Raid Acuatico Deportivo Juramento

  • Uploaded by: José Luis Fernández
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  • June 2020
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RAID ACUATICO DEPÒRTIVO – RIO ARENALES (altura puente Avda. Paraguay) HASTA CANAL DE DIOS (limite provincial entre Salta y Santiago del Estero) PRIMERA ETAPA PARTIDA: Era época de verano y el cauce tenía agua no muy turbia pero abundante para iniciar nuestros primeros kms. aguas abajo. Yo iba adelante con dos balsitas, la primera llevaba el armazón con la paletas metálicas, la otra de atrás, sola con la carga de siempre (una bolsa con ropa para cambiarse, frazadas, untensillos para cocinar, caña de pescar, cámara fotográfica) y más atrás lo hacia mi hijo José Luis en una sola balsita con poca carga. El río tenía sus correntaditas alegres y pasamos primero el puente carretero de la Avda. Paraguay, luego el puente de la Avda. Chile (ex puente i fierro), con sus sabrosas historias de sus viejas Barracas de cueros, su viejo destacamento de vialidad y la bajada para los carros jardineras y alguna camioneta ó camioncito que tenía su pronunciada bajada cerca de lo que actualmente hay un vivero (antes era casa de citas – residencial) y también hacían bailes para carnaval, este local se llamaba “El Rosedal” (años 1950 al 1960). Bueno, por esas bajadas iban y venían con el transporte de ripio, ripiosa, áridos en gral. y en la parte Sur del puente y fierro estaba la Barraca de Don Welindo Toledo, allí sabíamos dar la vuelta hacia la izquierda cuando nos ibamos a pescar a Las Tienditas por La Isla con mi amigo de la infancia (Héctor Gustavo Rufino). Continuamos navegando pasando por el actual balneario y continuación de La Costanera el desemboque de los canales Avda. Esteco. A partir de esta zona, el río se vuelve más tranquilo, no hay casi pedregales pero hay que tener cuidado en las barrancas de ambos lados por si hay algún árbol caído, que pueden hacernos pasar un mal momento. Pasando la calle Córdoba antes de pasar por el Puente carretero de la Avda. Tavella sobre la margen derecha cerca de una cortada de ladrillos había una barranca alta y allí se formaba un hermoso “pozo” (El Pozo de la Boga), tradicional lugar para la práctica de pesca con cañas huecas tacuara, con piolin de algodón (de lo que usan los albañiles), obteniéndose muy buenas pescas de bagres, bogas, dentudos y que, cuando crecía bastante el rio Arenales, subían por el Rio Juramento (hasta la cercanías de San Lorenzo y Campo Quijano) algunos doraditos que eran delicias de los pescadores (a veces llegaba el momento que costaba sacar algún bagre, por las cantidades de doraditos), que comían a los que estaban en sartas dentro del agua. También en estos lugares eran especiales para redear los sábalos, viejas del agua; también para bañarse, la gente entraba por la calle Córdoba hasta el rio. Cuando nosotros pasamos el “pozo de la boga”, estaban unos muchachos bañándose y tenían para cruzar y pescar con redes un “Kayak”, estaba decorado y en la parte de adelante tenía la figura y las letras de Yacaré, pasamos ese lugar después el puente de la avda. tavella, notándose a la izquierda, los rellenos de esa zona donde ahora hay un barrio floreciente y por la derecha esta Villa Lavalle, seguimos navegando y ya notamos que el rio Arenales empezó a ponerse más lento, más angosto y más profundo. Menos mal que mi balsita tenia las paletas de ambos lados que me permitía de alguna manera apurar la marcha, maniobrar y de paso mi hijo se agarraba de la caña de pesca que llevaba en el segundo botecito arriba de toda la carga y de esta manera descansaba de a ratos. La tarde iba cayendo, habíamos salido cerca de la cinco de la tarde, todavía hacia calor y amenazaba la lluvia para la noche, así pasamos “El establecimiento de la escuela y adiestramiento de perros” de la Policía de la provincia de Salta, que años atrás sabia estar cerca de la rotonda de Limache y ese inmenso predio servia al Organismo de Obras sanitarias, pues allí tenía su proceso de filtrado y tratamiento de líquidos cloacales de la ciudad y que una vez tratada esta, salían las aguas servidas hacia el rio (este lugar se lo conocía como “Los Filtros”), no puedo dejar mencionar a un gran amigo, socio del decano Club de Pesca “Salta” Don Alfredo Sánchez,

