16
EDITORIALES EL DIARIO DE HOY
Domingo 20 de septiembre de 2009
[email protected]
MAGNÍFICO ESPECTÁCULO Durante todo el espectáculo las bailarinas danzan, sonríen y miran de tal forma, que uno se siente más cerca de la música y el esplendor árabe
Pedro Roque*
Estambul en el Marte P
ara liberarlo del agobio y del miedo de salir a la calle y de tantas desgracias que vemos en los diarios y la televisión, quiero comentarle sobre un viaje a la bella y mágica ciudad de Estambul. Desde que vi la película Topkapy me propuse ir a Estambul por dos razones: La primera, la de recuperar la amistad de compañeros de estudio en Alemania. Ya los estoy localizando por la Internet. La segunda, visitar el palacio motivo y escenario del film Topkapy, protagonizada por la bella Melina Mercuri y los famosos Peter Ustinov y Maximiliam Schell. Es una aventura repetida en varios escenarios sobre un robo excepcional, muy bien planificado, pero como no hay crimen perfecto, al final se dispara una alarma por el aleteo de un pajarito que frustró la gran audacia de hurtar del palacio Topkapy una preciada joya. Pues hoy, ya tengo una razón más
para ir a Estambul, visitar un lugar donde pueda volver a admirar la belleza de la danza árabe, que tuve el placer de disfrutar recientemente en el Marte.
P
asaron muy rápido las dos horas inmerso, tratando de enlazar los sentidos con el ritmo y la cadencia de la música árabe, focalizando además la sensualidad de los movimientos y las curvas de los bellos cuerpos de las bailarinas, que recuerdan las películas de Aladino y de Alí Baba. Lo mejor de esta danza es que para mostrar su belleza y el dominio de su vientre, los pies y las manos, las bailarinas dejan a nuestra imaginación la belleza de sus cuerpos, detrás de sus velos de seda. ¿Es un baile erótico? Dijeron que no, pero sí es una danza sensual. Donde está la línea mágica entra lo sensual y lo erótico no lo sé bien. Lo cierto es
que disfruté mucho, pues durante todo el espectáculo las bailarinas danzan, sonríen y miran de tal forma, que uno se siente más cerca la música y el esplendor árabe. Entendí que esta danza además enseña a concentrarse, desligarse de lo cotidiano y fijar la mente en el dominio de cada músculo, incluyendo los ojos y la cara para mirar y sonreír sensualmente.
B
ailando en el espectáculo había niñas, señoritas y señoras, que conservan su figura y su vitalidad en condición para muchas envidiable. ¿Y qué confirmé además esa noche? La gran capacidad de aprendizaje de la mujer salvadoreña, pues con excepción de la artista invitada, todas son de aquí; la imaginación y arte para el diseño y confección del vestuario que utilizan; que cualquier cosa que nos propongamos, si se tienen
métodos y profesores adecuados, nuestra gente la puede aprender; que poco a poco El Salvador va teniendo una oferta más amplia de buenos espectáculos; que las mujeres salvadoreñas son bellas también vestidas con trajes árabes y, definitivamente, que tengo que ir pronto a Estambul, para volver a ver en su origen, la maravillosa danza del vientre. El tango, el mambo, la salsa, el vals, la polca, el flamenco, la jota, el bolero y todos los bailes del mundo tienen su belleza en la forma de expresar con movimientos los sentimientos de los compositores y de los bailarines, pero quizás la danza más sensual y más relajante sea esta que me trasladó imaginariamente a la antigua y bella ciudad de Estambul. ¡Soñar no cuesta nada y querer es poder!
*Ingeniero y columnista de El Diario de Hoy.
UNA MIRADA DE FE La vida es por lo tanto un regalo de Dios, es sagrada. El
derecho a la
vida es la base sobre la que descansan los otros derechos
Oscar Rodríguez Blanco s, d, b.*
Dios es el único Señor de la vida
H
ace unos días fue asesinado en la localidad de Owosso, Michigan, Estados Unidos, el señor James Pouillon, acérrimo defensor de la vida. Cruzando una calle con una pancarta pro-vida, fue alcanzado por una bala asesina. El padre Frank Pavone, gran defensor del derecho a la vida y presidente de una importante organización, dijo:”Estoy esperando que los abogados del aborto también condenen este homicidio”. El que no tiene escrúpulos para suprimir la vida de un ser humano, es porque ha perdido el sentido de Dios y lo conduce a perder también el sentido del hombre, de su dignidad, de la vida. El señor Troy Newman, presidente de la operación rescate de pro-vida en Estados Unidos, ha dicho que han recibido cientos de amenazas de muerte en los últimos meses, sólo por el hecho de defender la vida del
que aún no ha nacido. La cultura de la “muerte” quiere ganar espacio a la cultura de la “vida”. Cuando la cultura de la muerte entra a formar parte de la mentalidad de una persona, ésta se hace incapaz de distinguir el bien del mal, la vida de la muerte y pierde el respeto por la vida y dignidad de las personas. Gracias a Dios, en el mundo existen muchas personas centradas en sus principios y que saben muy bien que la vida es un don de Dios, que sólo Él es el dueño de la vida y que el hombre no puede disponer de ella a su antojo.
H
ace poco en Querétaro, Méjico, diversas organizaciones “pro vida” reunieron miles y miles de firmas para bridar su apoyo a un artículo de la Constitución estatal, que defiende el derecho a la vida desde la concepción hasta la
muerte natural. Es importante que en temas como éstos se tome en cuenta la opinión y el sentir del mayor número de personas.
E
l derecho a la existencia humana está bien plasmado en el artículo 3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. El artículo 4º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece en el inciso 1º: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. La vida es por lo tanto un regalo de Dios, es sagrada. El derecho a la vida es la base sobre la que descansan los otros derechos. ¿Cómo se puede hablar de derechos humanos
si no existe el derecho a la vida desde la concepción? Al respecto el Papa Benedicto XVI ha pedido “que crezca el respeto al carácter sagrado de la vida y que aumente el número de quienes contribuyen a realizar en el mundo la civilización del amor”. Existen dos pensadores cuyas ideas son ajenas a la cultura cristiana, y sin embargo, intuyeron muy bien que la vida encierra un valor extraordinario. Séneca escribió: “Homo sacra res homini”, es decir, el hombre es cosa sagrada para el hombre y Aristóteles dijo: “El embrión humano es algo divino, en tanto que es un hombre en potencia”. La vida es un principio universal presente en la conciencia de la humanidad, hay que respetarlo.
*Sacerdote salesiano.