Presente Y Futuro De La Ergonomia En Latino America

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PRESENTE Y FUTURO DE LA ERGONOMIA EN AMERICA LATINA

Elías Apud y Felipe Meyer Unidad de Ergonomía Facultad de Ciencias Biológicas Universidad de Concepción

1. Introducción Con ocasión de las XV Jornadas de Seguridad e Higiene del Trabajo, nos ha parecido de interés analizar el desarrollo que ha alcanzado la Ergonomía en América Latina y los aportes que puede hacer a futuro, en el difícil camino para lograr un crecimiento equilibrado de nuestras empresas, en que se conjugue la productividad con el bienestar de los trabajadores, meta que constituye el principal objetivo de la Ergonomía. En Chile, al igual que en otros países de la región, las primeras inquietudes sobre el tema se presentan en la década del 60. En nuestro país, la legislación sobre trabajos pesados fue un importante estímulo para constatar el escaso conocimiento que teníamos sobre la adaptación del hombre a trabajos que demandaban, principalmente, esfuerzos físicos sostenidos. Si bien la ley establece que las personas que realizan trabajos pesados pueden tener una jubilación anticipada, de uno o dos años por cada cinco trabajados, quienes fueron pioneros en estas materias, vislumbraron que se requería criterios objetivos para su calificación pero, más importante aún, se necesitaba buscar la forma de evitar la existencia de trabajos pesados, que pusieran en peligro la integridad física de quienes los realizan. En otras palabras, aún con jubilación anticipada, la mayoría de los trabajadores involucrados en estas tareas, deben desarrollar sus actividades por 35 años o más, antes de acogerse a jubilación por trabajos pesados. Por esta razón, hacia finales de los años 60, el Dr. Hugo Donoso, con la importante contribución del Profesor Nils Lundgren, destacado médico y ergónomo sueco y apoyados por un equipo interdisciplinario, iniciaron estudios en el entonces denominado Instituto de Higiene del Trabajo y Contaminación Atmosférica, que marcan el inicio en el país de los estudios para determinar límites de carga fisiológica en personas sometidos a trabajos pesados, abordando principalmente los temas de respuesta fisiológica al esfuerzo, en diversos ambientes. De esta época, destacan las investigaciones sobre exposición a calor y trabajos en altura geográfica, Apud et al (1972). La Universidad de Concepción, preocupada de fomentar el estudio del medio ambiente laboral, crea en 1972 por iniciativa del Dr. Ennio Vivaldi C, la Unidad de Ergonomía dependiente de la Facultad de Ciencias Biológicas. Por esos años, esta Unidad se consolida como la única en el país dedicada exclusivamente al

desarrollo de la Ergonomía, con una visión multidisciplinaria que permitiera dar respuesta a los problemas de adaptación humana al trabajo. Desde sus inicios la Unidad de Ergonomía comprendió la necesidad de establecer vínculos entre la Universidad y la Empresa, ya que la Ergonomía es una disciplina eminentemente aplicada. También se puso énfasis en los aspectos formativos y se incorporaron cursos curriculares sobre el tema para alumnos de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Forestal y cursos electivos para otras menciones de la Ingeniería y para el área de la salud. En todos estos años, la Unidad de Ergonomía ha estrechado vínculos con otras instituciones y desde su creación ha contado con el valioso apoyo del Consejo Nacional de Seguridad de Chile, que ha impulsado cursos, talleres, conferencias y foros sobre el tema que han ayudado a consolidar la disciplina, no sólo en Chile, sino que también en el contexto latinoamericano ya que, por estas iniciativas, hemos podido intercambiar experiencias con profesionales de otros países de la región, tales como Argentina, Brasil, Colombia y Méjico, entre otros, llegando en algunos casos a desarrollar actividades docentes y proyectos conjuntos. La consolidación de la Ergonomía no ha sido fácil en nuestro continente. Es cierto que se perciben importantes avances y que hay cada día más conciencia de la necesidad de incorporar la Ergonomía como un tema primordial en la prevención de riesgos laborales. Sin embargo, hay todavía un largo camino por recorrer, en un tema que es laborioso y difícil de llevar a la práctica, ya que obliga a cambios importantes en la forma de concebir el trabajo humano en las empresas. El propósito de este texto es hacer una reflexión acerca del aporte que la Ergonomía puede hacer en nuestro continente, con el propósito de mejorar las condiciones del trabajo humano, frente a la urgente necesidad de que también nuestras empresas sean más productivas, pero equilibrando la eficiencia con el bienestar de los trabajadores que hacen posible la producción. El desafío es importante, ya que el mundo laboral de América Latina avanza a velocidades muy dispares. Por una parte, existen empresas modernas, que emplean tecnologías de punta en sus procesos, mientras que otras siguen sustentándose en métodos basados en el uso de mano de obra intensiva. En este sentido, la visión integrativa del concepto ergonómico moderno, puede hacer aportes a la industria, desde la concepción de nuevas tecnologías para uso humano, hasta la mejoría de las condiciones laborales para trabajadores que usan simples herramientas manuales en ámbitos como la construcción, agricultura, pesquería y muchas otras pequeñas y medianas industrias.

