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Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) PO Box 30552 Nairobi, Kenya Tel: (254 20) 621 234 )D[ e-mail:
[email protected] www.unep.org ISSN 101-7394 Director de publicación:(ULF)DOW Editor: Geoffrey Lean Coordinación: Naomi Poulton, Elisabeth Waechter Contribuidor Especial: Nick Nuttall Directora de suscripciones: Manyahleshal Kebede Deseño: Sharon Bowen Producción: UNEP/DCPI Portada: John Cancalosi/Still Pictures El contenido de la revista no refleja necesariamente las opiniones ni las políticas del PNUMA o de sus editores, ni es tampoco un documento oficial. Las designaciones empleadas y la presentación no implican la expresión de opinión alguna por parte del PNUMA en relación con la situación jurídica de ningún país, territorio o ciudad o sus autoridades, o la delimitación de sus fronteras o límites. JC:E egdbdiZh Zck^gdcbZciVaan [g^ZcYan egVXi^XZh \adWVaan VcY ^c ^ih dlc VXi^k^i^Zh#I]^h bV\Vo^cZ ^h eg^ciZYdc&%%gZXnXaZY!X]adg^cZ[gZZeVeZg#
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odos los años, más de catorce millones de turistas llegan en cruceros al Gran Caribe, atraídos por sus arrecifes de coral, sus costas, sus asombrosas playas y su maravillosa gente. Su arribo causa a la vez alegría y preocupación. Si se lo maneja con sensibilidad y de manera sostenible, el turismo puede ser una fuente de moneda extranjera que se recibe con agrado, ayuda a superar la pobreza y proporciona medios de subsistencia y oportunidades de empleo. Pero, mal manejado, puede desarraigar las culturas y comunidades y dañar los manglares, los arrecifes, y otros ecosistemas de los que dependen los habitantes del lugar y el propio turismo. Como muchas otras zonas costeras de tierras bajas y pequeños Estados insulares en desarrollo, las naciones del Caribe enfrentan múltiples desafíos. Comparten algunos con el resto del mundo, como las consecuencias del cambio climático, el aumento de los niveles de desechos sólidos y aguas cloacales y la repercusión de las especies foráneas invasoras. Se considera que algunas amenazas, como por ejemplo la contaminación proveniente de los barcos, son mayores en el Caribe que en otros lugares del mundo. Se calcula que un crucero con tres mil pasajeros genera entre 400 y 1.200 metros cúbicos de desechos líquidos por día (entre los que se incluyen el drenaje de los lavavajillas, las máquinas de lavar ropa, las duchas y los lavabos) y 70 litros de desechos peligrosos, como los productos químicos que se utilizan para revelar fotografías, las pinturas, los solventes, los cartuchos de impresoras láser, las pilas de níquel cadmio y los líquidos para limpieza en seco. También produce aproximadamente 50 toneladas de desechos sólidos por semana. Se estima que los cruceros generan la cuarta parte de las 900.000 toneladas que se vierten anualmente en las aguas de los océanos. $GHPiVHOWUiÀFRGHEXTXHVSHWUROHURVHQHO Mar Caribe es intenso. El 90% de la energía utilizada en la región se genera a partir del crudo y compete a muchos países productores y exportadores de petróleo, como Colombia, los Estados Unidos de América, México, Trinidad y Tabago y Venezuela. Los convenios mundiales y regionales
