Proselitizando TIC en la Universidad Son innumerables los pensadoresque están evangelizando a favor de las Tecnologías en la Universidad, todas las discusiones que ponían en tela de juicio la importancia o el beneficio de las innovaciones tecnológicas en las convencionales y medievales aulas de clase, quedaron tapizadas bajo el estruendoso pronunciamiento de comunidades, asociaciones, ministerios, intelectuales, e internautas que han visto en esta nueva etapa la panacea para acabar con los males que ha arrastrado la educación desde sus inicios. Luego del improvisado y atrevido intento que han hecho las universidades más conservadoras introduciendo plataformas virtuales, sustituyendo los nostálgicos libros por bases de datos web, automatizando todos los procesos susceptibles de cambio, incorporando recursos multimediales para jubilar las anacrónicas y estáticas diapositivas, y finalmente, repensar a través de los espacios de discusión sobre los nuevos roles de profesores y estudiantes; se han tropezado con la realidad de que el balance de resultados cambió poco lo que ya teníamos; y es que no podía ser de otra manera, cuando lo que cambiamos son los medios, y no la estructura. Difícilmente ha podido penetrar la cultura del ser digital, de la sociedad de la información, de la sociedad en red, del constructivismo digital, en las Universidades del siglo XXI. ¿Cómo negociar (y convencerlas) de que el conocimiento ya no está intramuro, sino que se encuentra fuera, y más aún, se está construyendo en estos momentos? ¿Cómo convencerlas de que los nuevos paradigmas educacionales pasan por reestructurar (repensar) los viejos esquemas de enseñanzaaprendizaje? ¿Cómo plantearles que con la introducción de las tecnologías en todos sus sabores, los nuevos modelos educativos giran en torno al conocimiento, y no a la información? Para que la Universidad comience a ver resultados significativamente positivos, es necesario que la incorporación de la cultura tecnológica, vaya más allá de las simples herramientas, de la básica sustitución de viejos recursos, del anacrónico esquema de que introduciendo computadores por aula se está modernizando la educación. Además, será necesario que las nuevas estructuras que sostienen todo el sistema educativo sean construidas con la flexibilidad para soportar los enormes y acelerados cambios que caracterizan la nueva cultura. La educación a distancia no es una moda, es una evolución de los mecanismos regulares que pretenden mejorar el sistema gracias a la incorporación de los avances tecnocientíficos. Para esto necesitamos cambiar gran parte del sistema universitario, cambiar los conocimientos de larga duración por conocimientos en permanente cambio, construidos no (solo) por los intelectuales, sino ahora por toda la comunidad interesada, ya no hay centro de los saberes, sino saberes múltiples, y pasamos de los grandes maestros a los grandes mediadores. Carlos Rondón Ávila http://nodnor.com
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