Planes De Manejo Inf. Revisado Iv

  • May 2020
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Proyecto Nanay - IIAP

PROPUESTAS DE MANEJO DE RECURSOS NATURALES IMPLEMENTADAS EN COMUNIDADES DE LA CUENCA DEL NANAY El Proyecto Nanay busca apoyar a las comunidades locales en el uso sostenible de los recursos naturales de esta cuenca y la conservación de la diversidad biológica, a través del manejo comunal y la gestión local de los recursos. Las herramientas más importantes para lograr estas metas son la implementación por parte de las comunidades locales de planes de manejo por recursos y el control o gestión comunal de los mismos. El Proyecto viene trabajando en este sentido en varios frentes: evaluación participativa y diagnóstico del estado de conservación de los recursos, identificación de los problemas más importantes en cuanto al aprovechamiento y conservación de los mismos, y búsqueda de alternativas para el manejo de sus recursos naturales. La metodología del trabajo de campo del personal técnico del proyecto se basa en el acompañamiento constante en las comunidades, tanto en sus tareas individuales o familiares cotidianas y sus actividades comunitarias, como en el apoyo de la organización comunitaria y aplicación de medidas de control y manejo. Los miembros del equipo del Proyecto realizan también encuestas y evaluaciones in situ para determinar el estatus de cada recurso, e imparten charlas y talleres teórico-prácticos sobre temas como la valoración del monte en pie, cubicación de maderas en tablas, en pie y rolliza, técnicas de cosecha sostenible, mitigación de impactos, comercialización, etc. Al mismo tiempo se motiva a los comuneros a realizar asambleas comunales después de las mingas a fin de tratar diversos problemas relativos a los recursos naturales existentes en su comunidad, cerrando con la toma de algún acuerdo interno que ayude a regular y mejorar el aprovechamiento de los mismos. A continuación de presenta una síntesis de las propuestas de manejo, clasificadas de acuerdo a tipos de recursos, que el Proyecto está implementando en la cuenca media-alta del Nanay. Los recursos que se está trabajando son los siguientes: -

Madera redonda y de aserrío (en bosques de altura y de tahuampa) Ungurahui Fibras (tamshi, huambé, chambira) y cortezas Hojas de irapay Madera redonda de varillales Fauna silvestre

I.

PLAN DE MANEJO FORESTAL PARA MADERA REDONDA Y DE ASERRÍO EN BOSQUES PRIMARIOS DE ALTURA Y TAHUAMPA

El Proyecto Nanay viene apoyando a varias comunidades en la obtención y ejecución de Permisos Forestales. Estos permisos están formulados de acuerdo a los términos de referencia que para estos casos son promulgados por el INRENA, pero al mismo tiempo rescatan las prácticas de extracción y manejo tradicional de los pobladores de estas comunidades. Para que los Planes Operativos Anuales puedan ser formulados, las comunidades tienen que estar registradas en los Registros Públicos con previa titulación de sus tierras, permitiendo esto realizar el ordenamiento del área y así ubicar el área de aprovechamiento en zonas con aptitud forestal. La ubicación georeferenciada del área de explotación brinda la información de la accesibilidad, hidrografía, uso actual de la tierra y tipos de bosques. El proyecto Nanay ha acompañado a las comunidades en todo el proceso, con asistencia de personal técnico y con financiamiento para las gestiones que así lo han requerido. Los objetivos generales que se plantean en este componente son los de mejorar el nivel de vida de la población de las comunidades, mediante el uso racional y sostenido de los recursos forestales maderables y no maderables de sus bosques, comprendidos dentro de su territorio legalmente obtenido mediante título de propiedad. Como objetivos específicos se plantea aprovechar 500 hectáreas de bosques sobre tierras con aptitud forestal, así como extraer volúmenes de madera rolliza de especies seleccionadas después de un inventario forestal participativo en el área de aprovechamiento. 1.1.

Plan de aprovechamiento forestal

La planificación de las labores de aprovechamiento es orientada a lograr la mayor eficiencia de los recursos humanos y económicos; asimismo, busca reducir al mínimo los daños al medio ambiente, utilizando sistemas de extracción de bajos costos como tumbado, despunte, trozado con motosierra y hacha, arrastre, transporte, emboyado, y transporte por flotación utilizando la corriente del río o motor. También se prevé el diseño de redes viales. Esto comprende: Diseño, construcción y mantenimiento de redes viales, limpieza de quebradas con motosierra, hacha y machete, así como apertura de viales de extracción. 1.2.