2. Visión ergonómica del trabajo. Frente a esta situación, es pertinente preguntarse: ¿cuál es la visión de la Ergonomía en la búsqueda de soluciones a los problemas de trabajo humano?. Como se observa en la figura 1, desde un punto de vista ergonómico se considera

que el hombre, percibe información, la coteja con conocimientos previamente adquiridos y habitualmente ejecuta sus decisiones mediante acciones musculares. Mientras más simple es un trabajo, por lo general, mayores son las necesidades de fuerza y movimiento. Por el contrario, en actividades intelectuales o muy mecanizadas, aumentan las demandas de percepción y toma de decisiones, con un escaso componente de trabajo físico.

Figura 1. Aspectos que considera la ergonomía en el estudio de los problemas de adaptación humana al trabajo.

Ambiente organizacional

Ambiente psicosocial

Ambiente físico

Interfase hombre-máquina Interfase hombre-herramienta Este simple esquema, "percepción-decisión-acción", tiene una importancia básica en la ejecución de una actividad y se requieren conocimientos de anatomía, fisiología y psicología humanas para establecer los límites de demanda que, en cada etapa de este circuito, el trabajo puede exigir al hombre. La baja eficiencia, numerosos accidentes atribuidos a acciones inseguras, la presencia de fatiga y muchas enfermedades, pueden tener su causa en la imposición de demandas de percepción, de procesamiento de información y toma de decisiones o de respuesta mecánica superiores a la capacidad del ser humano. . En el análisis ergonómico también se considera el medio físico en el cual se efectúa un trabajo. El ruido, las vibraciones, el calor, el frío, la altura, los productos tóxicos etc., cuando exceden ciertos límites, pueden provocar enfermedades y alterar el bienestar. En algunos casos, aunque estos agentes se mantengan bajo niveles que puedan provocar enfermedad, son causales de estrés ocupacional llegando incluso a producir problemas psicológicos en los trabajadores.