– muchos con el patrocinio de la Organización Marítima Internacional, de las Naciones Unidas – exigen a los armadores que actúen de manera que no perjudique al medio ambiente. Sin embargo, siguen descargándose cantidades importantes de hidrocarburos y otras sustancias. Las encuestas indican que los sedimentos costeros en lugares como el puerto de Kingston en Jamaica y la bahía de la Habana en Cuba están experimentando una “contaminación por petróleo ligeramente crónica”. Y en las playas de Cuba, Puerto Rico, las Islas Caimán, Curaçao, Barbados, Granada y Trinidad y Tabago se han encontrado altas concentraciones de bolas de alquitrán, provenientes de los derrames y descargas de petróleo. Se ha logrado mucho a partir de los acuerdos negociados por el PNUMA, como el Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe, conocido como el Convenio de Cartagena. Pero resulta evidente que es preciso hacer más, por ejemplo, dotar a los puertos de mejores instalaciones para la recepción de desechos e LQWHQVLÀFDUHOFXPSOLPLHQWR\ODHMHFXFLyQGH los tratados sobre transporte marítimo. El transporte marítimo es sólo uno de los desafíos y oportunidades con los que se enfrentan los países del Caribe, tal como se recalcó claramente en las recientes publicaciones del PNUMA: Perspectivas del Medio Ambiente del Caribe, Perspectivas del Medio Ambiente Mundial para América Latina y el Caribe, y los dos informes regionales de la Evaluación Mundial de las Aguas ,QWHUQDFLRQDOHV ÀQDQFLDGD SRU HO )RQGR SDUD el Medio Ambiente Mundial. Los países del Caribe se acreditan progresos en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, acordados internacionalmente, especialmente en lo relativo a educación, salud y agua potable. No REVWDQWHHVRVEHQHÀFLRVSRGUtDQSHUGHUVHVLOD degradación ambiental sigue perjudicando las economías. Los países de la región están encontrando soluciones para muchos de los desafíos que enfrentan. El PNUMA puede ayudarlos a través del Plan Estratégico de Bali para el apoyo tecnológico y creación de capacidad, e insta a los gobiernos a que presenten proyectos y propuestas en el marco de este nuevo esquema. Pero la comunidad internacional debe asumir la responsabilidad de hallar otras soluciones, entre las que se encuentran el desarrollo de un régimen comercial justo y equitativo y la lucha contra el cambio climático, probablemente la mayor de todas las amenazas que se ciernen sobre los países del Caribe. Se calcula que el 70% de la población de la región vive en zonas de tierras bajas, vulnerables al aumento del nivel del mar y a las inclemencias del clima. Se los debe apoyar en su adaptación, pero es limitado lo que pueden realizar antes de ser arrasados por las olas o revolcados por los huracanes. Las naciones industrializadas deben cumplir los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto como un primer paso para llevar a cabo reducciones aún más drásticas, necesarias para estabilizar la atmósfera Q
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AdfjZhZcZXZh^iV es un apoyo total A:DC>:76GC67NZc[Vi^oVaV^bedgiVcX^VYZfjZadh \dW^ZgcdhVednZcaVZ_ZXjX^cYZaEgd\gVbV6bW^ZciVaYZa 8Vg^WZne^YZfjZad]V\VcVcb{h#
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Gran Caribe, integrada principalmente por países cuyas economías dependen fundamentalmente del turismo y la pesca, está azotada periódicamente por huracanes, devastadores terremotos y actividad volcánica y es propensa a los desprendimientos de tierras y las inundaciones. El Programa Ambiental del Caribe tuvo que hacer frente a muchos retos, como por ejemplo cambios en el programa de desarrollo; el estado del medio costero y marino; el marco de políticas internacionales; los conocimientos FLHQWtÀFRV \ ODV UHDOLGDGHV \ WHQGHQFLDV HFRQyPLFDV \ sociales. Esos fenómenos son comunes a muchos otros mares regionales y por tanto, 30 años después de su inicio en 1974, el Programa de mares regionales que coordina K::GA:K6C9:L::G9YZhXg^WZaVbZ_dg el PNUMA, con la participación de Presidentes o de bVcZgVYZ]VXZg[gZciZVaVhcZXZh^YVYZh representantes de la Conferencia de las Partes y de los órganos intergubernamentales de diversos convenios y VbW^ZciVaZhedgbZY^dYZVhdX^VX^dcZhnjcV planes de acción de mares regionales