conocido como “El seco-vela”, que nos sabia proveer de carnadas consistente en las famosas “Uncas” ó lombrices de las denominadas “Mansas”, una variedad de las que ahora se las dicen “Californianas”, este amigo con los años supo albergar en su casa de Rondeau 1139 al Club de caza y Pesca Gral. Martín Guemes, pasando ya por el “Filtro” llegamos al desemboque de otro famoso lugar “El canal de las Avda. Virrey Toledo, antiguo cauce de aguas de partes del Rio Vaqueros y Rio Wierna. Luego viene la zona del “Tinkunacu ó Playa de las Vacas”. Posteriormente ingresamos donde era el Basural del Parque Industrial de la Pedrera, luego por el “Cerro Bola”, se nos estaba haciendo la noche y decidimos con mi hijo pasar la noche en la parte Este del rio, cerca de la Pedrera pues parece ser que la lluvia se nos venia encima, salimos y preparamos el “campamento” Esa noche, se largó una tormenta que ya la teníamos anticipada, acampamos en un corral abandonado y había algo de leña, el grueso de la tormenta había sido para la ciudad, porque había aumentado bastante el cauce ya con turbiedad, la lluvia algo nos había mojado, habíamos juntado algo de leña seca y la protegimos de la lluvia. A la mañana temprano, luego de desayunar preparamos las balsitas y salimos con precaución cerca de las nueve de la mañana, algo fresco esa parte porque se forma como un “cobertizo” arriba de nuestra cabeza debido a que hay muchos sauces de ambas margenes y arriba como se entrelazan las ramas de los árboles y tenían una especie de decoración debido a las bolsitas de plásticos de la basura (nos recordaba a los adorno de la calle en época de los corsos sobre la calle Belgrano). Una vez embarcados ya comenzamos a navegar y en seguida llegamos al desemboque del arroyo de Rio Ancho, algunos desagües de vertientes, “El cerrito largo” “lajas chicas y largas” parte de la Finca “La candelaria”. Luego pasamos por las “Dos barrancas”, que nos impactó por el color de sus tierras y en la orilla de sus barrancas había unos montículos como “toscas” de color casi negro y duros, cerca de estos lugares desemboca un arroyo que sale de la finca Santa Elena, seguimos andando y estamos pasando por el cruce de “Paso Sarmiento” (estamos ya a 19 Km. de la ciudad), en ese lugar desemboca un desagüe de los “totorales” que vienen de las “tres lagunas” de la finca “Los Pinos”. El rio por aquí tiene muchas curvas y contra curvas, con muchos árboles, predominan los sauces grandes. En este lugar (Paso Sarmiento) es muy frecuentado por las familias para pasar el día. Hay muchos “jejenes” y “zancudos”, la fauna por aquí se encuentra: chumucos, garzas, teros, torcazas, sachas, urpilas, gallaretas (cresta roja y amarilla), cochapollas, miquilos, nutrias, perdices, guaypos, martineta ó copetona, iguanas y coicitos. Seguimos avanzando por el rio y llegamos a “Carahuasi”, por allí están los primeros pozos de “peñas de piedra y toscas” (pozos que casi nunca cambian de fisonomía), por su geografía. Hay un lugarcito pintoresco “la cueva ó la salamanca”, esta se forma por una erosión del agua en una pequeña lomita de tierra arcillosa y con el paso de los años debido a la acción de las lluvias han formado un “socavón” de unos 2 a 3 metros de diámetro que termina al lado del camino, esta parte del camino fue motivo de varias caídas de la bicicleta, allá por los años 1952 a 1960. Esta parte del rio se nota ya las correntadas con piedras más grandes y se “alegran” las correntadas. Hay algunos ranchitos cerquita del rio, pasamos por un lugar que se llama “El Ceibal ó Ceibalito” frente a la Finca El Remanso, por allí desembocan en la parte Oeste del rio Arenales varios manantiales pequeños y por estos suben a poblar, vivir, reproducirse las: yuscas, torillos, bagrecitos, sábalos, dentudos, bocachas, mojarras, viejas, anguilas, crustaceo (parecido al ciempiés, que en otro lugares le dicen “patudos”) y viven bajo de las piedras y es utilizado como carnada para bogas – bagres y dorados. Se nos hizo la noche y acampamos frente de los manantiales de la Finca El remanso. El caudal de agua aumentaba y la turbiedad era mayor, la correntada ya estaban bastante fuertecitas, se nos había estropeado el pan y el azúcar entre otras cosas. Notamos que había una casita arriba de la barranca y que daba a un “pozo” en el rio. Le encomendé a mi hijo José Luis, la tarea de visitarlos para ver

