Deleites de la razón Los deleites de la razón son el orden y la belleza, entre estos están el arte y la música, el baile, la poesía y el teatro; solo seres que poseen la razón podrán encontrar placer en tales maravillas de la existencia…maravillas de la conciencia. Los seres dotados de un inmenso poder de razón, no han sido más que seres sumergidos en la belleza y el orden; por ejemplo, el preciso orden de las matemáticas, el orden impuesto por las leyes físicas del universo, etc.. Como seres racionales, no hacemos más que comprender solo las cosas que poseen orden. Hasta las cosas que ocultan su orden incitan en nosotros las esperanzas de encontrar el mismo a través de la belleza que en estas contemplamos, entonces ante "ojos que entienden" se revela un orden antes secreto. Romantizamos con el sentir de una presencia invisible que todo lo abarca, Dios, como fuente de todo orden, como planteamiento de un propósito, un destino hacia un orden total. Somos conciencias que en todo al orden persigue, capaz de crearlo donde sea que no lo encuentre. Somos de naturaleza optimista e inmensamente arrogantes respecto a la capacidad individual para encontrar orden, en fin…para comprender. Todos sabemos algo, todos comprendemos algo, por ende todos hemos sido capaces de localizar un orden que nos hace sentir seguros, que nos hace comprender al menos en el mínimo grado necesario para poder vivir con una conciencia sin que se autodestruya. La razón y la conciencia, son los regalos más significativos otorgados por el universo…para el universo. Vayamos y disfrutemos del arte, sigamos el disfrute con la música, el teatro y lo demás, pero sin olvidar que el universo tiene un infinito orden para revelarnos; nos aguarda un sin fin de deleites indescriptibles aún sin ser descubiertos… deleites destinados para los seres de conciencia y razón. Permite que las estrellas te hipnoticen con sus misterios y promete jamás dejar de perseguirlas. Vive enamorado de la duda, de revelar sus tesoros escondidos, pues un día sin perseguirla ni buscar satisfacerla es un día que has rechazado los mejores regalos otorgados por el universo: la conciencia, la razón, nuestros pensamientos; compartir todas estas cosas con otros seres concientes.