aprobaron un conjunto eaVc^ÒXVX^c^ciZ\gVYV# de orientaciones estratégicas para el período 2004-2007, destinadas a fortalecer el Programa de mares regionales a nivel mundial y llevar a cabo los planes de trabajo de programas de mares regionales concretos (http://www. unep.org/regionalseas/About/Strategy/). El Programa Ambiental del Caribe ejecuta sus actividades transcendiendo las disparidades lingüísticas y políticas, alentando a los asociados clave, tanto gubernamentales como de la sociedad civil, a que se unan para establecer políticas y acuerdos regionales. Aunque aún resulta arduo recabar contribuciones de los países miembros, el Programa ha logrado atraer un considerable DSR\R LQVWLWXFLRQDO \ ÀQDQFLDPLHQWR GH SUR\HFWRV GHO Organismo Sueco de Desarrollo Internacional (SIDA), HO)RQGRSDUDHO0HGLR$PELHQWH0XQGLDOOD)XQGDFLyQ de las Naciones Unidas y gobiernos miembros, tales FRPR)UDQFLD\ORV(VWDGRV8QLGRVGH$PpULFDLQFOXLGD la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. En la última reunión mundial de convenios y planes de acción de mares regionales, celebrada en RFWXEUH GH HQ +HOVLQNL )LQODQGLD HO 3URJUDPD compartió sus experiencias sobre el fortalecimiento de la movilización de los recursos nacionales y sobre la utilidad de las asociaciones, especialmente para el fomento de la capacidad. El Programa Ambiental del Caribe tratará de potenciar sus opciones programáticas estratégicas mediante: a) la colaboración con otros programas de mares regionales; ntre los programas de mares regionales del PNUMA, b) la integración de los planes de desarrollo económico y el Programa Ambiental del Caribe es uno de los social nacionales y regionales, incluyendo componentes programas bandera. Constituye un excelente ejemplo costeros y marinos en una estrategia programática; c) de cómo los países que comparten un mar, junto con más el empeño para mejorar e incluir planes y programas de 40 organizaciones asociadas, tanto en la región como de control y de vigilancia mundiales y regionales; d) la en el resto del mundo, pueden unirse para hacer frente a integración en mayor medida de los programas y planes de trabajo para grupos especiales y otros grupos e iniciativas problemas ambientales comunes. Como muchos otros programas de mares regionales, internacionales; y e) la mejora tanto externa como el Programa Ambiental del Caribe inicialmente recibió interna de los mecanismos de coordinación en el seno de un importante apoyo del PNUMA, pero en la actualidad subprogramas y entre ellos. Tras 25 años de prestar servicio a los pueblos de la es una entidad independiente, sólida y dinámica. Desde UHJLyQHO3URJUDPD$PELHQWDOGHO&DULEHSHUPDQHFHÀHO VXVRÀFLQDVXELFDGDVHQ.LQJVWRQ-DPDLFDHO3URJUDPD abarca 28 Estados miembros y los territorios que dependen a su misión esencial y constituye un excelente ejemplo de de ellos, en los que se hablan tres idiomas (español, francés un marco para la cooperación regional Q e inglés). Tiene jurisdicción sobre el medio marino del segundo mar más extenso del mundo, aproximadamente El doctor Veerle Vandeweerd es Jefe del Programa de 2.648.000 km2, está bordeado por el continente y por mares regionales y el coordinador del Programa de Acción pequeños estados insulares y vincula pueblos de diferentes Mundial para la protección del medio marino frente a las culturas y creencias religiosas y políticas. La región del actividades realizadas en tierra.
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y requieren una ejecución nacional coordinada por diversas instituciones gubernamentales. En 1981, en América Latina y en el Caribe se iniciaron dos programas de mares regionales: el Programa Ambiental del Caribe y el Plan de $FFLyQGHO3DFtÀFR6XGHVWH\&RQYHQLR de Lima.