si lográbamos adquirir mercadería a fin de reponer la provisión que daño las lluvias anteriores. Fue y volvió con azúcar, pan y un lindo pedazo de queso, me comentó que lo atendió un gaucho que con los años me entere que era el capataz ó encargado de la Finca. Esa noche llovió y al otro día nos pusimos a “yusquear”. El lugarcito era ideal, barranquitas bajas con recovecos y algo de piedra, con alfombra verde la gramilla para caminar. Luego preparamos la “fritanga” y salimos, pasamos frente al Manantial grande y varios chicos en una barranca de la parte Este del rio. Había unos pescadores que habían estado la noche anterior, los saludamos, conversamos de pasada y nos mostraron una “sarta” como de media docena de bagres medianos. Seguimos y el rio se abrió en dos brazos, elegimos el de la izquierda, son partes cortas y con muchos obstáculos, hay varias plantas de ceibo en la parte donde desembocan los manantiales, se escuchan cantar las charatas, la vegetación es bien verde, monte alto tupido, hay que andar por las sendas con precaución, churquis, talas, mistol, tuscas, algarrobo, ortigas gigantes, por esta parte ya comienzan las barrancas altas, generalmente con su correspondiente pozo y después la correntada. Llegamos al paraje Las Bolsas donde sabia vivir Don Francisco “Pancho” Aguirre, un criollo que juntamente con sus hijos nos sabían brindar su humilde casita y su ganas de ayudar, aquí era el final de nuestros numerosos viajes en bicicleta desde la ciudad de Salta a unos 35 kms. si veníamos por “La Isla” y por el “Paso Sarmiento” empleábamos menos tiempo, siempre con mi caña hueca y mi inseparable perrita “Piraña” arriba del portaequipaje y en compañía de mi amigo y padrino de casamiento (Héctor Gustavo Rufino), así de incontables anécdotas, sabíamos llegar hasta su ranchito, allí dejábamos las bicicletas y nos ibamos más abajo por medio de dos rastrojos, sin desechar las correntadas y el pozo cerca de su ranchito, nos dirigíamos al corazón de los pozos famosos, otro de los visitantes asiduo a este lugar era Don Francisco “Petiso” Meregaglia – “Rengo di Pauli”(respetable hombre para el anzuelo) – Gente del Club “Las Tienditas” – Club Villa San Antonio – Antonio Núñez (Kankly) – José y Julio Papetti – Gordito Sabant – Hojalatero Acuña – Isidro García que con su recordado camioncito ibamos y veníamos a esos lugares. Así pasamos la correntada del algarrobo grande –el primer pozo- y el rio dejó sin cauce al Pozo Viejo (con la Tusca echada, lugar de tanto cortes de línea y de dorados grandes, con varios anzuelos prendidos en su boca, esto se debía a que por aquellos años (antes de 1960, los pescadores recién empezaron a usar las líneas de “nylon”, no se usaba por lo general el “reel”, sino simplemente una caña de las denominadas “tacuaras” de un largo de 4 a 5 metros, con las puntas finitas para tener mayor sensibilidad al tirón o pique de algún pez, pero la que más se usaban eran las cañas “huecas”, también fijas, algunas tenían un largo de 6 metros, eran más flexible que las tacuaras y la modalidad de pesca era por ese entonces la famosa “corchada” o sea tirar la línea antes del objetivo y hacer correr la línea a favor de la corriente y hacer las veces que sea necesario esta operación hasta conseguir algún pique del pez o sea la común “llevada” que es cuando el pez toma la carnada y la lleva hacia abajo, arriba, al frente y a veces hacia la parte nuestra a pesar de estar metido en el agua hasta la cintura a fines de ganar distancia sobre el cauce. La línea que se usa debe tener un largo del doble de la caña a usar y en la parte fina una “gomilla” para sujetar la línea en la punta. Continuando con la aventura pasamos por el famoso pozo “come-perros” ó “traga-perros” – el pozo de la “redondela o del círculo” – pozo del “Turco Mustafa” (Catamarca esquina pasaje Gauna, que en jardinera se sabía ir con sus hijos), luego seguía el pozo “del mármol”, con sus enormes pedrones en el medio del río impedían el paso y tuvimos que usar una soga gruesa para pasar con precaución por la parte izquierda, después venia una tosca mocha, la correntada antes del pozo “tres cuevas” a la entrada de ésta a la izquierda había una grieta donde tenían su guarida ó nidos “los murciélagos”. Más adelante ya en la última barranca donde se junta el rio Arenales y el rio Rosario el lugar se llama “Las Garzas” . En este lugar un poco más abajo el rio se estanca y se canaliza porque ingresa al dique “Cabra Corral”. Se

