PERENNIDAD DE ALPHONSUS DE GUIMARAENS FILHO Prof. Carlos A. Pasero http://pasero.zxq.net El 28 de agosto de 2008, murió, a los noventa años, el poeta brasileño Alphonsus de Guimaraens Filho. Abogado de profesión, se estrenó en la poesía en 1940 cuando publicó su primer libro, Lume de Estrelas (“Brillo de estrellas”), obra que recibió el Premio de Literatura de la Fundación Graça Aranha y el Premio Olavo Bilac de la Academia Brasileña de Letras. En 1946, publicó su segundo libro, Poesias, al que luego siguieron: A Cidade do Sul (“La ciudad del sur”) (1948), Poemas reunidos 1935/1960 (1960) y Antologia Poética (1963). En 1962 fue elegido miembro de la Academia Marianense de Letras. En 1974, ganó el Premio Luís Cláudio de Sousa, por su libro Absurda Fábula (1973) y, en 1985, recibió el Premio Jabuti de Poesía por su obra Nó (“Nudo”) (1984). Ejerció también el periodismo en la Radio Inconfidencia, del servicio de Radiodifusión del Estado de Minas Gerais. Alphonsus de Guimarens Filho había nacido en la ciudad de Mariana, en Minas Gerais, el 3 de junio de 1918 y pertenecía a una familia de literatos ilustres. Era hijo del poeta simbolista Alphonsus de Guimaraens, hermano del escritor João Alphonsus y sobrino bisnieto del escritor abolicionista Bernardo Guimarães, el autor de la famosa novela La esclava Isaura. En la orientación estético-ideológica de Guimaraens Filho, unida en sus inicios al romanticismo y al simbolismo — posteriormente, impregnada de las corrientes renovadoras del siglo XX, pero indiferente a las modas—, se suceden diversas etapas, alternando las formas fijas con el verso libre, y una progresiva y firme liberación de la pesada herencia paterna. Como lo ha señalado Alexei Bueno, en el seno de la obra de Alphonsus de Guimaraens Filho, opera, además, una fecunda convivencia, como también ocurre en otros poetas brasileños del siglo XX, con los géneros tradicionales y las
voces de la lírica hispánica. Trátase, en palabras de Wilson Martins, de “una poética dominada por signo del viaje, entre el pasado y el presente, entre los muertos y los vivos, entre los amigos y la familia, entre el sentimiento religioso y la nostalgia del mundo, viaje que, paradójicamente, se puede ver como inmóvil o en el interior de sí mismo...” 1 A continuación, transcribimos —y nos permitimos traducir, sin más pretensiones que las de una auxiliar versión literal—, cuatro poemas, en los cuales es posible apreciar no sólo su permanente interrogante existencial sino, además, aquello que podríamos llamar su “lirismo en perspectiva”, una obstinada e inteligente reflexión sobre el acto poético y sobre la obra de sus colegas, del Brasil y del exterior. Se trata, en primer lugar, de un soneto perteneciente a la segunda parte del libro O mito e o criador (“El mito y el creador”), que reúne poemas escritos entre 1945 y 1952. El libro tiene como epígrafe palabras de Paul Claudel, “Tu n’expliques rien, ô poete, mais toutes choses par toi deviennent explicables“. El segundo poema, perteneciente al libro Sonetos com dedicatória, de 1953, cabal exponente del dominio del autor sobre la forma tradicional, rinde homenaje al inigualable Fernando Pessoa, por medio de una imbricación de citas, diluidas y reescritas por el recuerdo, en la que se advierten temas y obsesiones del poeta portugués y sus heterónimos. El tercer poema, “Soneto de la permanencia”, del libro Poemas da ante-hora (1967-1970), traduce la particular visión filosófica del autor en busca de la trascendencia. El cuarto y último texto, “El poema”, perteneciente a Luz de agora (“Luz de ahora”), libro que reúne piezas creadas entre 1987 y 1990, articula, vinculado con la lírica contemporánea, una serie de interrogantes sobre la paternidad del poema y su relación con el referente cotidiano.2
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Cfr. URL: http://www.secrel.com.br/JPOESIA/a2guimaraens.html Hemos utilizado la edición de las obras reunidas de Alphonsus de Guimaraens Filho: Só a noite é que amanhace. Poemas escolhidos e versos esparsos. Rio de Janeiro: Record / Fundação Biblioteca Nacional, 2003. 2
POESIA E ORIGEM O pólen de ouro que arde no recesso das corolas, no segredo dos pistilos; a visão musical de outros tranqüilos céus onde o amor esteve (ou está) disperso; a secreta palpitação de uma beleza mais casta, de uma luz que se anuncia, trazem-me a sensação do próprio dia, numa contemplação que é mais certeza. Certeza? Antes, o supremo encantamento de quem renasce com as manhãs, em luminosa plenitude, e as vê morrer, frágeis, ao vento. A poesia é o dia reinventado. E nós, que tanto sonhamos ao criá-la, não nos lembramos mais de haver sonhado. POESÍA Y ORIGEN El polen de oro que arde en el hueco/ de las corolas, en el secreto de los pistilos;/ la visión musical de otros tranquilos/ cielos donde el amor estuvo (o está) disperso;// el secreto palpitar de una belleza/ más casta, de una luz que se anuncia,/ me traen la sensación del propio día,/ en una contemplación que es más cierta.// ¿Cierta? Antes, el supremo encantamiento/ de quien renace con las mañanas, en luminosa/ plenitud y las ve morir, frágiles, al viento.// La poesía es el día reinventado./ Y nosotros, que tanto soñamos al crearla,/ no nos acordamos más de haber soñado.
