¿CÓMO
OBTENER LO QUE DESEAS EXPERIMENTAR EN LA VIDA?
Un mensaje de Neale Donald Walsch Mayo de 2008
Pregunta: He leído tu explicación de por qué uno no obtiene lo que pide –y corrígeme si me equivoco - porque el universo crea para ti la situación de querer y no la de tener. Ha habido veces en mi vida en que yo me he visualizado teniendo un resultado deseado, y lo he OBTENIDO. Pero luego también ha habido veces en mi vida cuando yo NO HE OBTENIDO lo que he pedido. ¿Puedes aclarar mi confusión en torno a esto? James Respuesta de Neale: James… no creo que exista una garantía en el universo que diga que lo que sea que elijas, obtienes. Creo que sería ingenuo pensar así – y tal vez, incluso peligroso. Esto es lo que me imagino saber acerca de todo esto: CON MÁS FRECUENCIA QUE NO, lo que creemos, creamos; lo que pensamos, experimentamos; lo que decimos, producimos. Pero NO SIEMPRE. Esto se debe a que hay, desde mi punto de vista, demasiados factores en juego en el delicado Proceso de Creación Personal – entre los cuales está la Ley de los Opuestos. Esta ley establece que el momento en que declaras algo, todo lo que sea diferente vendrá a la habitación. Esto es necesario a fin de crear un contexto dentro del cual lo que eliges experimentar se vuelve posible. Esa es la única forma en que puede funcionar en el Reino de lo Relativo, en donde una cosa existe en relación a la otra. Debido a los múltiples factores que tienen efecto sobre el Proceso de Creación, uno tendría que ser un Maestro Perfecto para … bueno, para dominar todos estos efectos y factores, alineando cada una de las energías multitudinarias arremolinándose alrededor de los movimientos centrales de la Vida y creando nuestras realidades tanto individuales como colectivas. Uno de los más impactantes de esos factores es el hecho de que todos estamos creando simultáneamente en este planeta. Estamos co-creando nuestra realidad colectiva. Esto significa que, como individuos, estamos trabajando constantemente, no sólo con nuestras propias energías
(creadas por nuestro Pensamiento, Palabra, y Obra – las tres Herramientas de la Creación), sino también con las energías de los demás: aquellos que nos rodean inmediatamente, aquellos en nuestro medio ambiente mayor, y, de hecho, aquellos en todo el mundo. Ahora, es cierto que mientras más lejos esté la otra persona, menos efecto puede tener sobre nuestra propia creación personal, sin embargo, sí tienen algún efecto. Y, por supuesto, mientras más cerca de nosotros esté una persona, mayor efecto tendrá. Así que quienes estén justo a nuestro lado – miembros de nuestra familia inmediata, aquellos con quienes estamos asociados directamente en la vida – pueden tener un efecto asombroso en nuestra realidad momento a momento. Por lo tanto, es muy beneficioso buscar una alineación de visión con quienes nos rodean inmediatamente. Me encanta esta declaración, atribuida a la fuerza del amor y vida personalizada en el Cristo: “Donde dos o más estén reunidos, allí estoy Yo”. El punto de esa declaración – y el punto que estoy haciendo aquí: La creación colectiva puede ser más poderosa que la creación individual, al menos hasta alcanzar el nivel de maestría personal, donde nuestro poder creativo es suficiente para superar la Conciencia Colectiva. Este es el lugar adonde todos los grandes Maestros de la historia habían llegado y residían. Además de estos factores (la Ley de Opuestos y la Conciencia Colectiva), está la parte de nuestra propia conciencia personal, y el nivel que ha alcanzado. Por ejemplo, James, has dicho… “Pero luego también ha habido veces en mi vida cuando yo NO HE OBTENIDO lo que he pedido”. Yo sé que posiblemente sólo estabas usando una frase común… ¿o no? ¿Es posible que así sea, de hecho, como lo estabas pensando? Es decir, ¿has estado “pidiendo” cosas? ¿Resultados o condiciones o experiencias que deseas crear? Porque si es así, justamente ahí podría estar tu problema. Tú ves, James, podrías no conseguir nada de lo que pidas. ¿Por qué? Porque el mismo acto de pedirlo es tu anuncio al universo de que no lo tienes ahora. Y ese anuncio es una declaración al universo desde tu perspectiva.
Obviamente, tu perspectiva es que ahora no tienes lo que estás “pidiendo”, o no lo estarías pidiendo. Ahora, este punto de vista, James, crea tu percepción. Es decir, tiendes a ver las cosas de una determinada manera, según el lugar desde donde las estás viendo. La perspectiva crea la percepción, James. Recuérdalo siempre. Pero va más allá. La percepción crea la creencia. Resulta que ver ES creer, para la mayoría de las personas. Así pues, ves lo que ves debido a la forma en que lo estás viendo, y lo que ves es lo que crees. Pero espera, que va más allá… La creencia entonces crea la conducta. Todas las conductas resultan de nuestras creencias acerca de algo. Cada conducta, sin excepción, es una demostración en forma física de algo que crees. Es la puesta en acción de tu pensamiento acerca de algo – o es una reacción a ese pensamiento. Pero espera, que va más allá… La conducta crea la experiencia. Toda experiencia es un producto de nuestra conducta. Si actuamos de una determinada manera creamos una cierta experiencia. Es tan simple como eso. Pero espera, no termina allí… porque… … la experiencia crea la realidad. Lo que experimentamos, asumimos que es verdad. Lo hacemos nuestra realidad. Pero espera, TODAVÍA no ha terminado… porque… … ¡nuestra experiencia crea nuestra próxima perspectiva!!! Es un círculo.