avanza muy poco por el viento en contra y no hay correntadas. Luego finalmente llegamos al Paraje “La Maroma”. Nos felicitamos con mi hijo, dándole gracias a Dios y a la Pachamama por el éxito. Empacamos las cosas en bultos para trasladarlos hasta la Ruta (a 4 km.) y esperar el ómnibus (empresa Chávez) de regreso a casa. SEGUNDA ETAPA PARTIDA: Todavía no había terminado el verano, cuando a uno de mis hermanos (Luis Antonio Fernández), se le ocurrió en unas de sus visitas a Salta, concretemos un viejo anhelo de él, poder participar de un tramo por el rio Arenales hasta la “Hostería del rio Juramento” y así fue que juntamente con mis otros hermanos menores (Miguel Ángel, Luis Antonio “Poly Fernán” y Rafael Domingo) nos trasladamos en la “renoleta” por la “Pedrera” en dirección a “Las Tienditas” a 40km., llevando en el portaequipaje “dos balsitas” infladas, sino las teníamos que inflar con la boca, como en otras oportunidades. El camino por lo general es mediocre, una vez en la cima de la “cuestita” de la tiendita uno puede apreciar en toda su magnitud el pueblo de “La Merced” – “El Carril” y parte del curso del rio Arenales. Llegamos al lugar propicio para hacer los preparativos para el raid, mientras nosotros preparamos las balsitas, mis hermanos hacían un asado ya cerca de las una de la tarde. El lugar elegido para la partida era un pozo que estaba al frente de una boca de un túnel de una mina abandonada. Luego de la partida al rato nomás el rio se abría en dos brazos, tomamos el de la derecha y era bastante pronunciada la caída y pechaba para una barranca baja cubierta de enredaderas bien tupidas en la cual se encontraba un sauce grande echado en el agua que ocupaba casi la mitad del brazo del cauce. Yo pase primero pues siempre era el puntero ó guía, así que cualquier problema que había le gritaba al que venia atrás. Me pegue una “raspada” mas o menos, después lo pasó Luis también algo parecido- algunas cosas cayeron al agua, la botella con kerosén, el farolito iban flotando (conseguí agarrarlas), se cayo un rifle pero como estaba atado al bote, se salvó. Se mojaron dos frazadas, las escurrimos y seguimos viaje. Pasamos por un pozo que una vez saqué una boga como de 3 Kilos y al abrirla tenia un trozo de jabón de lavar de unos 5 centímetros (alargaditos) ¿habrá creído que era un trozo de pescado?. Por estos lugares se le denominan “El Cable”, había una huella para transitar que iba hasta cercanías del frente de “Las Garzas” hasta el paraje “San Simón” . Más adelante pasamos por un lugar en la cual se sabían hacer concursos de Pesca por parte del Club de Pesca “Salta”, del cual tuve el orgullo de ser Socio – Secretario – Cobrador y organizador de excursiones de pescas en varios años (1.954 al 1.961). Pasamos unos que otros puestos con ganados y por esta zona se venera al santo “San Simón” donde una parte de sus cerros hay una figura que se le parece al “santo” y en el pueblo vive un criollo que le llaman “chueco Tolaba” (autor de mas de cien versos). Por esta zona ya empieza por la parte Este del rio una cadena montañosa que abarcara gran parte de este relato y que pertenece a la parte Oeste de “Las Trojas”. Seguimos avanzando y pasamos por las fincas “Santa Ana” – “Osma” – “Saladillo”, cuando ya se esta yendo la tarde y en la parte Oeste del rio se ve que parece una sala antigua, también vemos a los flamencos rosados. Encontramos un lugarcito con un montecito lindo y decidimos pasar la noche allí. Prendimos un buen fuego, había abundante leña de tuscas, sauces y nos pusimos en tarea de secar las dos frazadas que se mojaron mientras hacíamos comentarios sobre la marcha del día que viene y poder pasar por donde estaban haciendo esa gran obra civil del “Dique Cabra Corral”. Luego de cenar y café de por medio, escuchamos en el silencio de la noche, el bramar del rio, alguna “garza mora”, una pareja de “zorros” distanciados uno del otro empezaron con su clásico “uac –uac” y la correspondiente “fragancia” parecido al estrato de “quimpe”. Por fin nos dormimos. Al otro día temprano nos despertaron algunas charatas, si bien mi hermano Poly tenia el rifle calibre 22 (de