Lo destacado en el texto precedente, engloba los problemas inherentes al puesto de trabajo y el ambiente físico, pero hay muchos otros factores que no dependen del lugar de trabajo en sí, sino que de la organización del sistema en que cada actividad está inserta. De manera que, el concepto moderno de Ergonomía, considera el análisis de las actividades de un trabajador como parte de un sistema que en su conjunto debe ser eficientemente diseñado. En este sentido, el término moderno, no se aplica sólo a tecnologías sofisticadas, y como se señaló anteriormente, los trabajos que se ejecutan en muchas áreas de la economía latinoamericana, hacen uso de mano de obra intensiva, existiendo grandes necesidades de mejorar el medio ambiente laboral. Más aún, en América Latina, en sectores como el forestal, agrícola y otros, se combinan equipos muy sofisticados, que tienen un alto costo de operación, con cuadrillas de trabajadores cuyo trabajo manual es fundamental para el uso eficiente de los equipos. Es habitual que, por la mala organización del trabajo o por la imposición de exigencias superiores a la capacidad de las personas para trabajo sostenido, las máquinas sean subutilizadas, lo que resulta en trabajos ineficientes y poco rentables. 3. Ergonomía anticipativa. Una revisión de la literatura permite ver que en nuestro continente, los avances más importantes se han centrado en la ergonomía aplicada al puesto o estaciones de trabajo, con especial énfasis en la búsqueda de soluciones a problemas que afectan a un amplio sector de personas, como son los síntomas derivados de malas posturas y trabajo repetitivo. No cabe duda que es necesario seguir avanzando en esta línea, aunque lamentablemente, observando los resultados, en América Latina prevalecen los estudios de diagnóstico. Las intervenciones en puestos de trabajo, por lo general, son escasas y se limitan a recomendaciones para realizar modificaciones básicas en el mobiliario, herramientas y máquinas, difíciles de implementar en sistemas en pleno funcionamiento, particularmente en pequeñas y medianas empresas, debido al costo que estas modificaciones por lo general significan. En otros casos, se recurre a programas de ejercicios compensatorios o pausas activas, que si bien son útiles y cada día más comunes, no abordan, en la mayoría de los casos, la raíz del problema. Por esta razón, es necesario avanzar hacia la implementación de programas que permitan evitar las deficiencias de diseño ergonómico que enfrentarán los trabajadores, como asimismo organizar los sistemas de trabajo desde una perspectiva integral, ya que los puestos de trabajo no son elementos aislados que funcionen independientemente del sistema productivo global. Uno de los motivos por los cuáles la mayoría de los sistemas productivos que se introducen en nuestro medio, incluso los más modernos, tienen deficiencias ergonómicas, es la escasez de especialistas. Si pensamos en los proyectos que se desarrollan para crear nuevas empresas o para ampliar las existentes, e incluso para realizar innovaciones tecnológicas, y nos preguntamos en cuántos casos se

contempla una visión ergonómica anticipativa, con una mirada constructiva, lamentablemente tenemos que aceptar que en muy pocos, por no decir en ninguno. Esto se ve agravado por la dependencia tecnológica, ya que herramientas, máquinas y muchos otros implementos empleados en la industria, pueden tener muy buen diseño para las poblaciones de origen, lo que no significa que necesariamente sean los más adecuados para nuestros trabajadores. Por eso es que nos encontramos con cifras alarmantes de aumento de las patologías músculo tendinosas, que no disminuirán en la medida que no abordemos el desarrollo industrial desde una perspectiva ergonómica y no tomemos conciencia de los límites de respuesta humana cuando fijamos metas de producción. 4. Trabajo físico: un problema no superado Se ha señalado antes que en América Latina una parte importante de la población subsiste en base a su propio esfuerzo muscular. La adaptación a este tipo de trabajos es un tema no superado y en el que la Ergonomía tiene aún mucho que aportar, ya que se pueden lograr grandes incrementos en la productividad si a los trabajadores se les provee con los elementos básicos para realizar sus tareas, se mejora la organización del trabajo y se adaptan herramientas y accesorios a sus características. Sin embargo, no basta sólo con esto, sino que también se requiere considerar otros aspectos tales como alimentación, provisión de elementos de seguridad adecuados, capacitación y exigencias de rendimiento que no sobrepasen límites recomendables de esfuerzo físico. La adaptación ergonómica de los trabajos manuales no es fácil, pero con estudios sistemáticos se puede ir motivando a los empresarios para introducir cambios simples que incrementan el rendimiento laboral y el bienestar de sus trabajadores. El ejemplo más claro es el desarrollo alcanzado en el sector forestal chileno que ha sido ampliamente analizado en dos libros publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (1989, 1995). Los primeros estudios en el campo forestal se orientaron a mejorar las condiciones de vida en los campamentos, que son los hogares temporales para estos trabajadores. Los dormitorios, áreas de recreación y comedores que habitualmente usaban estaban lejos de las condiciones mínimas de higiene y comodidad. Lo mismo ocurría con la alimentación, que en trabajos manuales de alta intensidad, debe ser aportada en cantidad suficiente para equilibrar los requerimientos calóricos y de nutrientes que demandan estas tareas. Cumplidos los requisitos básicos de vivienda, alimentación y recreación, los trabajadores requieren ser capacitados, siendo esta la instancia precisa para reforzar técnicas seguras de trabajo. Las etapas descritas son una condición previa a la adaptación ergonómica de herramientas, técnicas y métodos de trabajo. Los resultados hasta ahora obtenidos han sido francamente auspiciosos. Un criterio importante para la selección de alternativas tecnológicas, es que en nuestros estudios se ha evaluado la sobrecarga fisiológica, mediante mediciones

