Segunda Parate De Vision Mis Limitaciones No Son Barreras Insuperables

Mis limitaciones no son barreras insuperables ¿Que es lo que dio a estos grandes la fuerza para sobreponerse a sus graves problemas y tener éxito? Era que cada uno tenía un sueño interior que era como un fuego que no podía ser extinguido.

Napoleón Hill dijo: “Acaricien sus visiones y sus sueños como si fueran sus hijos del alma, los proyectos de sus máximos logros”.

Para desarrollar una visión es necesario mirar hacia el derredor y hacia arriba

• ¿Qué necesidades veo a mi alrededor, que de acuerdo a mi potencial puedo ayudar a suplir? • ¿Será que eso es lo que Dios espera de mi?

Según Richard E. Day dijo: “ Toda época dorada de la historia de la humanidad procede de la devoción y de la pasión justa de alguno individuos. Siempre hay un hombre que conoce a Dios y sabe a dónde va”.

La visión enriquece tu vida

Todo el mundo termina en un lugar en la vida. Pero algunos terminan en un lugar y ellos son lo que tienen una gran visión.

La visión enriquece la vida por lo menos le añade 4 elementos importantes:

1. 2. 3. 4.

Pasión (la visión hace brotar la emoción) Motivación (la visión proporciona motivación) Dirección (es la ventaja mas practica de la visión) Propósito (la visión se convierte en un propósito)

Un elemento final

Por supuesto tener presenta a Dios es un elemento clave. Una persona común y corriente tiene derecho a soñar sus propios sueños.

Recuerda La visión comienza como un preocupación. Se debe orar pidiendo oportunidades. Lo que Dios origina, él mismo lo dirige. No permitas que nadie te desvíe de tus sueños, de lo que tanto anhelas.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10)

Como dijo el apóstol Pablo: He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mi sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida” (2 Tim.4:7-8)