Publicado en el suplemento cultural “el Ángel” del periódico Reforma (Distrito Federal, México) 02 de diciembre.
Deodato, precursor del hiperrealismo fílmico Por Mauricio Matamoros * Una obra de culto. Incomprendida y satanizada en su tiempo, la película Cannibal Holocaust es considerada hoy un filme clave en su género e inspirador de muchos otros, como El proyecto de la bruja de Blair (2 diciembre 2007).- En 1979, cuando el cineasta italiano Ruggero Deodato -siguiendo de cierta forma la línea del cinéma vérité que utilizó en 1977 con Último Mondo Canibal, conocida en México como En el infierno caníbal- realizó Cannibal Holocaust (estrenada en 1980), su intención sólo era hacer una buena película realista acerca de caníbales, según ha dicho él mismo, y a partir de una propuesta de productores alemanes. No obstante, lo logrado en dicho trabajo trascendió las fronteras del cine de explotación y fincó las bases de ese hiperrealismo hoy tan presente en filmes como La pasión de Cristo, del Mel Gibson, y El proyecto de la bruja de Blair, de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. Para este relato desarrollado a partir de las supuestas filmaciones encontradas en la selva amazónica realizadas por un grupo de estudiantes, diezmados y devorados por una tribu de caníbales, Deodato exigió a los actores firmar un contrato que les impedía aparecer durante el siguiente año en cualquier producto audiovisual, con la intención de crear cierta atmósfera de realismo al momento de estrenar el filme. Los productores pidieron más escenas de violencia que las rodadas a mitad de la filmación, además de que el director hizo uso de un originalísimo (hoy copiado hasta la saciedad) formato que mezclaba el falso documental con escenas reales de violencia en la selva (y otras perpetradas para el filme mismo), así como un hiperrealismo en la forma de filmar el supuesto pietaje encontrado en el Amazonas. El resultado fue uno de los filmes más violentos y polémicos en la historia del cine, del que, por igual, se ha dicho no es otra cosa que un vergonzoso filme que explota los valores más bajos de un artista, como que se trata de un intenso y crítico ensayo sobre la condición humana a fin de siglo. Cualquiera que sea el caso, no podemos negar la importancia de Cannibal Holocaust (filme inédito aún en México, aunque conocido ampliamente por los canales alternativos de DVD), y de lo cual su propio autor habla en la siguiente entrevista, concedida durante el Festival Internacional de Cine Cataluña, Sitges 07. Durante este certamen, Deodato fungió como parte del jurado para escoger a los ganadores entre una serie de producciones que, claramente, muestran la influencia que su filme ejerce sobre el cine actual. "Constantemente veo muchas películas que vuelven a lo visto en Cannibal Holocaust: con la cámara en mano y el protagonista perdido en una sociedad distinta. No sé si se deba a mi trabajo, o a la misma televisión con tanto reality show; aunque, igualmente, entiendo que haya relación entre estos programas y mi película", explica Deodato cuando se le comenta de la gran cantidad de filmes que retoman el formato de Cannibal Holocaust. "Finalmente, se trata de una película que continúa interesando sobremanera: la gente me llama, cada semana me visitan en mi casa para hacer entre dos y tres entrevistas al respecto, con gente de Japón, de Alemania, Francia, Inglaterra y de todas partes. Voy a Dublín, a París, a Londres, a Tokio... y siempre para hablar de Cannibal Holocaust", dice. "Esto realmente me produce felicidad, pues, cuando se proyectó en Italia, todos los medios de comunicación
