Filosofar desde Latinoamérica, filosofar de excelencia Leopoldo Zea La cuestión más importante aquí, y precisamente por ello se nos plantea en la lectura, es, “¿existe una filosofía americana?”, citando al propio Zea. Obviamente, en nuestro continente también es posible filosofar, como lo hicieron en el pasado los griegos, pero hay que tomar en cuenta varios factores, el primero, nosotros no estamos propiamente en sus zapatos, es decir, no estamos viviendo exactamente las mismas cosas por las que ellos pasaron. Nuevamente, quiero hacer referencia directamente al autor, para comenzar a explicar la siguiente parte que llamó mi atención “No podíamos ser otros que nosotros mismos.” Y precisamente, esa frase alude a lo que llamaremos: problemas de identidad, porque, a pesar de que hemos de alguna manera heredado un poco del pensamiento filosófico de nuestros antepasados, para quienes era algo realmente tan natural como la vida. Las sociedades griegas en los tiempos platónicos y aristotélicos, no se comparan con la realidad a la que nos enfrentamos hoy en día, y tenemos más problemas que eso, seguimos poniendo en duda constantemente ¿quiénes somos realmente? Ya no podemos estar seguros de ser totalmente indígenas (en la mayoría de los casos) ni mucho menos, ser completamente españoles, para considerarnos europeos. Por lo mencionado anteriormente, no podemos tratar de adaptarnos totalmente a la filosofía de los antiguos griegos y la que hay y ha habido en Europa en general, ya que su realidad es distinta, y su filosofía también no es ajena en cierta medida, si bien la retomamos por ser antecedentes históricos para muchísimas áreas académicas hoy en día, no la podemos hacer nuestra como tal, porque eran otros tiempos y aunque hubiésemos coincidido, en México, ocurrieron otras cosas. Por ejemplo, mientras probablemente, en Grecia, los filósofos estaban discutiendo sobre algún tema quizás relativo al tan mencionado amor, la justicia o
cualquier cuestión de su interés, nuestros antepasados estaban aquí, siendo manipulados, tratando de resistir a la marginación o lo que ahora nos aborda más que nunca: la globalización. Así que, la lógica, epistemología y la técnica de nuestro tiempo son totalmente distintas. En el caso particular de nuestro país, la Revolución de 1910, fue gran parte del origen de la filosofía de nuestro pueblo, en este afán de alcanzar esa “Nación de naciones” tan soñada por nuestros propios pensadores, ya que así lo queramos o no, México y bueno, Latinoamérica en general, está fundada gracias a varias naciones diferentes de otros continentes que han llegado a aportar un granito de arena a la pluriculturalidad del continente. “Somos expresión de ese género peculiar, creado como el más indefenso ante el mundo animal…”, dice Zea, me parece interesante este planteamiento. Tiene razón, el ser humano no fue creado para sobrevivir a muchas cosas a las que el resto de animales si les fueron brindadas ciertas capacidades que a nosotros la naturaleza nos dio menos desarrolladas, por ejemplo, la vista de algunos animales es infinitamente, mejor que la nuestra, sin embargo, podemos pensar y razonar, cosa que el resto de especies, no. Me gusta pensar que, a pesar de no tener a los filósofos clásicos, estamos, en nuestro continente, perfectamente capacitados para tratar de resolver nuestras propias cuestiones acerca de la realidad que vivimos, ya sea, gracias a los filósofos que menciona Zea en el texto, llámese Bolívar o Martí, hasta todos aquellos que, a veces sin ser reconocidos por nadie, están constantemente pensando en cuál es la verdadera respuesta a sus preguntas, porque estoy más que segura de que los hay. También, quiero reconocer que es un orgullo saber que se le haya otorgado tal reconocimiento al autor, que eso nos haya abierto los ojos de igual manera a nosotros mediante su ensayo, para darnos cuenta de que la filosofía no se quedó en los clásicos, ni en su tiempo, que hay que valorar el trabajo de nuestros compañeros, ellos pertenecen a la misma área y saber, sobre todo, que, aunque no lo notemos, aún queda un poco de filósofos en cada uno de nosotros.
Zea, Leopoldo. Filosofar desde Latinoamérica, filosofar de excelencia. Signos filosóficos, enerojunio, núm 009, UAM-I, México, 2003, pp. 293-398.