Logramos mucho; que bjX]dedg]VXZg ?DG<::#>AAJ:86eVhVgZk^hiVVadhai^bdh'*VdhYZa Egd\gVbV6bW^ZciVaYZa8Vg^WZnhj[jijgd
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1975, son los sillares de la “ constitución de los océanos”, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. A diferencia de otros acuerdos ambientales multilaterales, esos programas adoptaron, en general, un enfoque doble que consistía en negociar y en adoptar simultáneamente un convenio marco y un plan de acción. Ello permitió que los Estados participantes pudieran comenzar sin demora a hacer frente a los problemas prioritarios por medio del plan de acción, incluso antes de que el convenio entrara en vigor. A diferencia de aquéllos, también los programas son intersectoriales, interdisciplinarios
Global agreements El Programa Ambiental del Caribe fue uno de los programas de mares regionales con mayor éxito emprendido en los países en desarrollo: veinticuatro de las 28 naciones miembros son países en desarrollo. Si bien la contribución de los cuatro países miembros desarrollados ha sido considerable, algunas Partes que son países en desarrollo también han aportado FRQWULEXFLRQHVVLJQLÀFDWLYDV Un elemento importante del mandato del PNUMA consiste en promover la coordinación y la colaboración entre los acuerdos ambientales multilaterales.
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l Programa de mares regionales, que se inició hace más de 30 años, es uno de los mayores logros del PNUMA. Actualmente cuenta con 18 programas regionales, 13 de los cuales tienen sus propios convenios o convenciones, que abarcan la mayoría de las zonas costeras del mundo y en los que participan más de 150 países. De los 18 programas, 14 de ellos se elaboraron con el apoyo del PNUMA, aunque representantes de todos ellos asisten con regularidad a las reuniones mundiales que éste convoca. Los programas individuales, que se iniciaron con el establecimiento del Plan de Acción del Mediterráneo en
En ese momento yo era Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Medio Ambiente de Panamá y creo que, en muchos sentidos, para nosotros el Programa se convirtió en una escuela sobre la ordenación ambiental integrada. Los primeros años del decenio de 1980 fueron un período formativo en este campo para la mayoría de los paí ses de la región. Pocos habían creado ministerios de medio ambiente. Recuerdo muy bien cómo el PNUMA, a través del Programa, nos proporcionó experiencias que ayudaron a forjar nuestros programas e instituciones ambientales. Los programas de mares regionales nos obligaron a considerar los problemas ambientales de una manera integrada y holí stica, mediante el establecimiento de vínculos entre temas tan diferentes como los derrames de petróleo, las emergencias marinas, la contaminación causada por actividades realizadas en tierra, la diversidad biológica marina y costera, la pesca, la ordenación de las cuencas, desarrollo costero, y el turismo y el esparcimiento.
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Ello es mucho más sencillo en teoría que en la práctica, pero los programas de mares regionales se han mostrado especialmente abiertos y dispuestos a colaborar. Gracias a su naturaleza intersectorial, por medio de los programas de mares regionales se ha conseguido establecer la colaboración con una amplia gama de acuerdos ambientales multilaterales. En varios casos, también han demostrado ser un PHGLR HÀFD] GH DSR\R D OD HMHFXFLyQ de acuerdos mundiales.
