienes y la alegría que podía dar el mundo. Es una parábola política en la que no hay la menor mención de la moralidad de uno u otro. La muerte es una figura nada más de lo que va a pasar en la tierra ya con el Reino. - Otra parábola que ustedes ya conocen es la del hijo pródigo, que es lo mismo que la dracma perdida o la oveja perdida, muestran que a Dios siempre lo que le interesa más es lo que le falta: ese hijo que se fue, le interesa más al padre que el hijo que se quedó. No hay ninguna razón especial para este interés sino que está perdido, en peligro, o sufre, etc., y Dios tiene puesto su corazón precisamente allí. - Es una parábola polémica. Los fariseos y los doctores de la ley decían que el corazón de Dios está con los justos, es decir, allí tiene Dios su alegría y Jesús les retruca: "Hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte (que haga el más mínimo gesto de arrepentimiento) que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia". Jesús acepta por el momento (hasta el grupo 3) que los pobres son los pecadores, son las ovejas perdidas y de ellas precisamente es de quienes se preocupa Dios. Así, el hijo pródigo: el padre lo ve antes que él llegue y le sale al encuentro, no lo deja siquiera disculparse y ya está pidiendo lo mejor de la casa para él. Fíjense que esta parábola era para hacerle rechinar los dientes a los fariseos y a los doctores de la ley. Después viene la punta de la parábola que es el otro hijo que se indigna porque el padre recibe bien al hijo pródigo arrepentido. Es el retrato de las autoridades de Israel que marginan, que prefieren que el otro hijo se quede lejos, que no se le haga fiesta, que siga esta situación de miseria. El padre sale y trata de explicarles dónde Dios tiene puesta su alegría: en salvar lo que estaba perdido y es necesario que nos alegremos por eso. Todas las parábolas polémicas muestran esto. TERCER GRUPO: Los verdaderos pecadores. Aquí la cosa se da vuelta, Jesús que hasta ahora aceptaba llamar a los pobres pecadores, ahora se refiere a quiénes son los verdaderos pecadores, los que disgustan a Dios. -Tenemos las parábolas de:



Los viñadores homicidas (Mc. 12,1)



El deudor despiadado (Mt. 18,23)



Los trabajadores de la viña (Mt. 20,1)



Los dos hijos (Mt. 21,28)



El fariseo y el publicano (Lc. 18,9)

En la parábola del hijo pródigo ya se ve que el verdadero pecador a los ojos del padre es el hijo mayor, es decir, el que no tiene el mismo corazón que el padre, y no el menor, que puede haber pecado, pero su falta es más perdonable. Esto aparece en la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo, precisamente, se tiene por justo y agradece a Dios el no ser como los demás hombres que son pecadores como ese publicano (y señala al que está atrás) y rezaba en alta voz. El publicano no se atreve a mirar al cielo, se 29

golpea el pecho y dice: Yo soy un pecador. Conclusión de la parábola: el publicano volvió perdonado, el fariseo siguió en su pecado. ¿Quién es el verdadero pecador? El que se decía justo, es decir: el fariseo. El otro es pecador, porque todos los hombres lo somos, pero en una medida mínima que Dios perdona. Vean lo importante de esta parábola. - Lo mismo en los trabajadores de la viña. Los trabajadores de la última hora pueden haber sido perezosos y haber salido a la plaza solamente a la última hora, pueden haber tenido ese pecado, pero es inmensamente mayor el pecado de aquellos que quieren que le den menos de lo vital a aquél que trabajó una hora, para que no se lo iguale con ellos que trabajaron todo el día y tienen envidia de que Dios sea generoso: "Tú ves con malos ojos el que yo sea bueno" porque tienen el corazón al revés que el de Dios. Fíjense el verdadero pecado. Las parábolas son fuertes, todas tienen un sentido político de ir desideologizando a los pobres, haciéndolos comprender que les han puesto encima algo que no es justo, que no es de Dios, que es un ídolo, que no tienen que sentirse ellos pecadores, sino que tienen que saber que a los ojos de Dios, los pecadores son las autoridades religiosas de Israel. (Si hoy predicáramos eso en la Iglesia, se armaría un lío...) - Lo mismo el deudor despiadado. El deudor despiadado es el siervo al cual se le perdona una suma inmensa, lo cual significa que era un gobernador de provincia, o algo así, y luego, cuando sale, a él le deben una suma pequeñísima que es el salario de unos días de trabajo de un obrero, y él no quiere perdonarla, cuando a él le han perdonado lo que no podría pagar jamás. ¿Quién es el verdadero pecador? Precisamente el que no tiene el mismo corazón que Dios que perdonó la deuda grande. - La parábola de los viñadores homicidas inaugura un tema que ya vamos a ver que es fundamental, que es el de la responsabilidad. Los viñadores homicidas son aquellos que arrendaron una viña y cuando llegó el tiempo de pagar, y el dueño les mandó gente para que recibiera el pago, ellos los maltrataron, los echaron, etc., es decir, no quisieron darle a Dios el fruto por la viña. La viña siempre fue una imagen de Israel y los que están alquilando a Israel son las autoridades judías, religiosas y políticas a la vez, que no quieren dar su fruto, lo toman como un privilegio. Entonces, cuando el dueño les manda a su propio hijo, es muy claro lo que dicen: "Matémoslo porque éste es el heredero y con eso la viña será nuestra", es decir, vamos a poder ponernos a Israel en el bolsillo, sin temor, no vamos a tener que ser responsables de nada, vamos a oprimir a Israel y a sacarle el jugo porque va a ser nuestra. Cuando la oyeron, los sumos sacerdotes se unieron con los demás para eliminar a Jesús, porque la parábola tenía un contenido tan político que evidentemente era un peligro inmenso para ellos si el pueblo la aceptaba. Ahora leemos eso y tratamos de darle una moraleja lo más inocua, moral o cosa por el estilo, en el tiempo en que fueron dichas, estas parábolas eran fuego políticamente. CUARTO GRUPO: la lectura auténtica de la palabra. El grupo adversario de Jesús se basaba en que ellos sabían interpretar la palabra de Dios, todo lo que hacían, toda la autoridad que tenían sobre Israel era la de interpretar la ley, la Biblia y se valían de eso para oprimir a Israel. Entonces, Jesús, en el último grupo de parábolas les enseña cómo hay que leer la Biblia para entenderla. En este grupo están las parábolas:

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De los talentos (Mt. 25,14)



De la sal (Mc. 9,50)



Las ovejas y los cabritos o el juicio final (Mt. 25,31)



El buen samaritano (Lc. 29)



La higuera (Lc. 13,6)

- Es interesante la parábola de los talentos en el sentido de que la responsabilidad que Dios da no es parte privilegio de aquel que la recibe sino para que fructifique para otros. Así, el que devuelve íntegro el dinero que se le dio es juzgado mal por el juez, y es interesante el diálogo entre ambos cuando el que le prestó el dinero le pregunta por qué no ha rendido fruto ese dinero. Y entonces, él contesta: "Señor, porque yo te conozco y tú eres amigo de cosechar donde no sembraste y por eso tuve miedo de perder lo que me diste, lo escondí y ahora te lo devuelvo íntegro". Y el que le prestó el dinero le dice: "Por tus mismas palabras te condeno, tú sabes que yo soy amigo. De cosechar donde no sembré..." Dios cosecha donde no sembró, en el sentido de que une a los hombres para hacer lo que Él no puede hacer, es decir, para construir su Reino. Él quiso construirlo con las autoridades de Israel y éstas le devolvieron ortodoxamente su palabra, dijeron: la Biblia se la repetimos de memoria. Y Dios dice: no les di la Biblia para eso sino para que me ayudaran a lo que yo no puedo hacer. El Reino de Dios es la humanización del hombre y se construye con la colaboración del hombre. - Esto aparece en la parábola del buen samaritano. Precisamente los que pasan junto al herido del camino y dan vuelta como para no verlo y seguir adelante son un sacerdote y un levita, es decir, los expertos en la ley. Ellos no se acercan porque en la ley dice que no hay que acercarse a un moribundo, o a un muerto, por razones de pureza ritual o por cualquier otra razón relacionada con sus deberes religiosos, etc. El samaritano en cambio, es considerado como pagano, que no lee la Biblia, entonces Jesús dice: ¿Quién entendió lo que Dios quería? ¿Los qué leían la Biblia todo el día o él que nunca la leyó? Él que nunca la leyó porque tenía un corazón como el de Dios donde lo primero era humanizar a ese hombre herido allí en el camino. ¿Ven? El que está comprometido con la humanización del hombre puede leer la Biblia que la va a entender y el que lee la Biblia todo el día sin ese compromiso, no la entienda nunca. - Otra parábola que es sumamente escandalosa es la parábola del juicio final o de las ovejas y los cabritos que nosotros la leemos moralmente. Dios, que dio la ley, no juzga según ella a la gente sino por algo que es previo, es decir, un compromiso con el hombre. Allí donde se vea a un hombre necesitado, afectado en su humanidad, allí el hombre debe estar y comprometerse. Si eso se hace la ley se cumple, se entiende. Entonces Dios no tiene necesidad de juzgar de acuerdo con la letra de la ley porque todo lo que hay en ella es para ayudar a que el herido del camino sea socorrido, el que tiene hambre sea saciado, etc., porque eso es el Reino de Dios. El gran pecado de las autoridades de Israel es ser las depositarlas de la palabra de Dios sin el compromiso previo que hace que hagan exactamente lo contrario de lo que Dios quiere. Vean que las parábolas son políticas, desideologizadoras, que llaman a los pobres a no obedecer a las autoridades que no están de acuerdo con el corazón de Dios. Entonces Jesús es muerto por atacar el mecanismo básico de la opresión, porque su predicación era una llamada clara a decir que las autoridades no representan a Dios sino que son lo opuesto a Dios. ¿Por qué? Porque se apoderan de Dios para deshumanizar al hombre, y éste es el gran pecado imperdonable, el pecado contra el Espíritu Santo. IV ¿PROYECTO O ANUNCIO? Surge, ahora una pregunta: ¿Lo que Jesús predica es algo que Dios va a hacer o es un proyecto que invita a los hombres a comprometerse y actuar? Son dos cosas distintas, ¿no? San Juan Bautista con su predicación anuncia la venida próxima del juicio de Dios. No se trata de construir nada sino de que haya como una especie de período de emergencia en que las cuentas se arreglan, por lo menos en términos globales, para que la gente pueda salvarse ante ese juicio. Jesús también anuncia algo que Dios va a hacer: "El Reino de Dios está cerca" que significa que Dios un día va a intervenir en Israel. 31

