Pedro Susz Kohl

  • December 2019
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“Ante la avalancha de películas lo ideal es una actitud de diálogo, en lugar del consumo pacífico” Pedro Susz Kohl

De hace algunos años, cuando se acopiaban fondos para la construcción de la Cinemateca Boliviana, recuerdo una nota en un noticiero televisivo. El hecho que originó esa nota era simple y maravilloso a la vez: un grupo de niños lustrabotas de la ciudad de La Paz entregaba su contribución para la Cinemateca. Ante las preguntas del periodista, relataron que se habían puesto de acuerdo para entregar el producto de un día de trabajo porque, “el Pedro, dijo uno, siempre nos deja ver las películas, aunque a veces no tengamos dinero”. “El Pedro” al que se referían esos niños lustrabotas, era el director y fundador de la Cinemateca Boliviana, Pedro Susz. La vocación se abre paso Si bien casi toda su labor y pasión han estado bordeando el quehacer cinematográfico, inicialmente, Pedro Susz, pensó ser médico. Ingresó a la carrera de medicina de la Universidad Mayor de San Andrés, pero más inmediato que pronto se convenció de que esa no era su vocación. Después de tres años salió al exilio, en Buenos Aires, donde estudió Comunicación Social. Desde ahí, fue sólo un paso para que el cine terminara de encandilarlo: “Descubrí este mundo maravilloso del cine en un momento en que Buenos Aires era el centro mundial de la cultura cinematográfica. Había publicaciones de todo tipo, cine clubes, se veía todo el cine del mundo, en fin, había una efervescencia cultural”.

De esa efervescencia regresó a Bolivia, aproximadamente a mediados de la década del 70, después de haberse especializado en cinematografía: “En La Paz me vinculé al gobierno municipal en un campo totalmente distinto, en el departamento de espectáculos de la Alcaldía, ahí nació la idea de una cinemateca”. Finalmente en 1976 se fundó la Cinemateca Boliviana, y Pedro fue su director durante 27 años. En su haber tiene también la realización de algunos cortos cinematográficos y un buen número de publicaciones, la mayoría relacionadas con el cine. En 1984, junto a Carlos Mesa, quien lo acompañó mucho tiempo en la dirección de la Cinemateca, produjo una serie de programas documentales con el nombre de “Bolivia en su cine”, tal vez uno de los documentos audiovisuales más importantes sobre la historia del cine boliviano. En esta serie, que se produjo para que fuera difundida por el canal estatal, se puede ver a unos jóvenes, Pedro Susz y Carlos Mesa, intercambiando reflexiones sobre las películas, sus directores, y las circunstancias de sus filmaciones. Para que la pantalla no nos sea tan ajena En su libro “La pantalla ajena” Pedro Susz escribió: “Corremos una carrera contra el tiempo en la labor de rescate de los espacios en los cuales se construye la cultura”. Y hoy más que nunca vemos que la cultura se va construyendo día a día desde las

pantallas: de cine, de televisión de Internet, etc. La cuestión es que ahora, como antes, la pantalla sigue siendo “ajena”: el boliviano ve el cine de otros, consume la idiosincrasia de otros, asimila y se amolda a paradigmas culturales que provienen de otros nortes. Como es imposible cerrar los ojos ante la avalancha audiovisual que la tecnología va generando, se ha tratado de contrarrestar su efecto a través de la educación y formación de las nuevas generaciones. Esta es una tarea que Pedro Susz comenzó en 1979: “Ese año se inició un proyecto de talleres infantiles para la formación en el lenguaje audiovisual. Está dirigido básicamente a niños entre 7 a 12 años para enseñarles a tener una relación directa, distinta, con la televisión y con los mensajes audiovisuales, una visión más crítica, y menos consumista”. La idea era que los talleres desarrollados en La Paz fueran un piloto para que lo mismo se hiciera en los otros departamentos, pero esta masificación es una tarea que queda pendiente. Como queda pendiente la incorporación, al currículo escolar, de asignaturas sobre el conocimiento del lenguaje audiovisual y la formación de la conciencia crítica ante los mensajes audiovisuales: “El propósito era que, después, los talleres fueran la base para que se incorporaran como materias en la educación formal. Los talleres que hacíamos, por las propias características, que son talleres prácticos, solamente pueden llegar a pequeños grupos de niños 1

no más 12 o 15 niños, entonces frente a la dimensión masiva del consumo acrítico e indiscriminado de los mensajes audiovisuales, sabíamos que había que masificar el programa, pero ese paso no lo hemos conseguido dar todavía”. La avalancha de lo audiovisual Hoy ya no es sólo el cine, o la televisión, nuevos formatos se van consolidando y otros se van perdiendo. Si hace algunos años todavía resultaba oneroso un equipo reproductor de video o la compra y alquiler de películas, hoy los nuevos formatos se han masificado y han abaratado “costos” y calidad. A esto, ha contribuido de sobremanera el mercado ilegal de la piratería: “A cambiado totalmente la relación entre el espectador y el mensaje audiovisual, dice Pedro Susz. Cuando yo empecé a escribir crítica cinematográfica se estrenaban tres películas a la semana, en la ciudad, estamos hablando de 150 películas por año. Hoy día la oferta de películas es infinita, entonces cómo orientar al espectador en esa avalancha audiovisual: la única manera es formarlo, para que tenga una actitud de diálogo y no de consumo pacífica”. La escuela, versus...……….. El inacabable debate y preocupación, de que la televisión está desplazando y relegando la importancia que los estudiantes deben darle a sus responsabilidades escolares, hoy se proyecta también en otros medios que magnetizan el interés de los estudiantes.

muchos casos, que el mensaje que transmite el docente en el aula. El mensaje audiovisual llega al mismo tiempo a la razón, a la emoción y al sentimiento. El aparato de televisión se ha convertido en un miembro más de la familia y, en muchos casos, en un miembro que tiene el monopolio de la comunicación”. Un efecto casual que se consiguió con la realización de los talleres, comenta Pedro Susz, fue la incorporación indirecta de la familia: “A través de ellos (los niños y niñas que participan de los talleres), estamos formando a las familias para que tengan una interlocución distinta con los medios audiovisuales”. Su labor en la Alcaldía Municipal En los últimos años, su labor profesional se ha decantado hacia la actividad pública, pero sigue siendo parte del directorio de la Cinemateca Boliviana. Fue Oficial Mayor de Cultura y actualmente está a cargo de la Dirección de Gobernabilidad del Gobierno Municipal de la ciudad de La Paz. A pesar del cambio, y después de 27 años al frente de la Cinemateca, confiesa que se siente muy satisfecho con la labor que está desempeñando actualmente: “…es bueno también sentir que uno esta contribuyendo al desarrollo de la sociedad, de la comunidad, estoy muy contento con el trabajo que estoy haciendo”.

Esa preocupación, según Pedro Susz, está fundada especialmente en que, además de la diferencia de horas que los estudiantes pasan en las aulas escolares y las que pasan ante las pantallas de televisión, por ejemplo, se suma el hecho de que “…la eficacia del mensaje es mucho mayor, en 2

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