de entendimiento para estrechar la colaboración con la secretaría de la Convención de Ramsar relativa a los humedales y la secretaría del Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación. El último decenio ha presenciado el surgimiento de arreglos de hermanamiento, mediante los cuales, los programas de mares regionales má s avanzados prestan apoyo técnico a los que inician sus actividades o están
Sustainable development Entre los logros de los primeros 25 años del Programa Ambiental del Caribe cabe citar el Convenio de Cartagena y sus tres protocolos; avances nacionales en el fomento de la capacidad para la ordenación integrada del medio marino y costero; el establecimiento de una red de zonas marinas y costeras protegidas; la evaluación y la ordenación de la contaminación marina; el desarrollo de sistemas de información para el manejo de los recursos marinos y costeros, y el establecimiento de vínculos más sólidos con otros acuerdos ambientales multilaterales y organizaciones internacionales. Durante el período requerido para que el Programa Ambiental del Caribe arraigue en la regió n, es esencial el apoyo estratégico del PNUMA. En 1999, con la decisión 20/19, el Consejo de Administración solicitó al PNUMA que revitalizara el Programa de mares regionales, cuya importancia parecía haber disminuido. Todavía resta mucho por hacer en ese sentido. El Programa de mares regionales necesita recuperar la prominencia que tenía en el programa del PNUMA desde 1974 a 1997. Corresponde al PNUMA un papel de liderazgo en la conservación y el desarrollo sostenible de los océanos y las zonas costeras del mundo y el futuro del Programa Ambiental del Caribe y de otros programas de mares regionales dependerá que así sea Q
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J. Kassanchuk/UNEP/Still Pictures
El Programa ha sobresalido en este sentido, especialmente en los diez añ os posteriores al nombramiento de Nelson Andrade, Coordinador de la Unidad de Coordinación Regional. Se concertaron tres protocolos del Convenio de Cartagena, que se están ejecutando en estrecha colaboración con acuerdos ambientales mundiales multilaterales. El Protocolo de cooperació ;n para combatir los derrames de hidrocarburos está estrechamente relacionado con varios convenios de la Organización Marítima Internacional sobre contaminación marina, organización que participa en el funcionamiento del Centro de actividades regionales en relación con el Protocolo sobre los derrames de hidrocarburos. En VH ÀUPy XQ 0HPRUDQGR GH Entendimiento con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, para fortalecer los vínculos con el Protocolo relativo a las áreas y vida silvestre especialmente protegidas. El Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres (Protocolo de Aruba) apoya directamente la ejecución del Programa de Acción Mundial para la protecció n del medio marino frente a las actividades realizadas en WLHUUD < VH ÀUPDURQ PHPRUDQGRV
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menos avanzados. El Coordinador de la Unidad de Centros Regionales del Caribe proporcionó inestimables asistencia y apoyo técnico a las negociaciones del Programa de mares UHJLRQDOHVGHO3DFtÀFR1RUHVWHFX\DV aguas bañan las costas del Océano 3DFtÀFR GH $PpULFD &HQWUDO GHVGH Colombia hasta México y con el que adquiría un serio compromiso.
Jorge Illueca, ex Director Ejecutivo Adjunto de la División de Convenios DPELHQWDOHVGHO3180$HVHO2ÀFLDO Principal de Política ambiental y forestal en la secretaría del Foro de las Naciones Unidas sobre los bosques, en Nueva York. ,
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Manoel Novaes/UNEP/Still Pictures
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Dylan Garcia/Still Pictures
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volvieron mundialmente famoso al mar Caribe, o incendiarse, explotar o hundirse. Lo peor sería que dos de estos buques cisterna chocaran entre sí: una catástrofe para el país o pequeño Estado insular que se encuentre en la ruta del derrame.