¿Es un anuncio o un proyecto? Mirando la predicación de Jesús en parábolas que hemos estudiado y otros elementos que podemos sacar rápidamente, vamos a ver que la conclusión general es que Jesús entra mucho más en un proyecto que en un anuncio. Un proyecto que Dios va a terminar de cumplir (con poder, etc.) pero donde una parte importante le toca a la colaboración de los hombres. V DESTINATARIOS DE LAS PARÁBOLAS. Tres grupos. Vamos a ver ahora que con las parábolas Jesús está formando en Israel tres grupos y no dos. Es decir: está el grupo de los opresores, los que se creen justos, o sea las autoridades de Israel por un lado y el grupo de aquellos que son los destinatarios del Reino: los pobres, considerados como pecadores y merecedores de la situación inhumana en que están, y al hablar de pobres también nos referimos a todos los deshumanizados por enfermedades, y a todos los que están puestos al margen de la sociedad de Israel, los que son oprimidos, los que lloran, etc. Estos dos grupos son muy claros, pero con las parábolas Jesús también prepara un tercer grupo que son los discípulos. PRIMER GRUPO: Los discípulos. Es el grupo de sus colaboradores en la preparación del Reino. (Esto es un argumento más para indicar que es un "proyecto"). En Marcos 4,13 vamos a ver que después de la parábola del sembrador, cuando los discípulos le preguntan a Jesús qué quiso decir, Él les contesta: "Cómo, ¿no entienden esta parábola? ¿Entonces, cómo van a comprenderlas todas?". La exigencia para ser discípulo es comprender el Reino de Dios, no se trata de que comprendan una u otra de las parábolas sino todas. ''Porque a ustedes se les ha dado el secreto del Reino de Dios". No a todos, a ustedes, y ustedes son colaboradores míos en la medida en que comprendan el proyecto total. Y Jesús les da los medios para esto. En Mc. 4,33 y 34 dice que cuando hablaba en público delante del pueblo, les anunciaba la palabra de Dios "con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle, no les hablaba sin parábolas, pero a sus propios discípulos se los explicaba todo en privado", de tal manera que comprendieran verdaderamente lo que Dios quería hacer con el Reino. Eso es propio de los colaboradores, es decir, que, hasta cierto punto, los discípulos tendrían que hacer ellos las parábolas correspondientes a la predicación del Reino como lo hizo Jesús. Esto trae como consecuencia una cuarta bienaventuranza en la fuente "Q" y ésta sí dirigida a los discípulos. Recuerdan que si bien Lucas a todas les había puesto en "ustedes", habíamos visto que originalmente las tres primeras dirían: "Felices los pobres, los que lloran y los que tienen hambre". Al tomar Jesús la defensa de los pobres contra las autoridades de Israel y acentuar el conflicto que estaba tapado, va a venir la persecución, evidentemente. Entonces, Lucas y Mateo, ponen una cuarta bienaventuranza, (a diferencia de las otras tres que están dirigidas para quienes viene el Reino) que está dirigida a los colaboradores de Jesús que van a tener que sufrir esas cosas en la construcción del Reino. "Alégrense ese día y salten de gozo porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo porque de ese modo trataron los padres de ellos a los profetas". La Iglesia. Si Jesús era profeta, todos sus discípulos tienen que serlo también. Aquí está prácticamente la fundación de la Iglesia. (En tiempos de Jesús, el pueblo no entra en la Iglesia, entrará después y ya vamos a ver los problemas y características de esto). La Iglesia no es un grupo de privilegiados, es un grupo de profetas en favor de los pobres y los deshumanizados, un grupo que Jesús asume como colaboradores en la venida del Reino, dispuestos a sufrir como Él las consecuencias del conflicto que éste ocasiona. Y la comunidad que sigue a Jesús es una comunidad de profetas. 32

La Iglesia no tiene sentido para salvar a nadie dentro de ella, sino que está compuesta por aquellos que siguen a los discípulos en esa tarea de profetismo conflictiva y peligrosa, y que tienen que estar dispuestos a darlo todo, y aún la vida, por el mensaje que lleva, porque sabe que su Buena Noticia para unos, es mala noticia para otros. Este es el primer grupo entonces, y a estos Jesús les dice que tienen que llevar su cruz cada día, etc. SEGUNDO GRUPO: Los enemigos. ¿Qué función tienen las parábolas para los enemigos de los pobres, de los pecadores, y de Jesús, etc.? En Mc. 4, 10-12, después que Jesús ha dicho la parábola del sembrador, dice: "A ustedes se les ha dado el secreto del Reino de Dios, pero a los que están fuera (los adversarios) todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone". O sea, muy claramente: Dios no quiere que se conviertan. Como nosotros somos moralistas y nos imaginamos que el Evangelio también lo es, y no tenemos la menor idea de que haya que considerarlo en términos políticos, nos escandaliza enormemente esto de "por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se arrepientan y se les perdone". Pero si lo miramos desde el punto de vista político, es muy importante para el político que el adversario sea reconocido como tal, que tome su posición de adversario, para que se vean claros los programas que se plantean. Si está en una situación ambigua, no se genera el conflicto. La revelación de Dios se va a comprender en la medida en que se presenten los opuestos a Dios Jesús no está hablando de que no se les perdone en el juicio final, sino que si en Israel la gente empieza medio a convertirse y a tener una situación ambigua, no se sabe qué es lo que está atacando y proponiendo Jesús. El conflicto es necesario para que aparezca claro dónde está la oposición. Jesús quiere que los adversarios se reconozcan enseguida porque inmediatamente sus oyentes van a reconocer cuál es el mensaje, qué es lo que Dios quiere, cuál es el corazón de Dios y por qué. Entonces es importante que las parábolas están dichas para que no las entiendan, aunque en muchos lados del Evangelio se ve que las entienden perfectamente bien, y que les dan un fastidio enorme y que salen de las parábolas dispuestos a eliminar a Jesús. Entonces, ¿qué es lo que sucede aquí? Un autor, Jeremías, dice: "Las parábolas eran tan claras que hasta un niño tenía que saber de quién se estaba hablando". "Entenderlas" entonces en el sentido de aceptarlas y hacerlas propias. Jesús dice cosas tan enormes en las parábolas, que lo que produce es el choque, es decir: el resistirse: no entiendo, esto no es de Dios. No se trata de que sea oscuro el mensaje, porque es demasiado claro y Jesús les está diciendo eso delante del pueblo que lo capta inmediatamente. Y aparecen las posiciones y cómo Dios juzga frente a esas posiciones. O sea, toda la enseñanza en parábolas está para hacer tan claro el conflicto que se vean claramente los adversarios y su actitud tal como es. TERCER GRUPO: Los pobres. En Mc. 4, 33-34, que ya hemos leído, refiriéndose al pueblo, aparece qué hacía Jesús: "Les anunciaba la palabra con muchas parábolas según podían entenderle". Es decir, según las posibilidades de entendimiento del pueblo. Así que no pueden ser oscuras como parecería indicarlo el texto anterior. No. Es una manera popular de hablar, con comparaciones que le eran familiares al pueblo que así podía comprender cuál era la intención de Dios en traer el Reino. Entendemos ahora algunas como contradicciones que aparecen en el Evangelio, porque a veces no está bien separado lo que Jesús dice a los discípulos de lo que dice al pueblo.