Plan silvicultural

Después del aprovechamiento forestal, se efectuará un agresivo plan silvicultural, que consistirá en la aplicación de técnicas de manejo de regeneración natural y mejoramiento del bosque, a fin de asegurar la disponibilidad de los volúmenes de madera comercial para los años futuros, en estrecha concordancia con las necesidades de mantenimiento del equilibrio ecológico de la zona. Entre los tratamientos silviculturales que se aplicará serán:

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a) Limpieza y marcación de árboles y manejo de la regeneración natural La limpieza consistirá en la eliminación de la vegetación herbácea o matorral cuando se considere que su existencia perturbara negativamente y de forma grave el desarrollo del arbolado joven de interés económico o hace peligrar su existencia. La limpieza generará el rápido desarrollo de las especies deseables, y sus copas crecerán apreciablemente. Todos los árboles deseables sujetos a tratamientos silviculturales serán marcados con pinturas de color amarillo. b) Podas y clareos Los clareos consistirán en la eliminación de pies pertenecientes a la masa arbolada, especialmente de aquéllos sin interés económico o ecológico, en edades de brinzal, latizal y fustal, con el objetivo de que los árboles restantes dispongan del espacio que les es necesario y logren el máximo desarrollo posible. Esta operación se realiza cuando la regeneración ha alcanzado densidades muy altas. El método que se utilizará será el de fijar la distancia en que deben quedar los pies de la masa y eliminar los sobrantes, que se dejarán sobre el suelo. La poda consistirá en la eliminación de determinada porción de la copa de los árboles con el fin de que el porte de los mismos sea el más adecuado para cumplir los objetivos fijados, como producción de maderas sin nudos, incremento de la producción, etc. c) Identificación y protección de árboles semilleros Antes de realizar el tumbado de los árboles, se hará la identificación de los árboles semilleros de las diferentes especies que se encuentran en condiciones de producción de semillas, las mismas que serán marcadas y limpiadas. A cada una se asignará un letrero numerado indicando su condición de “árbol semillero” y prohibiendo su tala. d) Manejo de la regeneración natural El manejo de la regeneración natural comprenderá una serie de operaciones de tratamientos que servirán para crear las condiciones necesarias para su desarrollo natural de las especies deseables. Así, se eliminará la vegetación competitiva tales como las lianas y especies indeseables, se efectuarán aclareos generalmente en fajas, y se dejarán áreas boscosas con cobertura natural para que a partir de ellas se propicie la diseminación de semillas, lo que permitirá la generación aludida.

II.

PLANES DE MANEJO DE UNGURAHUI Y AGUAJE EN LA CUENCA ALTA DEL RÍO NANAY

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El Proyecto Nanay viene brindando apoyo, con asesoría técnica y acompañamiento constante, a varias comunidades de la cuenca, para ayudarlas a aprovechar sus rodales naturales de palmeras de interés económico con un manejo adecuado. Como se sabe, la forma habitual de cosecha de los frutos del aguaje (Mauritia flexuosa) y del ungurahui (Oenocarpus bataua) es la tala del árbol. Generalmente sólo algunos de los frutos de un determinado pie están maduros al momento de la tala, lo que incrementa innecesariamente el número de árboles destruidos cuando los pobladores quieren cosechar una determinada cantidad. El objetivo de esta actividad es garantizar la sostenibilidad en el aprovechamiento de este importante recurso, impulsando alternativas de cosecha sin necesidad de tumbar el árbol, gracias al uso de subidores elaborados con sogas o “pretinas” de fácil confección y uso, y de bajo costo. El manejo del aguaje y del ungurahui se basa principalmente en el aprovechamiento de los frutos sin tumbar el árbol, mediante técnicas de cosecha no destructivas. En algunas comunidades también se elaboran artesanías con el pedúnculo de la hoja de ambas palmeras, por lo que se enseña a cosechar éstas también sin tumbar el árbol. Con estos pedúnculos se elaboran esteras en el caso del aguaje, y artesanías menores de uso doméstico (posavasos y posaplatos) en el caso del ungurahui. Con este fin el proyecto Nanay proporciona algunos subidores a cada comunidad, enseña a los pobladores a elaborarlos, y se preocupa por capacitar con la técnica de escalado del árbol. El aguaje no es muy abundante en la cuenca del Nanay, por lo que el interés de las comunidades en aprovechar ese valioso recurso es muy alto. Muchas comunidades de la cuenca del Nanay también han mostrado un gran interés en la elaboración y comercialización del aceite de ungurahui, palmera que abunda en ciertos tipos de bosques de altura. Algunos pobladores conocen desde antes técnicas artesanales para la extracción del aceite del ungurahui. El proyecto también está buscando cómo mejorar las técnicas de extracción y elaboración de aceite de esta palmera. En una primera etapa el aceite extraído será utilizado como vehículo para algunos fitomedicamentos (elaborados por comuneros de tres comunidades del medio –bajo Nanay); en una segunda etapa se buscará otros mercados para el aceite de ungurahui. 2.1.