FERNANDO PESSOA O sentimento de uma despedida perene... Ter, não ter... A que ainda agora soou (música triste) ei-la perdida e o momento presente é já o outrora... Tudo é verdade e caminho... À criatura
fascina a noite acesa além do ser. Mas sendo tudo oculto, e a vida escura, inútil procurar, inútil crer. Como pesa no espírito a ciência! O homem, tentando abrir outras janelas para o que é ingênuo, puro, de inocência ideal, sente o que dói no coração: não o que nele existe, mas aquelas coisas lindas que nunca existirão... FERNANDO PESSOA El sentimiento de una despedida/ perenne... Tener, no tener... La que aun ahora/ sonó (música triste) hela ahí perdida/ y el momento presente es ya otrora...// Todo es verdad y camino... A la criatura/ le fascina la noche encendida más allá del ser./ Mas siendo todo oculto, y la vida oscura,/ inútil procurar, inútil creer.// ¡Cómo pesa en el espíritu la ciencia!/ El hombre, intentando abrir otras ventanas/ hacia lo ingenuo, puro, de inocencia// ideal, siente cómo duele en el corazón:/ no lo que en él existe, sino aquellas/ cosas lindas que nunca existirán...
SONETO DE PERMANÊNCIA De tanto me ir, de estar sempre chegando, que sede em mim de alguma permanência! Não sei se estive além e nem sei quando voltarei, porque tudo é inexistência. O sol nunca terá a mesma ardência mas sempre, sempre me estará chamando. E eu não me irei porque sem consistência é o chão de sonho que ora estou pisando Cidades vi que agora me aparecem como nunca jamais nem terão sido. E as grandes vozes que conturbam, crescem
mas de tão longe que eu direi somente que não me fui, que, se eu tivesse ido, não estaria chegando eternamente. SONETO DE PERMANENCIA De tanto irme, de estar siempre llegando,/ ¡qué sed en mí de alguna permanencia!/ No sé si estuve allá y no sé cuándo/ volveré, porque todo es inexistencia.// El sol nunca tendrá el mismo ardor/ pero siempre, siempre me estará llamando./ Y yo no me iré porque sin consistencia/ es el suelo de sueño que ahora estoy pisando// Ciudades vi que ahora se me aparecen/ como nunca jamáis han sido./ Y las grandes voces que perturban, crecen// pero de tan lejos que yo diré solamente/ que no me fui, que, si yo me hubiera ido,/ no estaría llegando eternamente.
O POEMA O poema se dá como água, como o fluxo da água na terra e na alma; o poema é uma pausa, um silêncio entre abismos, o sopro de um incêndio que lavra além do que é visível. Quem faz o poema? O poeta acaso, que o constrói com palavras como se ergue uma casa com pedras e cimento, com ferro, vigas, cal, areia, como se ergue um galpão para abrigar a noite e telhados para recolher o sol, a chuva, a vida? Que é que faz o poema? O pomar com suas frutas, o caramanchão com suas videiras, a ponte que conduz às cidades, as luzes trêmulas numa avenida interminável, as janelas velhas, de vidros sujos e madeira roída? O poema se entrega, flui, reflui, é sempre o poema. E o poeta, artesão inconsolável, vê a matéria dúctil
ganhar as dimensões de um infinito que fere o seu deserto, o seus desertos, as suas vagas fronteiras, O poema —flor que nasce em caule ausente, estrela nem mesmo entrevista, fogo a lavrar em mata oculta, canto que ninguém escuta e no entanto vibra, o poema, mágica, magia, mito que em carne cálida se revela, noite, o poema, noite atroz e manhã fresca, e espuma. Que é que faz o poema? Quem é que faz o poema? EL POEMA El poema se da como agua, como el flujo/ del agua en la tierra y en el alma; el poema/ es una pausa, un silencio entre abismos, el soplo/ de un incendio que labra más allá de lo que puede verse.// ¿Quién hace el poema? ¿El poeta acaso, que lo construye/ con palabras como se yergue una casa con piedras y cimiento,/ con hierro, vigas, cal, arena, como se yergue un galpón para amparar la noche/ y tejados para recoger el sol, la lluvia, la vida?// ¿Qué es lo que hace el poema? ¿El frutal con sus frutas,/ el parral con sus vides, el puente que conduce a las ciudades,/ las luces trémulas en una avenida interminable, las ventanas/ viejas, de vidrios sucios y madera roída?// El poema se entrega, fluye, refluye, es siempre el poema./ Y el poeta, artesano inconsolable, ve a la materia dúctil/ ganar las dimensiones de un infinito que hiere/ su desierto, sus desiertos, sus vagas fronteras,// El poema —flor que nace en tallo ausente, estrella ni siquiera entrevista,/ fuego que labra en bosque oculto, canto que nadie escucha/ y sin embargo vibra, el poema, mágica, magia, mito que en carne cálida se revela,/ noche, el poema, noche atroz y mañana fresca, y espuma.// ¿Qué es lo que hace el poema? ¿Quién es aquel que hace el poema?