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Entonces vemos que Jesús les pide a sus discípulos que lleven su cruz cada día, la cruz del profeta, con todo lo que esto significa, y por otra parte dice al pueblo: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados que Yo os aliviaré porque mi yugo es suave y mi carga ligera". Es decir: vengan a mi proyecto del Reino en lugar de irse a las autoridades que les imponen cargas que no pueden llevar. (Recuerden otro pasaje en que Jesús dice: "Malditos ustedes fariseos que imponen cargas que nadie puede llevar y que ustedes ni las tocan con el dedo...") Los pobres y los pecadores son los cansados y agobiados de llevar la carga de su marginalización. Si el yugo de Jesús es llevar la cruz cada día, uno dice: me quedo con la de los fariseos y los escribas de la ley que no exigen llevar la cruz cada día a los hombres, ¿no? Fíjense como muchas veces los evangelios ponen juntas cosas que estén dichas al pueblo con otras que están dichas a los discípulos. A los discípulos se les exige todo y al pueblo, yo diría que prácticamente no se le exige nada. El Reino va a venir para los pobres, entiendan o no las parábolas, sean o no discípulos de Jesús. El ser discípulo de Jesús no es una condición para que el Reino venga a esa persona. Entonces, ¿para qué las parábolas? Simplemente porque eso ayuda al pueblo a entrar en el proyecto de Dios que no se hace sin hombres, que necesita colaboradores. Evidentemente el Reino va a venir tanto más pronto cuanto los pobres se den cuenta de que la opresión que tienen no es de Dios. La concientización de los pobres es un factor de la venida del Reino y va a servir para su humanización porque les va a sacar un freno de encima y los va a hacer ponerse más activos en la búsqueda de ese Reino. Un nuevo Israel Fíjense como Jesús prepara el Reino, no se trata sólo de un anuncio de algo que va a venir por parte de Dios y en el que los hombres no tienen nada que hacer. No, los hombres tienen qué hacer. Los tres grupos tienen que cooperar de una manera u otra para que el Reino venga: en forma profética, conflictiva, etc., para que las autoridades de Israel sean sustituidas por nuevas, por un pueblo nuevo, por un nuevo Israel. De ahí entonces que al final de la parábola de los viñadores homicidas Jesús termina preguntando: "¿Y qué hará entonces el dueño de la viña con los arrendatarios que no le quieren dar fruto?", y todos los que están oyendo dicen: "Simplemente los echará y traerá a otros que le den el fruto debido", es decir: Jesús está sustituyendo a las autoridades de Israel por otras que den el fruto que Dios quiere y es la felicidad de los pobres y marginados en Israel. Es un proyecto a largo plazo: Jesús se preocupa de una concientización y de preparar colaboradores para una tarea que no va a hacer Él sólo sino que van a hacer también sus discípulos. Pero... ¡el Reino no llega! Aquí tenemos que empezar a pensar: Jesús anunció el Reino y el Reino no vino. Éste es el problema que vamos a ver ahora. Hemos visto a Jesús históricamente, en su situación conflictiva, revelando el proyecto del Reino que Dios tiene, que va a cambiar las estructuras de Israel, que va a hacer felices a los pobres, saciar a las hambrientos, desmarginalizarlos, etc., y que dice que eso está muy cerca, que va a venir inmediatamente y luego no viene nada y Jesús muere. ¿Y qué tenemos hoy? Dos tercios de la humanidad que llora porque tiene hambre, porque es pobre, en una situación inmensamente más miserable que los pobres en Israel. Entonces tenemos que acordarnos otra vez que Jesús era Dios, pero era verdadero hombre y no había una especie de comunicación, o de ósmosis, que le avisara al hombre lo que tenía que decir exactamente. Es decir, Jesús es un profeta como todos los profetas que saben algo fundamental (que el proyecto de Dios es el Reino), que se ponen a realizarlo, pero que después pueden no saber los plazos en que Dios lo 34

va a hacer, o cómo Dios lo va a hacer. Y cuando está buscando la manera de entrarle, diríamos, a esa sociedad de Israel, y no la encuentra, de pronto, ese conflicto que venía originando le trae la muerte. IV EL FIN DE JESÚS Vamos a ver ahora un poquito ese fin de Jesús que hasta cierto punto hace perder un poco la fe a los discípulos porque realmente no lo esperaban y que se ve que desconcierta a Jesús que muere diciendo: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Se ha dicho que Jesús anunció el Reino donde los pobres no serían pobres, los hambrientos saciados, etc., y lo que vino fue la Iglesia, es decir, como que "le salió el tiro por la culata"; los pobres, los que lloraban, etc., se quedaron igual, y la Iglesia vino triunfante, con sus templos, con sus lujos, con su autoridad, etc. Entonces, como algo escandaloso, se puede pensar que Jesús se equivocó, que anunció y proyectó algo que aún veinte siglos después no le salió. LO QUE JESÚS ESPERABA. Muy brevemente vamos a ver lo que Jesús esperaba hasta el momento de su muerte y luego, qué significa la resurrección. Lo tenemos en tres lugares del Evangelio, que si bien dan lugar a discusiones y dudas, para los cristianos ya tienen une solución relativamente clara, aunque a primera vista no lo parezca. Vamos a verlo en Marcos. En primer lugar, en el capítulo 9 de Marcos: Jesús ya ha anunciado que el Reino está cerca, más aun, todo lo que Él hace de bien a los pobres, pecadores, etc., es ya de alguna manera la presencia de Dios o del Reino, pero en forma débil, porque Él ni sanó a todos los enfermos, ni dio de comer a todos los hambrientos, ni nada por el estilo. Es decir, el Reino de Dios se ve que ya está presente porque se anuncia con señales a los pobres la Buena Noticia de lo que Dios quiere hacer, pero todavía el poder para realizarlo fundamentalmente, no lo tiene. Jesús tiene poder, políticamente tiene tal poder, aún en Jerusalén, que las autoridades, escandalizadas por su predicación y por cómo las desacredita, hacen un complot para eliminarlo, pero tienen miedo del pueblo que sí estaba con Él. El pueblo no era tonto para no darse cuenta que Jesús con toda su predicación y sus parábolas, los estaba defendiendo. O sea, que Jesús llegó a equilibrar políticamente el poder de las autoridades de Israel. Y uno se pregunta: ¿Por qué Jesús no quiso usar ese poder? ¿Por qué cuando lo quieran hacer rey, Jesús no quiere? Sin duda alguna porque quiere preparar mejor el Reino, pero no le dan tiempo, se aprovechan de una ocasión y el Reino de Dios no viene. "Les decía también: Yo les aseguro, que entre los aquí presentes hay algunos, que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios". Esto es una señal de que todavía no ha venido con poder, y en segundo lugar de que va a venir con poder y lo va a ver esa generación que está ahí, pero en tercer lugar dice: "algunos" de esta generación lo verán, eso significa que Él está pensando en un tiempo relativamente largo, no de siglos, pero sí unos años. Jesús parece contar con un plazo mucho mayor del que cuenta en realidad, es decir, esto puede haber sino dicho uno o dos años a lo más antes de su muerte. Si hubiera pensado morir en un plazo tan breve no diría: "algunos de los que están aquí..." Tenemos entonces un primer elemento: El Reino de Dios va a venir con poder dentro de esta generación que vio y acompañó a Jesús, pero hay tiempo, todavía hay mucho que hacer. Un segundo elemento que tenemos sobre la expectativa de Jesús, también muy confiable por varias razones, son palabras que los evangelios traen en arameo como si se recordara muy claramente que Jesús las dijo en la cruz. Son palabras de sorpresa y desconcierto:"Eloí, Eloí, ¿lama sabactani?" y ponen después: "que quiere decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Además son palabras que muchos años después tenían que chocar a aquellos que ya sabían que Jesús era el Mesías y el Hijo de Dios, ¿cómo muere gritando eso? (Mateo dice: fue un grito de Jesús). 35

Si alguien hubiera querido arreglar esto, hubiera suprimido estas palabras, como hace Lucas, que pone en cambio: "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu" que son palabras de confianza y no de desconcierto o de sorpresa. Tenemos entonces un segundo elemento que concuerda con el primero: Jesús contaba con un tiempo mucho mayor para llevar a la gente de Israel a comprender el Reino, y entonces sí transformar todas las estructuras con poder. Nosotros estamos acostumbrados a decir: Jesús murió por nuestros pecados y nos olvidamos de algo importante: que los evangelios no narran eso, sino que Jesús murió sin saber por qué moría, desconcertado, preguntándose: ¿Y mi tarea? ¿Y el Reino que tiene que venir? Después que se sabe que Jesús es Dios se piensa que su muerte fue un plan de Dios para la redención de nuestros pecados, etc. Pero en aquel momento son precisamente las malas autoridades de Israel los que parecen vencer. ¿Por qué si la cosa estaba tan equilibrada, las autoridades pudieron prender a Jesús? Probablemente se debe a que Jesús en último viaje hace cosas por el Reino que lo apartan del pueblo porque son desfavorables a éste a primera vista. Jerusalén es una especie de Punta del Este religiosa, es decir, vivía del turismo. Era una ciudad chiquita que se llenaba de peregrinos con cada fiesta fundamental del pueblo y que vivía del templo, de vender cosas necesarias para los peregrinos. O sea, era la población de Maldonado, lisa y llanamente, que si le cerraban Punta del Este se moría de hambre. Fíjense que Jesús va a Jerusalén y el pueblo lo recibe triunfalmente porque sabe que está con él, pero Jesús en primer lugar predica la ruina del templo, o sea la ruina de la mayoría de los habitantes de Jerusalén, y en segundo lugar, quiere purificar el templo de los negocios que hacía precisamente el pobre pueblo de Jerusalén, que ciertamente no eran multinacionales las que vendían palomas o cosas por el estilo. Jesús aparece de pronto haciendo cosas que lo enemistan con el pueblo y ése es el momento en que las autoridades ven que pueden intervenir, que el pueblo se ha quedado chocado, que ya no le es favorable como cuando lo recibió gritando: "Hosanah el hijo de David". Esto es un poco lo que sabemos por la historia, y el que hayan aprovechado eso parece como que a Jesús lo desorienta, lo toma de sorpresa, y espera que Dios vaya a intervenir. Dios no interviene y Jesús va a la cruz. Tercer y último elemento: los que estudian esto dicen que debe ser histórico, precisamente porque no pasó, y lo encontramos en los tres sinópticos (y a ninguno de los evangelistas les debe gustar poner una cosa que no pasó) y es el discurso escatológico. Pocos días antes de su muerte en Jerusalén, Jesús pronuncia un discurso sobre el fin del mundo. Lo tienen en Mc.13: "Al salir del templo le dice uno de sus discípulos: ¡Maestro, mira qué piedras y qué construcciones! Jesús le dice: ¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida. Estando luego sentado en el monte de los olivos, frente al templo (del otro lado del arroyo Cedrón) le preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y Andrés: Dinos cuándo sucederá eso". Aquí empieza Jesús un largo discurso donde habla de la ruina de Jerusalén. (Que es todavía más largo en Mt. y Lc.), pero en un momento dado, habla directamente del fin del mundo, el fin de la historia: "Mas por esos días, después de aquella tribulación el sol se oscurecerá, la luna perderá su esplendor, las estrellas se irán cayendo del cielo y las puertas que están en los cielos serán sacudidas ", es decir, la idea que se hacían entonces de como acabaría al mundo, "Y entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes del cielo..." Inmediatamente después (Mc. 13,30) Jesús dice: "Yo os aseguro que no pasará esta generación. (Es decir, los que están ahí oyéndolo), hasta que todo esto suceda". Es una profecía no cumplida, que si está en el Evangelio tiene que ser porque realmente Jesús la dijo, porque cualquiera preferiría no ponerla. Con todo dice, en el versículo 32: "Pero de aquel día y hora nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre". Esto defiende un poco la 36

