Problemas De Lectoescritura

  • November 2019
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PROBLEMAS DE LECTOESCRITURA EN LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS “Pocos son los estudiantes universitarios y de otras instituciones de enseñanza superior que están preparados para aprovechar, al máximo la nueva situación didáctica ante la que se encuentran. Pocos son los que saben utilizar los fondos de una biblioteca o tomar notas de libros y lecturas. Muy pocos han desarrollado su talento para escribir, lo cual me parece una falta sumamente grave,,,” Zelma Cowel

RESUMEN: El presente ensayo interpretativo expone que los niveles de procedencia, la falta de motivación y la concentración inciden en la baja comprensión de lectoescritura

en

los

estudiantes

universitarios.

Aseguramos

que

los

estudiantes universitarios que proceden de bachillerato, secundaria y primaria no pueden comprender lo que leen, porque no reconocen el tema central de un texto y no están en posibilidad de relacionar lo que leen con su contexto de vida y de trabajo. Por lo que nos preguntamos ¿Qué tipo de lecturas

fomentarían la ortografía, la buena escritura y la comprensión lectora? ¿Serán talleres de lecturas dirigidas una estrategia para elevar el nivel de aprendizaje de estos estudiantes.

Introducción: La dificultad con la enseñanza de la lectoescritura es un problema nacional en nuestro país. En el mismo inciden diferentes factores como la preparación del

profesor, el desempeño de los estudiantes y la motivación, pero también inciden problemas

estructurales como modelos

educativos, planes

y

programas de estudio y de fondo y más complejo aún, los niveles de procedencia del estudiante. Planteamos que esta problemática nacional puede disminuirse en el nivel superior si los estudiantes inician la práctica educativa con los talleres de lectura dirigida para leer despacito, muchas veces y así poder comprender lo que escriben y leen.

Las tres incidencias Los estudiantes manifiestan animadversión al estudio porque para ellos, el profesor transmite información que no comprenden, manifiestan que algunos maestros no saben enseñar conocimientos y por su parte, el profesor responsabiliza a la institución educativa, a los padres de familia y a los mismos estudiantes porque no llegan a la universidad con las bases teóricas para continuar aprendiendo. Los padres de familia enjuician a los profesores y al Estado, responsable de impartir educación del poco aprendizaje de sus hijos, pudiendo establecerse un círculo vicioso de todos contra todos. Seguramente, en todo esto existe una parte de razón, pues efectivamente, algo ha fallado de nuestro modelo educativo vigente y de las políticas educativas que tienen centrado su atención a los organismos internacionales para medir el rendimiento escolar de los estudiantes mexicanos. La Doctora. Margarita Peón Zapata (2008), subdirectora de Pruebas de Español y Ciencias Sociales del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) presentó, el pasado 15 de octubre del 2008 un estudio denominado La ortografía de los estudiantes de educación básica en México. Encontrando que en los grados de tercero, sexto de primaria y tercero de secundaria existe una incidencia grande en errores de ortografía como lo muestra la siguiente gráfica:

El análisis es completo y concluye que, la frecuencia de errores ortográficos es muy alta en los tres grados. Que existe, además, problemas de desatención y falta de revisión de lo que se escribe.

Sin lugar a dudas, estos niños continúan desarrollando su potencial y en cada nivel arrastran esta problemática; pero, ¿qué sucede con estos estudiantes en secundaria? En la muestra para medir la calidad educativa, la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico, OGDE identificó que 65.9% de los

mexicanos de 15 años tienen competencias insuficientes en matemáticas, y 52% en la capacidad para leer textos. Ahora, la brecha se hace más estrecha y se acentúa aún más la deficiencia estudiantil. Esta deficiencia se agudiza pues de acuerdo, con la economista Uribe C. (2006) manifiesta que en el caso de las habilidades lectoras, las pruebas de PISA miden cinco niveles de comprensión. Desde el nivel 1, donde las personas tienen serias dificultades para comprender un texto simple, hasta el nivel 5, que denota el manejo de información difícil de encontrar en textos con los que el lector no está familiarizado. Éste último, es considerado el nivel de competencia necesaria para que las personas puedan funcionar en una economía basada en el conocimiento. Este estudio sostiene que en el caso de las matemáticas, un estudiante que se

encuentra en el nivel 1 tiene apenas el nivel mínimo básico para realizar

procedimientos rutinarios con instrucción directa en situaciones explícitas”. Por debajo de este nivel, no es capaz de realizar las operaciones más elementales

contenidas en los exámenes de PISA. Mientras que en 2003 el 71% de los alumnos de los países de la OECD alcanzaron un nivel mayor al nivel 1, menos del 40% de alumnos mexicanos lo alcanzaron. Queda claro que el estudiante universitario llega a este nivel con graves deficiencias, ¿Qué debe hacer el profesor en el aula si los alumnos que proceden del bachillerato presentan esta problemática, y los de secundaria también y los de primaria de igual manera? ,¿No causa pena, a veces, que los noticieros de cualquier televisora exhiban los resultados de estas pruebas o cuando alguien expresa que los estudiantes universitarios tienen letra de un niño

