Resumen Hombres Del Reino.pdf

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  • Pages: 25
HOMBRES DEL REINO 5 Carlos Berges, Juli o 14-14

Un extracto del libro "Un hombre del Reino" Tony Evans

"EL REINO DEL CIELO ES COMO UN TESORO ESCONDIDO QUE UN HOMBRE DESCUBRIO EN UN CAMPO" (Mateo 13:44)

SER UN HOMBRE

Hay algo en esto de ser un hombre que me emociona. Sea lo que sea, no hay un solo día en que no me despierte con el impulso de resolver el desafío del momento o de conquistar la última batalla. La autoridad y la responsabilidad que Dios instituyo de manera única en la hombría bìblica a aveces me dejan sin palabras.

Si nosotros, como hombres, pudiéramos comprender plenamente todo lo que Dios no solo ha predestinado para nosotros, sino todo lo que ha puesto a nuestra disposición, no solo mejoraríamos nuestra vida, sino también la de nuestra familia, y además causaríamos un impacto en nuestra iglesia, en nuestra comunidad y en el mundo entero.

Desafortunadamente, la mayoría de los hombres parece no entenderlo. Han renunciado a una gran porción de su hombría simplemente porque no entienden o no viven de acuerdo a la perspectiva teológica de lo que significa ser un hombre del reino. Existen muchas definiciones falsas sobre la hombría, entre las cuales están las siguientes:

Hombre pasivo: el varón que es incapaz o que no quiere aceptar el rol de liderazgo que Dios le asignó. Hombre dominante: El varón que cree que la hombría se mide por su capacidad de forzar física y-o emocionalmente a los demás a cumplir con sus exigencias.

Hombre sexual: el varón que mide su hombría de acuerdo a la cantidad de mujeres que puede conquistar. Hombre corporativo: el varón que define su hombría por la cantidad de tiempo que invierte en su profesión o por la cantidad de dinero que recibe. Hombre irresponsable: el varón que se niega a proveer debidamente para el bienestar de las personas que están bajo su cuidado.

Hombre hedonista: el varón que vive para su propio placer a expensas de los que lo rodean... Unicamente cuando el hombre funciona como un hombre del reino según la Biblia experimentará la plenitud de su destino. Sin embargo, cuando un hombre no vive conforme a la definición bíblica de hombría, lo manifiesta en su propia vida y en la vida de quienes están bajo su influencia y cuidado, provocando con esto un tremendo desgaste emocional en quienes le rodean.

Hay mujeres desgastadas que son abusadas, maltratadas o abandonadas. Hay niños desgastados que son desatendidos, mal orientados o abandonados. Hay iglesias desgastadas que se dividen, que permanecen estacionadas o que fracasan en perfeccionar a sus hombres para que aprovechen la vida abundante o el alto llamado al discipulado.

Hay mucho desgaste en nuestras comunidades porque las guerras económicas, educativas, criminales, sociales y en el àrea de la salud desmantelan nuestra estabilidad. Sin embargo, no podemos resolver ninguno de estos problemas sin tratar primero la causa de ellos. Porque si lo único que hacemos es reemplazar a una esposa por otra, una profesión por otra, un sistema educativo por otro nuevo, una identidad por otra nueva, una iglesia por otra, o abandonar a nuestros hijos a esas niñeras sustitutas que son los juegos para computadoras, la televisión, los círculos sociales o la escuela, terminaremos exactamente con los mismos problemas.

Señores, no tenemos problemas con nuestra esposa, con la familia, con los hijos o con el trabajo. Tenemos un problema de hombres. Por muy duro que le suene, se reduce a usted. Y se reduce también a mí. Se reduce a nosotros. Porque si un hombre está fuera de alineamiento con respecto a la receta de Dios para la hombría del reino, no solo se estropea a sí mismo, sino que también echa a perder a todos y a cada uno de los que están en contacto con él, especialmente si están bajo su autoridad.