profecía, porque "el día y la hora" es como quien dice: el tiempo, el tiempo en que va a pasar todo esto sólo Dios lo sabe. Nos preguntamos hasta qué punto esta predicción fue hecha por Jesús en esta misma forma, una de las posibles explicaciones es que Jesús haya hablado del juicio final diciendo que nadie sabía el día ni la hora y que haya sido mala comprensión de los discípulos lo de "Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda" y que vendría de aquello que Jesús dice: "no pasará esta generación hasta que vean venir el Reino de Dios con poder". Entonces, una explicación podría ser que los discípulos, que pensaban como los judíos de su tiempo, y estas ideas estaban encarnadas en la población de Israel, tomaron esas palabras de Jesús sobre el Reino y las aplicaron al fin del mundo. De una manera u otra siempre encontramos un error que está en los evangelistas o en Jesús. Lo que sí es extraño que Jesús parezca anunciar una cosa más propia de Juan el Bautista que de su mensaje. Es posible que Jesús haya usado las ideas de su tiempo y así como Él pensaba que la tierra era llana y no redonda, como todo el mundo en su tiempo, también pensaba que el fin del mundo iba a venir en poco tiempo, pero ciertamente que todo esto no tuvo lugar durante la generación de Jesús. -------------------. ¿No hay una contradicción en Jesús cuando enfrenta a sus adversarios, con lo que dice en otra parte del Evangelio de poner la otra mejilla y amar a los enemigos? Lo que pasa es que como en toda personalidad histórica ninguna clave es total. Nosotros tomamos la clave político-religiosa, es decir, Jesús revela a Dios fundamentalmente, durante toda su vida, a través de un proyecto, de una nueva sociedad y por eso lo llamamos político. Eso no quita que Jesús haya tenido muchas otras facetas, por ejemplo lo que podríamos llamar enseñanzas morales, que no están inmediatamente conectadas con su acción política, de cómo viven y tendrían que vivir los hombres entre sí. No supone que eso se haga realidad sólo el día en que venga el Reino, pero ciertamente que está relacionado. Y Jesús insistió mucho, creo que eso es importante, no como una especie de moral absoluta, (ninguno de la Biblia predica algo absoluto que valga independientemente de su contexto, hay que entenderle dentro de él), que uno de los factores que tiene mucha importancia, sobre todo en el contexto del Reino, en la medida en que se vaya realizando, es la eficacia de un amor gratuito. Es decir: los hombres están calculados a amar en la medida en que pueden calcular los beneficios de ese amor: tratar al otro como él me trata a mí ya es una cosa importante. Jesús propone que pensemos que muchas veces tiene eficacia (aunque no lo veamos inmediatamente) el tomar la iniciativa de hacer por otros cosas que nosotros quisiéramos que nos hicieran. Por ejemplo, si nos obligan a caminar un kilómetro, caminar otro. Eso no parece servir de nada, y que lo mejor sería retrucar ante un juez para hacerme desandar ese kilómetro que yo hice obligado. Y Jesús dice: ¿No será más eficaz a largo plazo, en una cosa que no se puede calcular, un acto gratuito libremente? No porque sea bueno en sí mismo independientemente de todos los condicionamientos, ni como política para todos los casos, pero diríamos, a nivel interpersonal que es una cosa muy específica, nosotros confiamos muchas veces en mecanismos: saludarnos a quienes nos saludan, etc., y Jesús dice: en lo que Yo propongo hay una gran dosis de asumir riesgos, de gratuidad. Esa es una faceta de Jesús, pero ¡ojo! no hay que tomarla como la táctica que Jesús usa en su política, porque en primer lugar, amar a los enemigos significa identificarlos, significa que los tengo. Entonces Jesús propone, no como una norma absoluta y para siempre, sino como una cosa que vale la pena pensar, el amor gratuito, el tomar la iniciativa. No hay que introducirlo como que ésa sea la política de Jesús, es evidente que no la fue, que Él no perdió tiempo con los enemigos, que no tomó esa iniciativa porque como hombre limitado tenía que usar los medios a su alcance para su acción. Creo que tenemos que darnos cuenta que Jesús es más grande, más amplio, que la 37

clave en que lo ponemos. Y no hay que oponer una enseñanza de Jesús a una actitud suya sin ver el contexto en que estaba encuadrada la enseñanza y le daba sentido. VII LA RESURRECCIÓN. Interesa ahora pasar de ese fin de Jesús, que es un poco la derrota del Reino, a la experiencia del triunfo que trae la resurrección. Hasta aquí en los evangelios tenemos relatos que hemos dicho que si los tomamos con precaución nos dan una base relativamente sólida para conocer la historia que podríamos decir "verificable" de Jesús. ¿Qué pasó con los relatos sobre la resurrección de Jesús? Nos sorprende un poco aquí, el que esos relatos parecen ser del mismo tipo que los relatos sobre la vida pública de Jesús. A uno le gustaría más que hubieran cambiado más claramente de género, y que no se parecieran tanto a los que contaron antes. Evidentemente Jesús no se pasea por todos lados después, pero a primera vista, uno tiene la impresión de que los evangelistas continúan como si nada hubiera pasado. Vamos a ver ahora ciertas características de esas narraciones de la resurrección que nos hacen ver que estamos frente a un tipo de literatura diferente, más parecida a los evangelios de la infancia que a los de la vida pública. Se acuerdan que decíamos que los evangelios de la infancia son verdaderos teológicamente, es decir, la interpretación de Jesús verdadera está ahí, sin embargo, es muy improbable que haya nacido en un establo de Belén, o que haya huido a Egipto, etc. El escritor no quiere darnos ese sentido literario sino que quiere con eso prepararnos a que entendamos las narraciones de la vida de Jesús ya desde donde él la interpreta. Bueno, algo de eso pasa con los relatos de la resurrección, voy a indicar algunas características: La primera característica es que los evangelios dejan de ser sinópticos, que cada cual va por su lado, incluso Juan, y nos cuentan cosas muy distintas. Tenemos entonces fuentes diferentes. En primer lugar tenemos a Marcos, pero hay una última parte, que todos los exégetas están de acuerdo en decir que no es del mismo autor. En la Biblia de Jerusalén, por ejemplo, dice que el último capítulo no es de Marcos, sino que pertenece a Marcos Nº2. Con Juan sucede lo mismo, en el capítulo 20 está la conclusión del Evangelio: Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Éstas lo han sido para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre". Ahí termina el libro. Y después en el capítulo 21 dice: "Después de esto se apareció Jesús otra vez a sus discípulos a orillas del mar de Tiberíades..." es decir, vuelve a empezar una narración que es de otro autor aunque esté puesta como apéndice del evangelio de Juan. El sepulcro vacío. Si tomamos estas fuentes de narraciones: Marcos 1, Marcos 2, Mateo, Lucas, Juan 1 y Juan 2, sobre Jesús resucitado, encontramos en primer lugar que sólo hay un dato que está en todos que es el sepulcro vacío, lo cual evidentemente no es lo mismo que decir que Jesús resucitó. Ése es el único dato histórico en que todos están conformes. Es un hecho que pudieron verificar hasta los enemigos. Cuando los discípulos empiezan a predicar que Jesús resucitó, lógicamente el sepulcro está vacío, porque nadie puede predicar que resucitó si el cadáver está en la tumba. Ese es el único dato común, después de eso, todas las cosas varían, por ejemplo, según Marcos, Jesús dice a través de los ángeles, que lo van a ver únicamente en Galilea. Nadie lo ve en Judea, dice: "Vayan a Galilea y allí lo verán". En Mateo hay una única aparición y es en Galilea, no se sabe a cuantos discípulos. En Lucas las apariciones de Jesús sólo tienen lugar en Jerusalén o en sus alrededores como a los peregrinos que iban a Emaús. 38