de consumo de oxígeno y frecuencia cardíaca, como indicadores de gasto de energía y carga cardiovascular respectivamente, Apud Bostrand, Mobbs y Strehlke(1989). También se han realizado amplios estudios para conocer la aptitud física de los forestales chilenos y así definir el rendimiento que se puede esperar de ellos, trabajando por debajo de los umbrales de fatiga. A menudo los estudios tendientes a evaluar rendimientos de referencia frente al uso de distintas herramientas y métodos de trabajo, se realizan sólo en base a estudios de tiempo. Sin embargo, lo más importante que aportan los estudios fisiológicos, es que permiten establecer rendimientos de referencia basados en la capacidad de nuestros propios trabajadores. En muchos casos, se trata de emular estándares extranjeros, sin considerar que han sido obtenidos en poblaciones distintas y en condiciones de trabajo diferentes. Esta situación puede llevar a los trabajadores a enfrentar su diaria tarea sometidos a niveles de sobreesfuerzo físico que se traducen en fatiga, lo que contribuye al aumento de los accidentes. Los criterios aplicados en el estudio de trabajos físicos pesados, han permitido superar lo meramente descriptivo. En otras palabras, la orientación no ha estado sólo en seguir cuantificando cuantos accidentes se producen, cuales son las deficiencias de alimentación o de vivienda en los campamentos, etc., sino que sobre la base de los conocimientos existentes se han buscado soluciones para superarlos con la participación de empresarios y trabajadores. A nuestro juicio los avances son perceptibles y así lo demuestran los estudios que se han efectuado para cuantificar los cambios producidos en el sector forestal, Apud y Meyer (2004).

5. Mecanización del trabajo Lo que se ha señalado para trabajos manuales tradicionales, es también válido para la innovación tecnológica. A menudo, cuando se planifica la mecanización de un sistema de trabajo existe bastante claridad respecto a costos y niveles de producción esperables, pero son escasas, por no decir nulas, las ocasiones en que los planificadores pueden responder sobre los efectos que dichos sistemas tendrán sobre la seguridad y salud de los trabajadores. Como el costo de la mecanización es alto, cuando las maquinarias se adquieren sin pensar en los operadores, si su diseño es inadecuado, los trabajadores deben continuar expuestos a los riesgos hasta que la máquina termine por destruirse. Modificar estos elementos para reducir problemas tangibles derivados, por ejemplo, de la postura de trabajo, visibilidad de los equipos, diseño de controles e indicadores, ruido, vibraciones, etc. rara vez se realizan, con consecuencias directas para la población laboral, que se manifiestan en niveles críticos de accidentabilidad, deterioro de la salud y subutilización de las maquinarias por la inadecuada adaptación de ellas a los usuarios. Mientras esto siga ocurriendo parece improcedente hablar de desarrollo tecnológico y más bien debería mantenerse el

término mecanización. Desde un punto de vista ergonómico, el desarrollo tecnológico sólo se consigue en la medida que la mecanización, además de producir aumentos en la producción, no presente riesgos para los trabajadores. Cuando esto no se logra, el recurso humano aparece como un término abstracto desconectado de los elementos que lo integran que son personas. A manera de ejemplo, mostraremos un solo caso de una máquina que tuvo que ser modificada a los tres años de adquirida, por lo incómodo de su diseño para el operador, aún cuando funcionalmente no presentaba problemas. La cabina se ilustra en la figura 2, que también incluye un esquema de la distribución de los implementos al interior de la cabina. Figura 2. Cabina de una máquina empleada en la minería y esquema del interior de la cabina desde el plano superior . Panel de Control