Herramientas que se vienen utilizando para el manejo

Después de varias pruebas con algunos modelos de subidores, el equipo del Proyecto se decidió por uno sencillo, y comprobó que el material más apropiado para su elaboración es la soga playa de nylon llamada localmente “pretina”. Los subidores elaborados en estas pretinas tienen la ventaja que resbalan mucho menos que los de sogas redondas, y duran más que los de soga de cáñamo u otra fibra natural. Estos subidores son diseñados para subir el árbol sin mucha dificultad, y están siendo muy aceptados por los comuneros. El modelo es una adaptación del utilizado para subir postes de alumbrado publico. Prueba de la expectativa creada por la extensión del uso de subidores es que varias comunidades aún no visitadas por el equipo, sobre todo aquéllas en el interior de la Zona Reservada Allpahuayo –Mishana, han solicitado expresamente que se les capacite en esta técnica.

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Además del entrenamiento con los subidores, el equipo del Proyecto realiza un trabajo de sensibilización en las comunidades, sobre principios de manejo de recursos naturales en general y otros temas asociados. Esta labor de educación es realizada en reuniones a las que son invitados todos los moradores, por medio de un trabajo más individualizado al nivel de familias. Así mismo, el equipo incentiva a la comunidad a tomar acuerdos, al nivel de asamblea, para establecer reglamentos que regulen el aprovechamiento del aguaje y del unguraui, y que prohíban los métodos destructivos de cosecha. Generalmente, luego de cada asamblea, se ponen por escrito los acuerdos en un acta firmada por toda la comunidad y por los miembros del equipo del Proyecto Nanay, en caso de que estén presentes. III.APROVECHAMIENTO SOSTENIBLE DE FIBRAS (TAMSHI, HUAMBÉ, CHAMBIRA), Y CORTEZAS EN LA CUENCA DEL RIO NANAY El Proyecto Nanay viene apoyando con asesoría técnica y acompañamiento constante a varias comunidades de la cuenca, para ayudarlas a aprovechar sosteniblemente varias fibras y cortezas vegetales de valor económico. En cada caso, se capacita a los comuneros en técnicas de cosecha no destructiva, con un manejo adecuado que garantice la sostenibilidad del aprovechamiento del recurso. El primer paso es verificar la existencia de un determinado recurso en los bosques de la comunidad, y evaluar el potencial. Esto incluye un diagnóstico de la abundancia natural y del estado de conservación, y de los problemas principales que existen en la comunidad con respecto a los métodos de extracción, el régimen de acceso (si existen extractores foráneos, si la comunidad tiene algún reglamento interno al respecto, etc.) En una segunda etapa, se evalúa la sostenibilidad de las técnicas tradicionales de aprovechamiento/cosecha y, en caso necesario, se capacita a la comunidad en técnicas no destructivas y se impulsa la adopción de acuerdos o reglamentos comunitarios que regulen el acceso a los recursos. En el caso de las cortezas medicinales, la forma de extracción o cosecha no destructiva que se está impulsando es la siguiente: se trata de evitar que el árbol muera, y para ello se cosecha la corteza no entera, sino que se raspa por partes hasta llegar a un punto intermedio entre la corteza muerta y la parte blanda. La viruta fruto del raspado tiene, hasta donde se sabe, las mismas propiedades y principios activos que la corteza entera. Cuando el raspado se hace de forma adecuada (una fracción del perímetro del árbol, menor a una cuarta parte) el árbol no muere y en pocos meses ha regenerado la parte de la corteza extraída y puede ser cosechada de nuevo. Si el poblador quiere extraer más cantidad, debe raspar un área más extensa hacia arriba y hacia abajo del árbol, no hacia los costados. Este es un ejemplo de un conocimiento tradicional rescatado por el Proyecto Nanay. Es un método usado por algunos pobladores por años, y que se está tratando de extender por toda la cuenca. El Proyecto está, por supuesto, monitoreando ésta y otras actividades de aprovechamiento y verificando su adecuado uso y su sostenibilidad. En lo que respecta a las fibras vegetales, el Proyecto Nanay viene trabajando también con el asesoramiento en técnicas de cosecha no destructiva, y en la transformación con ayuda de 5