Muchos hombres no están alineados con Dios porque han recibido una definición de hombría de fuentes ilegítimas, inadecuadas o descarriadas, las cuales incluyen a los medios de comunicación, a los hombres que influyeron en su vida, el hogar donde crecieron e inclusive la música. No obstante, hay mucho más en ser un hombre que lo que esas fuentes puedan decir...

Ser un hombre implica el ejercicio de la autoridad y de la responsabilidad juntos con el de la sabiduría y de la compasión. Un hombre del reino alinea intencionalmente su vida, elecciones, pensamientos y hechos bajo el Señorío de Jesucristo. Ser un hombre del reino es algo más que tener una marca en el casillero que diga "varón" en su partida de nacimiento. Yo creo que un hombre puede pertenecer a tres categorías de "casilleros":

Todos los hombres comienzan en la primera categoría, dentro de la masculinidad. La masculinidad tiene que ver solamente con la identidad sexual. Lamentablemente, algunos hombres se limitan a quedar definidos únicamente por su identidad sexual el resto de su vida. La segunda categoría por la que todos los hombres pasan, y donde muchos permanecen es la de la niñez. La niñez se caracteriza por la inmadurez, sumada a la dependencia. Una cosa cierta sobre cualquier niño es que es inmaduro.

Los niños no toman decisiones sabias por su cuenta, lo cual está bien, si se tiene siete años. El problema en la actualidad, sin embargo, es que hay muchos hombres que ya no tienen siete años, pero siguen buscando que alguien se ocupe de ellos. Quieren que otra persona se haga responsable de ellos. Que otro limpie sus desastres, no solo el desastre físico, sino también los desastres emocional, econòmico y de relaciones destrozadas que dejan a su paso mientras corren por la vida tomando decisiones egocéntricas y necias.

Cualquier esposa que tenga que cuidar a su hombre en realidad está cuidando a un niño porque esa es la característica de la infancia. Así como es excepcional la mujer que confiesa la edad que tiene, ha llegado a ser excepcional el hombre que actúa según la edad que tiene, ya que en lugar del impacto duradero y positivo del reino, muchos dejan una estela de confusión.

Gran parte de los problemas matrimoniales son producto de que el hombre trata de vivir en esas dos primeras categorías a la vez: La de la masculinidad y la de la niñez. En esta combinación el hombre no solo es irresponsable y dependiente, sino que además exige ser satisfecho sexualmente, basado en su identidad sexual. Esto genera parámetros conflictivos en la relación, que no solo producen confusión en el matrimonio sino que además hacen que la esposa se sienta usada.

¿Qué mujer quiere tener relaciones íntimas con alguien a quien tiene que limpiar su desorden, tiene que despertar para ir a la iglesia y hacerle de niñera? Su lógica es que si él puede ser hombre en la cama, ¿por qué entonces no puede ser hombre en la sala, en la oficina, con sus finanzas, como padre o en la relación matrimonial? Estas son interrogantes válidas para formular.

Sin embargo, el matrimonio o la familia no son los únicos que sufren cuando los hombres se quedan perpetuamente en el estado de niño, la iglesia, y la comunidad también sufren. Cada vez que existe la ausencia de hombres, ya sea físicamente o por simple definición de lo que significa ser un hombre del reino, el impacto es como el de un tsunami.

Cuando Dios quiso debilitar el dominio egipcio sobre los israelitas esclavizados, su última jugada y la más decisiva fue aniquilar a sus primogénitos varones. Al hacerlo, fundamentalmente liquidó una generación de líderes, porque los primogénitos varones históricamente han desempeñado los altos cargos en la sociedad. De hecho, esa realidad no se encuentra solamente en los anales de la antigua cultura egipcia, también está presente en nuestra sociedad contemporánea. Al aniquilar a los primogénitos egipcios, Dios no solo perjudicó en aquel momento el estado de la nación, también lo hizo con las generaciones que vendrían...

¿A cual categoría pertenece usted, entonces...?

Que el Señor le ayude a crecer al nivel que usted debe estar: Un hombre del Reino de Dios...

Presentado a: hombres, 14/7/14

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