Dirección de la visión

Asiento

Calefactor

Puerta

Como se deduce de la figura 2, el espacio al interior de la cabina era bastante pequeño. Esto resultaba un impedimento para que el operador pudiera realizar algunos cambios de posición o desplazamientos, sin tener que salir de la cabina, situación que era bastante complicada, especialmente en el turno de noche, en que había muy bajas temperaturas. El trabajar en espacios confinados, en posiciones fijas, suele producir problemas de fatiga muscular, particularmente cuando los trabajadores mantienen, por largos períodos, posiciones inadecuadas, como era el caso de estos operadores. Los problemas señalados estaban determinados, en parte, por la posición de la cabina. Como se observa en el esquema presentado en la figura 2, el sentido de la visión hacia el objeto de trabajo, que es hacia adonde debe estar atento el operador, no estaba en la misma dirección del panel de control. Esta es una de las peores alternativas de diseño, ya que un panel de control debe estar frente al operador, debido a que cuando éste debe mirar en dos direcciones, se introduce un riesgo de perder información proveniente de una u otra vía. La posición del asiento ubicado a un lado del panel de control, hacía que la operación de éstos se realizara desde una posición totalmente viciada. Algunos controles no sólo estaban en una ubicación lateral, sino que incluso más atrás del respaldo del

asiento, lo que, como se observa en la figura 3 obligaba a los operadores a forzar la articulación del hombro y a operar el control con toda la extremidad superior en muy mala posición. Por esta razón, no era de sorprender que este trabajo les provocara problemas en los hombros, codos y muñecas. Figura 3. Posturas inadecuadas que debía asumir el operador para no perder de vista su trabajo y a la vez hacer los ajustes necesarios en la máquina.

El problema con esta máquina se tornó crítico, porque generaba pérdidas de tiempo y ausentismo por síntomas relacionados con la postura de trabajo. Esto llegó a un extremo en que fue necesario modificar la cabina de la máquina, como se ilustra en la figura 4. Nuestra recomendación, en este caso, apuntó a destacar, de manera simple, porque se estaba produciendo el problema, poniendo énfasis en la necesidad de agrandar la cabina y distribuir los controles de manera que los operadores pudieran acceder a ellos desde una postura adecuada. Así entendido, la empresa realizó las modificaciones, haciendo una importante inversión para corregir el problema. Figura 4. Cabina de una máquina, modificada después de tres años de operación, por los síntomas que generaba en la extremidad superior de los operadores.

Este es sólo un ejemplo de mal diseño ergonómico que encontramos a cada paso. La pregunta es: ¿por qué no prevenir que esto ocurra si genera problemas para el bienestar de los operadores y pérdidas evidentes de productividad?. Simplemente, por que existe desinformación al respecto y no hay instancias que regulen la incorporación de tecnologías ergonómicas en las empresas. Esta es una realidad que hemos podido constatar en varios países latinoamericanos y que es necesario superar con urgencia. Un aspecto positivo, es que en algunas empresas chilenas se están generando normas internas para la incorporación de la Ergonomía como criterio al momento de tomar decisiones sobre nuevos proyectos, ampliaciones y adquisición de maquinarias e implementos. Aunque son las menos, es un paso adelante que debería ser emulado ya que se pueden obtener importantes beneficios, en el contexto de lo que hoy se denomina responsabilidad social de la empresa. 6. Los problemas de mantenimiento Recientemente, durante el presente año, terminamos un estudio en una de las empresas más grandes del país, en que se evaluó un número importante de trabajadores que sufrían distinto grado de discapacidad por enfermedades profesionales o comunes. En ese estudio, se encontró que un 80% de los enfermos diagnosticados, que realizaban labores de mantención y reparación, padecían de enfermedades músculo tendinosas que estaban asociadas a las labores que realizaban. Observando las tareas, la relación era obvia ya que la mantención de componentes mayores se realiza, en lugares de difícil acceso y con poco espacio para maniobrar herramientas que demandan la aplicación de fuerzas. Esto obliga a los trabajadores a transformarse en verdaderos “contorsionistas”, como en los casos que se ilustran en la figura 4. ¿A quien podría sorprenderle entonces que ellos tuvieran dolores de espalda, cuello o extremidades superiores?. Lo serio es que en muchos casos pueden llegar a desarrollar enfermedades incapacitantes, que no siempre son reconocidas como enfermedad profesional. Estos antecedentes son motivo suficiente para insistir en la necesidad de observar al adquirir equipos, no sólo los aspectos operacionales, sino también las dificultades que los trabajadores encontrarán cuando deben efectuar labores de mantención y reparación. Figura 4. Posturas adoptadas durante algunos trabajos de mantención.