En Juan, todas las apariciones tienen lugar en Jerusalén. En cambio en Juan 2, se trata de una aparición en Galilea, que no es la misma que cuenta Mateo. Ustedes ven que los evangelistas no se pueden poner de acuerdo y que ellos mismos, sabiéndolo, están contando cierto tipo de experiencias que no son verificables. La segunda característica de los relatos, son las palabras que Jesús dijo. En primer lugar: son muy distintas y en segundo lugar, no son palabras en que Jesús diga algo nuevo. San Lucas dice simplemente que les habló acerca del Reino de Dios (Hechos 1,3) durante los días en que estuvo resucitado (Tampoco es claro cuántos fueron esos días. En un lado Lucas dice que 40, en otra parece que fuera sólo uno). Si vamos a San Pablo parece que Jesús se apareció resucitado varios años a distinta gente. Abre sus inteligencias. Vemos que en general se trata más bien de una comprensión de lo ya dicho que de nuevos datos. Es decir, Jesús resucitado hace comprender cosas que ya ha dicho antes y que no habían comprendido. Por ejemplo, Lucas, no dice qué les dijo Jesús a los discípulos reunidos en Jerusalén, sino que "Abrió sus inteligencias para que comprendieran las escrituras y les dijo: Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día". ¿Se acuerdan de las profecías de Isaías sobre el servidor que iba a morir por los demás? Jesús les hace comprender que su pasión no es una derrota, como ellos han creído, sino que ya estaba predicha en la escritura, que es un plan de Dios que no se ha destruido sino que sigue adelante. En Lc. Capítulo 24 por ejemplo, los discípulos que van a Emaús, dice: "Empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre Él en todas las escrituras''. Es decir, les da una nueva comprensión, no añade datos nuevos. En Juan capítulo 20 versículos 22, 23, Jesús les dice: "Recibid el Espíritu Santo, a quien perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos". Jesús ya les había dicho: "Les doy las llaves del cielo, a quienes les retengáis los pecados, les quedan retenidos..." ahora, simplemente les hace comprender lo que ellos no habían comprendido: que tenían el mismo poder de Jesús para perdonar pecados. Es interesante que los evangelistas ponen también cosas descubiertas mucho tiempo después como descubiertas en la resurrección. Así por ejemplo en Mateo 28,18 Jesús resucitado les dice: "Id pues y haced discípulos a toda la gente (es decir, los pueblos paganos) bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Es decir, comprenden entonces la misión de ir a las ciudades de Israel, no a los paganos, El evangelista pone en labios de Jesús algo que ni siquiera después de la resurrección entendieron. La prueba de eso es que en los Hechos de los Apóstoles, san Pedro va al puerto de Jaffa y allí, mientras está durmiendo en la azotea, tiene una visión en que le traen un mantel con toda clase de alimentos puros e impuros y una voz le dice: Pedro come. Y él dice: No Señor, porque hay cosas que no puedo comer. Entonces la voz le dice: Lo que tú llamas impuro Dios lo ha purificado. Inmediatamente de eso el centurión Cornelio lo manda llamar, le pide que le explique el mensaje de Jesús y luego le pide ser bautizado. Pedro lo bautiza contra lo que él pensaba que había que hacer y cuando vuelve a Jerusalén le piden cuentas de lo que ha hecho. (Cornelio fue el primer pagano bautizado). Y Pedro tiene que justificarse diciendo que si el Espíritu Santo vino para los paganos él no es quien para oponerse al Espíritu Santo. ¿Ven? Esto fue descubierto después en relación con Jesús resucitado que ya no tiene límites, pero lo ponen en boca de Jesús resucitado como diciendo: nos hizo comprender, aunque no ese mismo día, que su mensaje era para todos los hombres. Tercera característica de los relatos es que Jesús es difícil de reconocer. Jesús se aparece, tienen dificultad en reconocerlo. Lo reconocen al cabo de cierto tiempo, porque les hace acordar algo de lo que Él hizo viviendo con ellos en la tierra: las llagas de Jesús en la cruz por ejemplo, o la manera de partir el pan, o cuando Jesús le dice: "María..." que era como históricamente la llamaba. 39

Lo mismo a la orilla del lago de Tiberíades, lo reconocen porque les hace hacer otra pesca milagrosa como aquella que hicieron al principio de su vocación de apóstoles. Jesús muestra una parte de su historia para ser reconocido. Pero, ¿cuál es la parte irreconocible? El que Jesús vive otra vida, ya no tiene límites, tiene poder, se acerca a ellos en cualquier lugar, sin que valgan puertas, ni cerraduras, ni paredes. Allí descubren que Jesús tiene algo de Dios, aunque tardan mucho en llamarlo Dios. La cuarta característica es que Jesús sólo se aparece a los que tienen fe en Él. Se manifiesta a los que han participado con Él en las buenas y en las malas, a los que no tienen fe en Él porque lo vieron en la cruz, pero que tuvieron sus mismos valores y participaron de su entusiasmo. Fíjense qué oportunidad perdida la de presentarse ante el Sanedrín y decirles: ¿Así que ustedes no tienen fe en Mí? - Bueno, ahora vean... La resurrección no es una prueba que los discípulos puedan dar: ustedes lo vieron muerto y ahora está vivo. No pueden hacerlo. Jesús no quiere fe en Él, quiere primero la fe de Él, y después la fe en Él, es decir, la confirma con la resurrección. Estas cuatro características son importantes porque muestran que el proyecto de Jesús, lejos de estar vencido, ha ganado porque Dios se lo mostró a Él también al resucitarlo. Nosotros generalmente decimos: Jesús resucitó. Pablo dice que despertó, pero el lenguaje que usan los evangelios es: "Dios resucitó a Jesús", es decir, Dios resucitó a ese hombre Jesús de Nazaret que había muerto realmente. Ahí es cuando Jesús descubre que no ha sido abandonado por Dios, que el Reino de Dios con poder ya está y les deja ver a los discípulos el poder que tiene el Reino que Él ha estado predicando. Es un poder distinto del que Jesús mismo y todos ellos esperaban, (que Dios interviniera para librarlo de la muerte), es un poder que pasa por la muerte y por el aparente fracaso. La profecía: "Hay algunos de los que están aquí presentes que no gustarán la muerte hasta que vean aparecer al Reino de Dios con poder" se cumple de una forma inesperada en Jesús resucitado. Él mismo no sabía que el poder del Reino no es aquel que evita la muerte sino que es el poder de aquél que muere y a pesar de todo hace resucitar todo lo que Él hizo durante la tierra, es decir, su proyecto resucita con Él. El Reino es inderrotable, nadie puede pararlo, porque todos los que trabajan por él están seguros de que, aunque tengan que pasar por la muerte, el Reino de Dios se realiza. La Iglesia primitiva Cuando tiene la experiencia de la resurrección, la primitiva Iglesia va a hacer hincapié en tener fe en Jesús. En los Hechos de los Apóstoles (capítulos 2,3 y 4) después de Pentecostés, los discípulos se largan a predicar y hay dos o más discursos de Pedro en que se propone la fe en Jesús. Hay una diferencia enorme entre la predicación de Pedro y la de Jesús, y fíjense, es después de la resurrección (se discute si fueron cincuenta días, más o menos) pero lo cierto es que predican la salvación religiosa por Jesús. "Pedro levantó su voz y les dijo: Judíos y habitantes todos de Jerusalén...". Primero dice que los apóstoles que están alabando a Dios con cantos en distintas lenguas no están borrachos, con un argumento que no vale mucho, pero en fin, (que son las 9 de la mañana, etc.) lo que importa es lo que sigue después: "Israelitas, escuchad estas palabras a Jesús Nazareno a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por su nombre y no por ninguno otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros (han hecho el milagro de sanar a un paralítico) Él, Jesús, es la piedra que vosotros los constructores habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros podamos salvarnos". Es la salvación religiosa, por creer en Jesús y entrar en su comunidad. Entonces la comunidad de Jesús, en cierto sentido, pierde su aspecto conflictivo y pasa a ser una secta un poco distinta del judaísmo pero que no pone en aprietos a las autoridades de Israel por 40

