El Homo Sapiens es una especie de primate perteneciente a la familia de los homínidos. Se consideran Homo sapiens de forma indiscutible a los que poseen tanto las características anatómica de las poblaciones humanas actuales como lo que se define como «comportamiento moderno». Los restos más antiguos de Homo sapiens son los de Omo I, llamados hombres de Kibish, (Etiopía) con 195 000 años. La evidencia más antigua de comportamiento moderno son las de Pinnacle Point (Sudáfrica) con 165 000 años.
Índice del artículo [mostrar]
Homo Sapiens – Características y Evolución Hace 70 millones de años, entre los animales mamíferos, se desarrollaron distintos tipos de monos llamados primates. Los primeros primates eran de tamaño pequeño, de hábitos nocturnos y arborícolas, pero poco a poco fueron evolucionando, hasta llegar a conseguir unas características anatómicas, que en su conjunto, permiten identificarlos.
Homo Sapiens | Características Con un mayor volumen craneal de entre 1.500y 1.600 cm³, una frente más alta ya que carecían de arco supraorbital, la mandíbula corta, los dientes pequeños y la barbilla pronunciada, el aspecto del nuevo homínido era totalmente distinto del de sus antecesores y parientes.
Poseía ya una gran capacidad para la asociación de ideas y para el habla, derivada de su arquitectura craneal, y esto, sin duda, le dio cierta ventaja frente a las subespecies arcaicas de Homo sapiens con las que llegó a convivir y sobre las que, genéticamente, acabó imponiéndose. Gracias a su capacidad de adaptación, a su superioridad cultural y a su evolucionada organización social, la población de Homo sapiens pronto comenzó a crecer y a expandirse con éxito por otras regiones de África y de Eurasia. En Palestina, por ejemplo, existen restos de humanos modernos que datan de hace 100.000 años, y en Europa, las evidencias más antiguas, localizadas en el área de los Balcanes, son de hace unos 40.000 años.
Pero a diferencia del Homo erectus, que también había migrado a estas regiones casi un millón de años antes, el Homo sapiens abandonó por primera vez el Viejo Mundo y comenzó un periodo de colonización en tierras jamás pisadas por otro homínido, llegó a Oceanía hace unos 55.000 años e incluso el continente americano sobre unos 40.000 años aproximadamente. En paleontología, las culturas desarrolladas por estas sociedades de hombres genéticamente modernos se encuadran en el llamado Paleolítico Superior, un período de la prehistoria caracterizado por la aparición de las primeras manifestaciones artísticas, por la creación de nuevos instrumentos líticos y óseos especializados, por la fabricación de herramientas compuestas y por el despertar de las creencias religiosas. El Homo Sapiens posee una serie de características comunes a la rama de la que procede primate, vamos a enumerar cuales son las principales:
Manos y pies con cinco dedos. Pies plantígrados.
Pulgar oponible en manos y pies (algunas especies, como el hombre, han perdido la capacidad de oponer el pulgar del pie). Clavículas presentes. Uñas planas en lugar de garras. Visión a color. Articulaciones del hombro y del codo bien desarrolladas. Hemisferios cerebrales bien desarrollados. Visión binocular (en diferentes grados). Órbitas oculares rodeadas de hueso.
Homo Sapiens | Evolución Siempre hemos escuchado el típico razonamiento “si los hombres vienen de los monos, ¿por qué los monos no han evolucionado como los hombres?. La respuesta es muy sencilla, los seres humanos no hemos evolucionado a partir de ninguna especie de “mono”. Nuestro padre fue el homo antecessor, nuestro abuelo el homo ergaster, precedido por el homo habilis y, si nos remontamos lo suficiente en el tiempo, terminamos descubriendo que tenemos un antepasado que compartía características tanto humanas como de “mono” y que, según las estimaciones de los biólogos, tendría que haber vivido en África de hace 5 a 11 millones de años.
Este antepasado común es el famoso eslabón perdido, que ya está más o menos encontrado. El Nakalipithecus Nakayamai, descubierto por un grupo de arqueólogos
japoneses en Kenia, con una antigüedad estimada de 10 millones de años. Tanto el lugar como la fecha coinciden con las estimaciones, así que hay razones sólidas para afirmar que este es el antepasado común entre el resto de simios y los humanos.