de segundo de primaria y que presentan demasiados errores de ortografía, que los estudiantes son incapaces de leer un texto porque lo hacen en voz baja, de corrido, cambiando las letras a las palabras. Que los puede motivar para corregir esta deficiencia. Podemos afirmar, por la experiencia frente a grupo que a los estudiantes universitarios les falta entusiasmo y no es necesariamente por su estado de ánimo, sino que se debe a los tecnicismos y formalidad con los que un profesor expone sus contenidos temáticos. Ya se expresó anteriormente, que matemática y

comprensión lectora son

aspectos que ellos rechazan pues desconocen como aprender estas asignaturas. No podemos dejar de mencionar que las universidades se han preocupado por la formación intelectual, social y humanística de sus estudiantes; en sus programas de estudio incluyen un enfoque de competencias que da cabida

a la formación de un pensamiento crítico y

divergente como lo menciona (Howard, 2005). Por lo que nos atrevemos a decir que, la falta de entusiasmo que se nota en los estudiantes constituye uno de los obstáculos más difíciles de resolver en el

aula e impide elevar el nivel de aprendizaje. Cabría hacernos algunas preguntas que atañen a esta problemática ¿Como interesar al estudiante? ¿Cuales son las actividades que más los motivan?

Podemos decir que, si un estudiante se encuentra altamente motivado e interesado en aprender entonces es probable que la concentración se gane fácilmente, pero en el caso de un alumnos cuya concentración es difícil, entonces tenderemos que buscar otras formas de lograr su atención. Ya lo expresó Howard G. (2005) en La mente sintética que los jóvenes de esta nueva generación aprenden de manera distinta a la nuestra, es decir, multiforme; sin embargo, en el salón de clases la concentración es difícil si el

profesor solamente es el que expone frente a grupo. En realidad, existen estudiantes que aprenden de manera visual, otros de manera auditiva y los demás son kinestésicos.

Las investigaciones psicolingüísticas, es decir aquella que promueve el método del lenguaje integral que se basa en la comunicación y la comprensión realizada durante las últimas décadas en torno al proceso de lectoescritura han tenido un

gran impacto en la educación. Entonces, nos preguntamos, será ésta una forma eficaz de enseñar en el salón de clases para que los estudiantes estén concentrados? Al respecto, Díaz I. (2000) manifiesta lo siguiente: Las instituciones escolares han tenido como objetivo alfabetizar a los alumnos y este proceso comienza con la enseñanza de lectura y escritura en los grados de primaria. La meta de la enseñanza de la lectoescritura en las aulas es desarrollar las competencias básicas de la comunicación de los alumnos, o sea, desarrollar dominio de las cuatro artes del lenguaje: hablar, escuchar, leer y escribir, sin perder de vista que estos componentes son interdependientes entre si y deben ser enseñados simultáneamente. Podrán decir algunos que esto no constituye un problema nacional, pero la enseñanza, además de continua es permanente, con esto queremos significar que en casa, en la escuela y en todo lugar se deben fortalecer las cuatro artes del lenguaje para poder competir y entonces, estar en posibilidad de desarrollar una mejor calidad educativa. Al respecto, López S. y Flores M. (2006)

mencionan que la calidad de la

educación no se determina por el grado de comprensión lectora, sino por el financiamiento a las escuelas ya que en el caso particular de México, se presenta la modernización y el fracaso del sistema educativo porque nos

regimos bajo un modelo del libre mercado. Ellos sostienen que este principio resulta absurdo, si se consideran las condiciones de desigualdad de América Latina en relación con los países desarrollados, ya que la mitad de sus habitantes vive en situación de pobreza.

En el estudio, Las reformas educativas neoliberales en

Latinoamérica los

autores señalan que, el comercio de esta región representa 22% del comercio mundial y que la riqueza se concentra en Estados Unidos y Canadá, y en las clases altas del continente por el traslado masivo de la riqueza del sur hacia el

norte y por la distribución inequitativa de la riqueza al interior de las sociedades latinoamericanas (Birdsall, 1999). Es evidente, entonces, lo injusto de cualquier política pública, incluida la educativa, fincada en las premisas de la competencia en condiciones de tan extrema desigualdad, tanto internacional como nacional.