propiedad de mi hermano que no pudo venir a Salta, se trata de José Marcial Fernández), las charatas no estaban tan cerca y además no era la temporada, así que desayunamos con un poco de “bagre frito” que saco Luis con caña fija por la noche, preparamos todo y partimos a las 10 de la mañana. Al rato nomás estábamos con la junta del rio Guachipas, por esta zona la visión es más amplia. Después de saludar a los trabajadores que estaban en lo alto de las obras (paredón de hormigón armado) continuamos y pasamos por el lugar conocido como “la garganta del diablo” famosos lugares de pescas, por haber allí pozos con peñas seguidos de correntadas y en parte va “encajonado” entre dos imponentes cerros (aquí nos sacamos fotos que luego fueron publicados con los comentarios respectivos en el matutino de Salta “Diario El Tribuno”. Ya se estaba por poner el sol y había varios quebrachitos secos arriba de una “lomita” en la cual se asentaban a cada rato “las Torcazas” y Poly cazó como 6, con la espera de las torcazas se nos hizo ya casi oscuro, yo salí y amarré la balsita a unas raíces gruesas, me puse a esperar por Poly cuando veo que por medio del rio venia un bulto que era la balsita de mi hermano, así que me tire al rio a tratar de agarrarla y lo logré. Resulta que después me contó que en partes que nos teníamos que bajar por los pedregones que hay en el medio del rio, se golpeó la rodilla ó la “cañilla” y se le escapó la balsita. En fin, sacamos las cosas y las alzamos arriba de la barranca que no era tan alta, limpiamos el lugar, leña había abundante, nos pusimos a pelar las torcazas, preparamos el tarro para el café mientras le comentaba a Poly que en estos lugares de “Peñas Azules”, allá por el año 1.958 se realizó el Primer Campeonato Abierto del Norte Argentino de Pesca Variada de Río, entre los clubes de pesca “Salta” y el “círculo de pescadores” de Salta, el ganador de ese certamen fue el club primeramente mencionado, con la pareja (Manuel José Fernández y Bautista di Pauli) y el primer premio individual (9 bagres) – una anécdota – cuando fuimos todos los pescadores – 50- a orilla del rio para hacer un homenaje a los pescadores fallecidos, depositaron una palma de flores en el agua, luego dieron la orden del comienzo del certamen y todos corrieron a buscar los mejores lugares, yo me fui para abajo y a duras penas pasé para la banda, comencé con la “corchada”, ya tenia 4 bagres, cuando de repente una de esas “corridas” sentí un gran tirón que me sorprendió por lo pesado y a duras penas “clave” y por ese entonces había una disposición “que todo pescador debía usar el novedoso reel” y las dimensiones de la caña no importaban tanto, cuando empecé querer traerlo (pensaba que enganche el premio mayor) me di con la novedad que el pez no era cosa que sino la “palma de flores” que fue arrojada aguas arriba, en fin. Mi hermano Poly era un excelente cocinero, hizo un arroz muy bueno con las palomas fritas. Mientras cenábamos, le comentaba que el nombre del lugar en que estábamos proviene de la finca Peñas Azules (la peña tiene unas estrías blanquecinas como de ceniza y que sobre el fondo oscuro de los cerros parecen que fueran celeste claro) y que atrás de los cerros esta la finca “El Presidio” en la cual hay un cerro de forma circular y que a los hombres que se los sabían castigar, los llevaban allí y los bajaban con “lazos yapados” para que así los condenados no pudieran volver a subir (a veces me pregunto si habrá sido verdad esto). Más tarde nos acomodamos cerca del “fueguito” y nos dormimos. Por esa zona hace un poco de frió de noche y por las mañanas, así que tenemos que salir algo tardecito. Las correntadas impresionan por sus bellezas, pasamos por paredes casi verticales. Dejamos ya atrás la finca Peña Azules de la Flia. Ramírez, gente criolla, siempre tendiente a dar una mano, por lo cual su humilde casa siempre esta visitada por familias pescadoras, fiestas patronales,etc. Peñas Azules y La troja fueron en aquellos años famosos por sus zonas para la pesca de “Dorados” en tamaños y cantidades, la calidad de sus peces, por los minerales de las piedras. Más adelante pasamos por un cable carril y las bases de hormigón arriba de una barranca. Las correntadas siguen una tras de otra, no se cortan, menos mal que tenemos las cañas (botadores) que lo utilizamos como si fueran remos a fin de esquivar en lo posible las grandes