Nakalipithecus Nakayamai, restos de lo que se creé fue el eslabón perdido Este posible antepasado común no era ni un mono ni un homínido, pero su población empezó a evolucionar en dos ramas diferentes, una que terminaría convirtiéndose en los actuales chimpancés, bonobos y gorilas, y otra totalmente distinta que terminó dando lugar a los humanos. Del tronco común de los primates, surgieron dos ramas de monos: 1. Los simios: chimpancé, gorila y orangután 2. Los homínidos o protohumanos, dando origen del hombre actual LOS SIMIOS Chimpancés y bonobos: Son omnívoros y sociales, sus cerebros tienen una tercera parte de la masa del nuestro, a pesar de ésto se puede decir que tienen cierta inteligencia. Son animales muy pequeños, por lo que no podrían llegar a cazar presas grandes que le proporcionaran las proteínas necesarias para desarrollar el cerebro, son animales que no se organizan para salir a cazar, por lo tanto, animales que son incapaces de trazar estrategias, por lo que tampoco ejercitarían su inteligencia.
Sahelanthropus tchadensis El pariente común a partir del cual se separaron como ramas independientes y que daría lugar a una evolución de forma distinta, hasta llegar a la especie que ahora conocemos, fueron los Sahelanthropus tchadensis, una especie de homínido extinto cuyos fósiles fueron hallados en el desierto del Djurab. Gorilas: Son herbívoros, su peso oscila entre los 135 y 180 kg. Son capaces de usar herramientas y tienen una fuerza tremenda. Tienen una dieta estrictamente vegetariana, lo que significa que, como son tan grandes, tienen que pasarse prácticamente todo el día comiendo hojas para poder conseguir las calorías necesarias para vivir. Pasar tanto tiempo comiendo impide que pueda desarrollar la inteligencia, ya que para conseguir fabricar utensilios más complejos, requiere de meditación y pruebas o ensayos de eficacia. El último pariente que compartieron los primeros homínidos y los gorilas fue el Nakalipiteco (Nakalipithecus), género extinto de mamífero primate de la familia Hominidae que vivió a principios del Mioceno superior (hace unos diez millones de años) en lo que hoy en día es Kenia.
Reconstrucción pareja de Nakalipiteco LOS HOMÍNIDOS Como hemos visto la familia de los homínidos, surge como división del grupo de los primates, los homínidos comenzaron su evolución hace 15 millones de años hasta el hombre actual, mientras que la familia de los orangutanes, gorilas y chimpancés no ha sufrido apenas cambios. Las especies que representaron verdaderos saltos evolutivos, es decir, verdaderos momentos de cambio, fueron las siguientes:
El Australopithecus, es considerado como el primer homínido bipedo. Poseía mandíbulas poderosas y fuertes molares, sus miembros largos. Cerebro con un volumen inferior a los 400 cm3. Altura no suprior a 1,20 m y 30 kg de peso. El primer Australopithecus fué encontrado en Etiopía y fue llamada Lucy.
Homo habilis: Por las variaciones climáticas que conocemos, sabemos que fue propicia para el crecimiento de los pastizales, lo que obligó a adoptar una posición más erguida, ya que debían parar sobre sus pies para divisar posibles peligros, incluso se cree que pudo haber hablado. Tenían un cerebro más grande, alrededor de 750 centímetros cúbicos.
Su característica más importante fue el cambio en su forma de alimentación, ya no sólo comían frutas y vegetales sino también animales, el Homo Habilis, se hizo carroñero. Fueron hallados restos fósiles en la Garganta de Olduvai (Tanzania) junto a los primeros utensillos. Antigüedad: 2 millones de años Homo Erectus: Tambien llamado Pithecanthropus Erectus. Considerado durante un tiempo como el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos austratopithecus anteriores poseían rasgos semejantes.
Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta. Las caracterísitcas del Homo Erectus es un cuerpo alto, espesa cejas y gran musculatura. Poseían un cerebro mayor que el del homo habilis, alrededor de 1.100 centímetros cúbicos. Descubrieron el uso del fuego y fabricaron la primera hacha de mano. El primer homo erectus fue encontrado en Java (Oceanía) a fines del siglo pasado. Antigüedad: 1.5 millones de años Homo Sapiens: Vivió en Europa, en África y en Asia. Los hallazgos arqueológicos reflejan cambios importantes en el comportamiento de esta especie: utilización de instrumentos de piedra y hueso más trabajados, cambios en las formas de cazar, uso y dominio del fuego, empleo del vestido, aumento en el tamaño de las poblaciones, manifestaciones rituales y artísticas. El representante del homo sapiens más antiguo es el hombre de Neanderthal (Alemania). Antigüedad: De 150.000 a 200.000 años.
Homo sapiens sapiens: Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual. Su capacidad cerebral es de alrededor de 1.400 centímetros cúbicos. Se cree que apareció en Europa hace alrededor de 40.000 años. El homo sapiens sapiens es el que protagonizó, a partir del año 10.000 a.C., cambios muy importantes en la organización económica y social, como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en ciudades. Su representante mas fiel es el hombre de Cromagnon (Francia). Antigüedad: De 80.000 a 40.000 años.