$SHVDUGHTXHHOWUiÀFRPDUtWLPRKD aumentado a partir de entonces, la última colisión de este tipo se produjo hace algunas décadas. Pero no ha sido solamente resultado de la buena
También solicitaron a la Organización Marítima Internacional (OMI) y al PNUMA que apoyaran un Centro de Actividad Regional, experto en luchar contra la contaminación marina por hidrocarburos, para facilitar sus esfuerzos y fomentar la capacitación y los ejercicios. La OMI, que ha trabajado con éxito durante décadas para reducir la cantidad de petróleo que ingresa a los mares desde los
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stán allí, por el horizonte: no somos muchos los que vemos los inmensos barcos que transportan más de un trillón de galones de petróleo cada año por las aguas del mar Caribe. Cargan petróleo crudo en Medio Oriente, Venezuela, México y África y, después de semanas en el mar, OR GHVFDUJDQ HQ ODV UHÀQHUtDV TXH se encuentran en el Caribe y en las costas del Golfo en Estados Unidos. En cualquier momento, alguno podría encallar en uno de los incontables prístinos arrecifes, bancos e islas que
suerte. El choque de 1979 de los buques cisterna Atlantic Empress y Aegean Captain, que se produjo a diez millas de la isla de Tobago, provocó el derrame de petróleo por transporte marítimo más importante del mundo pero, al mismo tiempo, generó la acción de los gobiernos locales. Desde ese momento, el peligro de los accidentes de transporte marítimo y de derrames de petróleo se redujo VLJQLÀFDWLYDPHQWH SULQFLSDOPHQWH D causa del modo en que los gobiernos (conjuntamente con las organizaciones internacionales, las industrias de transporte marítimo, de petróleo y de gas y otros importantes asociados) cooperaron para tratar el tema del transporte de petróleo en grandes buques. Afortunadamente, la mancha originada por la colisión no afectó las islas cercanas pero, como resultado directo (y el de otros accidentes que se produjeron en esa misma época), los estados y territorios del Gran Caribe tomaron iniciativas para impedir los derrames de petróleo y responder a ellos: establecieron convenios internacionales sobre medio ambiente, crearon planes nacionales ante casos de derrames de petróleo, impartieron capacitación y llevaron a cabo ejercicios de respuesta a los derrames de petróleo y reforzaron la cooperación con las industrias de transporte marítimo, de petróleo y de gas para reducir la contaminación.
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Durante los últimos diez años, el Centro de Actividad Regional para los Derrames de Hidrocarburos ha obtenido un éxito digno de mención al contribuir a la reducción de ODFDQWLGDGGHGHUUDPHVGHSHWUyOHRQRWLÀFDGRVHQHOPDU &DULEH(VWRVHDWULEX\HDXQDHVWUDWHJLDFODUDPHQWHGHÀQLGD basada en una visión ambiental compartida (el Programa Ambiental del Caribe) y en la aplicación ininterrumpida de los marcos jurídicos nacionales para dar cumplimiento a los varios tratados internacionales de protección ambiental marina y para fomentar la cooperación con todos los interesados directos, entre los que se encuentran los grupos ambientales, las organizaciones de comercio, la industria, los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales. Como resultado de la abrasadora colisión entre el Atlantic Empress y el Aegean Captain murieron veintiséis marineros y se derramaron cuarenta y seis millones de galones de petróleo crudo. El Atlantic Empress es el buque de más porte que se haya hundido jamás, después de haber ardido durante catorce días y de haber producido un derrame ocho veces mayor que el vertido por el tristemente célebre Exxon Valdez: nadie sabe cuánto se consumió en las llamas. La tragedia tuvo tal magnitud, que motivó la creación del Centro de Actividad Regional para los Derrames de Hidrocarburos. Pero el resultado, tanto de la respuesta ante este accidente como del trabajo del Centro, es que los mares están más limpios y ahora la región está mejor preparada para enfrentar los desastres Q
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29 de junio de 200629 de junio de 200629 de junio de 2006Brian Peter, Comandante de la Guarda Costera de Estados Unidos de América, es Consultor Principal de la Organización Marítima Internacional y del Centro de Actividad Regional para los Derrames de Hidrocarburos.
Peter Schichert/Still Pictures
buques, consideró especialmente exitoso el establecimiento de estos Centros, en cooperación con el Programa de Mares Regionales del PNUMA. El 15 de junio de 1995 se inauguró el Centro de Actividad Regional para los Derrames de Hidrocarburos, con sede en Curaçao, en las Antillas Neerlandesas, bajo la administración de la OMI, la Unidad de Coordinación Regional del PNUMA para el mar Caribe, y el gobierno de las Antillas Neerlandesas. Es la organización institucional que ejecuta el Protocolo relativo a la cooperación para combatir los derrames de hidrocarburos del Convenio para la protección y el desarrollo del medio marino en la región del Gran Caribe (comúnmente llamado Convenio GH &DUWDJHQD (VWDGRV 8QLGRV )UDQFLD \ 9HQH]XHOD colaboran con expertos y varios organismos, como las industrias de transporte marítimo, de petróleo y de gas, y las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, proporcionan apoyo adicional. Esta cooperación ha proporcionado las bases para que el Centro desempeñe misiones detalladas en un plan estratégico bienal, basado en objetivos de largo plazo tanto de la Unidad de Coordinación Regional del PNUMA para el mar Caribe, como de la OMI.