piedras que están en el medio del cauce. Hay muchos mosquitos (jejenes) que de vez en cuando hacen de las suyas, por donde estamos pasando están los famosos “cajones” de Peña Azules que es limite con los “cajones” de Las Trojas, lugares muy buscados para pescar dorados grandes de 10 o más kilos (a esta zona sabia venir Don Virgilio García, Saturnino Básalo, José Luis Carattoni, Enrique Peláez, Edmundo Lávaque y el suscripto, sabíamos entrar por la Pedrera a las Salas de Las trojas y desde allí hacia el río por medio de rastrojos, nos dirigíamos a los cajones a caballo ó caminando. Paramos a comer el resto de arroz con las “torcacitas” como a las 4 de la tarde, por esta parte casi no hay monte, es zona agreste, de vez en cuando en lo alto se veía dos cóndores. Ya esta por oscurecer y en eso que estamos buscando un lugarcito para acampar vimos un “puma” tomando agua y más tarde un zorro. Habíamos acampado en un lugar abrigado mejor que la noche anterior, teníamos una especie de codo natural arriba de una barranca pero el espacio más que suficiente (incluso teníamos un algarrobo grande para protegernos del rocío, como siempre limpiamos el lugar de ramitas chicas, hojarascas, algunas piedras chicas, etc. A consecuencia del calor del fuego aparecieron algunos bichitos como ser: Alacranes, araña pollito, ciempiés. Matamos los que pudimos para evitar problemas, pasaron las horas y no volvieron a aparecer. Ya amaneció y como todos los días antes de salir inflamos algo con la boca los botecitos y nuevamente volvimos a partir. Las correntadas ahora están un poco más calmadas, estamos pasando ya casi por Las trojas donde vive otro gaucho Don Ladislao Hoyos, el vive a la bajada de la “cuestita del coro”. Por la zona habitan las famosas perdices “alas coloradas”, pavas del monte, chanchos rocillos, zorros, pumas, gatos del monte, charatas, perdiz-paloma, bumbunas, corzuelas, quirquincho bola, mulitas, gualacates. Recordaba que antes sabía organizar pescas a esta zona y nos sabía traer en su camión Don Carattoni (el vehículo un poco destartalado, pero seguro, buen conductor y mecánico, excelente pescador). También veníamos con Don Edmundo Lávaque que entonces presidía “El Club de Pesca Salta” y en alguna oportunidad el Sr. Félix “mono” Aranda. Volviendo a la aventura, ya dejamos atrás la figura del imponente “cerro El Crestón”, lleno de misterios con su variada fauna (venados, cóndores) y los supuestos “tesoros ocultos” en algunas de sus cuevas y sus leyenda sobre la aparición del famoso “ucumar ó ucumari”. Estamos pasando por el “arroyo de los negros” que pasa por la sala de Las Trojas. Seguimos navegando y así estamos llegando a la barranca alta del “campamento Tolentino Montoya” lugar donde se realizaba casi todos los concursos y campeonatos de pesca como ser: Vecinal del Diario El Tribuno (1967) – Vecinal de los Barrios. Recordando aquellos años y lugares llegamos a nuestro destino, allí nos esperaba en el puente de la hostería del rio Juramento desde hace dos días mi hermano Miguel Ángel y mi sobrino Pedrito Oscar Acosta TERCERA ETAPA (Hostería Rio Juramente hasta Puente carretero El Tunal) PARTIDA: Aprovechando que uno de mis hermanos menores (José Marcial) estaba por realizar un viaje a Bs. As. en su “rastrojera” iniciamos los preparativos para concretar esta nueva etapa. Llegamos de noche a la Hostería y allí inflamos los botes con el compresor de la gomería. José Marcial continuó viaje. Esa noche acampamos cerca de la barranca bajo unos paraísos lindos, había zancudos y así entre charla y charla con mi hijo José Luis, esperamos ansiosos el nuevo día. En la mañana, después del desayuno ya estábamos listos para partir. Yo como siempre voy adelante con bote que tiene las “paletas” y el otro bote que lleva la carga. José Luis lleva el individual con sus pertenencias y preparado con una caña tipo “bambú” que hace a veces de remo ó para guiar el bote en alguna correntada a fin de evitar que la balsita salga del cauce. En esta parte el rio de divide en dos brazos, tomamos el de la derecha porque parece ser que tiene