un artesano, que enseña nuevos modelos y ayuda a los comuneros a perfeccionar el acabado de sus productos. El objeto es mejorar la aceptación en el mercado, y buscar la autonomía de los comuneros para que ellos mismos puedan acceder directamente a los mercados una vez que culmine el proyecto. Como se puede apreciar, el asesoramiento del Proyecto Nanay a las comunidades de la cuenca no sólo se reduce a las técnicas de aprovechamiento de estos recursos, con métodos no destructivos de cosecha, y a la regulación del régimen de acceso a través de reglamentos internos asumidos por las comunidades: también está apoyando en la transformación de estos, para lograr productos de mejor calidad y con mejor acabados. También, en el caso de las artesanías con fibras y hojas de palmera, se está tratando de introducir y promover nuevos diseños, para lograr una mejor aceptación en el mercado. 3.1.

Herramientas que se utiliza para el manejo -

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IV.

Cortezas medicinales: Para el aprovechamiento sostenible de este recurso, se viene incentivando la utilización de técnicas como el raspado regulado y periódico de una parte de la corteza, que remplaza perfectamente al descortezado definitivo de la planta, la cual para muchas especies significa la muerte. Chambira: Se incentiva la aplicación de métodos tradicionales de cosecha no destructiva, como el uso de palos subidores para jalar y cortar la yema terminal sin dañar el árbol. Tamshi y huambé: se viene aconsejando cosechar solamente las fibras maduras. En el caso del tamshi, se recomienda la cosecha de una fracción de las raíces aéreas de la planta, para permitir la regeneración. Es decir, se respeta cuanto menos una tercera parte, y se cosecha dos terceras parte de las raíces: si la planta tiene tres raíces, se cosechan dos; si tiene 5, tres; si tiene 6, cuatro, y así sucesivamente. En el caso del huambé, en el que es frecuente la práctica de la tumba del árbol para aprovechar las raíces, dada la dificultad de arrancarlas jalando desde abajo, se recomienda los siguientes métodos: primero, verificar si se puede subir al árbol y cortar con machete las raíces a una altura razonable como para que puedan ser aprovechadas eficientemente; en segundo lugar, si no es posible subir el árbol, se recomienda enroscar en un palo redondo en la raíz o raíces a aprovechar, dar numerosas vueltas en una sola dirección para debilitar la raíz en la parte superior, y luego jalar hasta arrancarla. En ambos caso, y al igual que en el caso del tamshi, se recomienda que se respete un tercio cuanto menos de las raíces para permitir que se regenere la planta.