Homo Sapiens – Alimentación Cuando los ancestros del Homo Sapiens, vivían en los árboles comiendo bayas, frutos y hojas, tan abundantes en vitamina C, probablemente, perdieron la capacidad metabólica que tienen el resto de mamíferos para sintetizar en su propio organismo dicha vitamina, tan necesaria para evitar entre otras enfermedades el escorbuto, aunque antes parecen haber perdido la capacidad de digerir celulosa.
Todo esto se debe a que la alimentación de los homínidos fue modificándose según se iba modificando su hábitat, las selvas originales se redujeron o bien resultaron superpobladas, por lo que los primeros homínidos se vieron obligados a recorrer importantes distancias, para obtener nuevas fuentes de alimento. La pérdida de la capacidad de metabolizar ciertos nutrientes, como hemos visto antes, se vería compensada con una mutación que experimentaría el Homo Sapiens al metabolizar rápidamente el almidón transformándolo en energía, muy necesaria para desarrollar el cerebro.
La dieta del Homo Sapiens era muy nutritiva y equilibrada, ya que dominaban el fuego. La forma de vida del homo sapiensa los convertía en cazadores móviles, se alimentaban tanto de mariscos como de pescado, pasando por grandes mamíferos como los bóvidos, renos, mamuts o rinocerontes. Conocía la existencia de plantas para uso medicinal y curativas. En periodos de hambruna se daba el canibalismo alimenticio apreciable en restos óseos, en el que se comía la carne, el tuétano e incluso el cerebro para así preservar el alma de los ancestros.
Homo Sapiens – Aparicion del Lenguaje Simbólico
El lenguaje es el medio de comunicación entre los seres humanos a través de signos orales y escritos con un significado. Podemos decir, en sentido más amplio, que cualquier procedimiento que sirve para comunicarse, lo denominamos lenguaje. La definición de lenguaje según algunas escuelas lingüistícas es la capacidad humana que conforma el pensamiento o a la cognición. Recientes investigaciones sobre los primates han demostrado que muchas de estas características no son sólo y exclusivas de los seres humanos. No obstante, se puede afirmar con cierta seguridad que el lenguaje humano posee características especiales.
Los seres humanos relacionan una serie limitada de unidades gramaticales y de signos separados para formar un conjunto infinito de oraciones, que bien pudieran no haber sido oídas, emitidas, leídas, escritas o pensadas con anterioridad. Si observamos el comportamiento de los niños que todavía no han estudiado la gramática de su lengua, establecen sus propias reglas empleando su capacidad lingüística, así como los estímulos que reciben de la comunidad lingüística en la que han nacido.
Entendido el lenguaje como la producción y la percepción de un idioma, hay que decir que evoluciona en la medida en que progresa la especie humana. Como sistema de comunicación, puede ser utilizado con los sistemas de comunicación de otros animales. Sin embargo el lenguaje humano tiene aspectos creativos e interpretativos que parecen marcar sus diferencias. Se cree que la comprensión de la lengua está ligada a la función que realiza una determinada zona del cerebro conocida como área de Broca. Hasta que se produjo esa especialización fisiológica, se creía que no había diferencias entre el lenguaje humano y el sistema de comunicación utilizado por otras especies animales.
Al parecer fue en la era de Neandertal cuando se inició el lenguaje, pero hasta la aparición del Homo sapiens no se dio una evolución lingüística significativa. El lenguaje humano puede contar con 30.000 ó 40.000 años de existencia. La enorme diversidad de lenguas que hay en el mundo demuestra que una vez que apareció el lenguaje se produjeron los cambios a gran velocidad. No es posible saber si hubo una primera y única lengua, ni cuáles fueron sus sonidos, gramática y léxico. La lingüística histórica, que se encarga de descubrir y describir cómo y por qué surgieron las lenguas, apenas puede sugerir algunas hipótesis para explicar esta evolución.
Los chimpancés tienen la mandíbula mucho más larga que la laringe, esta circunstancia les impide hablar, pero lleva aparejadas otras aptitudes como que son perfectamente capaces de tragar y respirar al mismo tiempo, lo cual es una habilidad común a todos los mamíferos que los homo sapiens disfrutan al nacer, pero van perdiendo conforme se desarrollan. El paleontólogo Ignacio Martínez lo explica muy gráficamente “El precio que pagó la especie humana a la naturaleza a cambio de conseguir la facultad de hablar fue la posibilidad de morir atragantado”. Pero saber cómo surgió el lenguaje es una de las más fatigosas y complicadas tareas a las que se pueden enfrentar los investigadores que centran su trabajo en el pasado. No sabemos cómo se comunicaban nuestros ancestros, se supone que la manera en que se comunican hoy chimpancés, gorilas, bonobos y orangutanes puede parecerse a las formas de comunicación que usaban algunos de nuestros ancestros antes del surgimiento del lenguaje.