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Mark Edwards/Still Pictures
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os medios de subsistencia de la región del Gran Caribe están inextricablemente ligados al Mar Caribe, que proporciona alimento, transporte, energía, medicina, materiales de construcción y recreación. Las economías de la mayoría de los países del Caribe dependen en gran medida del turismo marino que, a su vez, depende de un medio ambiente sano. Sin embargo, las crecientes presiones ambientales – entre las que se encuentran la pesca excesiva, las urbanizaciones costeras SODQLÀFDGDV \ QR SODQLÀFDGDV ODV SUiFWLFDV QR VRVWHQLEOHV del uso de la tierra y la contaminación procedente de fuentes terrestres – comprometen inevitablemente la integridad de los servicios que se proveen a todos los pobladores del Caribe. Los desechos y las escorrentías domésticos, industriales y agrícolas representan aproximadamente el 90% de toda la contaminación marina (las aguas residuales domésticas constituyen la mayor fuente puntual de contaminación) y amenazan el medio ambiente costero y marino y, por ende, la salud socioeconómica de la región. Regional cooperation
GDWRVFLHQWtÀFRVHQpOVHHVWDEOHFHQOLPLWDFLRQHVGHHÁXHQWHV\ emisiones, así como prácticas óptimas de ordenación para los contaminantes prioritarios, y se promueve la cooperación para la vigilancia, la investigación y el intercambio de información FLHQWtÀFD \ WpFQLFD VREUH OD FRQWDPLQDFLyQ SURYHQLHQWH GH fuentes terrestres. Los Centros de Actividad Regional se crearon para ayudar al Programa del Medio Ambiente del Caribe en la elaboración y ejecución del Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres. En 2002, la Reunión Intergubernamental aceptó la propuesta formulada por Cuba y Trinidad y Tabago respecto de acoger a los Centros de Actividad Regional del Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres en el Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas (Cimab) y en el Instituto de Asuntos Marinos (IMA), ambos con una gran capacidad de investigación sobre el control de la contaminación y la gestión ambiental. Sus funciones son: X proporcionar la coordinación, orientación técnica y supervisión administrativa de las actividades del proyecto; Xestablecer una Red de Actividad Regional de las instituciones técnicas que hacen aportes y proporcionan evaluación por homólogos y conocimientos especializados al Programa Ambiental del Caribe; y X coordinar los aportes técnicos de la Red de Actividad Regional y otras instituciones colaboradoras. Sus actividades, que representan las prioridades de los gobiernos miembros, se realizan a tenor del subprograma sobre la Evaluación y Gestión de la Contaminación Ambiental del Programa Ambiental del Caribe. Éstas favorecen la cooperación regional sobre temas ambientales y, por consiguiente, contribuyen al desarrollo sostenible de la región. Los Centros de Actividad Regional del Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres, en funcionamiento desde 2002, trabajan con miras a lograr los objetivos del Protocolo, mediante la adopción de medidas para hacer frente en la región a la contaminación marina procedente de fuentes terrestres. Las actividades del proyecto abarcan desde la transferencia de tecnología y los cursos prácticos de &(
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El Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe (llamado Convenio de Cartagena) genera cooperación regional en cuestiones ambientales, entre ODVTXHÀJXUDODFRQWDPLQDFLyQPDULQDSURFHGHQWHGHIXHQWHV terrestres. Pero, si bien su Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres se aprobó en 1999, todavía no ha entrado en vigor. Sobre la base del análisis de
Mark Edwards/Still Pictures
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promoción, hasta el establecimiento de criterios de calidad del agua. /RV&HQWURVDQDOL]DQLQVLWXORVGDWRV\ODLQIRUPDFLyQDÀQ de establecer una base de referencia para la calidad del agua en las zonas con alto riesgo de contaminación y elaborar directrices PHWRGROyJLFDV SDUD D\XGDU D FODVLÀFDU ODV DJXDV PDULQDV tal como se reseña en el Protocolo. Se está actualizando un panorama general de la contaminación procedente de fuentes terrestres de la región (Informe Técnico No. 33 del PNUMA/ PAC, de 1994). Las herramientas para la investigación y la adopción de decisiones, como la teleobservación y los 6LVWHPDVGH,QIRUPDFLyQ*HRJUiÀFDVHXWLOL]DQSDUDPHMRUDU OD FDSDFLGDG GH OD UHJLyQ SDUD FDUWRJUDÀDU ORV QLYHOHV \ ODV cargas de contaminación procedentes de fuentes terrestres.