más caudal. Estos lugares son muy buscados por los pescadores por las “yuscas” que salen de buenos portes y son riquísimas, empezamos a navegar y enseguida se vuelve a unir los dos brazos formando una interesante correntada, toda esas zonas años antes eran buenas para pescar y queda cerquita del puente que para el regreso el camión esperaba por los pescadores por atrás de la Hostería sobre el camino a Lumbreras y rio Piedras. Más adelante se encuentra emplazado el “Monumento a la Jura de la Bandera” y cuya entrada está casi frente del puesto de Don Baltasar Guzmán. Pasamos luego por las estructuras de hormigón armado que estaría destinado a una fabrica de cemento. Continuando y hacia la derecha esta un lugar conocido por “Los Corrales” y sigue el puente ferroviario de la Estación Juramento (en esta estación se sabían bajar los pescadores que se embarcaban en la capital y luego en la Estación Gral. Guemes otro tanto más). Seguidamente venia un lugar que le decíamos “la Bóveda” (había dos pozos lindos) y se entraba por la ruta, aquí se realizaba concursos de pesca por el Club Gral. Guemes. Ya estamos pasando frente al pueblito de “Lumbreras” desde donde los pescadores se aprovisionaban en gral. y en seguida viene el puente carretero que va a “Las Lajitas” a Joaquín V. González. En esta zona por la hacienda hay muchos “jejenes”, “garrapatas”, “piques” y “pulgas”. Continuamos y mas adelante pasamos por un lugar que los pescadores le pusieron el nombre de “vaca muerta”. Luego sigue unas lindas correntadas y así estamos pasando por “El desemboque” del rio blanco (es de aguas clara el cauce), más adelante tenemos a la vista el cementerio de Rio Piedras que por esta zona se denomina “El Garrapatal”. Ya es mediodía y paramos un rato para almorzar. De nuevo en marcha y ya pasamos la junta del rio Piedras con el rio Juramento, luego sigue el dique “Miraflores”. En este lugar y debido a que hay una pequeña cascada a causa de una obra para captación y riego de agua, no se la puede navegar, por lo tanto tuvimos que salir del rio, desarmar las cosas, trepar la barranca, desplazarse unos 200 metros, bajar nuevamente los bultos al rio y preparar inmediatamente para continuar con la navegación, a todo esto ya era como las 7 de la tarde. Tratamos de recuperar el tiempo perdido y empezamos a buscar el desemboque del manantial de Miraflores, por esta zona esta el madrejón de aguas clarísimas con “berrales” en donde se puede observar a los dorados, bogas, sábalos y algún dentudo grande, hay algarrobos en las serranías, tucanes, charatas, pavas del monte, corzuelas, loros. Encontramos un lugar para hacer campamento. Cenamos dos bagres que sacamos hace instante dejando la caña puesta mientras preparamos el lugar para dormir. A la mañana siguiente mientras estaba el desayuno preparamos los botes, repasamos la presión de la cámara (las cámaras fueron compradas en el año 1967 y ya eran viejas, rezagos de los ingenios azucareros Ledesma-Tabacal), revisamos los forros de lona gruesa que por el momento están bien protegidas gracias a los aceites impermeabilizantes. Embarcamos y seguimos hasta dar con “la gaucha mala” (mujer jinete que en varias ocasiones corría a “talerazo” a los pescadores), las correntadas son más suaves y los cerros se lo ven cada vez más lejos, hay pequeñas lomaditas y montes al orilla del rio, así estamos cerca de la Familia Guerrero (El Bordo). Luego sigue el manantial de la Finca La Población y más adelante “La leñatera chica y grande”. Pasamos por las juntas del manantial del rio Medina. En este lugar se formó el Campamento Adolfo Albornoz en homenaje a quien fuera en vida uno de los Presidentes del club de pesca Salta. Más adelante esta la famosa “Cuesta del Chivo”, luego “El Guayacán” y “Sendero de los Pájaros” donde se junta con otro brazo del rio, se aprecia que hay “bizcacherales” y “dormideros de sachas” y ya estamos por pasar lo que va ser la parte alta del futuro dique “El Tunal”, también observamos a los obreros (trabajos que corresponde a compuertas y turbinas). Acampamos en un lugar cerca de unos cañaverales en la parte baja de la barranca. Al otro continuamos y pasamos por la finca “Lambaré” y hacia la izquierda una defensa de palos para que el cauce del rio no avance por allí. A lo lejos se ve la antena repetidora de canal 11, luego el puente ferroviario y el resto del puente viejo de madera donde pasaba la ruta vieja y

finalmente divisamos el puente carretero de El Tunal.