la defensa de los pobres, ni llama a los que sean capaces de asumir eso hasta el fin. Pedro dice: crean en Jesús y Jesús nunca dijo: crean en Mí, sino crean en la venida del Reino y conviértanse para estar de acuerdo y no escandalizarse con la venida del Reino: la fe en Jesús y no la fe de Jesús. Vamos a ver como en la historia de la Iglesia siempre han jugado esos dos factores. INTERPRETACIONES POST-PASCUALES DE JESÚS. No se explica la Iglesia sin la creencia en la resurrección. El cristianismo cuando avanza siempre plantea que hay testigos de la resurrección entre los que tuvieron la fe de Jesús (Por ejemplo Pablo en el capítulo 15 de la Primera Carta a los Corintios). Que hubo esa fe es un hecho histórico, que pudieron ver amigos y enemigos. Con la resurrección empieza también el trabajo de interpretación de Jesús, o sea que terminarnos nuestro trabajo histórico buscando qué es Jesús, y qué nos quiere decir con su vida, con su muerte y con su resurrección y qué representa para el hombre, en qué sentido lo ayuda a vivir, a ser más hombre. Todo eso se plantea a partir de las experiencias de la resurrección. Es importante ver que desde el momento mismo en que se empieza a interpretar a Jesús, la clave que Él le dio a su vida importa menos, deja de ser decisiva. (Cada uno tiene su propia clave en que se interpreta a sí mismo, diríamos, qué es lo que da coherencia a su vida). VIII LAS DIFERENTES CLAVES. La clave en que se interpreta a Jesús varía según los contextos en que se hace y desde otro tipo de intereses humanos. Es importante comunicar el sentido de Jesús fuera del contexto concreto en que Él actuó, y sería inútil e infantil suponer que Jesús sólo puede ser interpretado en clave política por ejemplo. Entonces aparecen distintas interpretaciones de Jesús, en distintas claves según son los contextos en que se mueven las personas. Los cristianos que están tratando de comunicar la fe de Jesús tienen que exponer el significado de Jesús de tal manera que sea comprendido y valorado en el contexto en que están. Esa es nuestra tarea: interpretar a Jesús de tal manera que pueda ser comprendido, valorado y utilizado hoy en nuestro contexto. La clave histórica de Jesús es propia para el contexto que Él tuvo, no para otro. En Israel existe una expectativa política de que Dios va a intervenir para traer el Reino a Israel. O sea la palabra Reino de Dios tiene una gran fuerza y Jesús entra en esa clave política diciendo que Él trae el Reino de Dios y por lo tanto interesa. Trasladada esa clave al Imperio Romano, ya no sirve, porque la cultura greco-romana era imperial, tenía su emperador que estaba en pleno desarrollo y no esperaba ningún tipo de Reino. O sea que predicar lo mismo de Jesús, en su misma clave hubiera sido absolutamente sin sentido. La palabra Reino de Dios desaparece casi después de los evangelios porque todo el resto del N.T. está escrito después de la ruina de Jerusalén, para otro mundo, el greco-romano en general, y por lo tanto está escrito en otra clave. No es que se deje a Jesús de lado, sino que precisamente se lo interpreta de acuerdo al interés que tiene la gente, para suscitar la misma fe de Él, diríamos, el mismo movimiento de Él. Jesús revela a Dios interesado fundamentalmente en la humanización del hombre que en Israel suponía una reconstrucción de todas sus estructuras y Jesús lo manifestó así. Es decir, Dios trayendo un Reino diferente del que existía. Si Jesús hubiera vivido en el Imperio Romano hubiera revelado a Dios con otras palabras, con otro lema, y si viviera hoy aquí, en este país, también lo hubiera hecho en otra forma. Voy a dar una visión muy general de otras claves que hay en el N.T. para que ustedes vean. Cada obra importante del N.T. es una reinterpretación de Jesús en una clave diferente. 41

Se acuerdan que para hacer la historia de Jesús fuimos quitando la parte de interpretación que tiene cada uno de los sinópticos y los datos post-pascuales que se van mechando en los acontecimientos, CLAVE DE MATEO Ya sabemos que el evangelio de Mateo es una interpretación de Jesús, Mateo lo interpreta en clave moral. Jesús es el nuevo Moisés, el que da la nueva ley, pero fíjense que Moisés fue un personaje político y los decálogos (porque hay más de uno) son prácticamente una constitución política básica del pueblo judío. Es decir, no se preocupaban por el interior del hombre sino por establecer las relaciones socio-políticas en Israel. Por eso tenemos varios decálogos que corresponden a distintas épocas, por ejemplo cuando Israel es nómada todavía y va a conquistar la tierra prometida, y cambia cuando ya es un estado, y vuelve a cambiar cuando Israel esté a punto de ser desterrado. El decálogo es una atribución literaria a Moisés porque cuando se escribe el Deuteronomio Moisés ya hacía siglos que no vivía. Las leyes que hay en el Deuteronomio tratan de ser morales, pero originalmente no es así. En el tiempo de Jesús la ley la concebían como moral. Desde al punto de vista político estaban bajo las constituciones del imperio romano. Para Mateo entonces, Jesús es el que perfecciona la ley moral, interiorizándola mucho más. Jesús como segundo Moisés introduce una nueva moralidad, es el purificador de la religión judía, es el Mesías enviado por Dios a traer una ley más perfecta, más completa, más sutil y más exigente que la de Moisés, ¿Se acuerdan del sermón de la montaña? Según Mateo, Jesús seis veces dijo: "Se les dijo a los antiguos... (Cita algo de la ley antigua de Moisés). Pero yo les digo..." Así por ejemplo, la ley que antes era simplemente una constitución donde se prohibía el adulterio, se vuelve una ley moral mucho más exigente en que aún el deseo consentido de ese acto es considerado moralmente malo. ¿A quiénes se dirige Mateo? Según lo que históricamente podemos saber, el evangelio de Mateo es el único que se dirige a judíos, pero que vivían en el Imperio Romano y después de la destrucción de Jerusalén, cuando ya no se soñaba con el Reino de Dios. El interés de sus oyentes es su religión y su moralidad. Entonces, frente a eso, Mateo les dice qué significa Jesús para ellos. Es un retomar la historia de Jesús, es interpretarla en una clave diferente, de ahí que lo político muchas veces sea desfigurado por lo moral. ¿Recuerdan la parábola del banquete? La parábola del banquete es una parábola política. Resulta que los convidados de honor no vienen y los que vienen son los que están mendigando al borde del camino, todo el pobrerío de Israel. Ahí termina la parábola en Lucas, los que van a gozar del Reino son los pobres, los despreciados y los marginados en Israel. Pero Mateo, que es un moralista, por las dudas que nadie entienda que los pobres sin cualidades morales van a entrar en el Reino de Dios, le añade un final que no tiene nada que ver con la parábola. Dice que el rey que los convidó, después que están todos sentados a la mesa, viene a mirar si todos están trajeados decentemente y como quien dice en un liceo al ver a uno en jeans ,o cosa por el estilo, le dice inmediatamente: Tú no estás vestido con traje de bodas, fuera. En la parábola eso significa que a pesar de que Jesús llama a los pobres les exige moralidad. Es el interés para Mateo, pero en la parábola eso cae "como pedrada en ojo de boticario" porque es evidente que los mendigos que estaban al borde del camino no iban a tener un bolso Adidas, con un traje de bodas, por las dudas si los invitaban a un banquete. Es ilógico e incoherente que si son pobres que están al borde del camino tengan un vestido de bodas. Vean ustedes cómo la clave de cada autor se manifiesta en lo que pone como interpretación de Jesús. CARTA A LOS HEBREOS. 42

Durante cierto tiempo se supuso que era de San Pablo, pero actualmente todos están de acuerdo en que puede ser a lo más de un discípulo suyo, pero no de él. Es una carta larga destinada al mundo hebreo, donde se da a Jesús otra interpretación, otra clave: Jesús es el nuevo Sumo Sacerdote. En el mundo hebreo está vigente todavía la impresión de que tiene que haber un sumo sacerdote, un culto, sacrificios, etc. Fundamentalmente tiene que haber sacrificio porque el hombre es un ser imperfecto, contingente, es un pecador y por lo tanto está necesitando continuamente el perdón de Dios, y precisamente el culto que había en Israel era para el perdón de los pecados. El pecador ofrecía un animal en sacrificio para el perdón de sus pecados. Pero como siempre estaba pecando, necesitaba acudir una y otra vez a Dios con sacrificios de animales, como por ejemplo: el chivo expiatorio, que una vez al año, como símbolo, se lo enviaba fuera del pueblo, cargando con todos los pecados del pueblo. Siempre había sacrificios, porque siempre se necesitaba algo de Dios que el culto traía, pero que el hombre deshacía inmediatamente, siendo necesario otro acto de culto, y otro, y otro. Jesús es interpretado entonces en la clave que le interesaba a esas personas, algo sicológicamente muy profundo que es el sentido de culpabilidad y de inseguridad que tiene el hombre cuando se siente culpable, es decir: clave religiosa y cúltica. El culto da esa seguridad al hombre que se siente inseguro porque es pecador. Entonces, en la Carta a los Hebreos Jesús significa precisamente el término del culto. Todo lo que necesitamos de Dios, Dios ya nos lo dio con Jesús. Por lo tanto no necesitamos conseguir nada de Dios y sobre todo el perdón de los pecados, ni los sacramentos son para obtener algo de Dios que sin el sacramento no obtendríamos. Jesús es el sumo sacerdote, está por encima del culto y al mismo tiempo es la víctima que vale por encima de todo lo que el hombre podría ofrecer. Y con ese sacrificio Dios nos dio ya todo lo que tenía que dar y todo lo que el hombre podía necesitar. En ese sentido nuestras iglesias no tienen culto a Dios, se hace la memoria de Jesús, pero no se obtienen cosas como en el templo de Jerusalén mediante el culto. ¿Ven ustedes? Es otra clave para Jesús que es interpretado después de la resurrección como el sumo sacerdote por excelencia porque es hombre, y al mismo tiempo Dios. El sumo sacerdote era el "pontífice" que etimológicamente significa "el que hace de puente" entre el hombre y Dios. Y ese sumo sacerdote es al mismo tiempo el que murió, el que fue ofrecido, por lo tanto Dios ya no nos puede dar más de lo que nos dio, ni los hombree pueden ofrecer más de lo que ofrecieron. Fíjense la libertad creadora con que cada uno de los escritores del N.T. hace su interpretación de Jesús en otra clave diferente, según los intereses y expectativas de la gente. No hay nada político en la carta a los hebreos, es decir, Jesús no aparece con su propia clave hablando del Reino de los cielos que Dios trae a la tierra. EL EVANGELIO DE SAN JUAN: SU "CLAVE" El evangelio de San Juan, probablemente no fue escrito por él mismo, pero sí por alguien muy relacionado con él. Según los datos históricos más seguros que tenemos, San Juan vivió en Asia Menor, probablemente en Éfeso que era una ciudad de gran cultura griega y por lo tanto tuvo gran influencia de la filosofía griega, de la filosofía platónica. La clave de Juan sería entonces filosófica, correspondiendo a la inquietud que tiene la cultura griega influenciada por el platonismo, de que el mundo de arriba y el mundo de abajo no tienen comunicación entre sí. El mundo de arriba es el mundo perfecto, donde están las ideas, que son las imágenes perfectas, donde está por ejemplo la idea de mesa, que es mucho más perfecta que esta mesa, donde no hay patas que incomodan, donde no hay ángulos, etc., está la mesa perfecta de la cual las mesas de la tierra son sólo copias malas, siempre fallan por algo, son perecederas, se apolillan, se rompen, se deshacen, nacen, mueren y pasan, etc.