italianos la maltrataron. Fue un momento terrible: la película se estrenó con buena recepción, pero a los 10 días de permanecer en cartelera la sacaron de los cines, pues la prensa, los productores, la gente incluso decían: '¡¿Qué es lo que ha hecho?!'". Sergio Leone, el renovador del western fílmico, fue uno de los que aplaudieron el logro fílmico de Deodato, aunque le advirtió del peligro que podía significar alcanzar tales niveles de realismo. Lo cual pudo verse cuando el realizador fue encarcelado, y liberado hasta que logró reunir a los actores quienes, de viva voz, dijeron entonces que no estaban muertos. "Me hicieron sentir muy culpable entonces, todo lo que tenía que ver con la película me hacía sentir miserable", continúa el realizador. "Tuve que irme un tiempo. Y comencé a ver las cosas de manera muy distinta cuando una amiga de Colombia me llamó y me dijo que tenía que ver las filas de gente que deseaba ver el filme en los cines de aquel país. Pero, una tarde que me presenté en la función, se pusieron coléricos y me dijeron toda clase de amenazas: me consideraban un asesino. "En el hotel donde estábamos hospedados, el ingeniero de sonido estaba hablando con un periodista que le decía que yo estaba loco, porque había asesinado a todos los actores del filme. Viendo todo eso, pedí ayuda a un amigo también realizador, que en aquel momento se encontraba en el Festival de Cartagena, para que me sacara de ahí". Lo sacaron rumbo a la Isla de Rosario, donde estuvo una semana, de ahí a Miami y luego regresó a su casa. "Y, bueno, ese es tan sólo un ejemplo de los tantos que tuve con el filme en el mundo. En Francia, me llamaban 'Monsieur Canibal'; en Inglaterra no pudo verse hasta hace unos años, por los animales a los que se ve morir. "Y fue 20 años después, con El proyecto de la bruja de Blair, cuando comenzaron a decir: '¡Ah, esto ya lo había hecho antes Deodato!'. Y después de eso, en todo el mundo, en la misma Italia, los periodistas que me quisieron destruir ahora decían que era un maestro". Dicen que tras su participación con Eli Roth, en Hostel 2, usted trabaja en una secuela a Cannibal Holocaust, ¿es cierto? Nooo... Todos, Tarantino, Eli Roth, me dicen que por qué no hago la secuela. Les digo que no puedo hacerla, y creo que nadie puede, porque si ya has contado bien una historia, no puedes volver a hacerlo bien. Pero, dada la insistencia de los productores estadounidenses, he escrito una historia que se llama Caníbales, y que presenta ya caníbales metropolitanos. Yo hice el tratamiento, ellos están haciendo el guión; pero les ha parecido muy excesivo y ahora desean matar toda la violencia de la historia. Me lo han mandado ya, con muchos cortes, y pues ya no sé qué vaya a suceder. Ahora no sé. En Sitges he visto An American Crime (filme realizado por Tommy O'Haver, en el que se dramatiza el caso real de una niña que en los años 60 fue amarrada y vejada durante varias semanas en un sótano), y me parece una película más fuerte que Cannibal Holocaust. Porque la violencia de mi película es en un mundo fuera de la civilización, en la selva; en cambio, en An American Crime, la violencia está en nuestra casa. Y, para mí, eso es aterrador. Para mí, las películas de Tarantino son más fuertes que la mía; pero cuando hemos visto juntos Cannibal Holocaust, ha estado aterrado; tendrías que ver las caras que hace. Es algo que no comprendo, porque la violencia de su cine me parece muy real.
En An American Crime está el silencio de la gente, de los niños que participan, y eso me aterra. Claro, no ves cómo cortan una pierna como en mis películas; además de que las escenas de violencia en Cannibal Holocaust las hice de una manera que parece muy real, pues se trata de planos largos en los que la falta de corte te hace creer que todo es real. ¿Cómo siente usted que la violencia cinematográfica se haya transformado a partir de Cannibal Holocaust, que es un parteaguas en ese aspecto? Bueno, la violencia ya estaba muy presente antes. En Naranja mecánica, por ejemplo. A mí me gusta la violencia splatter, por ejemplo de los filmes de zombies, pero igualmente me gusta hacer filmes que se miren realistas. Y es así que traté de implementar esas dos vertientes en mi cine. Ya después veo cosas como Pelotón o Cara de guerra, y me parece ver algo de mi cine ahí. Hace poco me hicieron una entrevista muy interesante para la televisión italiana, como parte de un programa en el que se hizo una comparación entre Cannibal Holocaust y Pelotón, y en éste se demuestra que Oliver Stone (quien efectivamente ha manifestado su respeto por este filme, y otros ejemplos del cine de horror y explotación) estuvo muy inspirado por Cannibal Holocaust. * Crítico de cine