PLANES DE MANEJO DEL IRAPAY EN LA CUENCA DEL RÍO NANAY CON FINES DE APROVECHAMIENTO SOSTENIBLE

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El Proyecto Nanay, casi desde un inicio, ha estado incentivando a las comunidades para el manejo del irapay, que es quizás el recurso individual más importante para la economía familiar de toda la cuenca. Como primera actividad se incluye en las charlas informativas algún tipo motivación sobre la importancia del uso sostenible del irapay, se discute sobre la problemática local referente al estado del recurso, la existencia de extractores foráneos o de prácticas destructivas de cosecha, etc. Luego se incentiva un debate en la asamblea comunitaria para la búsqueda de soluciones a la problemática. Estos debates suelen conducir a la adopción de reglamentos internos aceptados por toda la comunidad, que suelen ser normas muy simples estableciendo regulaciones sobre el aprovechamiento del recurso. En estos reglamentos, el primer estadío suele ser un acuerdo para no permitir la entrada a terceros (extractores foráneos) al territorio comunal. También se propone medidas para controlar la extracción indiscriminada de dicho recurso por parte de moradores, estableciendo algún tipo de cuota o rotación de los varillales en aprovechamiento. Al igual que ocurre con otros recursos, el Proyecto Nanay está promoviendo algunas medidas de manejo del irapay usada tradicionalmente por algunos comuneros. El método consiste en dejar tres a cinco hojas de cada planta a la hora de la cosecha; sólo se debe cosechar las hojas maduras, para volver al manchal en un periodo de 6 a 12 meses, garantizando con esta técnica la permanencia del recurso en el bosque. El número de hojas que debe dejarse en la planta debe ser proporcional a la cantidad de hojas que tiene, es decir, a la edad. Lo ideal es respetar cuanto menos un tercio del total de hojas que tiene la palmera: si tiene 9 hojas, se debe dejar 3 hojas, si tiene 15, se debe dejar 5, y si tiene 20, se debe dejar unas 8. Este manejo minimiza el estrés provocado a la planta por la cosecha y permite una recuperación mucho más rápida y, por tanto, una nueva cosecha en un tiempo más corto. La cosecha de hojas maduras también garantiza una mayor durabilidad, y por tanto calidad, de las crisnejas elaboradas con el irapay. En muchas comunidades donde se ha extraído sin ningún cuidado o manejo el irapay se suele dejar en descanso, por periodos de uno a dos años, las zonas donde ya se ha trabajado. El Proyecto Nanay está monitoreando constantemente, con la participación de los mismos moradores, todas estas actividades y su impacto en la conservación del recurso. 4.1.

Herramientas que se viene utilizando -

Visitas con moradores a los irapayales para evaluar el estado de conservación del recurso, y determinar la problemática. Conversaciones con moradores y familias individuales para auscultar su opinión respecto al estado del recurso y los problemas conexos. Charlas técnicas con la comunidad en pleno, aprovechando las asambleas comunitarias o en reuniones convocadas al efecto. En ellas se trata de motivar a la comunidad para diseñar y adoptar normas internas en las cuales se establezca medidas de control para el aprovechamiento del recurso de interés, en este caso el irapay, restringiendo el ingreso de terceros y estableciendo sistemas de aprovechamiento rotatorio de irapayales, respeto de hojas juveniles, etc.

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Hoy en día la mayoría de los comuneros de muchas comunidades respetan las medidas para el aprovechamiento sostenible de las hojas de irapay, aunque todavía existen algunos ingresos no controlados de foráneos en zonas apartadas, y todavía hay quejas de moradores que no respetan los acuerdos comunitarios. Esto es un proceso, obviamente, y se espera que pronto la aplicación de los planes de manejo incipientes se haya generalizado en toda la cuenca. El equipo del Proyecto Nanay también capacita a los moradores en temas relacionados con legislación relativa a los recursos naturales y territorios comunales, específicamente derechos y obligaciones de los comuneros, para evitar los numerosos abusos de que suelen ser objeto en estas zonas por madereros, funcionarios corruptos y otras personas inescrupulosas. El Proyecto Nanay está también motivando a las comunidades para que mejoren las condiciones de acceso al mercado. Esto implica la progresiva independización de los extractores del sistema tradicional de habilitación, que les obliga a aceptar precios por los productos muy inferiores de los del mercado. Este anacrónico sistema les inflige costos innecesarios para la extracción y contribuye a la sobre explotación de los irapayales, ya que necesitan extraer mayores cantidades para satisfacer sus necesidades básicas. V.

PLANES DE MANEJO PARA VARILLALES EN LAS COMUNIDADES DE LA CUENCA DEL RÍO NANAY.

La madera redonda o “palos redondos”, especialmente los de las especies de varillal, son uno de los recursos más peculiares de la cuenca del Nanay. La explotación masiva de esta madera distingue quizás más a esta cuenca que cualquier otra actividad. Lo que caracteriza en este sentido a la cuenca del Nanay es la abundancia de madera de varillal, especialmente aceite caspi (Caraipa spp.), que es muy apreciada porque tiene cualidades especiales para ser utilizada como madera de construcción: es muy duradera, ya que no le atacan fácilmente las termitas; los palos son muy rectos y de fuste uniforme; y los árboles de tamaño comercial son muy abundantes, porque en ciertos tipos de varillal predominan los árboles juveniles, muy apropiados para este tipo de uso. Lo interesante es que en el Nanay hay varillales que están siendo explotados de forma constante por varias décadas, y siguen produciendo madera. Esto es una indicación de que de alguna forma se está aplicando alguna técnica de manejo que permite el aprovechamiento sostenible. El Proyecto Nanay ha procurado, como lo ha hecho con otros recursos, recuperar las experiencias valiosas de manejo de varillales aplicadas por algunas comunidades, y ha tratado de difundir y generalizar estas experiencias validadas entre todas las comunidades de la cuenca. Muchas personas que trabajan este recurso reconocen que es un recurso vital y lo han tratado de manejar tradicionalmente de alguna forma. Entre las medidas de manejo aplicadas tradicionalmente por algunas comunidades destaca el respeto a los árboles semilleros o “madres”, y la rotación en el aprovechamiento de los varillales. La primera medida considera que sólo se aprovecha una fracción de la estructura de edad en la 8