En la actualidad se siguen métodos y técnicas muy diversas procedentes de diferentes disciplinas, desde estudios sobre comportamiento de primates actuales, hasta estudios de registro de la actividad de nuestro cerebro para ver qué partes son las responsables de nuestro lenguaje. Otras estudian cómo adquieren los niños la lengua materna, cuáles son las características del lenguaje de signos de las personas sordas, en qué se parecen y difieren las distintas lenguas del mundo…etc. Todavía no se sabe cómo y cuándo empezaron a hablar nuestros ancestros. Hay muchas hipótesis, algunas hacen hincapié en el surgimiento del complejo aparato fisiológico que nos permite articular palabras habladas, otras en la complejidad cognitiva que hay detrás de la palabra hablada y que podría haberse expresado originalmente mediante gestos.
Los estudios de comunicación entre hombres y primates, fundamental para conocer los fundamentos de la comunicación Pero todas se enfrentan a la escasez de datos fidedignos, es que no existe un origen del lenguaje, sino varios orígenes. El lenguaje no es una capacidad única y singular, sino una compleja articulación de capacidades diversas que nuestra evolución acertó a combinar de una manera singular. Es por eso que para hablar de la aparición del lenguaje humano tal y como lo conocemos, primero hay que saber que el primer lenguaje fue simbólico, el lenguaje humano simbólico tiene sus antecedentes en momentos y cambios morfológicos previos a cambios importantes dentro de la estructura del sistema nervioso central. Así por ejemplo, los chimpancés pueden realizar un esbozo de lenguaje simbólico basándose en el lenguaje de comunicación para mudos. Para que una especie tenga la capacidad de articular sonidos se necesitarán más modificaciones morfológicas. En los mamíferos, por ejemplo, la orofaringe y la laringe, se encuentra en la parte alta de la garganta, de modo que la glotis puede cerrar la tráquea de forma estanca al beber e ingerir comida. Sin embargo en el Homo Sapies, por lo tanto el hombre actual, la laringe se ubica más abajo, por lo que permite a las cuerdas vocales la producción de sonidos más claros y nitidos, sin embargo al no cerrarse de forma estanca la tráquea, la respiración y la ingesta de alimento deberán alternarse para no ahogarse.
La elevación de la bóveda del paladar facilitan el lenguaje oral. Estudios realizados en la Sierra de Atapuerca (España), evidencian que Homo antecessor, hace unos 800 000 años, ya tenía la capacidad, al menos en su aparato fonador, para emitir un lenguaje oral lo suficientemente articulado como para ser considerado simbólico, aunque la frecuente fabricación de utensilios (por toscos que fueran) por parte del Homo habilis hace unos dos millones de años, sugiere que en éstos ya existía un lenguaje oral articulado muy rudimentario pero lo suficientemente eficaz como para transmitir la suficiente información o enseñanza para la confección de los toscos artefactos.
Homo Sapiens – Herramientas El Homo Sapiens llegó a utilizar herramientas de piedras complejas antes de lo que se pensaba y lo más importante es que transmitió este conocimiento a sus descendientes, lo que implica una capacidad de pensamiento ya complejo. El hallazgo en un yacimiento de Sudáfrica de unas pequeñas cuchillas de piedra tallada, de menos de 50 mm, utilizadas probablemente en la elaboración de utensilios, lanzas o flechas, indican que el humano moderno disponía ya de la habilidad necesaria para diseñar herramientas complejas.
La tecnología empleada consistía en producir largas y finas hojas de piedra que eran romas en un lado para poder ser acopladas a ranuras esculpidas en madera o piedra. Con ello se fabricaban armas ligeras que podían ser utilizadas como proyectiles, tales como flechas en un arco o propulsores de dardos (atlatl), que dan una gran ventaja sobre otras armas manuales ya que aumentan el alcance del tiro, disminuyendo el riesgo de resultar herido.
En la fabricación de estos objetos fue necesario tratar las piedras con fuego, las herramientas descubiertas debieron de ser “esenciales” en la migración que condujo a los Homo Sapiens fuera de África, así como en su mayor supervivencia en comparación con los neandertales. Estas herramientas reflejan mejor la capacidad de los humanos modernos para desarrollar ideas complejas y transmitirlas a sus descendientes, algo que probablemente se hacía a través del lenguaje. Bibliografía:
El cerebro en evolución de John Morgan Allman ISBN 9788434408975 Bryson, Bill (2003). Una breve historia de casi todo de Bill Bryson ISBN 9788478711758 Breve historia del Homo Sapiens de Fernando Diez Martín ISBN: 9788497637749