CUARTA ETAPA (Puente Carretero el Tunal hasta Puente carretero el Quebrachal) PARTIDA : Llegamos en un ómnibus de la empresa “El Quebradeño” nos bajamos frente a la confitería (parada ó descanso de los pasajeros) y nos dirigimos a la gomería para inflar los botes pero esta vez eran cuatro porque se sumo a esta etapa el Sr. Samuel Salomón Anze (yerno), o sea, dos botes para mi, uno para mi hijo José Luis Fernández y otro bote para mi yerno. Amaneció en el Tunal, luego del desayuno preparamos las cosas, nos pusimos el chaleco salvavidas y nos largamos aguas abajo. En seguida nomás, pasamos por un cable carril que sabia tener un amigo Adolfo Villa que cumplía la tarea de medir la velocidad, profundidad, etc. del cauce. Luego se nota un camino en la cual los camiones extraen áridos, ese lugar se denomina “Cuchi Pozo”, luego pasamos por el “Paso de las Carretas”. Más adelante hay varios pozos con barrancas altitas, lindo para la pesca de los dorados, continuando con la navegación pasamos por un lugar que se llama “Acosta” y a esta zona también se la conoce como “chorroarin”, después viene “Balbuena”. Podemos observar los sábalos, chumucos, garzas, loros, palomas, charatas que cruzan en distintas direcciones. Pasamos por “Talamuyo” lugar o zona de quema de carbón vegetal y nos aproximamos a Joaquín V. González cuando ya estaba por oscurecer, así que buscamos lugar para acampar. Habíamos salido sobre la parte derecha del rio, se puso fresco y corría bastante viento. Nos protegíamos contra unos bobadales altos y robustos (creía que solamente en el Bermejo solamente sabia haber estos ejemplares). Hicimos una especie de pared con ramas y colocamos unos plásticos para protegernos. Por la mañana partimos nuevamente y ya estamos cerca de “Gaona” y de “San José de Orquera”. Una cosa curiosa nos pasó, serían como las 3 de la tarde, como yo iba adelante note que me entraba arenita ó tierra finita en los ojos y lo curioso es que estábamos en el medio del rio y no había viento, entonces se lo hice notar a Samuel y a José Luis que veníamos como en “fila india”, ellos notaron lo mismo (días después nos enteramos que eran las cenizas del volcán “Lascar”), seguimos el curso del rio, ya habíamos notado unas antenas por la parte izquierda, quería decir que ya estábamos cerca del puente. Finalmente llegamos a destino, preparamos campamento para retonar por la mañana siguiente a la ciudad. QUINTA ETAPA (Puente carretero El Quebrachal hasta Canal de Dios) PARTIDA: Una vez instalados nuevamente en el puente carretero el Quebrachal, nos pusimos con mi hijo José Luis a preparar las balsitas. Como ya estábamos prácticos en el tema, partimos de inmediato. Como cerca de la 3 de la tarde había un champalcito al final de la barranquita y allí salimos. Pusimos los botes arriba de la arena en la playa y preparamos el almuerzo. Prendimos un buen fuego, pues leña había bastante. Mientras comíamos algo me puse a pescar, saque algunas bogas y bagres, enseguida me siguió mi hijo que también sacó algunos, nos estábamos desquitando de tanta veces que por falta de tiempo no pudimos dedicarle a la pesca. Yo tenia una “bolsita tejida”, así que allí fuimos poniéndolos y de esta forma lo manteníamos vivos. Se puso bastante fresco, ya era tarde para seguir navegando, así que decidimos pasar la noche en ese mismo lugar. Preparamos la cena y esta vez fue mi hijo que cocinó “cazuela” para esa noche y unos “fritos” de bagre y boga para el almuerzo de mañana. A la madrugada comenzó a despertarse el “monte”, algunos pájaros con sus saludos musicales, algún grito de tero, garza, martín pescador, paloma-torcaza, sachas, chumucos, por esta zona no se

ve ni por casualidad alguna loma, lo que si alguna barranca más altas que otras, las playas son cada vez más anchas y se ve que estamos cerca del poblado de los “Rosales” (departamento de Metán). Seguimos adelante y hacia la izquierda divisamos una antena grande, como todo era un desplayado grande dejamos los botes en la playa y nos enfilamos en dirección donde estaba la antena y notamos que también había una casa con edificación moderna. Ya cuando estábamos cerca se ve un gran canal revestido con cemento y una gran compuerta. Salio a recibirnos el encargado y resulto ser que esta zona es el nacimiento del CANAL DE DIOS. Luego volvimos por los botes y cruzamos el rio hasta la otra banda, es decir como el rio es limite departamental entre Anta y Metan, pasamos para el lado de Metan porque allí esta el Paraje “Vallecito” (a 7 km. del limite provincial con Santiago del Estero) y circula de vez en cuando el ómnibus “El Quebradeño”. Luego mi hijo consiguió a través de una familia una “zorra” tirada por una “mulita” para transportar los bultos hasta la ruta (a 4 km). Nos hospedamos en la vivienda de la familia Guiscafré hasta el otro dia. FIN

MIRTHA

ALARCON

-

MANUEL

ANCE

-

JOSE

LUIS

-

RIO

ARENALES

MIRTHA ALARCON - MANUEL ANCE - MANOLO - RIO ARENALES - SALTA

JOSE LUIS - PUENTE EL TUNAL - RIO JURAMENTO - SALTA

MANOLO y JOSE LUIS - HOSTERIA RIO JURAMENTO

SAMUEL SALOMON ANZE (Samy) - RIO JURAMENTO

POZO "COMEPERRO" - RIO ARENALES - SALTA

SAMUEL ANZE y JOSE LUIS - PUENTE CARRETERO QUEBRACHAL

POZO "EL MARMOL" - RIO ARENALES - SALTA

POZO "COMEPERRO" - RIO ARENALES

PUENTE CARRETERO DIQUE CABRA CORRAL EN CONSTRUCCION - EN LA FOTO POLY y MIGUEL FERNANDEZ DE VACACIONES POR SALTA

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