Los Centros de Actividad Regional facilitan la concienciación tecnológica y la transferencia de tecnología mediante cursos prácticos de capacitación. Entre 2003 y 2004, éstos estuvieron dedicados a las tecnologías de eliminación de nutrientes y la gestión de las aguas residuales, así como a la eliminación y reutilización de los lodos de las aguas residuales. La capacitación se ha orientado hacia el aumento de la concienciación y la FDSDFLGDG GH OD UHJLyQ SDUD KDFHU IUHQWH D OD HXWURÀ]DFLyQ \ a otros problemas de enriquecimiento de nutrientes causados por las excesivas descargas de aguas residuales domésticas al mar. En 2005 y 2006 los cursos prácticos se centraron en las metodologías de evaluación de las cargas de contaminación localizada y diseminada, la caracterización de los desechos PXQLFLSDOHV H LQGXVWULDOHV \ OD GHÀQLFLyQ GH LQGLFDGRUHV GH calidad del agua para los programas de vigilancia nacionales y regionales. (QWUH RWUDV DFWLYLGDGHV ÀJXUDQ DOHQWDU D ORV SDtVHV del Caribe, mediante los cursos prácticos promocionales QDFLRQDOHV\UHJLRQDOHVDTXHUDWLÀTXHQHO3URWRFRORUHODWLYRD la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres o se adhieran al mismo, y a que lo apliquen, así como elaborar un programa de acción nacional de demostración para proteger el medio ambiente marino frente a las actividades procedentes de fuentes terrestres, para Trinidad y Tabago. En el transcurso de este proceso, los Centros de Actividad Regional del Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres han establecido modalidades de asociación con organismos donantes de fondos, como la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, otros organismos de las Naciones Unidas, como la IOCARIBE de la UNESCO, e instituciones técnicas, como INVEMAR de Colombia y la Universidad de Oriente en Venezuela, (que se integrarán en la Red de Actividad Regional). La importancia que el Mar Caribe tiene para la región, la vulnerabilidad de sus ecosistemas frente a la contaminación procedente de fuentes terrestres y la incapacidad de muchos países para hacer frente a los problemas ambientales, recalcan la necesidad de que los Centros de Actividad Regional del Protocolo relativo a la contaminación procedente de fuentes y actividades terrestres presten asistencia técnica a sus gobiernos. Al hacerlo, contribuirán a asegurar el desarrollo sostenible, tanto a nivel nacional como regional Q
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Conservación Vc^kZahdX^Va B6JG>8:6CH:AB:hZVaVfjZ!aVXdchZgkVX^c YZaVY^kZgh^YVYW^da\^XVYZjcaj\VggZfj^ZgZ!YZ ZcigVYV!aVeVgi^X^eVX^cYZadh]VW^iVciZhYZaV odcV#
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Amoy Lum Kong es Director (interino) del Instituto de Asuntos Marinos de Trinidad y Tabago, y Hazel McShine fue su Directora precedente.
Paul Glendell/Still Pictures
Technical support
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Mark Edwards/Still Pictures
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