Podemos estar de acuerdo o no con los autores que alguien que carece de los recursos económicos pueda aspirar a cursar sus estudios en una Universidad reconocidas como el Tecnológico de Monterrey, Instituto Tecnológico Autónomo de México, La Universidad Iberoamericana y en el extranjero Harvard cuyos programas se encuentran a la vanguardia educativa y las colegiaturas son costosas y no cualquier padre de familia con un ingreso limitado puede pagarlas. También es cierto que es responsabilidad del gobierno y de sus políticas públicas elevar la educación, pero estoy en desacuerdo cuando señalan que las escuelas privadas se benefician de esta situación. Si así fuera no saldríamos mal evaluados, no tendríamos el problema de una sociedad con baja capacidad lectora. Tenemos la firme creencia de que pobres y ricos, de igual manera tienen problemas para comprender información o situaciones complejas. Ambos presentan problemas de lectoescritura sin importar el país y la condición social por lo que la diferencia será el tipo de estrategia a implementar en las universidades.

Lecturas dirigidas como estrategias para elevar el nivel educativo Estamos de acuerdo que, debemos implementar ciertas estrategias eficaces que nos ayuden a combatir de manera clara una problemática vigente que incide en el buen desarrollo profesional de los estudiantes y en particular de los universitarios. Afirmamos que los estudiantes saben leer y escribir, analizan información, construyen nueva información y semestre tras semestre

adquieren nuevos conocimientos, pero no con el nivel que demanda un programa de estudios. Debemos reflexionar que no cualquier profesor cuenta con los conocimientos pedagógicos teóricos y prácticos en la enseñanza de Español y Matemática, que debemos fortalecer estas áreas con creatividad para hacer a los alumnos

conscientes de que pueden superar esta situación. ¿Que tipo de apoyo

necesita un estudiante universitario? Actividades extractase; pero, de qué tipo: recreativo, cultural o de fortalecimiento de competencias, círculos de lectura, taller de investigación de casos sociales que los vincule con una práctica real, en la su región. “Lee muchas veces; despacito y lo vas a comprender”. Así es como

entendemos la práctica en el aula, porque la primera lectura es de corrido sin entender; la segunda permite familiarizarnos con la sintaxis del texto, la tercera discrimina información, la cuarta empieza a comprender y es hasta la quinta ocasión que ya podemos iniciar habilidades del pensamiento. En clases, contamos con 50 minutos para el desarrollo de los contenidos del programa por lo que muchas veces dejamos a un lado esta importantísima tarea. Cuando se invita al estudiante a leer en voz alta algún texto dado, si desconoce los tecnicismos o no sabe hacerlo bien titubea, cambia el sentido de las palabras pero, lo más triste es que identificamos esta situación, pero no aplicamos estrategias para ayudarlo, se manifiesta en academias, pero no existen líneas de acción que disminuyan esta problemática. Reconocemos que estos tres problemas que inciden en la lectoescritura sólo podrán resolverse si el profesor, las universidades y los padres de familia fortalecemos las cuatro artes

del lenguaje. Por nuestra parte, un taller de

lecturas dirigidas mucho contribuirá a elevar el nivel superior de los estudiantes

universitarios porque estos jóvenes no son entes pasivos sino expresivos, visuales auditivos y kinestésicos Cuentos, fábulas, historias y casos reales son las modalidades para crear un taller de lectura dirigida, pues hemos dicho que la motivación y la concentración se deben ganar y qué mejor que mediante estas habilidades.

LISTADO FINAL DE REFERENCIAS

Díaz, I. (2000). La enseñanza de lectoescritura. Recuperado el 2 de noviembre de 2008 de: http://home.coqui.net/sendero/lectoescritura.pdf Gardner, H.(2005). La mente disciplinada y la mente sintética en: Las cinco mentes del futuro. Un ensayo educativo. Barcelona: Paidos, pp. 23-40 y pp.41-58 Gross, G. (2003). Tendencias metodológicas Lecto-Escritura en Primer Grado. Recuperado 2 noviembre de 2008 de: http://www.educared.pe/docentes/articulo/267/lectoescritura-en-primer-grado/ López, S. y Flores, M. (2006). Las reformas educativas neoliberales en Latinoamérica. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 8 (1). Recuperado el 3 de noviembre 2008 de: http://redie.uabc.mx/vol8no1/contenido-lopez.html Peón M. (2008) La ortografía de los Estudiantes de educación Básica en México. Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Recuperado el 1 de noviembre de 2008 de: http://www.inee.edu.mx/index.php?option=com_frontpage&Itemid=291 Suverza, A. (2007) Recursos, calidad y cobertura, retos para la educación superior. El Universal. Recuperado el 1 de noviembre de 2008 de: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/150180.html Teberosky, A. “El texto académico”. En: Castelló, M.(Coord.) (2007) Escribir y comunicarse en contextos científicos y académicos España: Graó. Pp. 17-46 Uribe C. (2006) Un sexenio de Oportunidad Educativa. México 2007-2012 Nota de Política del Departamento Regional de Operaciones II. Banco Interamericano de Desarrollo Recuperado el 20 de octubre de 2008 de:

http://wences.diinoweb.com/files/SNTE%20Caj%F3n%20de%20sastre./BID %20Educ%20Mexico%202006.pdf

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