Sally

SALLY Y RAY

EN UN PLANETA DESCONOCIDO

Había una vez, en un planeta muy lejano una niña llamada Sally. Era muy inteligente, pero se sentía un poco discriminada por su aspecto, todos los niños y niñas eran diferentes a ella. Ella, como otra persona cualquiera que estuviera en su lugar, le preguntó a su madre que por qué era diferente a los demás. La madre le decía siempre que era porque había nacido así. Un día en el instituto se le acercó un niño llamado Brock que a ella siempre le había gustado. Él se acercó para invitarla a salir a comer, pero ella se negó porque se creía que era mentira y que sólo era para cachondearse de ella. Él se fue con cara triste, pero antes de que diera tres pasos ella rectificó lo que le había dicho antes Después de tres años juntos, cuando ya estaban preparados para trabajar, les dijeron que no podían tener niños, así que ella empezó a mirar cuadros de su familia, de cuando sus bisabuelos eran niños, sus abuelos niños y sus padres niños, pero no encontró ni un solo cuadro de ella. Ella vivía en la casa de sus padres con su novio así que miró en el desván donde le habían prohibido entrar cuando vivía con sus padres, y en él encontró muchos periódicos. En todos salía un hombre llamado Ray. Ella empezó a preguntar dónde se alojaba Ray. Un día, después de mucho buscar, lo encontró, pero él ya era muy viejo y tenía amnesia. Vio que se parecía a ella, pero pensó que solo era coincidencia.

Ella seguía yendo todos los días al desván para sacar cosas que le podrían interesar. En la pared vio una raja como si hubiera otra habitación, pero no le echó cuenta y siguió buscando. Entonces encontró al lado de la pared una cerradura y se acordó de una llave que su madre siempre guardaba en una caja, fue a buscarla y la encontró, la metió en el agujero y empujó muy fuerte, ya que estaba atrancada. Al fin consiguió abrirla y allí solo había una nave muy antigua y muchos trofeos en los que salía ella con Ray y empezó a recordar su infancia donde ella vivía con los de su especie y su padre Ray. También recordó el día que intentaron conquistar el planeta Tierra unos seres verdes y feos y como pudieron escapar su padre y ella pero a su madre la cogieron. Ella decidió ir a casa de su padre para hacerlo recordar y se llevó todo lo que había en la habitación. Al recordarlo Ray, se pusieron los dos muy contentos y pensaban irse a vivir allí, pero los dos tenían familia en ese planeta así que decidieron visitar la Tierra una vez a la semana los dos hasta el fin de sus días.