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Ese mundo de arriba no tiene comunicación con el mundo de abajo, de tal manera que éste parece creado por un demonio, es decir, por alguien que no es Dios, porque es un mundo falso, transitorio, un mundo que engaña, un mundo contingente. Frente a esa gran inquietud la cultura griega trata de franquear ese paso con la contemplación filosófica, es decir, llegar a ver ese mundo de ideas. En el evangelio de Juan, Jesús es presentado como el mundo de arriba entrando en el mundo de abajo, el hombre no puede subir al mundo de arriba, entonces Dios entra en el mundo de abajo. Eso lo tenemos en el prólogo (que es probablemente un himno que ya existía) del evangelio de Juan (Capítulo 1, versículos 1 al 18) en donde aparece la encarnación de Dios: "El Verbo se hizo carne..." (Es decir una sustancia creada) "y habitó entre nosotros..." significa exactamente que pone su carpa, como quien va de camping, entre nosotros. Entonces, todo el evangelio de Juan es mostrar cómo el mundo de arriba actúa en el mundo de abajo. Es mostrar cómo Jesús es, por ejemplo, el pan verdadero, el de arriba. La gente que come el pan de abajo sacia su hambre y a las tres horas ya vuelve a sentirla. Jesús es el agua verdadera, no la que uno toma, sino es el agua eterna que está fluyendo sin cesar, a disposición para la sed. Jesús es la viña verdadera, el templo verdadero... etc. Todas esas palabras indican que el mundo de arriba llegó al mundo de abajo y lo llenó. Juan corrige la mentalidad de la cultura griega de que había que contemplar las ideas diciendo que los que estamos en el mundo de abajo podemos asociarnos al mundo de arriba en Jesús, simplemente amándonos los unos a los otros. Es una idea nueva para la filosofía griega: es el amor, no la contemplación intelectual lo que une a los hombres al mundo de arriba, porque Dios es amor, y todo el que ama nace de Dios, tiene la vida de Dios en él, tiene una vida divina. O sea que el hombre llega al mundo de arriba y participa de todas sus cualidades por el amor, gracias a la encarnación de Jesús. En la mayor parte del evangelio de Juan los episodios concretos de la vida histórica de Jesús, no aparecen. Hay poquísimas cosas relacionadas con los sinópticos, una es la multiplicación de los panes, otra la resurrección de Lázaro, que parecen también conocerla los sinópticos y que Juan describe porque Jesús es la verdadera vida. Jesús está entonces interpretado en la clave que podríamos llamar filosófica, que venía de la cultura griega. APOCALIPSIS: "SU CLAVE" La clave política es usada también por otro de los libros del Nuevo Testamento, después de la ruina de Jerusalén. El Apocalipsis es un libro de clave política, en que Jesús se presenta otra vez en lucha contra el poder político que se hace llamar Dios (los emperadores se hacían llamar dioses), que es el Imperio Romano. Jesús aparece como el cordero que está en lucha contra la bestia, el monstruo, y que termina venciéndolo. Es otro género literario completamente distinto, de visiones, como sueños, que tiene una persona, en donde ve la victoria de Jesús sobre la bestia que es el Imperio Romano, que se tiene como Dios y que es el anti-dios. Es una clave política que interesa a aquellos a quienes la política imperial les choca como una usurpación del poder de Dios. Frente a ese escándalo, esa intranquilidad del hombre, esa necesidad de sacarse de encima esa obsesión, el Apocalipsis ayuda a ver a Jesús en otra clave. O sea, otra vez de la historia no queda prácticamente nada, sin embargo la significación de Jesús es correcta. La base siempre está en la historia de Jesús, pero según los contextos, según las necesidades humanas diferentes, esa base es interpretada para decirle algo humanizador y liberador a cada hombre. No se trata de que Jesús sirva para cualquier tipo de necesidad, pero para las hondas necesidades del hombre hay en Jesús siempre un significado que la Iglesia desde entonces comenzó a sacar con suma libertad y creatividad y que no termina con el N.T. Para comunicar la fe de Jesús, nosotros no es que tengamos que elegir entre las claves que nos da el N.T. para ver cuál conviene más al Uruguay de hoy, no. Las claves del N.T. no son más 44

que ejemplos de creatividad de los cristianos de indicar lo que Jesús significa en un determinado contexto, con determinadas necesidades y expectativas. Es una tarea para nosotros. No vamos a usar la Biblia para dar la fe de Jesús hecha, si la usamos que sea para liberarnos de la historia de Jesús, no para ser infieles a ella, sino para interpretarla y hacer de eso una respuesta a los problemas de hoy. Tenemos muchos elementos en la Biblia, pero tenemos que manejarlos con lo que sabemos hoy, y frente a los problemas que tenemos hoy, para que Jesús sea significativo hoy. En ese sentido la historia de Jesús es única, no se trata de repetirla ni de copiarla. Por ejemplo, la insistencia de Jesús en la limosna, hoy significaría valores completamente diferentes de los que Jesús defendió. De ahí la insistencia que pone el Concilio Vaticano II en pagar los impuestos. Por más mal usado que esté, los pobres no disponen prácticamente en su inmensa mayoría para aliviar su suerte que de aquello que los impuestos dan, desde los hospitales hasta la seguridad social, de tal modo que lo que se puede hacer dando una limosna es infinitamente inferior a lo que se puede hacer pagando íntegra y lealmente los impuestos hoy. Sin embargo Jesús no habló del impuesto, ni se le pasó por la cabeza, porque en aquel memento el impuesto iba a llenar las arcas del Imperio Romano, que no tenía nada que ver con el Reino de Dios que es Israel. Fíjense como es hasta peligroso aplicar el Jesús histórico y querer buscar en Él soluciones para los problemas de hoy. SAN PABLO: SU "CLAVE". Les voy a indicar algunos datos sobre San Pablo que pueden ayudar a que ustedes lo lean y entiendan un poco la clave, completando lo que estamos viendo con un ejemplo más, tal vez el más interesante dentro del N.T. Pablo está en un contexto completamente distinto al de Jesús: la cultura greco-romana no espera ningún Reino de Dios, de modo que Pablo prácticamente no usa el término usado por Jesús. Al no tener clave política para su interpretación de Jesús, Pablo deja de tener en un lugar central a los pobres. ¿Por qué? Porque los pobres son una categoría socio-política, y en el Imperio Romano no hay ningún lema capaz de arrastrar a esa gente a trastocar todas las estructuras socio-políticas del imperio en favor de los pobres. No es que se despreocupe de ellos, continuamente está preocupándose por las iglesias pobres, y dentro de la comunidad, que no haya diferencias en la celebración de la Eucaristía en que cada uno llevaba su propia cena, entonces, el que no tenía pasaba hambre, mientras otros estaban hartos. Y Pablo dice: No puede ser, el que hace eso se traga su propia condenación. En los Hechos de los Apóstoles vemos cómo la característica de esa comunidad que era la iglesia cristiana era que de tal manera distribuían sus bienes, que a nadie le faltaba lo necesario. No dice que todos fueran iguales, pero, de alguna manera, los bienes estaban en común para que no hubiera pobres. O sea, no se trata de que San Pablo dijera: No me interesan los pobres, no, pero ciertamente no ocupan el lugar central que ocupaban en la clave política de Jesús. El lugar central de la clave de Pablo lo ocupan las fuerzas que desde dentro de sí deshumanizan al hombre. No las fuerzas que desde fuera deshumanizan al hombre desde las estructuras sociales o políticas, sino las fuerzas que lo deshumanizan desde dentro. Pablo interpreta a Jesús muy libremente, hasta el punto de no citar ningún dicho ni narración de Jesús. Lo interpreta en clave que podríamos llamar antropológica, quiero decir: todo lo relativo al hombre. Entonces, así como Jesús se preocupa por los pobres, los marginados, los endemoniados, etc. Pablo se preocupa por los hombres que se deshumanizan a sí mismos a través de lo que él llama el pecado. El pecado no es para San Pablo quebrantar una ley sino es deshumanizarse, perder la libertad de ser hombre y por lo tanto la capacidad creadora volviéndose un ser no libre, no creador, por esclavizarse a alguno delos elementos infrahumanos que tiene dentro de sí. Y esos elementos 45