regeneración natural de los árboles de los varillales: generalmente son aprovechados los arbolitos que tienen entre 6-8 y 12-15 cm. de dap. Esto permite no sólo que sigan siendo reclutados nuevos individuos en la población, sino la producción constante de semillas por parte de los adultos, que son escrupulosamente respetados. Otra medida frecuentemente usada por ciertas comunidades es la de “dejar en descanso” a algunos varillales que han sido explotados de forma intensiva, para permitir que se recuperen y se pueda cosechar árboles de calidad superior (caibros especiales, vigas y soleras), que tienen un precio superior en el mercado que los llamados “caibros simples”, los de menor tamaño. En algunas comunidades, como Pucaurco y San Juan de Ungurahual, las comunidades han acordado dejar los varillales en descanso por un periodo de cinco años para su futura recuperación. En ocasiones señalan los varillales que deben entrar en descanso, y los que todavía pueden ser aprovechados. Finalmente, otra medida habitualmente adoptada por algunas comunidades es el establecimiento de cuotas de extracción por familias, para tratar de evitar la sobre explotación del recurso. Dado que sólo son aprovechados los individuos rectos y sin defectos en el fuste, ya que la madera se usa para construcción de la armazón de los techos de viviendas rústicas, un porcentaje de los árboles de estas edades cosechadas nunca son talados, y por tanto llegan a crecer hasta adultos. Falta determinar si estos árboles son “defectuosos” sólo fenotípicamente, y no genotípicamente, de forma que no se esté favoreciendo una selección natural negativa. Nosotros nos inclinamos por la primera posibilidad, pues la forma del fuste, y la eventual presencia de ramificaciones o nudos a media altura, que son los defectos más comunes que dañan la calidad de los árboles, no creemos que estén determinados genéticamente, sino por accidentes ocurridos durante la vida del individuo. El Proyecto Nanay viene realizando asambleas y charlas técnicas en cuanto a los daños que pueden causar sistemas de trochas de penetración que son abiertas dentro de los varillales para permitir la extracción de la madera redonda, con el fin de disminuir en lo posible su impacto en el bosque. Si bien estas trochas tienen un impacto relativamente pequeño, dado que no suelen sobrepasar el metro o metro y medio de ancho, en algunos varillales son tan abundantes que llegan a representar un impacto significativo. En este sentido se trata de motivar para que en un varillal explotado no se abra nuevas trochas por gusto, sino que se aproveche las ya existentes para extraer la madera. También se está tratando de mitigar el impacto que suelen tener con los secadores (también llamados “soleaderos”), donde los palos redondos son colocados en posición inclinada sobre un parante para favorecer su secado. Dado que no hay pruebas que demuestren que es indispensable para el secado preliminar de los palos el que les dé directamente el sol (hay moradores que no usan este método y dicen que es innecesario), se está tratando de incentivar a los moradores a no talar más bosque para secaderos, sino que traten de aprovechar los ya existentes y, donde no existan, pongan a secar la madera en parantes sin abrir un claro en el dosel del bosque.

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Como ocurre con otros recursos, el Proyecto promueve la adopción de acuerdos en asambleas, que en lo posible deben conducir al diseño de reglamentos internos que regulen el acceso al recurso y establezcan sanciones o penas para los infractores, de acuerdo a los daños que han causado. Estos acuerdos o reglamentos internos deben estar asentados en actas firmadas por toda la comunidad.