Aquí está otra vez, por si te lo perdiste: La perspectiva crea percepción, la percepción crea creencia, la creencia crea conducta, la conducta crea experiencia, la experiencia crea realidad, la realidad crea perspectiva. ¿Lo ves ahora? Así que… si tu perspectiva es que ahora no tienes algo – cualquier cosa, lo que sea que quieras – si tu perspectiva es que careces de ello, crearás esa realidad, porque así es como funciona el Círculo de la Creación. ¿Cómo romper este círculo vicioso? Cambia tu perspectiva. Pasa de “no tengo esto ahora”, a “siempre he tenido esto, y tengo esto ahora”. Luego, ACTÚA COMO ASÍ FUERA. HABLA como si así fuera. PIENSA como si así fuera. Por tanto, no “pidas” nada. Más bien, llámalo. Tú ya tienes lo que estás “pidiendo”. Basta con traerlo a tu experiencia actual. Por cierto, la manera más rápida de hacer esto es traerlo a la experiencia presente de otro. Esto se debe a que es más fácil para ti creer que otro puede tener esta experiencia que creer que TÚ puedes. (Esto es así prácticamente para cualquier experiencia buena.) Y ESTO se debe a que la mayoría de nosotros ve a los demás como más MERECEDORES de la experiencia que nosotros. Todo cambia, entonces, cuando cambiamos nuestra perspectiva. Cristo, te darás cuenta, no pedía nada. Lo LLAMABA. Él hablaba con autoridad absoluta. “Levántate y camina”, dijo a Lázaro. Y al leproso, “Levántate y vete. Por tu fe has sido sanado”. Así que, ¿qué te parece todo eso en tu propia vida, James? A mí me parece así… Nunca pidas nada, sino más bien, da gracias a Dios de antemano porque ya está allí (“Incluso antes de que pidan, habré respondido”) y agradece a Dios por darte, ahora, la capacidad de ver que es verdad, tanto ahora como por siempre. Mi oración preferida es la siguiente: Gracias, Dios, por ayudarme a comprender que este problema ya ha sido resuelto para mí.
Tú ves, James, el propósito de toda la vida es que anunciemos y declaremos, expresemos y cumplamos, y nos convirtamos y experimentemos Quienes Realmente Somos. No hay nada más sucediendo aquí, nada más está pasando. Todo lo demás que está ocurriendo es en relación a eso. Hemos venido al Reino de lo Físico para poder experimentar lo que conocemos en el Reino de lo Espiritual que es verdad. Todo esto es explicado maravillosamente en EN CASA CON DIOS en Una Vida Que Nunca Termina, el texto final en la serie de 9 libros Conversaciones con Dios. Así que esto es lo que quiero decir por “llamarlo”, James… sólo para darte un ejemplo práctico. Si lo que deseo ahora experimentar es mi relación perfecta y correcta, pasaría de inmediato al agradecimiento alrededor de eso. Recuerda siempre, el agradecimiento es la actitud. Yo diría, “Gracias, Dios, por el hecho de que mi relación perfecta está viniendo a mí ahora”. O bien, si yo ya estuviera dentro de una relación que quisiera hacer funcionar, llamaría a ese resultado con gratitud: “Gracias, Dios, por la experiencia, pasando a través de mí COMO yo, de mi relación perfecta, aquí mismo, ahora mismo”. Lo llamaría en los momentos de estrés, no sólo en momentos de paz; en los momentos de ira, no sólo en los momentos de amor. Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mi relación fuera perfecta, justo allí y entonces (aunque pueda no haberse sentido así un momento antes, por algo que se dijo o sucedió). Así es cómo sana tu relación en cinco segundos. Lo mismo podría ser cierto en el caso de, por ejemplo, la abundancia. Si yo deseara experimentar más dinero en mi vida, pasaría inmediatamente al agradecimiento por ello. “Gracias, Dios, por traerme todo el dinero que necesito, aquí mismo, ahora mismo”. Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mis fondos fueran suficientes, y haría esto compartiéndolos con los demás, con quienes son incluso menos afortunados que lo que yo imagino ser. De inmediato encontraría a alguien que tenga menos que yo, y les daría a ellos, para que tengan más.
En todas las cosas, haría a otros lo que quisiera que me hicieran a mí. De esta manera demuestro que aquello que deseo experimentar, lo puedo experimentar en cualquier momento que elija. Una vez que me he dado a mí mismo la experiencia que he anhelado al dar a OTROS la experiencia que he anhelado, descubriré una clave extraordinaria para la felicidad.
EN AMOR INCONDICIONAL. CIRIOANGELDELUZ
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y
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