son diferentes según las características de los dos grupos que hay en la Iglesia de Roma (ver Carta a los Romanos). - Los elementos infrahumanos que tienen los paganos son las pasiones, los deseos que hay dentro del corazón de hombre. El hombre viene con ciertos deseos que hoy llamaríamos instintos, es decir, grandes fuerzas sicológicas: instinto sexual, instinto agresivo, etc. Son grandes fuerzas que actúan en el hombre y que pueden ser puestas al servicio del bien, pero que si no, ponen al hombre a su servicio. Son fuerzas tan poderosas que si el hombre no las domina, lo dominan a él y lo convierten en un instrumento, en un juguete, en un niño, en una persona diríamos, endemoniada. Ese es el verdadero pecado. - Entre los judíos que están también en Roma, lo que más deshumaniza al hombre y lo infantiliza, es la inseguridad religiosa, que lo hace buscar estar bien con Dios, saberse bien con Él y para eso hacer no lo que le conviene al hermano sino lo que Dios les prescribe. O sea, para el judío lo fundamental es cumplir la ley al pie de la letra de tal manera de poder llevar un libro de contabilidad donde siempre haya superávit en favor de su salvación. Es decir, comprar a Dios, negociar la salvación. ¿Se acuerdan de las controversias de Jesús con sus adversarios que querían saber si Jesús estaba o no con Dios, independientemente de lo que le hacía al hombre? Entonces, lo que en Jesús está expuesto en clave política, Pablo lo expone en términos antropológicos. Los adversarios de Jesús se valen de la religión para desechar el Reino diciendo: ¿Será de Dios o será del Diablo? Y Jesús les dice: Ustedes no se arriesgan nunca a poner primero como criterio al hombre. Para San Pablo el cumplimiento de las obras que manda la ley se opone a la fe. Los judíos en Roma y también los paganos de Corinto no tienen la audacia de primero ponerse de parte del hombre para después leer y entender lo que Dios dice, y lo que Dios quiere. Entonces quieren comprar la salvación con las obras de 1a ley, es decir, con ese libro de contabilidad donde cada uno anota sus buenas y malas acciones para ir compensando el saldo. Bueno, eso es falta de fe, en el sentido de audacia y de confianza, en que el hombre se olvida que tiene una ley y se acuerda que tiene un hermano. ¿Qué es la fe para San Pablo? Es animarse, largarse al proyecto por el hermano primero de todo, antes de consultar si a Dios le gustará o no esto, y si está dentro de los límites que Él permite. San Pablo dice: Lo que salva ante Dios es la fe porque la fe es lo que lleva al amor. Si yo estoy pensando en qué obras hago hoy, voy a dejar pasar a todos los que necesitan de mí por el camino, porque yo estoy preocupado por mí mismo, por mi libro de contabilidad y no voy a entender lo que Dios quiere. La gran polémica de Pablo es prácticamente una repetición en clave, antropológica, de la discusión que Jesús tiene en clave política. Importancia de la Resurrección. Como ya vimos, para Pablo, tanto en el caso de los paganos como en el de los judíos, es pecado cuando el hombre se vuelve juguete de las fuerzas de su corazón, es decir, que hacen al hombre un instrumento, un esclavo. El hombre dominado por cualquiera de las pasiones de su corazón, aún por la religiosa, no tiene obras propias, no tiene proyectos... Vamos a poner un ejemplo: un individuo que no puede hacer sino comer, no tiene proyectos, porque si los tiene, todos son interrumpidos y deshechos porque tiene que preparar el menú para ver qué comilona se hace hoy o mañana. Cuando uno mira después la vida de esa persona ve que pudo tener una cantidad de proyectos, pero fue juguete de otra fuerza que le impidió llevarlos a cabo. Entonces el hombre se queda prácticamente sin obras. Solamente realiza y deja en la vida algo propio el hombre que es libre de la ansiedad religiosa y de las pasiones.

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Para San Pablo, el hombre dominado ya es en cierto sentido un hombre muerto en vida, porque pasa sobre la tierra como si no hubiera existido. El hombre está como sujeto a la muerte en vida, antes de que llegue la muerte física. La resurrección de Jesús significa que si nosotros nos largamos a nuestros proyectos, aunque parte de ellos se los lleven nuestras pasiones, nuestra necesidad de seguridad, etc., algo vamos a tener que presentar con nuestro nombre ante el tribunal de Dios. Y eso va a valer, va a tener vida para siempre. Es decir, el hombre vivirá porque tendrá su propia obra y esa obra tomará parte en la nueva tierra y en el nuevo cielo que Dios está preparando. Fíjense cómo el conflicto que Jesús ponía políticamente, Pablo lo pone en el interior del hombre, los adversarios están dentro de él. Se trata de una lucha a muerte dentro del hombre para que éste pueda ser libre, creador, etc. Para eso tiene que tener fe. Y la garantía de esa fe es precisamente la victoria de la vida sobre la muerte que se vio en Jesús. Hay una fidelidad enorme de Pablo con Jesús, pero puesto en otra clave. Siempre se puede predicar la fe de Jesús. Interesa ver que las claves son diferentes según los contextos, según las necesidades. Me parece que eso es importante para nosotros porque nos saca una cierta angustia y un cierto pretexto de que no siempre es posible usar la clave política de Jesús, por lo menos con la misma fuerza o centralidad que Él le dio. Ya sea por falta de medios, o porque el Reino de Dios no tiene eco fuera. Sin embargo, nunca hay pretexto para no predicar la fe de Jesús, porque siempre hay otras dimensiones del hombre a las que podemos llegar con la significación de Jesús y que son humanizadoras y enriquecedoras, y que dependen de nosotros. Hay que tener en cuenta que esto es siempre posible. Esto por la parte positiva. El conflicto. Por la parte negativa tenemos que es cierto el peligro de querer, en la clave, evitar el conflicto. Es evidente que la más conflictiva exteriormente es la clave política, pero si se utiliza bien, de una manera coordinada la clave de Pablo, por ejemplo, va a llevar finalmente a los mismos conflictos, porque una de las consecuencias de Pablo es que si yo hago proyectos por la humanización de mis hermanos, voy a darme cuenta de que están políticamente oprimidos, etc., por las estructuras de la sociedad. Por lo tanto voy a desembocar, más tarde o más temprano, en la clave política. Podemos tener la tentación de esquivar lo conflictivo en nuestra comunicación de la fe de Jesús. No hay ninguna clave que lo haga inofensivo, que no suscite conflictos, a más corto o largo plazo porque Jesús siempre será conflictivo; en cualquier clave que lo pongamos va a llevar a consecuencias que al hombre le va a costar mucho asumir. Precisamente lo que entusiasma de la posibilidad de comunicar la fe de Jesús es que sea conflictivo, estar bien ubicados en una parte de una lucha y no como jueces o espectadores. Si somos fieles a Jesús siempre nos vamos a encontrar el conflicto entre lo deshumanizador que va a estar siempre en contra de Él y lo humanizador que va a ser siempre lo que Él trae con su mensaje. Y para acotar algo a lo último que dije: no crean que insistir en que Jesús es Dios saca los conflictos, porque precisamente fue insistiendo en Dios que Jesús trajo el conflicto, si insisten en la divinidad de Jesús tal como Él la propuso y ejerció, el conflicto se viene seguramente. La fuerza de la resurrección. Podemos tener la impresión de que finalmente el pecado, y la muerte dominan el mundo. Exactamente la misma impresión que tuvieron los discípulos cuando se les murió Jesús. Nosotros estamos pasando en el momento actual por una situación semejante: ¿Cómo es que un proyecto que nos pareció de Dios se viene abajo? Es importante que recobremos en palabras que se puedan transmitir el sentido de la Resurrección, de tal manera que se vea cómo el mundo se va construyendo a pesar de lo que estadísticamente aparece. Vemos en Pablo la importancia que tiene cada hombre y cada generación. Gracias a que los proyectos no se realizan en línea recta hasta culminar, cada generación tiene tanta importancia y es 47

tan decisiva como la anterior. Si la revolución francesa por ejemplo, que se hizo por razones de libertad, igualdad y fraternidad (lemas cristianos por excelencia), y que quedó inscripto en el mundo definitivo ciertamente, hubiera triunfado definitivamente, las generaciones siguientes se hubieran encontrado de brazos cruzados hasta que viniera otro problema que hiciera que sus decisiones tuvieran importancia. Pablo presenta un mundo de una creación visiblemente siempre incompleta, que es precisamente lo que nos hace a cada uno de nosotros necesario a todos, porque siempre dependen de lo que nosotros hagamos. Y esa necesidad de los unos por los otros es lo que funda la amistad, el amor, la importancia que tenemos para nuestros seres queridos, y ellos para nosotros, y la importancia que tiene nuestra acción y nuestro compromiso. ¿Ven? En San Pablo la resurrección cobra un sentido sumamente rico y humanizador.

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