7. Ergonomía participativa. En una revisión general como la efectuada en este texto, no se puede dejar de mencionar un aspecto muy importante para realizar programas efectivos de Ergonomía, que es la participación de los trabajadores en la identificación de los riesgos ergonómicos a que se ven enfrentados. Son ellos quienes día a día realizan sus labores y perciben con claridad los síntomas o molestias que los aquejan, los problemas de organización a que se ven enfrentados, teniendo claras ideas de como solucionarlos. Es cierto que no siempre son soluciones viables, pero en muchos casos, sus sugerencias son posibles de llevar a la práctica, con pequeñas inversiones. Ilustraremos esta afirmación con un ejemplo de un estudio reciente de ergonomía participativa, del cuál surgieron recomendaciones que en su mayoría se pusieron en práctica sin mayor inversión. Una tarea crítica identificada por los trabajadores, era la limpieza de dos bandejas en el fondo de un estanque de almacenamiento. En estas bandejas se deposita sedimento que tiene que ser limpiado a lo menos una vez a la semana. Para proceder, existía una escalera que debía ser utilizada por los trabajadores para bajar al fondo del estanque. Sin embargo, las bandejas eran muy grandes y la escalera quedaba al interior de una de ellas, por lo que tenían que subirla manualmente para sacar la bandeja. Como se ve en la figura 5a, el esfuerzo que realizaban era de alto riesgo para la zona lumbar. Al mismo tiempo, para salir y entrar al estanque debían hacerlo con serios riesgos de caída, como se aprecia en la figura 5b. En otras palabras, por el mal diseño de las bandejas, la escalera que debía utilizarse para subir y bajar al estanque, era más un estorbo que una ayuda. Figura 5. Esfuerzo realizado por los trabajadores para sacar una escalera debido a un mal diseño del puesto de trabajo

a

b

La solución, propuesta por los propios trabajadores, fue achicar las bandejas, de manera tal, que la base de la escalera no quedara inserta en ella. Se propuso dos alternativas. La primera, achicar las dos bandejas proporcionalmente y, la segunda, reducir el tamaño de la bandeja en que va inserta la escalera, ya que es la que recibía menos residuos. La modificación se llevó a cabo, logrando plena aceptación de los trabajadores ya que se había eliminado un riesgo innecesario, que les dificultaba una operación y que asociaban con síntomas en su espalda. 8. Comentarios finales. En un texto de esta naturaleza es imposible revisar todos los factores ergonómicos a contemplar en un buen diseño del trabajo. Por ejemplo, no se ha hecho mayor mención a los problemas de carga mental, derivada del diseño de interfaces y de la organización del trabajo, temas que son muy relevantes en las empresas que usan tecnología moderna y que sin duda constituye una de las áreas de estudio más importante en las empresas del futuro. En este sentido, el intercambio de conocimiento entre países latinoamericanos es fundamental para seguir avanzando y deben buscarse las instancias para una mayor integración, debido a que los problemas ergonómicos que se presentan en nuestras empresas, tienen raíces comunes.

8. Bibliografia. Apud, E., Donoso, H., Herts, G., Lundgren, N., Oyanguren, H. y Sañudo M.C. "Estudio de la Industria Fanaloza". Boletín de Higiene y Epidemiología 10: 59-102, 1972. Apud, E., Bostrand, L., Mobbs, Y. y B. Strehlke. “Guidelines on ergonomic study in forestry” .Ed.: Organización Internacional del trabajo (OIT), Ginebra 1989. Apud, E. and Valdés, S. " Physical work load and output planting on grounds with different slopes". En: Proceedings of the "International IUFRO/NEFU/FAO Seminar on Forest Operations Under Mountainous Conditions", Harbin, China, 1994. Apud, E. y S. Valdés. "Ergonomics in Forestry: The Chilean Case". Ed.: Organización Internacional del trabajo (OIT), Ginebra 1995. Apud, E. y Meyer, F. “Ergonomics”. En: “Encyclopedia of Forest Sciences”. Ed.: J.Burley, Elsevier, Londres 2004

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