VI. . IMPLEMENTACION DE PLANES DE MANEJO DE FAUNA

EN LAS COMUNIDADES DE LA CUENCA DEL RIO NANAY La fauna silvestre es un recurso utilizado por los pobladores del Nanay básicamente para fines de subsistencia. El Proyecto Nanay ha apoyado casi desde su inicio la realización de evaluaciones de fauna silvestre en algunas comunidades de las cuencas media y alta, y haciendo seguimiento de las actividades de caza. Con el objeto de determinar una línea de base del estado de la fauna silvestre al inicio del Proyecto, se realizaron censos por transectos para evaluar la abundancia, estado de conservación y presión de caza en las comunidades seleccionadas. También se realizaron entrevistas a la población local acerca de las preferencias de caza y presencia y ausencia de especies de fauna silvestre. Concretamente, fueron realizados registros de caza en las comunidades de Pucaurco, San Juan de Ungurahual y San Antonio del Pintuyacu, para determinar cuáles son las principales especies de caza, en qué lugares cazan y el tiempo que necesitan normalmente los moradores para realizar esta actividad. También se hizo un estudio del comercio de carne del monte, en el que se concluyó que los moradores de la cuenca realizan esta actividad principalmente para subsistencia. Pocos son los que se dedican al comercio de carne cueros y pieles, y los que venden algún producto de fauna silvestre lo hacen a un nivel muy poco significativo. Complementando estas actividades de evaluación y diagnóstico, el equipo del Proyecto Nanay ha estado trabajando para impulsar la adopción de algunas medidas de manejo de la fauna. Los diagnósticos realizados en diversas etapas del Proyecto determinaron que existen varias especies de importancia económica y/o ecológica que han sido sobre explotadas en el pasado, o que están todavía siendo sobre explotadas en el presente, mientras que otras especies están siendo probablemente subexplotadas. Existen incluso algunas especies localmente extintas de la cuenca, o reducidas a pequeñas poblaciones relicto en las cabeceras de quebradas más inaccesibles. Para tratar de corregir esta situación, el Proyecto ha estado incentivando en las comunidades visitadas para la implementación de planes de manejo que aseguren el aprovechamiento sostenible de los recursos de fauna silvestre.

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El equipo del Proyecto ha estado difundiendo principios de manejo aplicados en otras zonas, y también ha recogido experiencias de los propios comuneros y las ha difundido. Entre éstas recomendaciones para un manejo incipiente se puede citar: 1. Selectividad de caza, tratando de no cazar hembras especialmente en épocas de reproducción. Especialmente se hace énfasis en aquellas especies cuya tasa reproductiva es particularmente lenta, como los grandes primates, la sachavaca, los grandes loros, etc. 2. Prohibición de cacería para personas ajenas a la comunidad, sobre todo con fines comerciales. 3. Prohibición o regulación, según el caso, de la caza con fines comerciales, dependiendo de la abundancia de animales. 4. Establecimiento de cuotas de caza, donde cada comunero, según la abundancia de cada especie en su zona, tenga un límite para la caza. 5. Establecer algunas vedas, especialmente de aquellas especies con peligro eminente a desaparecer localmente. 6. Rotación de zonas de caza, para permitir la recuperación de zonas donde los animales de caza ya escasean. 7. Establecimiento en el territorio comunal de una zona de reserva (“área fuente”) para que la caza se pueda repoblar en las zonas más cazadas (“área sumidero”). 8. Procurar en lo posible no llevar perros, sobre todo en grupos o jaurías, cuando se practica la caza, ya que son poco selectivos (cazan preferentemente juveniles o hembras preñadas o con crías pequeñas, y ahuyentan la caza). 9. Prohibición del uso de métodos de caza ilegales, como armadillos o cachorros (artefactos para que se disparen automáticamente al paso del animal), por ser poco selectivos, muy peligrosos para las personas, y desperdiciar innecesariamente los animales, ya que muchos quedan heridos en la noche y no son recuperados. 10. No cortar los árboles frutales que sirven de alimento a los animales, pues esto es uno de los principales motivos de ahuyentamiento de las especies de fauna. 11. Establecimiento de estatutos donde se regule las actividades de caza y donde, además, se estipule los castigos aquellas personas que no cumplan con lo establecido en los estatutos de cada comunidad. 12. Incentivar a la crianza de animales silvestres. Muchas comunidades han mostrado su interés en la crianza de majás, sajino y añuje. Este punto debe ser uno de los principales objetivos que falta reforzar en las comunidades.

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